Contexto

Estos eventos tomaron lugar después del primer discurso de Jesús en la montaña. El ministerio de Jesús en esta etapa aún se encontraba en la región de Galilea.

Versículo clave

(8:17)

¿Sabía usted que...?

  1. Leproso (8:2): la lepra aquí se refiere a una infección crónica de la piel, una dolencia que probablemente no era la misma que la que actualmente se conoce como lepra. Según la ley del Antiguo Testamento, tocar a un leproso hacía que uno fuera ritualmente impuro. [ref] La ley requería que la persona que había sido sanada de lepra fuera examinada por el sacerdote. Luego el sacerdote realizaría una limpieza ceremonial y ofrecería sacrificios a favor de la persona que había sido sanada.
  2. Centurión (8:5): el centurión era un oficial del ejército romano, teóricamente a cargo de 100 hombres… [ref]
  3. “Deja que los muertos entierren a sus muertos” (8:22): los judíos le daban gran importancia al deber de los hijos de enterrar a sus padres. [ref]

Esquema

  • La sanación del hombre con lepra
  • La sanación del siervo del centurión
  • La petición del centurión y su fe
  • El comentario de Jesús sobre la fe de este gentil
  • Hacer volver al centurión y la sanidad instantánea
  • La sanación de la suegra de Pedro
  • La sanación de muchos otros enfermos
  • Lo que cuesta ser un discípulo

Palabras/frases claves

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Análisis del segmento

  • 8:1-4

    1.

    ¿Por qué Jesús le dijo al leproso que no le dijera a nadie acerca de su sanidad? (vea Mr. 1:45; Lc. 5:15, 16).

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    Según los registros de los otros evangelios sinópticos, podemos ver que Jesús probablemente quería evitar que la gente lo mal-entendiera y pensara que Él era simplemente un hacedor de milagros, puesto que esto afectaría los aspectos más importantes de su ministerio.

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  • 2.

    ¿Qué significaba la orden que hizo Jesús al leproso de que se mostrara al sacerdote?

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    La frase clave que muestra el significado de lo que Jesús ordenó es “para testimonio a ellos”. La orden de mostrarse al sacerdote era más que un cumplimiento de la ley de Moisés. Esta acción implicaba una prueba directa de que el ministerio del Señor era el cumplimiento de la ley. La sanación del leproso era un testimonio de que Jesús era la verdadera fuente de sanidad y limpieza.

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  • 3.

    ¿Qué podemos aprender del hombre con lepra acerca de la actitud que debemos tener cuando oramos?

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    Él vino a Jesús, mostrando su iniciativa. Se arrodilló, mostrando su humildad. Él reconoció la soberanía de la voluntad de Jesús al decir “si quieres”. Él también confió en el poder de Jesús al decir “puedes limpiarme”.

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  • 8:5-13

    4.

    ¿De qué manera la sanación del siervo del centurión mostró la autoridad de Jesús? Preste atención a lo que dijo Jesús y el centurión.

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    El centurión era un hombre con autoridad, pero se acercó a Jesús y le pidió ayuda. En el proceso, él reconoció la autoridad de Jesús y dijo que las palabras de Jesús tenían autoridad en la misma forma que las palabras de un centurión tenían autoridad sobre sus súbditos. Entonces Jesús le ordenó: “Vete”, lo que hace eco con las propias palabras del centurión en el versículo 9, y su criado fue sanado.

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  • 5.

    ¿De qué manera demostró el centurión su fe?

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    Él confesó humildemente que necesitaba la ayuda de Jesús. Él confió en el poder de Jesús de que podía sanar a su criado con tan sólo sus palabras. Él se sometió a sí mismo al mandato del Señor.

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  • 6.

    ¿Qué nos enseñan las palabras de Jesús en los versículos 10 al 12 respecto de quién estará en el reino de los cielos?

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    A partir de las palabras del Señor en el versículo 10 podemos inferir que el centurión era un gentil. El Señor quería que la gente supiera que no son los descendientes físicos de Abraham quienes heredarán el reino de los cielos, sino cada uno de los que tenga fe en Jesucristo, sin importar su raza (Gl 3:26-29).

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  • 8:14-15

    7.

    ¿Qué podemos aprender de la suegra de Pedro?

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    Debemos responder a la salvación del Señor sirviéndole (ver Lc 8:1-3).

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  • 8:18-22

    8.

    Explique la frase “deja que los muertos entierren a sus muertos”.

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    Dejar que los que están espiritualmente muertos (pecadores incrédulos) entierren a los físicamente muertos. El Señor no estaba aboliendo el mandamiento de honrar a nuestros padres, sino que estaba estableciendo los asuntos del reino de Dios por encima de los lazos familiares (10:37; Lc 9:60).

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  • 9.

    Aplicando las palabras del Señor a nuestras vidas, ¿qué conlleva el seguir a Jesús?

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    Nuestra determinación de seguir al Señor debe consistir en una disposición de sufrir con Jesús. No debemos colocar el servicio al Señor en segunda plana. La enseñanza del Señor no nos está indicando que ignoremos los deberes que tenemos con nuestros padres, ya que Él mismo se había sometido a y vivido con sus padres terrenales. No obstante, el reino de Dios debe ser la meta y el propósito constante y final de cada aspecto de nuestras vidas. Cuando surja la necesidad, los asuntos de Dios deben estar por encima de todo lo demás.

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