Contexto

Ahora, el pasaje cambia del linaje de Esaú a la genealogía de Jacob. El capítulo comienza con la relación inarmónica que había entre José y sus hermanos, los hijos de Jacob. En el curso de la narración, podemos aprender cómo el favoritismo paralizó la armonía de la familia y cómo Dios guía a la familia disfuncional a través de los sueños de José.

Versículo clave

(37:9)

¿Sabía usted que...?

  1. “Tenía diecisiete años” (37:2): En hebreo, la expresión puede traducirse literalmente como “un hijo de diecisiete años”. José nació de Jacob en sus noventa y un años (Gn 41:46, 47, 45:11, 47:9). Así, el año diecisiete de José haría que Jacob tuviera ciento ocho años, literalmente el hijo que tuvo Jacob en su vejez.
  2. “El joven estaba con los hijos de Bilha…” (37:2): El término “joven” en hebreo puede referirse indistintamente a un papel subordinado de “siervo” (Gn 18:7, 41:12; Jue 19:11)(1 Sam 9:8; Rut 2:6). Por lo tanto, aquí en Gn 37:2, José era más bien un ayudante, sirviendo y siguiendo a los hijos de Bilha y a los hijos de Zilpa en cuanto al trabajo de pastoreo.
  3. Informaba a su padre de la mala fama de ellos (37:2): Tal frase puede traducirse literalmente en griego-Septuaginta como “una falta censurable” o “defecto del mal”. José estaba tratando de encontrar el defecto de su hermano y exponérselo a su padre.
  4. Una túnica de diversos colores (37:3): En hebreo, la expresión puede traducirse literalmente como “una túnica que llega hasta las palmas de las manos y las plantas de los pies, con faldas y mangas largas”. Además, la Septuaginta griega tradujo literalmente la frase “diversos colores” como “variegado” o “bordado, adornado”. Tradicionalmente, los niños y las niñas de los rangos superiores solían usar una túnica de este tipo. [ref]
  5. “Ellos… no podían hablarle pacíficamente” (37:4): En hebreo, esta expresión puede traducirse literalmente como “nada pacífico le hablaron” o “no pudieron hablar de él por paz”. En otras palabras, no podían dirigirse a él de tal manera que le desearan lo mejor, ofreciéndole el acostumbrado saludo de Shalom o Paz.
  6. “¿Reinarás tú sobre nosotros, o dominarás sobre nosotros?” (37:8): La construcción de tal frase en la gramática hebrea muestra la intensificación de la improbabilidad desde el punto de vista de los hermanos de José. Así, la traducción literal de las palabras de los hermanos de José enfatiza el cuestionamiento de la improbabilidad de José de gobernar y dominar, “¿realmente reinarás sobre nosotros?” o “¿tienes la intención de reinar?”. Además, la traducción literal griega-Septuaginta le da al lector una visión adicional de la frase, mostrando más énfasis en la improbabilidad de José de reinar sobre los hermanos. Puede traducirse como “mientras no estés dominando, ¿dominarás sobre nosotros?”
  7. Sus hermanos le tenían envidia (37:11): En hebreo, el verbo “envidiar” puede traducirse literalmente como “enrojecerse”. En hebreo, el uso específico de este verbo indicaba las miradas ceñudas de los hermanos hacia José.
  8. “Su padre meditaba en esto” (37:11): En hebreo, la oración puede traducirse literalmente como “su padre atesoró la palabra en su memoria” o como “su padre guardó la palabra mentalmente con la implicación de duración” en el griego literal-Septuaginta.

Esquema

  • El hijo de la vejez de Jacob
  • Los sueños de José

Análisis general

  • 1a.

    ¿Qué nos dice la frase “esta es la historia de la familia de Jacob” acerca de la preparación de Dios para cumplir su promesa a los antepasados? Véase también Gn 48:21-22.

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    La frase “esta es la historia de la familia de Jacob” marca el punto de partida de la vida de José desde Gn 37 hasta Gn 50. Si bien la frase concluye el viaje del tercer patriarca, Jacob (Gn 48:21), también describe el comienzo de la preparación de Dios para que los descendientes de Israel caminen en su viaje hacia la tierra prometida (Gn 48:22). Las calamidades que sucedieron a José, el hijo que Jacob tuvo en su vejez, sirven para un mayor propósito de Dios, de preservar a los israelitas del hambre y guiarlos en su futuro viaje a la Tierra Prometida de Canaán.

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  • 1b.

    ¿Cómo su historia refleja la guía de Dios para un propósito mayor en su vida actual? ¿Cómo las historias de vida de los miembros de la generación anterior completan el panorama más amplio del crecimiento de su iglesia actual?

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  • 2a.

    ¿Cuál fue la similitud entre la rivalidad de los hermanos y José en Gn 37 y la rivalidad de Lea y Raquel en Gn 30?

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    La rivalidad entre Lea y Raquel en Gn 30 era una rivalidad entre hermanas. Ambas competían por sobresalir dentro de su familia, a partir de la contienda por ganarse el amor de su esposo (Gn 30:15-16) y por engendrar más hijos (Gn 30:17, 23-24) hasta competir por el estatus en la familia, especialmente a través de la incidencia de Raquel de robar los terafines de su padre (Gn 31:34). De manera similar, la rivalidad entre los hermanos de José y José era una rivalidad entre hermanos. Así como Lea y Raquel trató de llamar la atención de su esposo Jacob, los hermanos y José también querían ganarse el favor de su padre Jacob. Siendo los que eran mayores y los que tenían más experiencia en su ramo de trabajo, los hermanos no podían aceptar la idea de que José, quien era solo un muchacho y un seguidor de ellos, los dominaría algún día a causa de sus sueños. Los hermanos rechazaron la idea de que José fuera su gobernante (Gn 37:8).

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  • 2b.

    ¿En qué se parece la lucha entre José y sus hermanos en Gn 37 a la que tuvo Jacob y Esaú en Gn 25:23? ¿Cómo afectó su propia lucha a Jacob en su bendición hacia los dos hijos de José en Gn 48:18, 19? Véase también Gn 48:17-19.

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    La lucha entre Jacob y Esaú ya fue profetizada por el Señor desde que estaban en el vientre de su madre. El libro de Gn 25:23 recordaba a los lectores cómo el mayor, Esaú, serviría al menor, Jacob, en el futuro. De manera similar, la lucha entre José y sus hermanos ya fue presagiada a través de los sueños de José. Los sueños en Gn 37 confirmaron cómo en el futuro los hermanos iban a servirle e inclinarse ante su hermano menor, José.

    Cuando Jacob experimentó el cumplimiento de los sueños de José en Egipto, donde toda la familia servía ahora bajo el gobierno y dominio de José, Jacob sabía que Dios no otorgaba sus bendiciones en base al esfuerzo humano. Por lo tanto, al bendecir a los hijos de José, Jacob se mantuvo firme en su convicción de bendecir al menor con su mano derecha (Gn 48:17). Jacob sabía que el menor sería mayor que su hermano, y su descendencia se convertiría en una multitud de naciones (Gn 48:19).

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Análisis del segmento

  • 37:2-4

    1a.

    ¿De qué manera el comportamiento de José generó el odio y la envidia de sus hermanos? Haciendo gala del favoritismo de su padre;

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    José sabía que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos. José también se dio cuenta de que su padre hizo una túnica de diversos colores solo para él (Gn 37:3). Haciendo gala del favoritismo de su padre hacia él, José vistió esa túnica de diversos colores para buscar a sus hermanos en el campo. Incluso de lejos, los hermanos pudieron reconocer fácilmente a José a través de su túnica excepcional (Gn 37:18, 23), recordándoles el favoritismo de su padre hacia José y haciéndolos odiar aún más a José.

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  • 1b.

    Informando la mala fama de los hermanos;

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    El padre de José lo amaba más que a todos sus hermanos. Solo este hecho de favoritismo ya había causado odio en el corazón de los hermanos de José (Gn 37:4). Para un adolescente de diecisiete años, informar la mala fama de sus hermanos (Gn 37:2) elevó aún más su condición de “favorito de Jacob” a los ojos de su padre y degradó aún más el carácter de sus hermanos. Además, la mala fama que José mencionaba a su padre había causado una ruptura en su relación con los hermanos.

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  • 1c.

    Regodeándose en sus sueños;

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    Cuando era adolescente, a José se le asignó seguir y ayudar a sus hermanos (Gn 37:2, 13-14) en su trabajo de pastoreo. Cuando José compartió su primer sueño con sus hermanos, ellos supieron de inmediato la representación del sueño con respecto al estatus elevado de José sobre ellos (Gn 37:8). José sabía que sus hermanos lo odiaban a causa del sueño (Gn 37:8), sin embargo, volvió a compartir su segundo sueño, regodeándose en los detalles. El resultado de su regodeo era obvio, los hermanos de José lo envidiaron (Gn 37:9-11) y lo odiaron aún más.

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  • 2a.

    ¿Por qué los hermanos de José lo odiaban y lo envidiaban tanto?

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    Los hermanos de José lo odiaban y no podían hablarle pacíficamente porque vieron que su padre Jacob amaba a José más que a todos ellos (Gn 37:4). Jacob tuvo doce hijos y, sin embargo, solo enfatizó su favor y amor hacia José. Tal acto de favoritismo por parte de Jacob provocó el odio de los hermanos hacia José.

    Además, los hermanos de José envidiaban a José a causa del contenido de sus sueños. Al escuchar los sueños, los hermanos de José supieron enseguida el significado de que José iba a sobresalir por encima de ellos, y los iba a reinar y dominar (Gn 37:8, 10-11). Pero los hermanos no podían aceptar la idea de que José, el muchacho que los ayudaba y los acompañaba en su labor de pastoreo (Gn 37:2), reinaría sobre ellos un día. Por lo tanto, cuando el contenido del segundo sueño (Gn 37:9) apoyaba el contenido del primer sueño, los hermanos de José sabían que había una verdad más grande en esos sueños y sintieron envidia de José.

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  • 2b.

    ¿Cuáles son las cosas que pueden hacernos sentir envidia hacia nuestros hermanos en Cristo? ¿Y cuál es el resultado de tal sentimiento?

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    Hay ciertas cosas que pueden hacernos sentir envidia de nuestros hermanos en Cristo. Eventualmente, nos sentimos inferiores cuando comenzamos a compararnos con alguien que es más capaz de realizar más trabajos en la iglesia, que posee más talentos para desempeñarse en diferentes campos, o que sobresale más en cierta área del trabajo de la iglesia. Abrigar tal sentimiento hará que sintamos envidia de nuestros hermanos en Cristo. Cuando esto suceda, ya no consideramos a nuestros hermanos en Cristo como compañero, sino como competidor o amenazador. Por lo tanto, en lugar de servir con alegría y gozo, lo cual es agradable al Señor, tal actitud solo nos lleva a un servicio tenso y altamente competitivo.

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  • 2c.

    ¿Cómo podemos evitar tener envidia de nuestros hermanos en Cristo? Véase Nm 11:28-29. 1 Co 12:5-11 y 1 Co 13:4.

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    Las Escrituras nos dan ejemplos y amonestaciones sobre cómo evitar tener envidia de nuestros hermanos en Cristo que tienen más talentos que nosotros. El libro de Nm 11:28-29 explica cómo Josué, el ayudante de Moisés, trató de prohibir profetizar a Eldad y Medad en el campamento. Pero la respuesta de Moisés fue que deseaba que todo el pueblo del Señor fuera profeta y que el Señor pusiera su espíritu sobre ellos. Moisés no vio a Eldad y Medad como competidores o una amenaza a su posición como profeta de Dios. Por el contrario, Moisés se hubiera alegrado si el Señor hubiera llamado y escogido a más personas para ser profetas y hubiera puesto su espíritu sobre ellos. Por lo tanto, del ejemplo de Moisés, podemos aprender que cuanto más personas talentosas haya en la iglesia, más personas pueden convertirse en ayudantes para trabajar por el Señor y en consecuencia la carga de su obra se distribuye.

    Además, en la carta a los Corintios, el apóstol Pablo explica que el Espíritu manifiesta diferentes dones a diferentes personas (1 Co 12:5-11). Al igual que en la parábola de los talentos (Mt 25:14-23), el Señor nos reparte a cada uno individualmente uno o más dones únicos para que podamos servirlo y realizar su obra de acuerdo con los diferentes campos necesarios. No hay necesidad de envidiarnos el uno hacia el otro, simplemente porque cada uno de nosotros se enfocará en un campo de trabajo diferente, basado en nuestros únicos y diferentes talentos para completar el panorama general, todo para la gloria de su nombre.

    Finalmente, el apóstol Pablo, en su carta a los miembros de Corinto, advierte que el amor no tiene envidia ni se envanece (1 Co 13:4). De acuerdo con su carta, si afirmamos amar a Dios y a nuestros hermanos y hermanas en Cristo, no debemos entonces sentir envidia cuando nuestros hermanos pueden desempeñarse mejor en los trabajos de la iglesia o tener más talentos para realizar diversas variedades de trabajo en la iglesia. De lo contrario, debemos amarlos aún más y continuar orando por ellos para que Dios los guíe y los guarde hasta el final. Además, debemos agradecer al Señor por añadir más obreros para su obra, porque son muchos los trabajos pero pocos los obreros. Por lo tanto, los miembros talentosos que se van sumando son como flechas añadidas en la aljaba de Dios, listos para ser usados por Él en su obra cuando sea necesario.

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  • 3a.

    Del error de Jacob, ¿qué podemos aprender como padres para mejorar la relación entre nuestros hijos y minimizar el odio y la envidia entre ellos?

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    El odio y la envidia de los hermanos hacia José fueron provocados por el estilo de crianza de Jacob. Jacob podría haber hecho varias cosas para mejorar la relación entre sus hijos.

    Primero, Jacob podría haber dejado de mostrar favoritismo hacia José. Según el libro del Génesis, aunque Jacob cuidó de los hermanos de José, al enviar a José para ver cómo estaban los hermanos (Gn 37:14), Jacob “amaba a José más que a todos sus hijos” (Gn 37:3). Es posible que Jacob no se haya dado cuenta, pero al demostrar que amaba a José más que a todos sus hermanos (Gn 37:3), Jacob creó odio en el corazón de los hermanos de José. Aunque José era el hijo que Jacob tuvo en su vejez, Jacob podría haber sido más sensible y considerado con los sentimientos de los hermanos de José. En lugar de hacer una túnica de diversos colores solo para José, Jacob podría haber hecho túnicas idénticas para todos los hermanos, haciéndolos sentir especiales y apreciados.

    Segundo, Jacob podría haber intentado disciplinar a José. De muchacho, José era conocido por delatar a sus hermanos y hablar mal de ellos (Gn 37:2). Después de escucharlo a José, Jacob podría haberle advertido severamente que informar de la mala fama de sus hermanos solo iba a distanciar y empeorar su relación con sus hermanos. Además, sabiendo que los hermanos de José odiaban a José por su primer sueño, Jacob podría haber disciplinado a José por su hábito de soltar cosas sin pensar.

    Tercero, Jacob podría haber conducido reuniones familiares para aclarar los problemas de comunicación entre sus hijos. Por ejemplo, cuando los hermanos no pudieron hablar pacíficamente con José debido a su odio (Gn 37:4), como padre, en lugar de ignorar simplemente este conflicto, Jacob podría haberlos llamado a todos a una reunión familiar y podría haber discutido abiertamente sobre el conflicto y tratar de resolverlo en paz.

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  • 3b.

    Del ejemplo del favoritismo de Jacob, describa cómo el favoritismo de su padre Isaac arruinó la relación entre él y su hermano Esaú en Gn 25. Véase también Gn 25:27-28, 33, 27:19, 29.

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    El libro de Gn 37 narra cómo Jacob tuvo favoritismo y amó a José más que a todos sus hermanos. Pero el favoritismo de Jacob estuvo influenciado por sus antecedentes familiares. Anteriormente, su padre Isaac también mostró favoritismo por Esaú sobre Jacob. Según Gn 25:27-28, Isaac amaba a Esaú porque comía de su caza y porque Esaú era diestro en la caza y hombre del campo. Aunque el Señor profetizó que el mayor serviría al menor, Isaac insistió en dar la bendición a Esaú para que fuera “señor de sus hermanos” (Gn 27:29). Tal favoritismo hizo que Jacob engañara a su hermano Esaú para que vendiera su primogenitura (Gn 25:33) y engañara a su padre para que lo bendijera (Gn 27:18-29).

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  • 37:5-11

    4a.

    ¿Cómo sirvieron los sueños de José como el llamado de Dios y el consuelo de Dios para él? Como el llamado de Dios;

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    José tuvo sueños dos veces (Gn 37:5, 9) con contenido y significado similar. A través de los sueños, el Señor le estaba mostrando a José el propósito que tenía para su vida. Los sueños sirvieron como profecía para el futuro de José. Más adelante, en su estadía en Egipto como gobernador, José recordó sus sueños y cómo finalmente se cumplieron a lo largo de su viaje. Pero lo más importante, José reconoció el propósito de sus sueños de que era Dios quien lo había enviado a Egipto (Gn 45:8-9) para abrir un camino para la preservación de Israel y su familia. Aunque en ese momento José era todavía un muchacho, un hijo del favor de su padre y un seguidor de los hermanos en su pastoreo, el Señor le mostró a José el llamado de su futuro y un propósito mayor en su vida para prepararlo a fin de salvar a toda la familia de Jacob y a los futuros descendientes.

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  • 4b.

    Como el consuelo de Dios;

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    Incluso antes de que José tuviera sus sueños, sus hermanos ya lo odiaban (Gn 37:4). José perdió a su madre cuando era joven. Aunque creció con los hijos de Bilha, la sierva de Raquel, y los hijos de Zilpa, la sierva de Lea, estaba viviendo su vida adolescente como si sus hermanos lo hubieran condenado al ostracismo. Odiaban a José y no podían hablarle pacíficamente (Gn 37:4). Además, el hecho de que informaba José a su padre de la mala fama de sus hermanos (Gn 37:2) era una acción dilemática. Por un lado, José fue asignado por su padre para “ir y ver” el bienestar de sus hermanos (Gn 37:14) y traer el informe de regreso, fuera bueno o malo. Por otro lado, los hermanos odiaban a José por tal acción. Así, los sueños sirvieron como consuelo de Dios a José. En medio del odio y los celos, los sueños elevaron a José a una posición por encima de sus enemigos. Y en medio del rechazo, los sueños colocaron a José como alguien a quien había que respetar y obedecer.

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  • 4c.

    Hoy, ¿cómo se ha manifestado el llamado de Dios en su vida? ¿Y cómo ha servido el llamado como consuelo en su vida?

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  • 4d.

    ¿Por qué José tuvo su sueño dos veces? ¿Cuál fue el significado del segundo sueño en relación con el primero? Véase también Dt 19:15 y Dt 4:25-26.

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    José tuvo su sueño dos veces. Aunque los sueños eran diferentes, el contenido y el significado de ambos sueños eran lo mismo. Mientras que el primer sueño consistía en los manojos de los hermanos y de José, el segundo sueño consistía en un sol, una luna, once estrellas y José (Gn 37:7, 9). El propósito del segundo sueño era confirmar e intensificar el contenido del primer sueño. El segundo sueño resumía que José sería gobernador sobre toda la familia de Jacob.

    Además, el libro de Deuteronomio menciona que sólo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá una acusación (Dt 19:15). Y el libro dio más ejemplo de cómo Moisés llamaría al cielo y a la tierra como testigos contra Israel si hicieran lo malo ante los ojos del Señor (Dt 4:25-26). Así, no sólo los dos sueños que tuvo José sirvieron como testimonios para establecer la verdad detrás del significado de sus sueños, sino que el sueño del cielo, representado por los cuerpos celestes, y el sueño de la tierra, representado por el campo, actuaron como testigos para confirmar el origen divino de los sueños de José.

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  • 5a.

    ¿Cómo usó José, de diecisiete años, la divinidad de sus sueños como palanca contra el odio de sus hermanos hacia él?

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    José usó la divinidad de sus sueños de varias maneras como palanca contra el odio de sus hermanos hacia él. Aunque José sabía que su padre lo favorecía más que a todos sus hermanos (Gn 37:4), se dio cuenta de que sus hermanos no compartían la misma mentalidad que su padre. Sus hermanos lo despreciaban y veían a José simplemente como un muchacho y un seguidor de ellos (Gn 37:2). Anteriormente, José no tenía una buena relación con sus hermanos. Pero al compartir el contenido de sus sueños con ellos, José empeoró aún más la situación. José se regodeó en sus sueños para mostrarles a sus hermanos que había experimentado de manera única sueños divinos que ninguno de sus hermanos había experimentado jamás. Además, José quería que sus hermanos supieran que el José envidiado y odiado que conocían ahora sería el mismo ante quien ellos se inclinarían luego.

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  • 5b.

    ¿Cómo nos sirve de advertencia el ejemplo de José usando la divinidad de sus sueños como palanca contra el odio de sus hermanos hacia él? Véase también 1 Sam 9:17, 13:11-13, 15:24-30.

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    El ejemplo de José, usando la divinidad de sus sueños como palanca contra el odio de sus hermanos hacia él, nos sirve de advertencia. En su adolescencia en casa, como el hijo favorito de su padre (Gn 37:3), José no solo estaba absorto en sí mismo, sino que tampoco estaba sintonizado con Dios como David (1 Sam 17:32-36). En ese momento, José usó sus sueños para mostrar a sus hermanos cuán única y divina era su experiencia personal en comparación con el resto de los hermanos y cómo algún día sería más grande que toda su familia. De manera similar, el libro de 1 Samuel describe cómo el rey Saúl estaba abusando eventualmente de su realeza establecida por Dios para su beneficio personal. Aunque Saúl fue escogido por el Señor (1 Sam 9:17), abusó eventualmente de su reinado para mantener su honor y su gloria personal (1 Sam 13:11, 15:30) a costa de desobedecer el mandamiento del Señor (1 Sam 13:13) y pecar contra Dios (1 Sam 15:24). Asimismo, es posible que hayamos abusado intencionalmente o no de nuestra posición como trabajadores de la iglesia para nuestro propio beneficio, por ejemplo: para obtener más respeto de los miembros o para asegurar nuestra posición como líderes de la iglesia. Tal abuso no solo hará que nos desviemos de la verdad y de la voluntad de Dios, sino que nos llevará a servir a los deseos de nuestra carne.

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  • 6a.

    ¿Cómo respondió Jacob al segundo sueño de José? ¿Y cómo le recordó a Jacob su propia experiencia de los oráculos de Dios en Gn 25:23 y Gn 27:29? ¿Cómo tuvo influencia en Jacob cuando bendijo a los dos hijos de José en Gn 48:17-20?

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    En respuesta al segundo sueño de José, Jacob mantuvo el asunto en mente (Gn 37:11). Aunque Jacob inicialmente reprendió a José por sus sueños (Gn 37:10) y los hermanos rápidamente juzgaron a José y lo envidiaron por los sueños (Gn 37:8, 11), su padre Jacob mantuvo el asunto de los sueños en su mente. Jacob sabía que los sueños no eran ordinarios porque ambos sueños tenían un significado similar. Aunque Jacob inicialmente reprendió a José por su sueño, lo meditó en su mente. El contenido del sueño de José fue sorprendentemente similar, especialmente a la propia experiencia que tuvo Jacob con los oráculos de Dios. Así como los hermanos de José se inclinarían ante él, los oráculos de Dios habían profetizado que el hermano mayor de Jacob le serviría (Gn 25:23), y los hijos de las madres de Jacob se inclinarían ante Jacob. Además de relacionar los sueños de José con su propia experiencia del pasado, los sueños también influenciaron a Jacob para que bendijera a los dos hijos de José, no según la tradición de los primogénitos. Jacob usó su mano derecha para bendecir al menor, diciendo que el hermano menor sería más grande que el mayor, y puso al menor antes que al mayor (Gn 48:19-20).

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  • 6b.

    Compare la respuesta de Jacob al guardar el asunto de los sueños en su corazón con la de María en Lc 2:19, 2:51. ¿Qué podemos aprender de los ejemplos de Jacob y María acerca de guardar cierto asunto en el corazón?

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    Al igual que Jacob, que guardaba en su mente el asunto de los sueños de José, María, la madre del Señor Jesús, guardaba en su corazón el asunto de su hijo. En el evangelio de Lucas, los pastores que visitaron a María, a José y al niño compartieron lo que les había dicho el ángel del Señor (Lc 2:17). Mientras todos los que lo oyeron se maravillaron, María guardaba todas esas cosas y las meditaba en su corazón (Lc 2:19). Además, el evangelio de Lucas compartió cómo Jesús, siendo adolescente, prefería ocuparse de los asuntos de su Padre en el templo de Jerusalén que volver a casa con María y José (Lc 2:48-49). Mientras que la respuesta del adolescente Jesús habría sido considerada como rebelde e irrespetuosa por otros, María guardó todas esas cosas en su corazón (Lc 2:51).

    De los ejemplos de Jacob y María, podemos aprender dos cosas. En primer lugar, no debemos juzgar apresuradamente a alguien o a un determinado evento. Así como Jacob reprendió a José por su segundo sueño y María reprendió a su hijo Jesús por desviarse en su viaje de regreso a casa, podemos juzgar apresuradamente a alguien en base a la acción de uno sin dar suficiente consideración a su razón o trasfondo. En segundo lugar, debemos observar y analizar si ciertas cosas sucederán en consecuencia o son verdaderas según lo dicho. En lugar de maravillarse rápidamente por lo dicho sobre el futuro de Jesús, María guardó todas las cosas en su corazón. Asimismo, Jacob no descartó ni creyó apresuradamente el sueño de José, pero mantuvo el asunto en su mente, observando si las cosas sucederían de acuerdo al sueño. Tal actitud de observar y analizar se puede encontrar en el ejemplo de los hermanos en Berea. El libro de Hechos narra cómo los hermanos de Berea escudriñaban las Escrituras diariamente para ver si la predicación de los apóstoles era verdadera (Hch 17:11). Tal actitud es necesaria, por ejemplo, cuando nos enteramos de una acusación de mala conducta. En lugar de llegar a un juicio apresurado, debemos observar con paciencia y analizar cuidadosamente si la acusación es cierta.

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  • 7a.

    ¿Cuál fue el contenido del primer sueño y el segundo sueño de José?

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    El primer sueño de José representaba a José y a los hermanos atando manojos en medio del campo. Curiosamente, mientras el manojo de José se levantaba y se quedaba derecho, los manojos de los hermanos estaban alrededor y se inclinaban ante el manojo de José (Gn 37:5-7). El segundo sueño de José se centró en José y los cuerpos celestes. En el sueño, el sol, la luna y las once estrellas se inclinaron ante José.

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  • 7b.

    ¿Por qué ambos sueños fueron considerados provocativos para Jacob y los hermanos de José?

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    Tanto Jacob como los hermanos de José consideraron que los sueños de José eran provocativos. Después de escuchar a José, los hermanos lo odiaron y su padre Jacob lo reprendió. Ellos supieron enseguida la representación de esos sueños. El primer sueño provocó el odio de los hermanos porque sus manojos, que representaban a ellos mismos, se inclinaron ante el manojo de José. Luego, el segundo sueño de José no solo provocó a los hermanos de José, sino también provocó que su padre reprendiera a José. Mientras que las once estrellas representaban a los once hermanos de José, Jacob sabía que el sol y la luna representaban a ellos mismos, los padres de José. José era el hijo de Jacob, sin embargo, en el sueño, los padres y los once hermanos se inclinaron ante José. Inclinarse ante el propio hijo no solo era inusual para Jacob, sino también se consideraba un gran insulto.

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  • 8a.

    ¿De qué manera cada parte de la representación de los sueños desempeñó un papel importante en su cumplimiento durante los últimos años de la vida de José? Véase Gn 41:22, 42:5-6, 43:26-28, 44:14, 50:18 La representación de los manojos;

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    En el primer sueño de José, la imagen de los manojos representaba varios “eventos del grano” que ocurrirían en los últimos años de José. Primero, los manojos representaban las abundantes cosechas de espigas en el primer sueño de Faraón (Gn 41:22). En segundo lugar, los manojos representaban la decisión de José de recolectar y llenar los graneros de Egipto después de convertirse en gobernador de Egipto, el segundo después de Faraón (Gn 41:40, 48). Tercero, los manojos representaban la hambruna en Canaán que obligó a los hermanos de José a descender a Egipto para comprar grano (Gn 42:5).

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  • 8b.

    La representación de inclinarse;

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    La representación de los manojos de los hermanos inclinándose ante los de José representaba varias ocurrencias que sucederían entre José y sus hermanos en Egipto. La primera “reverencia” de los hermanos se menciona cuando los hermanos fueron a Egipto para encontrarse con el gobernador de la tierra, José (Gn 42:6). A continuación, se vuelve a mencionar la “reverencia” cuando Benjamín acompañó a los hermanos a encontrarse con José, el gobernador (Gn 43:26, 28, 44:14). Finalmente, la “reverencia” se produjo por tercera vez cuando todos los hermanos se encontraron con José después de la muerte de su padre (Gn 50:18).

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  • 8c.

    La representación del sol, la luna y las estrellas;

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    La ilustración del sol, la luna y las estrellas en el sueño de José representaba un evento importante que sucedería en los últimos años de José. Al escuchar el segundo sueño de José, Jacob interpretó el sueño como una representación de toda la unidad familiar (Gn 37:10). Más tarde, el sueño de José se cumplió cuando José dio a su padre y a sus hermanos la mejor tierra de Egipto y proveyó de alimento a su padre, a sus hermanos y a toda la casa de su padre (Gn 45:10-11). En otras palabras, como unidad familiar completa, la casa de Jacob estaba bajo el gobernador José. De hecho, el sol, la luna y las once estrellas se inclinaron ante José.

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