Contexto

El Señor Jesús había completado su ministerio en Galilea. Ahora vino a Judea, sabiendo que el sufrimiento y la muerte lo estaban esperando. El período final del ministerio de Jesús no duraría muchos días, pero el escritor del evangelio presta mucha atención a este período y registra muchas de las enseñanzas del Señor, así como los eventos que llevaron a la crucifixión.

Versículo clave

(19:21)

¿Sabía usted que...?

  1. Judea, al otro lado del Jordán (19:1): el lado este, posteriormente conocido como Transjordania o Perea, hoy conocido simplemente como Jordania. [ref]
  2. Carta de divorcio (19:7): ver Deuteronomio 24:1-4 y las notas de la Lección 7.

Esquema

  • El comienzo del ministerio en Judea
    (19:1, 2)
  • La discusión sobre el matrimonio y el divorcio
  • La bendición a los niños
  • Las riquezas y el reino de Dios
  • El joven rico
  • Gracia y recompensa

Análisis del segmento

  • 19:3-12

    1.

    ¿Cuál era la trampa que intentaron tender los fariseos a través de la pregunta?

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    Los fariseos esperaban que Jesús hiciera una de estas dos cosas: 1) consentir el divorcio, lo que lo pondría en conflicto directo con aquellos que sostenían que no era permitido el divorcio, excepto en casos de pecado sexual, o 2) prohibir el divorcio, lo cual le pondría en una aparente contradicción con la ley de Moisés.

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  • 2.

    ¿De qué manera fue la respuesta de Jesús diferente a lo que los fariseos esperaban?

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    En vez de enfocar su enseñanza en el tema del divorcio, el Señor hizo énfasis en el matrimonio. Sólo entendiendo correctamente el propósito de Dios al establecer el matrimonio podremos entender la ordenanza contra el divorcio.

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  • 3a.

    ¿Qué enseña el Señor aquí acerca del matrimonio?

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    El matrimonio ya estaba en la mente de Dios cuando creó a los seres humanos. Es por eso que Dios los creó hombre y mujer. El esposo y la esposa no son dos, sino uno. Nadie debe separar la unión matrimonial porque esto ha sido instituido divinamente.

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  • 3b.

    ¿Y acerca del divorcio y casarse nuevamente?

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    El divorcio es contrario al propósito de Dios. Excepto en el caso de inmoralidad sexual, el divorcio y casarse de nuevo son adulterio.

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  • 19:3-12

    4a.

    Anote el contraste en este párrafo entre lo que fue ordenado y lo que estaba permitido. ¿Por qué el Señor Jesús hizo esta distinción?

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    Según la ordenanza de Dios, el hombre no debe separar lo que Dios ha unido. En la ley de Moisés, no obstante, Dios permitió la posibilidad del divorcio, aunque en realidad Deuteronomio 24:1-4 trata sobre la prohibición de volver a casarse con la misma esposa después de haberse divorciado de ella, y no sobre el permiso para divorciarse. Los fariseos y muchos otros habían interpretado erróneamente el propósito de Dios en establecer el matrimonio y ponían más énfasis en lo que estaba permitido que en lo que fue ordenado. Así que el Señor Jesús dirigió la atención de ellos al origen del matrimonio y a la ordenanza contra el divorcio, y señaló que el permiso para el divorcio fue simplemente el resultado de la dureza del corazón de la gente.

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  • 4b.

    ¿Qué lecciones podemos aprender de esta distinción?

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    Al igual que los fariseos, en ocasiones nosotros también tratamos de encontrar “lagunas” en la palabra de Dios para así justificar nuestra desobediencia. Debemos aprender a hacer la voluntad de Dios de corazón en vez de tratar de hallar excusas para nuestra renuencia. Los creyentes de Corinto pensaron que dado que “todo era permisible”, ellos podían ejercer su libertad aun cuando al hacerlo herirían la consciencia de los demás. Sin embargo, Pablo les enseñó a buscar siempre el bien de los demás para edificarlos (1 Co 10:23-33).

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  • 19:3-12

    5.

    ¿Qué significa no casarse por causa del reino de los cielos?

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    Algunos eligen no casarse para enfocarse en las cosas del Señor (cf. 1 Co 7:32). Sin embargo, el celibato no es un requisito para entrar al reino de los cielos. Aquellos a quienes no ha sido impartido este don pueden elegir casarse (1 Co 7:9).

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  • 19:13-15

    6a.

    ¿Por qué razón los discípulos prohibieron a los niños acercarse a Jesús?

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    Ellos probablemente menospreciaban a los niños o los consideraban un estorbo para la obra del Señor.

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  • 6b.

    ¿De qué manera nosotros a veces también cometemos el mismo error?

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    Es fácil para nosotros “despreciar a los niños” o a cualquiera que no parezca importante (Mt 18:10). Quizás en nuestro celo por servir a Dios, hemos descuidado a aquellos que están alrededor nuestro que parecen estorbar nuestra labor (ej. el sacerdote y el levita en la historia del buen samaritano)

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  • 19:13-15

    7.

    ¿Qué nos enseñan estos versículos acerca de lo que Dios valora en el reino de los cielos?

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    Dios está complacido con aquellos que tienen la humildad y la inocencia de los niños (18:3). Los niños venían a Jesús para recibir su bendición. Esto muestra su humildad. Si reconocemos humildemente que necesitamos la ayuda de Dios y deseamos sinceramente estar cerca de Él, entonces Él nos escuchará con gusto.

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  • 19:16-22

    8.

    ¿Cuál fue el punto de Jesús sobre ser bueno en el versículo 17? ¿Cómo expuso esto la creencia errónea de este hombre?

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    El joven rico probablemente esperaba que Jesús le mostrara alguna fórmula secreta (cosas buenas) para alcanzar la vida eterna. Sin embargo, el Señor le recordó que no existe otra forma para entrar a la vida eterna excepto a través de Dios y por medio de la obediencia a Dios.

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  • 9.

    ¿Por qué el Señor mencionó sólo cinco de los diez mandamientos?

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    Aunque el Señor no mencionó los primeros cuatro mandamientos, los insinuó en los versículos 17 y 21. Los israelitas habían sido adoradores de Dios, aunque a veces sólo superficialmente, y habían guardado los primeros cuatro mandamientos de manera estricta. Esta es probablemente la razón por la cual el Señor comenzó con aquellos que tienen que ver con el amor al prójimo, a fin de enseñar que nuestro amor por Dios sólo se completa si también amamos a los demás. El joven rico pensó que él ya había amado a Dios y su prójimo, pero como veremos en la siguiente pregunta, Jesús expuso la falla de este hombre en amar a Dios al señalar su falta de voluntad para amar a los demás. Al hacerlo, el Señor no solamente sacó a relucir el espíritu de los mandamientos, sino que también estableció una estrecha conexión entre los primeros cuatro y los últimos seis.

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  • 10.

    ¿De qué manera la reacción del joven demostró que todavía no había guardado los mandamientos a la perfección?

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    El joven rico creía que había guardado los mandamientos de amar a su prójimo. Sin embargo, cuando Jesús le dijo que vendiera sus posesiones y se las diera a los pobres, su falta de amor salió a flote. Además, sus riquezas le impidieron seguir al Señor. Esto demuestra que él amaba más a sus riquezas que a Dios.

    El joven rico había guardado los mandamientos superficialmente (como abstenerse de matar, cometer adulterio, adorar ídolos y blasfemar), pero en realidad había fallado en guardar el espíritu de los mandamientos de Dios—amar a Dios y amar a los hombres. Una vez más, el Señor enseñó sobre la necesidad de obedecer a Dios de corazón como la ley que gobierna en el reino de los cielos (cf. 5:17-6:18).

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  • 11a.

    ¿Por qué es difícil que un hombre rico entre en el reino de los cielos?

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    No podemos amar a Dios y las riquezas a la vez (6:24). Dado que es difícil para una persona rica renunciar a sus posesiones, es difícil para ella amar a Dios.

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  • 11b.

    ¿Son las riquezas las que impiden a alguien entrar al reino de Dios, o es algo más profundo? ¿A qué tenemos que renunciar, seamos ricos o pobres, para entrar al reino de Dios?

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    No son las riquezas las que hacen a alguien inadecuado para el reino de Dios. Si así fuera, entonces gente como Abraham y Job no podrían estar en el reino de Dios. Lo que impide a la gente entrar al reino de Dios es su amor por las riquezas y su indisposición de renunciar a ellas por Dios.

    Cualquier persona, sea rico o pobre, tiende a amarse a sí mismo y sus deseos. Sin embargo, ser un discípulo implica negarnos a nosotros mismos. Solamente si abandonamos lo que es importante para nosotros (ej. orgullo, lujuria, comodidad) a fin de hacer la voluntad de Dios podemos ser verdaderos ciudadanos del reino de Dios (cf. Flp 3:4-8).

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  • 11c.

    ¿Cómo podemos vender lo que tenemos y darlo a los pobres?

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    Necesitamos renunciar a la propiedad de nuestras posesiones. En otras palabras, nosotros somos simplemente administradores de las posesiones de Dios. Cuando vemos gente en necesidad, debemos ayudarlos con lo que Dios nos ha confiado.

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  • 19:23-30

    12.

    ¿Qué nos enseña el versículo 26 sobre la naturaleza de la salvación?

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    La salvación es posible por la gracia de Dios, no por nuestros propios esfuerzos. Aunque parezca imposible entrar al reino de Dios teniendo en cuenta los requisitos que ha establecido el Señor, Dios nos capacitará si confiamos en Él con una fe simple (Ef 2:8-10).

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  • 13.

    ¿Cómo se relaciona la declaración de Pedro en el versículo 27 con las palabras de Jesús acerca de las riquezas?

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    A diferencia del joven rico, los discípulos habían renunciado a todo lo que había sido importante para ellos para seguir al Señor. En otras palabras, ellos habían cumplido con el requisito del discipulado. Así que Pedro quería saber qué es lo que ellos recibirían como resultado de haber renunciado a esas cosas por el reino. La respuesta del Señor está en los versículos 28-29.

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  • 14.

    ¿Cómo ha dejado usted su casa, familia y tierras por causa del Señor Jesús?

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  • 15.

    Explique el versículo 30 y su relación con el contexto.

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    De acuerdo al contexto, “muchos primeros serán últimos” (30a) se refiere a lo difícil que es para los muchos que se enorgullecen de lo que tienen entrar en el reino de Dios. “[L]os últimos, primeros” (30b) significa que todos los que humildemente abandonan lo que aprecian y siguen a Cristo entrarán en el reino de Dios, aunque puedan parecer insignificantes o incluso insensatos de acuerdo a los estándares populares.

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