Contexto

Al haber hablado sobre el carácter y la influencia de los ciudadanos del reino de Dios, el Señor Jesús continuó exponiendo las leyes del reino. En su discurso, el Señor estableció un requerimiento moral más alto y dirigió a los que lo escuchaban a una nueva dimensión en la observancia de las leyes de Dios.

Versículo clave

(5:17)

¿Sabía usted que...?

  1. Necio (5:22): un término usado para insultar que se consideraba una ofensa personal muy fuerte. [ref] Podría estar relacionado con la palabra aramea para “vacío” y significa “¡cabeza vacía!”. [ref]
  2. Carta de divorcio (5:31; cf. Dt 24:1-4): se suponía que la ley desalentaría el divorcio en vez de alentarlo. Para divorciarse se necesitaba un “certificado de divorcio”, un documento público que otorgaba a la mujer el derecho de casarse nuevamente sin tener que sufrir la sanción civil o religiosa. El divorcio no se podía hacerse en privado. [ref]
  3. Jurar (5:33): los fariseos eran notorios por sus juramentos que se hacían ante la menor provocación. Sin embargo, ellos toleraban reservas mentales dentro de sus juramentos. Si ellos querían liberarse de un juramento hecho por el cielo… por la tierra… por Jerusalén o por su propia cabeza, ellos argumentaban que dado que Dios mismo no había sido involucrado en sus juramentos, éstos no eran vinculantes. [ref]
  4. Publicanos (5:46): o “recaudadores de impuestos”. Estos eran hombres de la localidad empleados por los contratistas de impuestos romanos para cobrar los impuestos por ellos. Como trabajaban para Roma y frecuentemente demandaban impuestos irrazonables, los publicanos tenían mala reputación y generalmente eran odiados y considerados traidores. [ref]

Esquema

Análisis general

  • 1.

    ¿Puede notar un modelo que se repite en esta sección del discurso de Jesús? Anote cada uno de los mandatos usando este modelo.

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    Cada tema comienza con la cita de una ley antigua, “oísteis que fue dicho” o algo semejante, y es seguido por un nuevo principio, “pero yo os digo…”. En todos los temas con excepción de uno, el Señor Jesús también dio más instrucciones y aplicaciones.

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  • 2.

    Compare los requerimientos antiguos y nuevos de la ley de Dios. ¿Qué caracteriza a los nuevos requerimientos?

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    Un parámetro moral más elevado que sobrepasa la expectativa común de la gente.

    Énfasis en el espíritu de amar a Dios y a la gente de corazón en vez de hacerlo de una forma superficial.

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Análisis del segmento

  • 5:17-20

    1.

    ¿A qué se refiere “la Ley o los Profetas”?

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    Las Escrituras (ver 7:12; 11:13; 22:40; Lc 16:16; Jn 1:45; Hch 13:15; Ro 3:21).

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  • 2.

    ¿Cómo cumplió Jesús la ley?

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    Jesucristo vino para cumplir perfectamente los requerimientos de la ley para que estos requerimientos también puedan ser cumplidos en aquellos que obedecen y confían en Él (Ro 8:3, 4). La Ley y los Profetas apuntan hacia el Señor Jesucristo (Ro 3:21; Gl 3:24). Por lo tanto, el verdadero espíritu de la Ley y los Profetas puede únicamente ser entendido a la luz de Cristo y sus enseñanzas.

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  • 3a.

    ¿Qué es la justicia de los fariseos?

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    La justicia de los fariseos se refiere a guardar cuidadosamente la ley de Dios, conforme a la letra. Esta práctica muchas veces consistía meramente en una observación externa de la ley.

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  • 3b.

    ¿Cómo podemos hacer que nuestra justicia sea mayor que la de los fariseos?

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    La observación cuidadosa de la ley por parte de los fariseos era algo bueno, pero no suficientemente bueno. El Señor demandaba algo más. Él quiere que nosotros también guardemos el espíritu de los mandamientos de Dios desde el corazón.

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  • 5:21-26

    4.

    ¿Por qué debemos reconciliarnos con nuestro hermano antes de presentar una ofrenda en el altar?

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    Nuestro Padre celestial no nos perdonará si nosotros no perdonamos de corazón a nuestros hermanos (6:14, 15, 18:35). Y de ser así, nuestra ofrenda también será inaceptable a Dios.

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  • 5:27-30

    5a.

    ¿Debemos literalmente sacar nuestros ojos y cortar nuestra mano derecha para evitar el pecado? Explique su respuesta.

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    El sacarnos los ojos y el cortar nuestras manos literalmente no nos garantizará una vida sin pecado.

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  • 5b.

    ¿Cómo podemos aplicar estas palabras a nuestras vidas si tenemos la tendencia a pecar?

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    El Señor nos enseña a ser radicales en la forma de tratar el pecado. Solamente los “violentos” arrebatan el reino de Dios (Mt 11:12). Pablo utiliza un lenguaje similar cuando nos exhorta a hacer morir las obras de la carne (Ro 8:13; Gl 5:24). Necesitamos huir del pecado, incluso si esto quiere decir que tenemos que hacer cambios drásticos en nuestros pensamientos y estilo de vida, o si esto significa que tenemos que negar nuestros deseos para así lidiar con nuestras debilidades.

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  • 5:33-37

    6a.

    ¿Qué significa la frase: “Pero sea vuestro hablar: “Sí, sí” o “No, no””?

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    Ser honesto.

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  • 6b.

    ¿Qué tiene que ver este mandamiento con el juramento?

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    Si bien un juramento debía ser una declaración solemne y un signo de confiabilidad, a menudo la gente se abusaba de él y lo usaba como un medio para compensar la falta de integridad personal. Por lo tanto, el Señor nos enseña a ser honestos en nuestras palabras en vez de apoyarnos en juramentos para que otros nos crean.

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  • 7.

    ¿Podemos nosotros los cristianos jurar en una Corte? ¿Por qué?

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    El mandamiento de nuestro Señor es que seamos sinceros y que no invoquemos al cielo, la tierra o nuestras propias cabezas para impulsar nuestra credibilidad ante otros. El mismo Señor Jesús testificó bajo juramento (26:63, 64); Pablo también expresó que Dios era su testigo (Ro 1:9; 2 Co 1:23, 1 Ts 2:5, 10; Fil 1:8). Mientras no utilicemos el juramento para encubrir alguna mentira, no necesitamos rehusarnos a testificar bajo juramento.

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  • 5:38-42

    8a.

    ¿Cuál es la enseñanza detrás de los versículos 39 a 42?

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    En vez de vengarnos, debemos pagar el mal por el bien (P. 25:21, 22).

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  • 8b.

    ¿Está Jesús enseñándonos a que seamos tímidos y débiles? Explique su respuesta.

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    Ceder no es una señal de debilidad sino que es dejarle espacio a Dios para que haga su justicia (Ro 12:19-21). Más aun, amar a aquellos que nos han hecho daño es la forma de vencer al mal y ganar a nuestros adversarios.

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  • 5:43-48

    9.

    ¿Es posible cumplir el mandamiento de Jesús: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”?

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    El mandamiento no dice: “Sed tan perfectos como el Padre celestial”, ya que nadie puede ser tan perfecto como Dios (Mc 10:18). Pero el imperativo “sed perfectos” establece una dirección y una meta para nosotros (la palabra “perfecto” viene de telos, que significa “fin, meta, límite”). Así como debemos de ser santos como Dios es santo (Lv 11:44, 45, 19:2, 20:7, 1 P 1:16), también debemos ser perfectos como Dios es perfecto. Debemos imitar a nuestro Padre celestial en cada aspecto en vez de contentarnos simplemente con el mero cumplir de las regulaciones de la ley. Como una conclusión al tema de amar a nuestros enemigos, el Señor requiere que seamos perfectos en nuestro amor así como Dios es perfecto en su amor.

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