Contexto

Esta sección continúa con las enseñanzas sobre el monte. Basado en el tema de un nuevo orden de la Ley, el Señor Jesús continuó enseñando a los discípulos y la multitud sobre la verdadera adoración.

Versículo clave

(6:4, 6, 18)

¿Sabía usted que...?

  1. Ayuno (6:16): en lo que concierne a la práctica general judía, el Día de la Expiación es el único ayuno anual mencionado en el Nuevo Testamento (ver Hch 27:9). Algunos fariseos estrictos ayunaban cada lunes y jueves (ver Lc 18:12). Otros judíos devotos, como Ana, quizás habrían ayunado con más frecuencia. [ref]

Esquema

  • Evitar hacer actos de justicia delante de los hombres
    (6:1)
  • Dar limosna en secreto
  • Oración
  • Orar en secreto
  • Cómo debemos orar
  • Ayunar en secreto

Análisis general

  • 1.

    Al igual que en la sección anterior, anote el modelo que se repite y haga un resumen de las enseñanzas en el siguiente espacio.

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    Cada enseñanza comienza con una advertencia sobre lo que no se debe hacer y la recompensa de los hombres. Luego el Señor nos instruye que debemos hacer estas obras en secreto para que nuestro Padre celestial, que ve en lo secreto, nos pueda recompensar en público.

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  • 2.

    Con base en el contexto de este pasaje, defina el término “hipócritas”.

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    Hipócritas son aquellos que les agrada hacer el bien en público con el propósito de recibir alabanza de los hombres. Sus obras son superficiales y deshonestas.

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  • 3.

    Si debemos hacer buenas obras, orar y ayunar en secreto, ¿quiere decir esto que debemos abstenernos de hacer estas cosas cuando hay gente a nuestro alrededor? Explique su respuesta.

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    Lo que el Señor condena es la hipocresía que está detrás de las obras, no el lugar donde las obras se llevan a cabo. La Biblia nos enseña que tenemos que aprovechar cada oportunidad para hacer el bien (Gl 6:10). Siempre que no demostremos deliberadamente nuestra generosidad o piedad para recibir el elogio de los hombres, el lugar en que llevamos a cabo estas buenas obras no debería determinar su valor.

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Análisis del segmento

  • 6:5-15

    1.

    Anote los temas que trata el Padre Nuestro.

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    Honrar el nombre de Dios, establecimiento del reino de Dios sobre la tierra, provisión diaria, perdón, liberación.

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  • 2.

    ¿Por qué es significativo llamar a Dios “Padre nuestro”?

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    Dios no solamente es un rey, sino también un Padre que se preocupa. Él es el Padre de todos los hombres (Ef 4:6). Como nuestro Padre, Él nos dará cosas buenas cuando se lo pidamos en oración (7:11).

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  • 3.

    Explique lo siguiente: a) Santificado sea tu nombre, b) Venga tu Reino, c) No nos metas en tentación

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    a. Santificado sea tu nombre: todos pueden conocer a Dios por lo que es y honrarlo (Ez 36:23).

    b. Venga tu Reino: que todos se sometan a la autoridad de Dios y lleven a cabo su voluntad (Ap 11:15-17). Esto también significa predicar el evangelio del reino hasta los confines de la tierra (24:14, 28:19, 20)

    c. No nos metas en tentación: pedirle a Dios que no nos meta en tentación no sugiere que Dios podría conducir a alguien al pecado, pues Dios no tienta a nadie (Stg 1:13). Si observamos las palabras que siguen a esta frase, “sino líbranos del mal”, podemos entender que necesitamos pedirle a Dios que no nos entregue al pecado para que no seamos atrapados por él (Mt 26:41; cf. Ro 1:24; Gl 6:1). La palabra “tentación” también significa “prueba que resulta en caída”. Debemos pedirle al Señor que no seamos tentados más allá de lo que podamos soportar (1 Co 10:13; Lc 21:36).

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  • 4.

    ¿Cómo se aplica a nosotros la enseñanza de que no debemos usar vanas repeticiones cuando oramos? ¿Significa esto que no debemos orar por mucho tiempo o pedir acerca de las mismas cosas más de una vez?

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    Hay una diferencia entre repetir sin sentido y persistir en la oración. El Señor mismo hizo oraciones prolongadas y se repitió a sí mismo cuando oraba (Lc 6:12; Mt 26:44). Él también les enseñó a los discípulos a orar siempre sin rendirse (Lc 18:1). Lo que Jesús quería corregir era la falsa suposición de que una oración que usa muchas palabras sería escuchada. Una oración hecha con sinceridad y un corazón contrito tiene mayor significado que una oración hecha con palabras repetitivas y elegantes (ver Lc 18:9-14).

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  • 5.

    ¿Está enseñándonos el Señor que sólo debemos recitar el Padre Nuestro cada vez que oramos? ¿Cómo se aplica el Padre Nuestro a nosotros?

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    Las instrucciones del Señor tienen que ver con “cómo orar” en vez de “de qué orar” (ver v. 9). Recitar el Padre Nuestro sin entender lo que estamos diciendo no tendría ningún sentido. En lugar de ello, debemos internalizar el Padre Nuestro y llevar una vida que refleje esta actitud.

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  • 6.

    Observe el uso de las palabras “nuestro/a”, “nosotros” y “nos”. ¿Qué nos enseña esto?

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    Debemos interceder a favor de todos (1 Ti 2:1). Los santos del pasado, tales como Moisés, Samuel, Nehemías, Daniel, Jeremías y Pablo, fueron conocidos por sus oraciones de intercesión.

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  • 6:16-18

    7.

    ¿Cuál es el propósito del ayuno?

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    El ayuno individual o en grupo era practicada generalmente como una auto-humillación ante Dios, frecuentemente en conexión con el arrepentimiento (Neh 9:1, 2; Sal 35:13; Is 58:3, 5; Dn 9:2-10, 10:2, 3; Jon 3:5; Hch 9:9) o como una petición especial al Señor (Dt 9:18; Jue 20:26, 2 S 1:12; 2 Cr 20:3; Esd 8:21-23; Est 4:16; Hch 14:23). El ayuno también se hacía en conexión con la devoción y el servicio a Dios (Lc 2:36, 37; Hch 13:2, 3; Mt 4:1-2). La oración con ayuno, si se realiza con sinceridad, es poderosa; puede incluso echar fuera espíritus inmundos (Mt 17:21).

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