Contexto

Después del encuentro con los escribas y fariseos de Jerusalén, el Señor Jesús hizo un viaje especial al norte, a la región de Tiro y Sidón. El milagro de sanación de la hija de la mujer cananea echa luz sobre la eventual misión a los gentiles. Luego de regresar a Galilea, Jesús nuevamente atrajo grandes multitudes que fueron a Él por sanidad. El Señor alimentó a la multitud una vez más, de manera similar a cuando alimentó a los cinco mil en el capítulo 14.

Versículo clave

(15:28)

¿Sabía usted que...?

  1. Canaán/cananeos (15:22): hace varios siglos atrás, a los habitantes de esa región se los llamaba cananeos (Nm 13:29). [ref]
  2. Magdala (15:39): una ciudad pequeña en Galilea, a la orilla oeste del Mar de Galilea, entre Capernaúm y Tiberíades, mencionada únicamente en Mateo 15:39 (“Dalmanuta” en el pasaje paralelo de Marcos 8:10), que podría ser la misma ciudad que Migdal-el (Jos 19:38). Fue el lugar de nacimiento de María Magdalena… En la actualidad probablemente sea el pequeño pueblo de el-Mejdel, ubicado a 4.8 kilómetros al noroeste de Tiberíades. [ref]

Esquema

Análisis del segmento

  • 15:21-28

    1a.

    ¿Mostraban las palabras y acciones de Jesús que Él se preocupaba solamente por los israelitas? Explique su respuesta.

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    Las palabras del Señor en el versículo 24 indican que su misión terrenal se enfocaba principalmente en el pueblo escogido de Dios a quien había sido dada la promesa del Mesías. Jesús no intentaba excluir a los gentiles en su obra de salvación porque Él mismo había dicho que el evangelio habría de alcanzar a todas las naciones (24:14, 28:16-20). Sin embargo, la intención de Dios era que la salvación comenzara con los israelitas y eventualmente abarcara a los gentiles (Ro 1:16; Jn 4:22; Hch 1:8).

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  • 1b.

    ¿Qué nos enseña esta historia sobre la misión de Jesús para con los gentiles?

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    Nos permite vislumbrar el futuro, cuando la salvación vendrá también a los gentiles a través de la fe (cf. Ro 3:28-30, 10:11-13).

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  • 15:21-28

    2.

    Parece estar en contra de la naturaleza del Señor decir tales palabras degradantes a la mujer cananea (26). ¿Por qué piensa usted que Jesús actuó de esa manera?

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    Las palabras del Señor sirvieron como una prueba para la mujer cananea, para ver si ella era sincera en su petición de misericordia.

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  • 3a.

    ¿Qué actitud mostraron los discípulos con sus palabras?

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    Ellos probablemente se estaban sintiendo molestos e impacientes con los incesantes clamores. Quizás ellos estaban más preocupados por sí mismos que por la necesidad de la mujer desesperada.

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  • 3b.

    ¿De qué manera somos nosotros a veces semejantes a los discípulos?

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  • 15:21-28

    4a.

    ¿De qué manera mostró la mujer cananea su fe?

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    Ella reconoció el señorío de Jesús al llamarlo “Señor, Hijo de David” y al postrarse ante Él. Ella fue persistente. Ella fue humilde.

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  • 4b.

    ¿Alguna vez ha estado usted desanimado cuando su oración no ha sido respondida e incluso ha pensado que Dios no le ama tanto como ama a sus otros hijos? ¿Qué aspectos de la fe encontrados en la mujer cananea aún le faltan?

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  • 15:21-28

    5.

    Compare a la mujer cananea con los escribas y fariseos en su actitud hacia el Señor (ver 15:12). ¿Qué podría significar este agudo contraste que muestra el Evangelio?

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    Una y otra vez vemos en los Evangelios que el Señor Jesús cita ejemplos de gran fe de parte de los gentiles como una base para juzgar al pueblo escogido por su incredulidad (8:10-12; 11:20-24; Lc 4:24-27). En este ejemplo, el Señor se apartó a este territorio pagano después de enfrentar la oposición de los escribas y fariseos. En gran contraste a los escribas y fariseos incrédulos estaba la gran fe de esta mujer cananea, quien se humilló a sí misma para suplicar por misericordia a pesar de las duras palabras del Señor. El Señor fue duro con esta mujer gentil por una razón. Lo que hizo añadió al agudo contraste entre los incrédulos y los verdaderos creyentes y, sobre todo, justificó la acción de Dios de salvar a los gentiles.

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  • 6.

    ¿Qué nos enseñan las palabras de la mujer en el versículo 27 acerca de la forma correcta de buscar la misericordia de Dios?

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    La mujer primero estuvo de acuerdo en que ella estaba fuera del pacto de Dios y que no merecía recibir la gracia de Dios. Incluso reconoció que era como los “perros”, una observación muy despectiva. Cuando pedimos la misericordia de Dios, debemos reconocer que no somos dignos y que no merecemos recibir nada de Dios. Solo esperamos que Dios tenga compasión de nosotros, sabiendo que su amor es tan grande que su gracia se desborda y llega incluso a los que no lo merecen (cf. Sal 123:2).

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  • 7.

    ¿Podría esta historia ser un respaldo para la efectividad del bautismo de niños? Si es así, ¿cómo lo hace?

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    Aquí vemos que a través de la fe de la mujer cananea en nombre de su hija, el Señor respondió la petición de la mujer. Por lo tanto, sería incorrecto negar el efecto del bautismo de los niños sobre la base de que los pecados de los niños no pueden ser perdonados hasta que ellos tengan la habilidad para confesar su fe.

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  • 15:29-31

    8.

    Observe las acciones de las multitudes y el Señor. ¿Qué nos enseñan las sanidades sobre Jesús y su misión?

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    Las sanidades que el Señor realizó demostraban que Él era el Mesías prometido (Is 35:3-6). Note cómo la presencia del Señor atraía grandes multitudes hacia sí mismo. Él era verdaderamente el Rey y el Pastor de Israel quien tendría gran compasión y proveería para su pueblo.

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  • 9.

    ¿Por qué es significativo que las multitudes “glorificaban al Dios de Israel”?

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    Los milagros que realizó el Señor Jesús fueron las mismísimas obras de Dios. Él en verdad fue enviado por Dios para traer salvación a su pueblo, tal como lo había prometido en sus pactos con los israelitas. La gente glorificó al Dios de Israel porque Jesús les había mostrado que Dios no había olvidado a su pueblo sino que se mostró favorable hacia ellos (Lc 1:68-75).

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  • 15:32-39

    10.

    Compare este milagro con el de 14:13-21.

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    Ambos milagros fueron el resultado de la compasión del Señor hacia la gente. A diferencia del milagro en el capítulo 14, donde los discípulos vinieron y pidieron que la multitud fuera despachada, aquí el Señor inició el cuidado de la gente.

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  • 11a.

    ¿Cómo mostraron los discípulos su falta de fe?

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    Al igual que en la alimentación de los cinco mil, los discípulos carecían de la confianza de que el Señor sería capaz de hacer lo imposible.

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  • 11b.

    ¿Qué debilidad humana reflejaron los discípulos? ¿Qué podemos hacer acerca de esta debilidad?

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    Los discípulos habían olvidado el gran milagro que el Señor había hecho poco tiempo atrás. De la misma forma, nosotros frecuentemente somos olvidadizos de todas las cosas maravillosas que Dios ha hecho por nosotros en el pasado. Cuando enfrentamos dificultades, dudamos y renunciamos a la esperanza. Por lo tanto, necesitamos contar constantemente las bendiciones de Dios en nuestras vidas, apreciar y guardar en nuestros corazones toda la abundancia de la gracia de Dios (así como los discípulos contaban las grandes canastas llenas de sobras). Entonces nuestra fe será fortalecida cada vez que experimentemos la misericordia y el amor de Dios.

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