Contexto

Cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la faz de la tierra, todo designio de los pensamientos de sus corazones solo era de continuo mal. A pesar del predominio de la maldad y la violencia, Noé fue justo y perfecto en sus generaciones. Antes de que el Señor trajera las aguas del diluvio para destruir toda carne, le ordenó a Noé que construyera un arca para él, su familia y los animales. El pasaje narra acerca del castigo de Dios sobre los malvados y la preservación de Dios del que halló gracia ante sus ojos y su creación.

Versículo clave

(6:5)

¿Sabía usted que...?

  1. “Porque ciertamente él es carne” (6:3): “Por causa de su extravío, él es carne”, es una posible lectura alternativa de esta frase en hebreo.
  2. Gigantes (6:4): En hebreo, esta palabra también significa caídos, rebeldes o apóstatas. [ref]
  3. Madera de gofer (6:14) es un tipo de madera resinosa, como el abeto o el pino. [ref]
  4. Codo (6:15) en hebreo significa “madre del brazo” o antebrazo. Viene del latín cubitus, codo. Un codo ordinario equivale a 20,24 pulgadas, mientras que el codo original mide 21,888 pulgadas. [ref]  Por lo tanto, el tamaño del arca de Noé en una medida ordinaria de codo equivaldría a alrededor de 506 pies de largo, 84 pies de ancho y 50,6 pies de alto. Podemos imaginar el tamaño del arca de Noé como una construcción un poco más grande que un edificio de tres pisos de altura y un campo de fútbol de la NFL (Liga Nacional de Fútbol Americano) de largo y ancho.

Esquema

  • Hombres valientes y de renombre
  • La corrupción de los hombres
  • Hombre que caminó con Dios
  • Instrucción acerca del arca

Análisis del segmento

  • 6:1-4

    1.

    ¿Quiénes son los hijos de Dios?

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    Según algunos teólogos, prevalecen tres puntos de vista con respecto a los hijos de Dios. Primero, se refiere a los descendientes religiosos de Set en lugar de los descendientes mundanos de Caín. Segundo, se refiere a la nobleza del estatus de los descendientes de Adán. Tercero, se refiere a los ángeles caídos que fecundaron a las hijas de Adán. [ref]

    Las Escrituras nos dicen que el término “hijos de Dios” significa tener la imagen y semejanza de Dios. Así como Adán se parecía a Dios, sus descendientes, incluyendo los de Caín y los de Set, también se parecían a él, teniendo los rasgos del Creador de Adán, Dios (Gn 5:3). Además, el término “hijos de Dios” también se refiere a los hijos de Dios o la creación de Dios. El evangelio de Lucas confirma que Adán y su descendencia son considerados hijos de Dios (Lc 3:38).

    Por lo tanto, el término “hijos de Dios” se refiere a los hombres en general. Los ‘hijos de Dios’ y las ‘hijas de los hombres’ son los descendientes de los hombres que comenzaron a multiplicarse sobre la faz de la tierra (Gn 6:1), incluyendo los descendientes de Caín y de Set.

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  • 2.

    ¿Cuáles fueron los criterios de los hijos de Dios en la elección de sus cónyuges?

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    Los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas. Luego tomaron para sí mujeres de todas las que escogieron (Gn 6:2).

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  • 3a.

    ¿Cuál debe ser nuestro criterio para elegir a nuestros cónyuges?

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  • 3b.

    Haga una lista de las enseñanzas de las Escrituras sobre el matrimonio, sus significados y su relación con nuestra vida espiritual. Véase 1 Re 11:1-11; Mal 2:11; Esd 10:2; Dt 7:3-4; Nm 25:1-4; Jue 3:5-7 y 2 Co 6:14.

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    Al tomar mujeres paganas, los hijos de Dios profanaron la santidad del Señor, se volvieron infieles a Él y fueron influenciados para servir a otros dioses (Mal 2:11; Esd 10:2; Nm 25:1-4; Jue 3:5-7) . El Señor reprendió a los judíos por ser maridos de las hijas de dioses extranjeros. A través de la unión del matrimonio, el Señor busca descendencia piadosa (Mal 2:15). Además, Esdras confesó que el casarse con mujeres paganas hacía que los hijos de Israel fueran infieles, porque se mezclarían con la inmundicia e impureza de sus hábitos diarios (Esd 9:11-14), incluyendo la influencia de sus mujeres para que se olvidaran de su Dios, a quien habían servido desde la época de sus antepasados. Además, el ejemplo del rey Salomón nos advierte cómo el matrimonio con mujeres paganas podría desviar nuestro corazón hacia sus dioses y nos haría ser infieles al Señor nuestro Dios (1 Re 11:2-4).

    Como pueblo de Dios, casarnos con un cónyuge impío hará que nos mezclemos con sus estilos de vida y puntos de vista mundanos e impuros, haciéndonos infieles al Señor. Así como la fe y las creencias de los israelitas fueron influenciadas por sus cónyuges, nuestra propia fe y nuestras creencias serán afectadas y moldeadas a través de la persuasión de nuestros cónyuges. De manera similar, el apóstol Pablo también nos advierte que al unirnos en yugo desigual con los incrédulos, es como si estuviéramos en comunión con la justicia y la injusticia, con la luz y las tinieblas (2 Co 6:14-16).

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  • 3c.

    ¿Qué ironía ve en Gn 6:3-4?

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    En aquellos días, los descendientes de los hombres eran valientes, de renombre y de antigüedad. Pero “no contenderá [el Espíritu de Dios] con el hombre para siempre” (NVI: “[El Espíritu de Dios] no permanecerá en el ser humano para siempre”). No eran más que carne y su edad estaría limitada a ciento veinte años. A los ojos del mundo, los descendientes de los hombres eran poderosos y famosos, sin embargo, a los ojos del Señor, eran malvados y perversos. Es irónico que aun con su fama y poder no pudieron cambiar el límite de vida que Dios había puesto sobre el hombre.

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  • 4.

    ¿Por qué “el espíritu de Dios no contenderá con el hombre para siempre”?

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    El espíritu de Dios no contenderá con el hombre para siempre, porque ciertamente el hombre es carne (Gn 6:3). Dios dijo tal expresión después de que los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas y “tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas” (Gn 6:2).

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  • 5a.

    ¿Cómo se usa de diferentes maneras la palabra “carne” en las Escrituras? Véase también Gn 2:21; Is 40:6; Gn 8:17, 41:2, 3; Ex 12:8; Lv 13:18; Ec 12:12 y Sal 78:39.

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    En las Escrituras, se usa la palabra “carne” de diferentes maneras. Puede referirse a la carne como sustancia (Gn 2:21, 41:2, 3; Lv 13:3), humanidad o ganado (Is 40:6; Jl 2:28; Gn 9:16), animales (Gn 6:19, 8:17), carne o alimento (1 Sam 2:13; Ex 12:8, 16:3), cuerpo del hombre (Lv 13:18; Ec 12:12) y fragilidad del hombre (Gn 6:3; Sal 78:39).

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  • 5b.

    Explique lo que Dios estaba diciendo en Gn 6:3. Véase también Is 31:3; Sal 78:39; Ez 16:26; Jn 16:13; Ef 4:27-31 y 1 Jn 3:24.

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    En Gn 6:3 el Señor dijo: “No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; pero vivirá ciento veinte años”. Primero, la frase “porque ciertamente él es carne” describe que la naturaleza física del hombre no es más que carne. Según el profeta Isaías, la carne perecerá al final (Is 31:3) y según el salmista, la carne es como un soplo que va y no vuelve (Sal 78:39). El hombre es de hecho carne, lo cual significa que es físicamente débil, frágil y limitado durante la vida debido a la ausencia del Espíritu de Dios en él.

    Segundo, tal frase también revela la naturaleza carnal del hombre. El profeta Ezequiel comparó a los israelitas infieles como quienes fornicaron con los hijos de Egipto, sus “vecinos” (Ez 16:26). Los vecinos carnales aumentaron el acto de fornicación y el comportamiento lascivo de Israel delante del Señor. En otras palabras, los actos carnales hacen que los israelitas transgredan contra Dios y provoquen su ira. En hebreo, Gn 6:3 puede traducirse como “Mi espíritu no reinará en el hombre para siempre. Por causa de su extravío, él es carne”. Aquí, el hecho de que el hombre se extravíe o cometa pecados ante el Señor indica su naturaleza carnal y por lo tanto hace que el Espíritu de Dios no contienda con el hombre para siempre.

    La palabra “contender” en hebreo se puede traducir como “gobernar” o “reivindicar”. [5] En otras palabras, el Espíritu de Dios guía la vida de los hombres. Una vez el Señor Jesús dijo que cuando venga el Espíritu de verdad, él guiará a los hombres a toda la verdad (Jn 16:13). El Espíritu de Dios guía a los hombres a vivir de acuerdo a sus palabras y su voluntad. El apóstol Pablo escribe que cuando los hombres no desechan su naturaleza carnal, el Espíritu Santo de Dios será entristecido (Ef 4:27-31). En resumen, entristecer al Espíritu Santo de Dios significa que los hombres han abandonado la guía del Señor. En lugar de dejar que Dios gobierne, han decidido seguir sus propios deseos carnales y pecaminosos.

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  • 6:5-7

    6a.

    En Gn 6:5, ¿qué dos aspectos vio el Señor?

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    De Gn 6:5 aprendemos que el Señor no solo vio las maldades externas de los hombres, sino también todo designio de los pensamientos en el corazón de los hombres. Similar a lo que el autor de 1 Samuel ha escrito acerca de Dios, “Jehová no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1 Sam 16:7).

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  • 6b.

    ¿Qué podemos aprender de la frase “Vio Jehová”?

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    La frase “Vio Jehová” nos enseña a no prestar atención sólo a nuestras obras externas o a cómo otros ven lo que hacemos. Más bien, debemos tener cuidado con nuestros pensamientos internos. Debemos recordarnos siempre que a pesar de que el hombre no pueda ver nuestros pensamientos y la intención de nuestro corazón, debemos mantenerlos puros y sin mancha ante Dios, quien puede mirar el corazón, incluso la intención misma de nuestros pensamientos.

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  • 7a.

    ¿Por qué le dolió al Señor en su corazón?

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    Al Señor le dolió en su corazón no solo porque la maldad de los hombres era mucha en la tierra, sino que todo designio de los pensamientos de su corazón solo era de continuo el mal (Gn 6:5). En el principio, el Señor creó al hombre a su imagen y semejanza (Gn 1:26, 27). Pero la elección de los hombres de ser gobernados por el pecado y sus deseos, de continuar en la maldad en lugar de reflejar la imagen y semejanza de Dios, entristeció el corazón del Señor.

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  • 7b.

    ¿De qué manera nuestras acciones causan dolor en el corazón del Señor?

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    Según el apóstol Pablo, entristecemos al Espíritu Santo de Dios cuando nosotros, los redimidos por Dios, volvemos a nuestra vieja conducta, la cual está corrompida por los deseos engañosos (Ef 4:22, 30). En otras palabras, debemos renovarnos en el espíritu de nuestra mente, revistiéndonos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad (Ef 4:23-24).

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  • 8.

    ¿Qué lección podemos aprender de la decisión de Dios de destruir a los que Él había creado de la faz de la tierra?

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    El apóstol Pedro nos advierte que Dios no perdonó al mundo antiguo, sino que trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos (2 Pe 2:5). De la misma manera, hoy el Señor ejecutará su juicio contra nosotros. 2 Pe 2:9, 10 declara que el Señor reservará a los injustos, a los que siguen la carne y andan en placeres e inmundicia, para ser castigados en el día del juicio. Además, la destrucción del mundo antiguo por parte de Dios nos sirve hoy como un recordatorio de que “los cielos y la tierra que existen ahora están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos” (2 Pe 3:6, 7). Así, el Señor no solo castigará a los que siguen la carne y andan en placeres e inmundicia, sino que también destruirá la tierra con “fuego ardiente” para quemar tanto la tierra como las obras que hay en ella (2 Pe 3:10).

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  • 6:8-12

    9.

    ¿Qué contraste ve entre Gn 6:5 y Gn 6:8?

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    Cuando Dios miró la tierra, en verdad vio que la tierra estaba corrompida, llena de violencia y de gran maldad. Pero Noé era un hombre justo, perfecto entre los hombres de su tiempo y halló gracia ante los ojos del Señor (Gn 6:8-12).

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  • 10.

    En los siguientes pasajes, ¿cómo estos diferentes individuos hallaron gracia ante los ojos del Señor? Gn 18:3, 19:19; Ex 33:16, 17, 34:9.

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    Las Escrituras dan ejemplos de cómo el Señor recompensa a aquellos que habían “hallado gracia ante sus ojos” de la siguiente manera:

    1) Abraham rogó a Señor que si había hallado gracia en sus ojos, entonces que no pasara de largo junto a él (Gn 18:3),

    2) Lot dijo que había hallado gracia ante los ojos del Señor, por lo tanto su vida fue salvada por la misericordia de Dios (Gn 19:19),

    3) Moisés oró al Señor que si había hallado gracia delante de sus ojos, entonces que le mostrara su camino para que lo conociera (Ex 33:13),

    4) Moisés dijo al Señor que él y su pueblo sabrían que habían hallado gracia ante sus ojos si Él anduviera con ellos (Ex 33:16),

    5) El Señor le dijo a Moisés que había hallado gracia ante sus ojos y lo conocía por su nombre (Ex 33:17),

    6) Moisés rogó al Señor que si había hallado gracia a sus ojos, que les perdonara la maldad y el pecado de los israelitas y los aceptara como su herencia (Ex 34:9).

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  • 11a.

    ¿Qué nos enseñan los siguientes versículos acerca de las formas de vivir con justicia y perfección? Véase 2 Sam 22:24; Pr 13:5; Sal 37:30, 21; Is 26:7; Sal 119:80; Pr 15:28; Job 17:9; Mal 3:18 y 1 Cr 28:9.

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    Las Escrituras nos dicen varias formas de cómo debemos vivir con justicia y perfección:

    1. Cuidando nuestro habla. El profeta Amós nos advierte que hablemos con rectitud (Am 5:10) y el salmista agrega que debemos hablar la verdad de nuestro corazón (Sal 15:2). Hay varios consejos de las Escrituras sobre cómo debemos guardar nuestro habla en nuestra vida diaria. Por ejemplo, no solo debemos odiar la mentira (Pr 13:5), también debemos hablar sabiduría de nuestra boca (Sal 37:30; Pr 10:31). “Los labios del justo saben decir lo que agrada, mas la boca de los malvados habla perversidades” (Pr 10:32).
    2. Guardando nuestra conducta. Las Escrituras enfatizan que es importante que un hombre justo haga lo que es lícito y recto (Ez 18:5), ande en rectitud y en su integridad (Sal 15:2; Is 26:7; Pr 20:7). Por ejemplo, hacemos lo correcto al tener misericordia (NVI: generosidad) con los demás (Sal 37:21), al considerar la causa de los pobres (Pr 29:7), y al no retener (NVI: dar con generosidad) lo que tenemos para los demás (Pr 21:26).
    3. Cuidando nuestro corazón. El salmista nos recuerda que no solo debemos comportarnos sabiamente, sino que también debemos tener un corazón perfecto, un corazón íntegro que respeta los estatutos del Señor (Sal 101:2, 119:80). Además, el autor de Proverbios escribe que el corazón del justo piensa antes de responder, pero la boca de los malvados derrama maldad (Pr 15:28).
    4. Apartándose de la iniquidad. En sus cánticos de alabanza, David escribe que para ser perfecto o sin mancha, uno debe mantenerse alejado de la iniquidad (2 Sam 22:24; Sal 18:23). En otras palabras, uno debe enderezar su camino, aferrarse a su camino y no apartarse de su justicia (Pr 11:5; Ez 3:20, 18:24, 26, 33:18). Además de aferrarnos al camino de la rectitud, debemos elegir cuidadosamente a nuestros amigos. El autor de Proverbios nos advierte que los amigos malvados nos harán errar (Pr 12:26) y muy probablemente nos harán caer en la iniquidad. Además, mantenerse alejado de la iniquidad incluye reprender a los que practican la iniquidad (Sal 141:5).
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  • 11b.

    Comparte los desafíos que ha enfrentado para ser “justo y perfecto” entre las personas que lo rodean hoy.

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    Los desafíos que enfrentamos pueden variar desde ser ridiculizados hasta la violencia. Por ejemplo, como hombre justo e intachable, Job fue mofado por sus amigos (Job 12:4). Los salmistas también comparten que los impíos maquinan contra los justos, incluso desenvainando la espada para matar a los de recto proceder (Sal 37:12-14).

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  • 6:13-22

    12a.

    ¿Cuál fue el contenido del pacto que Dios pretendía establecer con Noé? Véase Gn 9:11.

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    En Gn 9:11, Dios establece su pacto con Noé y dice: “No volveré a exterminar a todos los seres vivos con aguas del diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra”.

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  • 12b.

    ¿Cuáles fueron los mandamientos e instrucciones para Noé siguiendo la promesa de Dios de un pacto y cuál fue la reacción de Noé ante ellos?

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    Al establecer su pacto con Noé, Dios también dio mandamientos e instrucciones de la siguiente manera:

    1) Todo lo que había en la tierra debía morir, pero Noé y su familia debían ser preservados por Dios (Gn 6:17, 18),

    2) Noé y su familia debían entrar en el arca, específicamente construida según el mandato de Dios, para salvarse de las aguas del diluvio (Gn 6:18),

    3) Noé debía meter a los animales en el arca, alimentarlos y mantenerlos con vida mientras permanecieran en el arca (Gn 6:19-21).

    Al recibir el pacto establecido por Dios, Noé también tenía responsabilidades que cumplir: construir el arca, traer a su familia y a los animales al arca y mantenerlos con vida mientras permanecieran dentro del arca.

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  • 12c.

    Enumere los ejemplos de las Escrituras de personas con quienes Dios estableció su pacto.

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    1) Dios estableció su pacto con Noé (Gn 6:18),

    2) Dios estableció su pacto con los descendientes después de Noé (Gn 9:8-11),

    3) Dios estableció su pacto con Abram (Gn 17:7),

    4) Dios estableció su pacto con Isaac (Gn 17:19, 21),

    5) Dios estableció su pacto con los israelitas (Lv 26:9; Dt 8:18; Ez 16:60, 62).

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  • 13.

    ¿Cuál fue el propósito de las aguas del diluvio?

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    El propósito de las aguas del diluvio fue destruir todo ser en que haya espíritu de vida debajo del cielo (Gn 6:17), debido a la impiedad, el mal, la corrupción, la violencia de los hombres en la tierra y el mundo de los impíos (2 Pe 2:5; Gn 6:5, 12, 13).

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  • 14a.

    ¿Cuáles fueron las instrucciones específicas de Dios a Noé para que hiciera el arca?

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    Dios le dio a Noé instrucciones específicas para hacer el arca:

    1) El material debía ser de madera de gofer (Gn 6:14),

    2) Los aposentos debían ser construidos para Noé, su familia, los animales y para almacenamiento de alimentos (1 Pe 3:20; Gn 6:14, 18, 20, 21, 7:13, 8:16, 18),

    3) El arca debía ser cubierta por dentro y por fuera con brea (Gn 6:14),

    4) La longitud, la anchura y la altura del arca debían hacerse en una medida exacta: de trescientos codos su longitud, de cincuenta codos su anchura y de treinta codos su altura (Gn 6:15),

    5) El arca debía tener una ventana, a un codo de elevación por la parte de arriba (Gn 6:16),

    6) La puerta debía hacerse en el costado del arca (Gn 6:16),

    7) El arca debía tener tres pisos: una cubierta inferior, una segunda y una tercera (Gn 6:16).

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  • 14b.

    ¿Cómo reaccionó Noé a las instrucciones de Dios de hacer el arca?

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    Gn 6:22 dice: “Noé lo hizo así; todo lo hizo conforme a lo que Dios había mandado”. Noé no cuestionó, no vaciló, ni se desvió del mandato de Dios. Hizo exactamente lo que Dios le había mandado.

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  • 14c.

    ¿Cómo reaccionamos a las palabras e instrucciones de Dios que parecen gravosas e imposibles de cumplir?

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  • 15.

    En su opinión, ¿qué presiones posiblemente habría enfrentado Noé al cumplir el mandato de Dios de construir el arca? a. De las personas que lo rodeaban; b. De sí mismo.

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    a. De las personas que lo rodeaban:

    Las personas que vieron a Noé construir un barco tan grande sin razón aparente probablemente lo ridiculizaron o incluso despreciaron a él y a su familia.

    b. De sí mismo:

    La construcción de un barco tan grande sin duda habría requerido una gran cantidad de madera de gofer y otros materiales de apoyo. Al hacerlo, Noé habría tenido que sacrificar sus propias finanzas, fuerzas y su propio tiempo para terminar el proyecto.

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