Contexto

El nombre de Jesús se había esparcido en toda la región de Galilea e incluso había alcanzado a los oídos de Herodes Antipas, tetrarca de Galilea y Perea. Sin embargo, la gente de la propia ciudad de Jesús lo había despreciado y rechazado. Cuando Herodes escuchó sobre el gran poder de Jesús, pensó que Jesús era Juan que había resucitado de entre los muertos. Herodes, un instrumento del mal, no sólo mató a Juan el Bautista, sino que posteriormente también hizo un complot para matar a Jesús (Lc 13:31).

Versículo clave

(13:58)

¿Sabía usted que...?

  1. Herodes, el tetrarca (14:1): llevó el nombre distintivo de Antipas. Era el hijo menor de Herodes a través de Maltace, y quien heredó las porciones de Galilea y Perea del reino de su padre… Él fue el más hábil de los hijos de Herodes, y al igual que su padre fue un gran constructor. La ciudad de Tiberíades en el lago de Galilea fue construida por él (22 a.C.) y la nombró en honor al Emperador Tiberio. Se casó con la hija de Aretas IV, rey de los nabateos (q.v.), pero se divorció de ella para casarse con Herodías (q.v.), la esposa de su medio hermano Herodes Filipo. [ref]
  2. Herodías (14:3): estaba casada con Herodes Filipo (no Felipe el tetrarca, Lucas 3:1), hijo de Herodes el Grande y Mariamna II… y por tanto medio hermano de Herodes Antipas… Herodías no sólo era la cuñada de Antipas sino también su sobrina, la hija de su medio hermano Aristóbulo. [ref]
  3. La ley de Dios prohíbe que uno se case con la esposa de su propio hermano (Lv 18:16, 20:21).
  4. La hija de Herodías (14:6): Salomé, producto del previo matrimonio de Herodías, una joven entre 12 y 14 años de edad… La danza pudo haber sido muy sensual, pero el texto no lo especifica. La moral escandalosa de los herodianos lo sugiere, así como el bajo estatus de las bailarinas. [ref]

Esquema

  • Rechazado por su propia gente
  • El conocimiento de Herodes sobre Jesús
  • La muerte de Juan el Bautista
  • Encarcelamiento de Juan y la Intención de matarlo
  • Juan decapitado a petición de la hija de Herodías
  • Sepultura del cuerpo de Juan y reporte a Jesús

Análisis del segmento

  • 13:54-58

    1a.

    ¿Por qué la gente de la ciudad de Jesús se escandalizaba de él?

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    Solo se fijaron en el origen humilde y trasfondo común de Jesús. Creían que conocían a Jesús, pero en realidad no. En vez de creer en Jesús por su sabiduría y gran poder, fueron cegados por su falsa expectativa de que un verdadero profeta debía provenir de un trasfondo extraordinario (cf. 11:1-6).

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  • 1b.

    ¿De qué manera mucha gente de hoy también se escandaliza de Jesús?

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  • 1c.

    ¿Es su fe en el Señor debilitada a veces porque piensa que lo conoce muy bien a Jesús?

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    En ocasiones nos enorgullece el hecho de que somos cristianos celosos, de que conocemos bien toda la Biblia y de que estamos cerca del Señor. Podríamos creer que ya lo hemos oído todo y visto todo. En nuestra presunción, es posible que no le prestemos atención a las advertencias y enseñanzas de la Biblia o que no tengamos las ansias de conocer más al Señor (cf. Ef 1:17).

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  • 1d.

    ¿De qué manera a veces nosotros también cometemos el mismo error en nuestro juicio sobre los demás?

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  • 13:54-58

    2a.

    ¿Cómo mostraron la falta de fe la gente de la ciudad de Jesús?

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    Ellos no creyeron que Él era el Mesías ni lo honraron como Señor.

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  • 2b.

    ¿Por qué es necesario tener fe para que el Señor obre en nuestras vidas (58)?

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    Sería muy poco valioso para el Señor obrar en aquellos que no creen en Él. Todas las obras de Dios, incluyendo los milagros, se volverían sólo espectáculos si no los recibimos con fe. Los milagros y las señales ayudan a fortalecer nuestra fe, pero es la verdadera fe en el Señor la que salva. Ver Lección 13, pregunta 5.

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  • 14:1-12

    3.

    Imagínese como se habrá sentido Herodes al comentar que Jesús era Juan el Bautista resucitado de los muertos. ¿Piensa usted que Herodes sinceramente quería creer en Jesús? Explique.

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    Probablemente tenía gran temor. Quizás tenía miedo de alguna represalia o de una potencial calamidad que podría sucederle a causa de su acto pecaminoso.

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  • 4a.

    ¿Qué le dice este pasaje sobre la personalidad de Herodes?

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    Él era un hombre tímido. Siempre le importó lo que otros pensaban de él y trataba de complacer a todos (3, 5, 9). También tenía miedo de retractarse a sí mismo, aunque sabía que lo que había hecho era incorrecto.

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  • 4b.

    ¿Puede ver algo de la personalidad de Herodes en usted mismo? ¿Qué puede hacer al respecto?

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    Para superar la debilidad de querer complacer a todos, incluso cuando sabemos que lo que hacemos está mal, debemos primero comprender que a fin de cuentas es a Dios a quien debemos rendir cuentas y no a los hombres (1 Co 4:3-5).

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  • 14:1-12

    5a.

    ¿Por qué quería Herodes matar a Juan? ¿Por qué la gente que vive en el pecado, como Herodes y Herodías, querría eliminar a un hombre justo como Juan?

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    Herodes vivía en el pecado. En vez de arrepentirse y cambiar sus caminos, él y Herodías quisieron matar a Juan para remover su sentimiento de culpa.

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  • 5b.

    ¿De qué manera la actitud de Herodes y Herodías refleja el corazón de mucha gente que no quiere aceptar el evangelio o incluso se burlan del mismo?

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    La gente odia la luz porque sus obras son malas (Jn 3:19-20). Muchas personas hoy rehúsan venir a Cristo, no porque no comprendan la verdad, sino porque no están dispuestas a reconocer y dejar sus vidas de pecado.

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  • 14:1-12

    6.

    ¿Qué error cometió Herodes que llevó a la trágica muerte de Juan el Bautista? ¿Qué nos enseña esto?

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    En su deleite, Herodes hizo una promesa a la ligera de la que luego se lamentó. Demasiado placer puede quitar nuestra sobriedad y nos puede hacer incompetentes para hacer juicios con sabiduría (Pr 31:3-4; Ef 5:18; Lc 21:34). También debemos cuidarnos de no jurar a la ligera o hablar palabras de orgullo cuando las cosas van bien porque podríamos lamentarnos de las consecuencias.

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  • 7.

    ¿Cómo es Juan el Bautista un ejemplo para nosotros en sus sufrimientos y muerte?

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    Juan el Bautista sufrió y murió por causa de la justicia (cf. 5:11-12). Él había sido un hombre valiente que señaló los errores de Herodes, aun cuando sabía que este era un gobernante cruel. Cuando predicamos la verdad por Cristo, en ocasiones ofenderemos a aquellos que viven en el pecado. Sin embargo, para hacer la voluntad de Dios y motivados por nuestro amor hacia los demás, debemos continuar resistiendo la maldad y hablar por el Señor.

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