Contexto

Mateo no nos dice nada de la niñez o juventud de Jesús. Cuando el Señor vino al Jordán para ser bautizado, tenía alrededor de 30 años de edad. Para entonces, Juan el Bautista, el predecesor de Jesús, ya había preparado el camino para el ministerio de Jesús al predicar el arrepentimiento y al bautizar a la gente. Podemos leer sobre el nacimiento de Juan en Lucas. Su misión era "preparar al Señor un pueblo bien dispuesto" (Lc 1:17).

Versículo clave

(3:11)

¿Sabía usted que...?

  1. Juan el Bautista (3:1): en la Biblia hay varios hombres que se llaman Juan, pero sólo uno tiene el nombre distintivo Juan el Bautista, o sea, el que bautiza. Aunque el bautismo auto-impuesto de un prosélito era algo conocido por los judíos, el bautismo de Juan era inusual porque él fue la primera persona que bautizó a otros. [ref]
  2. Desierto de Judea (3:1): un área que se extiende unos 32 kilómetros de la meseta Jerusalén-Belén hasta el río Jordán y el Mar Muerto. Quizás la misma región donde Juan vivía (cf. Lc 1:80). El pueblo de Qumrán (frecuentemente asociado con los Manuscritos del Mar Muerto) también vivió en esta área. [ref]
  3. Vestido de piel de camello, con un cinto de cuero alrededor de su cintura (3:4): prendas de pelo de camello y un cinturón de cuero (v. 4, el cinturón servía para asegurar la vestidura externa que quedaba algo suelta) no solamente eran los atuendos de la gente pobre, sino que también establecía un vínculo con Elías (2 R 1:8; cf. Mal 4:5). [ref]
  4. Langostas y miel silvestre (3:4): “Langostas” (akrides) son saltamontes grandes, que aún se consumen en el Oriente, no el fruto del algarrobo (en inglés, “locust tree”) (BAGD, s.v.). La miel silvestre es lo que implica su nombre, no la resina de un árbol (cf. Jue. 14:8-9, 1 S 14:25-29; Sal 81:16). Ambos alimentos sugieren un hombre pobre acostumbrado a la vida del desierto, y esto sugiere una conexión con los profetas (cf. 3:1; 11:8-9). [ref]
  5. Bautizar (3:6): el verbo “bautizar” (baptizo, forma intensiva de bapto, “sumergir”) significa “inmersión, sumergirse”. [ref]
  6. Río Jordán (3:6): el río principal de Palestina. Su caudal inicia en las nieves del Monte Hermón y desemboca en el Mar Muerto. Su punto más próximo a Jerusalén queda a unos 32 kilómetros de distancia. [ref]
  7. Fariseos (3:7): eran un grupo legalista y separatista que seguían estrictamente la ley de Moisés, aunque frecuentemente de forma hipócrita, y la “tradición oral de los ancianos” (15:2). [ref] Eran muy respetados por la gente.
  8. Saduceos (3:7): un partido judío que representaba a las clases ricas y sofisticadas. La mayoría se localizaba en Jerusalén. El templo y su administración eran su principal interés. Aunque no eran un grupo grande, en los tiempos de Jesús ellos ejercieron una poderosa influencia política y religiosa. [ref]
  9. Aventar (3:12): echar los granos al viento con una horquilla (Jer 15:7, NVI) para que el viento, que generalmente venía por unas pocas horas en la tarde, se llevara la paja (Sal 1:4), dejando el grano a los pies del aventador. [ref]
  10. Paja (3:12): el desecho de los granos aventados, compuesto por cáscaras y pedazos de paja. En el Oriente tenían la costumbre de quemar la paja, por si, con el cambio del viento, ésta llegara a mezclarse de nuevo con el grano (Job 21:18; Sal 1:4, 35:5; Is 17:13, 29:5, 41:15; Os 13:3; Sof 2:2). [ref]
  11. Jesús tuvo que viajar al menos 30 kilómetros para ser bautizado bautizarse (de Nazaret al río Jordán; v. 9).
  12. El Espíritu de Dios descendiendo como una paloma (3:16): en los bautismos de La Verdadera Iglesia de Jesús, hemos sido testigos de cómo algunos miembros reciben el Espíritu Santo y hablan en lenguas inmediatamente después de salir del agua.

Esquema

  • Preparación por Juan el Bautista
  • Aparición de Juan y su ministerio
    (1-6)
  • Amonestación a los fariseos y saduceos
    (7-10)
  • Referencia a Cristo y su ministerio
    (11-12)
  • El bautismo de Jesús
  • Juan intenta disuadir a Jesús
    (13-14)
  • La respuesta de Jesús y el consentimiento de Juan
    (15)
  • El bautismo y la aprobación de Dios
    (16-17)

Análisis general

  • 1.

    Resuma lo que dijeron cada una de las siguientes personas: Juan, Isaías, Jesús, Padre celestial.

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  • 2.

    ¿Qué imágenes o acciones simbólicas podemos hallar en este pasaje? (ej.: generación de víboras)

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    Hacha, árboles, fruto, llevar el calzado, aventador, era, trigo y paja, juntar en el granero, fuego inapagable.

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Análisis del segmento

  • 3:1-12

    1.

    Describa a Juan el Bautista. ¿Qué le dice esta descripción sobre él?

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    Las descripciones de Juan son muy similares a las de Elías (2 R 1:8). De hecho, él era el Elías que habría de venir para restaurar todas las cosas (Mt 17:11-13; Mc 9:11-13; Lc 1:16-17). Su vestimenta y dieta reflejaban su vida simple y dura (Mt 11:8, 18). Su vida y sus acciones se conforman a su mensaje de arrepentimiento.

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  • 2.

    Haga una lista de cómo Juan cumplió la profecía de Isaías. ¿De qué forma preparó Juan el camino para Jesús?

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    Él era la voz porque proclamó el arrepentimiento. Él anduvo en el desierto—el desierto de Judea. Él era el predecesor que preparó el camino para Jesús, haciendo que los corazones de las personas estuvieran dispuestos para aceptar a Jesús y su mensaje. A través del verdadero arrepentimiento y el bautismo, la gente se volvió a la justicia de Dios de sus pecados. Juan predijo la venida de uno que era más grande, así como también de la naturaleza del ministerio de Jesús. El hecho de que Juan haya bautizado a Jesús también sirvió como un anuncio a la gente de que Jesús era aquél que ellos debían aceptar y creer. Él incluso condujo a sus discípulos a su nuevo maestro (Jn 1:35, 36).

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  • 3.

    ¿Sobre qué base construyeron su confianza los fariseos y saduceos? De acuerdo a Juan, ¿por qué era esa base tan endeble?

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    Mucha gente se sentía orgullosa de su herencia genética como hijos de Abraham (Jn 8:39a). Pero Juan les dijo que Dios podía levantar hijos a Abraham de las piedras. En otras palabras, si ellos no se arrepentían, serían rechazados por Dios a pesar de su linaje físico.

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  • 4.

    ¿Qué significaban estas palabras de Juan: “el reino de los cielos se ha acercado”?

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    El reino de los cielos no es un lugar físico. Es un reino eterno para el pueblo de Dios que Jesucristo inauguró a través de sus enseñanzas, obras y redención. El reino de los cielos se halla en los corazones de los hombres (Lc 17:20, 21). La venida del reino de los cielos se refiere a que Dios gobierna en los corazones de los hombres. Aquellos que aceptan y obedecen el mensaje del evangelio estarán en el reino de los cielos. El reino de los cielos se había acercado en el sentido de que el reino de Dios venía a la gente a través del ministerio de Jesús y su obra de salvación.

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  • 5.

    ¿Qué podemos aprender del hecho de que Juan fue llamado “una voz que clama en el desierto”? ¿Qué podemos aprender de su actitud hacia su ministerio y hacia Jesús?

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    Una voz no tiene forma o identidad. Juan sabía claramente que su rol era el de predecesor. Él no quería competir por ninguna autoridad o gloria. Él anunció fielmente la venida de aquel que era más grande que él y dirigió la atención de todos hacía Jesús (Jn 3:25-30). Una voz en el desierto refleja la insignificancia de su presencia. En vez de expandirse por las plazas de la ciudad, resonaba en un lugar desolado. Pero la inequívoca voz en el desierto atrajo la atención de la gente que andaba afanada en un ambiente de vida ocupada hacia el solitario desierto donde ellos podían enfocarse en su necesidad de arrepentimiento.

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  • 3:1-17

    6.

    ¿Por qué Juan llamó a los fariseos y saduceos “generación de víboras? ¿Por qué eran sus palabras tan duras?

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    Las acciones y el estilo vida hipócritas de los fariseos y saduceos eran tan mortales como el veneno de las serpientes. Ellos guiaron mal a la gente, mataron profetas y colocaron sobre la gente cargas pesadas que Dios no había mandado. Las palabras que Jesús les dirigió fueron igual de duras. Él los llamó “generación de víboras” e “hijos de aquellos que mataron a los profetas” (23:31-32).

    El verdadero arrepentimiento se demuestra con aceptar la amonestación con humildad, sin importar cuán dura sea la reprensión. Si estos candidatos al bautismo eran capaces de aceptar las palabras de Juan y cambiar sus conductas, entonces se demostraría que verdaderamente estaban arrepentidos.

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  • 7.

    ¿A qué aluden las imágenes “recoger el trigo” y “quemar la paja”?

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    Los agricultores de Palestina usaban los instrumentos de aventar (aventador, como tenedores gigantes) para separar el trigo de la paja. Este proceso se usa para aludir al juicio, donde Dios separará a los justos de los malvados (ver 13:37-43). De la misma manera, el ministerio de Jesús separará a los verdaderos creyentes de los incrédulos (21:42-44; Ro 9:30-33, 1 P 2:7, 8). Los creyentes serán recogidos en el reino de Dios. Los incrédulos serán rechazados.

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  • 8.

    ¿Qué significa arrepentirse? ¿Cómo se demuestra en nuestros corazones y acciones? ¿Cómo está relacionado el arrepentimiento con el reino de los cielos?

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    La palabra griega para “arrepentimiento” literalmente significa “cambiar de corazón”. El arrepentimiento consiste en una lamentación sincera por el pecado (2 Co 7:10, 11), confesión (Sal 32:5) y un cambio en la conducta (3:8; Hch 26:20). El arrepentimiento es una expresión de fe en Dios y obediencia a sus mandamientos.

    Según el Señor Jesús, el reino de Dios será quitado de los que no se arrepienten y dado a quienes produzcan su fruto (21:43). Son aquellos que obedecen y se ajustan a la justicia de Dios quienes merecerán el reino de los cielos (21:28-32). Por lo tanto, el arrepentimiento es un paso necesario para entrar al reino de los cielos.

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  • 9.

    ¿Cómo bautizaría Jesús con el Espíritu Santo y fuego?

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    El bautismo del Espíritu Santo se refiere al otorgamiento del Espíritu Santo prometido iniciado en Pentecostés (Hch 1:5, 11:15, 16). El Espíritu Santo también es el espíritu de juicio y el espíritu de devastación que limpia al pueblo de Dios (Is 4:3, 4). Según Juan 16:8-11, el Espíritu Santo convencerá al mundo de culpa con respecto al pecado, la justicia y el juicio. La palabra de Dios también es como fuego, que prueba el corazón de los hombres (Jer 23:29). Cuando Jesús venga, Él será como el fuego purificador (Mal 3:2). El ministerio de Jesús probará los corazones de los hombres para ver si son dignos del reino de los cielos. Todo aquel que acepte a Cristo y pague el costo de ser un discípulo podrá entrar a su reino.

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  • 3:13-17

    10a.

    ¿Por qué Jesús tuvo que ser bautizado?

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    Además de anunciar a Jesús como el Mesías, el bautismo de Jesús fue para cumplir toda justicia. “Justicia” se refiere a satisfacer los requisitos de Dios. El requerimiento de Dios de que Jesús fuera bautizado podría ser el cumplimiento de lo que se requería de los sacerdotes, que debían ser lavados antes de servir (Ex 29:4). También podría ser un ejemplo para todos los creyentes, que muestra que debemos bautizarnos y recibir el Espíritu Santo para convertirnos en hijos de Dios (Gl 3:26, 27; Ro 8:16).

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  • 10b.

    ¿Qué quiso decir Jesús con “cumplamos toda justicia”?

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    Jesús dedicó toda su vida para cumplir los justos requerimientos de Dios. Por último, el cumplió toda justicia al ofrecerse a sí mismo como sacrificio agradable al Señor. Al consentir la petición de Jesús, Juan también cumplió con la justicia de Dios.

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  • 3:1-17

    11a.

    ¿Qué eventos tuvieron lugar después de que Jesús se bautizó?

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  • 11b.

    ¿Cuál es el significado de los eventos que siguieron al bautismo de Jesús?

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    La apertura de los cielos podría simbolizar la reconciliación entre Dios y los hombres, que fue hecho posible a través de Jesucristo. El ungimiento del Espíritu Santo fue una señal de que Dios había enviado a Jesús al ministerio (Lc 4:18). El descenso del Espíritu Santo y la voz del cielo sirvieron como un sello de aprobación de que Jesús era “el Hijo amado”.

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  • 12.

    ¿Qué podemos aprender de las acciones y palabras de Jesús en este pasaje?

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    Humildad: aunque Él era mayor que Juan, le pidió a Juan que lo bautizara.

    Mansedumbre: Él no reprendió a Juan por haber dudado en bautizarlo. Él habló con gracia y razón. A veces tenemos la tendencia de reprender a los demás duramente cuando creemos que estamos en lo correcto. Debemos aprender a ser tan dóciles como Jesús e invitar a otros a ver y a obedecer la voluntad de Dios junto con nosotros.

    Sumisión: Él fue bautizado para cumplir toda justicia y por lo tanto recibió la aprobación de Dios. Nosotros también necesitamos cumplir todos los mandamientos de Dios para ser sus hijos amados.

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