Contexto

La lección comienza cuando el hombre cometió el primer asesinato. El centro del pasaje diverge cuando Caín se apartó de la presencia del Señor, mientras que Adán tuvo otra simiente en lugar de Abel, Set. Por un lado, los descendientes de Caín construyeron su éxito mundano. Por otro lado, los descendientes de Set se enfocaron en invocar el nombre del Señor. A través de esta narración, estudiaremos cómo los descendientes de diferentes ramas vivieron sus vidas y construyeron sus prioridades de vida.

Versículo clave

(4:26)

¿Sabía usted que...?

  1. Séptuple (siete veces) (4:15) es una expresión que se usa para mostrar el nivel de intensidad o severidad (Lv 26:18, 28; Sal 79:12; Pr 6:31). Tal expresión se usa en Gn 4:15, 24 para mostrar la seriedad y la severidad de la venganza.

Esquema

  • Los descendientes de Caín
  • Nuevos descendientes de Adán
  • Los descendientes de Set

Análisis general

  • 1.

    Compare los dos Enocs y los dos Lamecs, descendientes de Caín y Set. A partir de la comparación, ¿qué podemos aprender acerca de sus prioridades de vida?

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    Al comparar los dos Enocs, aprendemos que Enoc, descendiente de Set, caminó con Dios en su vida diaria y continuó amando a Dios (Gn 5:24). A diferencia del otro Enoc, descendiente de Caín, no edificó ninguna ciudad en toda su vida (Gn 4:17), pero agradó al Señor y Dios lo traspuso (Heb 11:5). De la misma manera, no enfoquemos nuestras vidas solo en el éxito mundano, sino que debemos tener el deseo de agradar al Señor en todo.

    En la comparación entre los dos Lamecs, vemos que Lamec, descendiente de Caín, continuaba viviendo en sus deseos pecaminosos. Lo notamos a través de sus matrimonios con las dos esposas y su proclamación de matar a un joven por haberlo herido. Por otro lado, Lamec, descendiente de Set, fue el padre de Noé con quien Dios hizo su pacto (Gn 4:23, 6:18). Al nombrar a su propio hijo, Noé, Lamec se dio cuenta de que el trabajo duro y arduo se debía al juicio de Dios sobre la humanidad y su desobediencia hacia Dios (Gn 5:29). La comparación de los dos Lamecs nos enseña que en lugar de morar en el pecado y en sus deseos, debemos temer a Dios y al juicio venidero destinados a aquellos que viven en desobediencia.

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Análisis del segmento

  • 4:16-24

    1.

    Según las Escrituras, ¿cuál es el significado de la frase “[salir] de delante de Jehová”? Véase también Jon 1:3; Lv 22:3 y 2 Cr 33:23.

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    Las Escrituras describen el significado de la frase “[salir] de delante de Jehová”. Primero, cuando Dios castigó a Caín por sus pecados y maldades, Caín le respondió al Señor que habría de esconderse de la presencia de Dios (Gn 4:14). Así, Caín salió de la presencia del Señor y habitó en la tierra de Nod, lejos de Dios (Gn 4:16). Segundo, según el libro de Jonás, salir de la presencia del Señor significa huir del Señor y de sus mandamientos (Jon 1:3). El acto de huir o salir de la presencia del Señor no solo muestra el desprecio sino también la falta de respeto y el rechazo hacia Dios y sus palabras. Tercero, el libro de Levítico y el libro de 2 Crónicas describen que el que es impuro, el que ama la maldad y odia al Señor, recibirá la ira de Dios y será eliminado de la presencia de Dios (Lv 22:3 y 2 Cr 33:23).

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  • 2.

    ¿Cuáles fueron los legados de los descendientes de Caín?

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    1) El dueño de una ciudad—Enoc (4:17).

    2) Hombre con dos esposas—Lamec (4:19).

    3) El padre de los que habitan en tiendas y crían ganados—Jabal (4:20).

    4) El padre de todos los que tocan arpa y flauta—Jubal (4:21).

    5) Artífice de toda obra de bronce y de hierro—Tubal-caín (4:22).

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  • 3a.

    ¿Cómo compararía el éxito de los legados de Caín en el término actual?

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    Los descendientes de Caín pudieron obtener riqueza material, placer, estatus, grandes habilidades y lo que es más importante, la admiración de la gente de su época.

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  • 3b.

    Comparta cómo Dios mide nuestro éxito y legado.

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  • 4.

    ¿Cómo reinó el pecado sobre Lamec?

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    1) Dejó que su lujuria lo controlara. Tomó para sí dos esposas (4:19).

    2) Dejó que su ira lo controlara. Mató a un hombre que lo hirió y mató a un joven que lo golpeó (4:23).

    3) Era jactancioso. Con orgullo proclamó a sus esposas acerca de su habilidad y éxito para matar a un hombre y a un joven (4:23).

    4) Era vengativo. Declaró con severidad que cualquiera que tratara de matarlo sería vengado setenta veces siete, once veces más grave que el juicio que Dios había pronunciado sobre cualquiera que matara a Caín (4:24).

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  • 5.

    ¿Cuál fue el propósito de las palabras de Lamec en el versículo 24?

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    Las palabras de Lamec en el versículo 24: “Si siete veces será vengado Caín, Lamec lo será setenta veces siete”, reflejaban lo que el Señor le había dicho a Caín: “Ciertamente cualquiera que mate a Caín, siete veces será castigado” (4:15). Las palabras de Lamec fueron una amenaza para cualquiera que planeara matarlo a causa del asesinato que había cometido.

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  • 4:25-26

    6.

    ¿Qué podemos aprender de las palabras de Eva: “Dios me ha dado otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín”? a. Acerca del poder de Dios sobre el pecado; b. Sobre el plan de Dios para la humanidad.

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    a. Acerca del poder de Dios sobre el pecado:

    Aunque Caín había matado a Abel, el que fue aceptado por Dios, el Señor designó otra simiente para reemplazar a la que ya había sido muerta. En esto, somos testigos del poder de Dios sobre el pecado. El evangelio de Juan menciona cómo el Señor Jesús tenía poder sobre su propia vida, para ponerla o para volverla a tomar (Jn 10:18). Aunque el diablo pudo quitarle la vida al Señor Jesús a través de los principales sacerdotes, los ancianos y los judíos (Mt 27:20, 25), el Señor tenía el poder de volverla a tomar. De la misma manera, aunque la vida de Abel fue arrebatada por el acto pecaminoso de Caín, Dios tenía el poder de designar otra simiente para Eva, incluso establecer descendientes piadosos. A través de los descendientes de esta nueva simiente, Set, los hombres comenzaron a invocar el nombre del Señor (Gn 4:26).

    b. Sobre el plan de Dios para la humanidad:

    Aunque el pecado entró en el mundo, el Señor aún proporciona su abundante gracia a la humanidad (Ro 5:12, 15). La entrada del pecado en el mundo no impidió el regalo gratuito de la salvación de Dios. La designación de la nueva simiente para la continuación de los descendientes piadosos fue una prueba del plan de salvación de Dios. La epístola de Pablo a los Tesalonicenses dice: “Dios no nos ha puesto para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tes 5:9). Debido a que el pecado entró en el mundo, la muerte estuvo sobre todos nosotros sin excepción. Sin embargo, por medio del Señor Jesucristo, Dios nos ha designado para obtener la salvación a fin de que vivamos juntamente con Él.

    Además, la designación de una nueva simiente también conlleva una responsabilidad para el designado. En el evangelio de Juan, el Señor Jesús dice: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto…” (Jn 15:16). En Hch 13:47, el escritor narra: “Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: ‘Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra’” (Hch 13:47). Estos dos versículos nos recuerdan nuestras responsabilidades como designados por Dios, no solo para dar fruto de nuestro arrepentimiento, sino también para convertirnos en ejemplos para los incrédulos. Si reflejamos la imagen y semejanza de Dios en nuestra conducta diaria, otros podrán ver al Señor Jesús en nosotros y recibir su salvación.

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  • 7a.

    ¿Por qué los hombres de la época de Set comenzaron a invocar el nombre del Señor?

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    Según el salmista, cuando uno está en aflicción, invoca al Señor (Sal 18:6). El profeta Jeremías, en sus gemidos y clamores de ayuda, también invocó el nombre del Señor (Lam 3:55-56). En 1 Re 8:50-52, cuando los israelitas invocaban el nombre del Señor, presentaron sus súplicas y la necesidad de la compasión de Dios en sus vidas. Después de que el pecado entró en el mundo, tuvo efecto el castigo de Dios hacia la humanidad. Los hombres tenían que trabajar con dolor y sudor para poder comer su pan (Gn 3:19). Además, la tierra que labraban producían espinos y cardos (Gn 3:23, 18). En el tiempo de Set, los hombres comenzaron a clamar al Señor en sus sufrimientos y penalidades, pidiendo la compasión de Dios.

    Además, invocar el nombre del Señor significa pedir la bendición y guía de Dios en sus vidas. Jabes rogó a Dios que le diera su bendición y lo guiara en su vida, guardándolo del mal que le sobrevendría (1 Cr 4:10). La maldición, el castigo y el mal cometido por Caín hizo que los hombres en el tiempo de Set se dieran cuenta de que necesitaban la bendición y guía de Dios para guardarlos del mal en su vida diaria.

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  • 7b.

    ¿Cuándo comenzaron los hombres a invocar el nombre del Señor?

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    Después de que la esposa de Set dio a luz a un hijo llamado Enós, los hombres comenzaron a invocar el nombre del Señor (Gn 4:26).

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  • 7c.

    Hoy, ¿cuál es la actitud que subyace a la invocación del nombre del Señor? Véase también Sal 145:18; Hch 22:16 y Jer 11:10-15.

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    Para invocar el nombre del Señor, debemos hacerlo con fidelidad y arrepentimiento. El salmista dijo que el Señor está cerca de todos los que lo invocan de veras (Sal 145:18). En otras palabras, el Señor está cerca de los que le temen y le son fieles. En el libro de los Hechos, invocar el nombre del Señor también implica arrepentimiento. Ananías le dijo a Saulo que para convertirse en testigo de Dios, primero debía lavar sus pecados, invocando el nombre del Señor (Hch 22:16). Por lo tanto, invocar el nombre del Señor no es solo de palabra, sino que viene de un corazón sincero. El profeta Jeremías advirtió al pueblo de Judá diciendo que si se empeñaban en ser infieles a Dios y no se arrepentían, si continuaban haciendo las muchas maldades, Dios no los escucharía el día en que por su aflicción clamaran el nombre del Señor (Jer 11:10-15). Invocar el nombre del Señor debe mostrarse en nuestra sinceridad para arrepentirnos de nuestras vidas pecaminosas y para volver a servirle fielmente a Dios.

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  • 5:1-32

    8.

    ¿Qué caracterizó a los descendientes de Set?

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    1) Los descendientes de Set vivieron vidas muy largas. Por ejemplo, Enós vivió 905 años (5:11). Cainán vivió 910 años (5:14). Mahalaleel vivió 895 años (5:17). Jared vivió 962 años (5:20). Los días de Enoc en la tierra fueron 365 años (5:23). Matusalén vivió 969 años (5:27) y Lamec vivió 777 años (5:31).

    2) Engendraron hijos e hijas después de ellos (Gn 5:4, 7, 10, 13, 16, 19, 22, 26, 30).

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  • 9.

    ¿Cuál fue el propósito de la genealogía de Adán? ¿Y qué lección podemos aprender de ello?

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    La genealogía de Adán fue escrita como un recuerdo de que “el día en que Dios creó al hombre, a semejanza de Dios lo hizo” (Gn 5:1). Con el incidente del asesinato de Abel y cómo el pecado entró en el mundo, se les debe recordar a los hombres que originalmente Adán fue creado a imagen y semejanza de Dios (Gn 1:26, 27). Más tarde, la genealogía enfatizó que Set fue engendrado a imagen y semejanza de Adán, lo que significa que Set también reflejaba la imagen y semejanza de Dios, al igual que su padre (Gn 5:3).

    Hoy, como hijos de Dios, también debemos reflejar la imagen y semejanza de Dios en nuestra vida diaria. El evangelio de Juan nos recuerda que no somos del mundo, como tampoco Dios es del mundo (Jn 17:16). Aunque el pecado está en el mundo y su deseo es por nosotros, el Señor Jesús nos recuerda que no somos del mundo, sino que somos creados a su imagen y semejanza.

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  • 10.

    ¿Cuál es la anomalía obvia que se encuentra en Gn 5:1-32 que rompe los patrones repetidos?

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    El resto de las personas enumeradas experimentaron y no pudieron escapar de la muerte. Sin embargo, un hombre experimentó la excepción. Enoc no experimentó la muerte porque Dios se lo llevó mientras aún vivía (5:24).

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  • 11.

    ¿Qué lecciones podemos aprender de la frase “caminó Enoc con Dios”?

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    Caminar con Dios muestra nuestra relación personal con Dios y tal acto se muestra en nuestras obras y pensamientos. Gn 6:9 nos dice que caminó Noé con Dios y fue un hombre justo, perfecto en sus generaciones. Gn 17:1 también describe cómo Dios quería que Abraham anduviera delante de Él y fuera perfecto. De los ejemplos anteriores, aprendemos que caminar con Dios exige que nos pongamos en contra de las obras pecaminosas del mundo y vivamos con rectitud ante Dios.

    Además, caminar con Dios requiere que mantengamos ciertas actitudes hacia Él. Según el profeta Miqueas, debemos caminar con Dios en humildad. Lo que es bueno y lo que el Señor requiere de nosotros es que “hagamos justicia”, “amemos la misericordia” y “humillemos ante nuestro Dios” (Miq 6:8). Además de la humildad, debemos andar en plena sumisión. Dt 10:12 declara que el Señor Dios espera de nosotros que andemos en todos sus caminos y que guardemos sus mandamientos y sus estatutos. En resumen, para caminar con Dios, no solo debemos vivir en la justicia, sino que también debemos obedecer sus mandamientos en total sumisión y humildad.

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  • 12a.

    ¿Qué significa la frase “Dios se llevó a Enoc” en Gn 5:24?

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    La frase “Dios se llevó a Enoc” significa que Dios recibió a Enoc en el cielo, sin dejar que pasara por la muerte (Gn 5:24; Heb 11:5). En otras palabras, a diferencia del resto de su generación, Enoc no experimentó la maldición de la tierra (Gn 3:17), el trabajo de sus manos (Gn 3:18) y el regreso al polvo (Gn 3:19).

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  • 12b.

    Hoy, ¿cómo podemos agradar a Dios tal como lo hizo Enoc?

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    Heb 11:6 dice: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe y que recompensa a los que lo buscan”. Creer en Dios significa reconocer que Él es nuestro Creador y nuestro Señor. También significa confiarnos a su voluntad soberana. Según el apóstol Pablo, tal creencia debe ser puesta en práctica. Debemos vivir según la fe, alejándonos de los deseos carnales y siendo diferentes del mundo (1 Co 10:5-10; Ro 12:2). Pero si nos apartamos de la fe y pecamos voluntariamente después de haber recibido la verdad, entonces ya hemos desagradado al Señor (Heb 10:26, 38).

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  • 13a.

    ¿Cómo se convirtió Noé en un consuelo para Lamec y la gente que lo rodeaba?

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    Lamec le puso por nombre Noé a su hijo, y dijo: “Éste nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos en la tierra que Jehová maldijo” (Gn 5:29). El trabajo duro y la tierra maldita fueron consecuencias del pecado y de la desobediencia del hombre hacia Dios (Gn 3:17). A través de su hijo, Lamec esperaba que Noé pudiera traer consuelo al llevar una vida justa para restaurar el favor de Dios a los hombres (Gn 6:8, 9, 18).

    Al final, la esperanza de Lamec se hizo realidad. Su hijo Noé, al caminar con Dios, resultó ser un varón justo y perfecto en sus generaciones (Gn 6:9). En consecuencia, Noé halló gracia ante los ojos del Señor (Gn 6:8), y a través de él, Dios renovó sus bendiciones sobre la humanidad (Gn 9:1).

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  • 13b.

    Comparta su experiencia sobre cómo se ha convertido en un consuelo para los demás en su vida diaria.

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