Contexto

Después del incidente en Siquem, el Señor le ordenó a Jacob que regresara a Betel y construyera un altar. En este pasaje, el Señor reconfirmó personalmente a Jacob la bendición de Abraham que su padre Isaac le había dicho antes. A través de su viaje a Betel, Jacob debe experimentar la pérdida de sus seres queridos: la nodriza de Rebeca, su amada esposa y su amado padre. La narración nos sirve como recordatorio para no vacilar en las promesas de Dios porque Dios siempre será fiel a sus promesas.

Versículo clave

(35:1)

¿Sabía usted que...?

  1. Dioses ajenos (35:2): La palabra “ajenos” puede traducirse literalmente en griego septuaginta como “fuera de la práctica habitual de uno” o “no perteneciente a la propia”.
  2. Zarcillos (35:4): Los aretes que poseían los ídolos están ampliamente evidenciados en el antiguo Cercano Oriente. [ref]  En las Escrituras se encuentran casos de aretes recogidos para ser modelados como ídolos (Ex 32:2-4; Jue 8:24-27). Además, los profetas mencionan cómo los aretes se usaban como un acompañamiento para la adoración de ídolos (Is 3:19; Os 2:13).
  3. “Jacob los escondió” (35:4): La Septuaginta griega expresó el versículo literalmente como “Jacob los destruyó hasta el día de hoy”.
  4. “No persiguieron” (35:5): La palabra “perseguir” en hebreo puede traducirse literalmente como “cazar”, describiendo la persecución de un enemigo.
  5. El Betel (35:7) en hebreo, puede traducirse literalmente como “el Dios de Betel” o “el Dios, la casa de Dios”.
  6. Alón-bacut (35:8) en hebreo, puede traducirse literalmente como “el roble del llanto” o “la bellota del dolor”.
  7. La nodriza de Rebeca (35:8): La enfermera o partera eran generalmente mujeres mayores y servían como recursos para enseñar a las mujeres jóvenes sobre la actividad sexual y para ayudar en el nacimiento de los niños. También formaban parte del ritual de nombramiento y enseñaban a las nuevas madres sobre la lactancia y el cuidado de los niños. [ref]
  8. Israel (35:10) en hebreo, se puede traducir literalmente como “Persevere Dios” o “Contienda Dios”.
  9. La libación (35:14) consistía en vino (Nm 15:5; Os 9:4). La libación también es un acompañamiento para la ofrenda animal o de grano (1 Cr 29:21; Esd 7:17).
  10. “Raquel, al salírsele el alma” (35:18): Esta frase se puede traducir literalmente en griego septuaginta como “el alma estaba en proceso de rendirse”.
  11. Benoni (35:18) en hebreo, se puede traducir literalmente como “Hijo de mi dolor” o “hijo de mi angustia”.
  12. Benjamín (35:18): El nombre en hebreo significa literalmente “hijo de la mano derecha”.
  13. “Lleno de días” (35:29) es una expresión hebrea que puede traducirse literalmente como “satisfecho con los días/años” o “en buena vejez”. En el Antiguo Testamento, esta frase se usaba para expresar cómo Abraham, Job, Isaac y David murieron en su buena vejez, llenos de días (Gn 25:8, 35:29; Job 42:17 y 1 Cr 29:28).

Esquema

Análisis general

  • 1a.

    ¿En qué se diferencia el énfasis de las instrucciones de Dios en Gn 35:1 de los dos anteriores en Gn 28:13-15 y en Gn 31:11-13? El énfasis en Gn 28;

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    Aquí, el Señor se presentó a sí mismo a Jacob como el Dios de Abraham y el Dios de Isaac. Dios no solo daría la tierra a sus descendientes, sino que también prometería estar con Jacob y guardarlo dondequiera que fuera. Dios enfatizó que Él lo traería de regreso a esta tierra (Gn 28:13-15).

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  • 1b.

    El énfasis en Gn 31;

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    En Gn 31, Dios se presentó a Jacob como el Dios de Betel, el lugar donde Jacob ungió la piedra. Dios también le recordó a Jacob que le había hecho un voto en Betel (Gn 31:13). Esta segunda vez, Dios enfatizó a Jacob para que volviera a la tierra de su familia.

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  • 1c.

    El énfasis en Gn 35;

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    La tercera vez, en lugar de volver a presentarse a Jacob, el Señor se adelantó para recordarle a Jacob que cumpliera su voto. Dios enfatizó a Jacob para que se levantara y subiera a Betel, e hiciera allí un altar a Dios (Gn 35:1). Esto mostró claramente que Jacob dudaba en cumplir su voto.

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  • 2.

    ¿Cómo se relacionaban las respuestas de Jacob en Gn 35:2 con la desgracia y los problemas de Gn 34? Véase también Gn 34:5, 25-27 y Nm 31:19-20.

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    Las respuestas de Jacob en Gn 35 estaban conectadas con los problemas previos de Jacob en Gn 34. Primero, el compromiso de Jacob de instruir a toda su familia y a todos los que estaban con él para que quitaran de entre sí a los dioses ajenos (Gn 35:4) mostró el punto de inflexión en el camino de fe de Jacob. Aquí, en Gn 35:2, 3, Jacob se enfocó por primera vez en obedecer a Dios de inmediato y agradarle con gratitud. A pesar del temor de Jacob a la muerte en Gn 34:30, Jacob no cedió a su miedo sino que puso su fe en Dios.

    Segundo, Jacob instruyó a su familia y a su pueblo a purificarse. Esta purificación era necesaria debido al asesinato cometido por los dos hijos de Jacob (Gn 34:5, 25-26). El libro de Números menciona cómo Moisés les dijo a los israelitas que habían dado muerte a una persona durante la batalla y habían tocado un muerto para purificarse a sí mismos y a sus cautivos (Nm 31:19-20). Los hijos de Jacob no solo mataron intencionalmente a todos los hombres en Siquem sino que también saquearon los cadáveres de Siquem (Gn 34:27). Por lo tanto, Jacob y toda su casa necesitaban purificarse antes de que se comprometieran con el Señor.

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  • 3.

    A partir del viaje de Jacob en Gn 35:5, ¿cómo podemos ver el cumplimiento de la promesa de protección de Dios en Gn 28:15?

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    Previamente en Gn 28:15, el Señor le había prometido a Jacob que estaría con él y que lo guardaría dondequiera que fuera, y que no lo dejaría hasta que hubiera hecho lo que le había dicho. Cuando Jacob se hizo odioso entre los habitantes de Canaán, el Señor protegió a Jacob y a su familia imponiendo su terror sobre las ciudades de alrededor, de modo que los habitantes no persiguieron más a los hijos de Jacob (Gn 35:5, 34:30).

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  • 4.

    Compare y contraste el evento del cambio de nombre de Jacob entre Gn 32:26-29 y Gn 35:9-12. En Gn 35, ¿por qué Dios hizo énfasis por segunda vez en el cambio de nombre de Jacob?

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    En Gn 32:28, el Señor informó primero a Jacob sobre el cambio de su nombre a Israel. A través de este cambio, Dios hizo énfasis en que Jacob había luchado con Dios y con los hombres, y había vencido. Mientras que en Gn 35, fue la segunda vez que Dios le recordó a Jacob acerca del cambio de su nombre. Aquí, el Señor enfatizó los significados adicionales para el nuevo nombre de Jacob. El nuevo nombre dado, Israel, significa que una nación y un conjunto de naciones saldrían de Jacob y reyes saldrían de sus entrañas. Además, la tierra que Dios había dado a Abraham y a Isaac, se la daría a Jacob y a su descendencia (Gn 35:11-12).

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Análisis del segmento

  • 35:1-8

    1a.

    ¿Cuáles fueron las instrucciones específicas de Dios a Jacob después de los eventos de Siquem?

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    Después de lo sucedido en Siquem, Dios mandó a Jacob que se levantara, subiera a Betel y habitara allí, y que hiciese allí un altar al Dios que se le había aparecido cuando huía de su hermano Esaú (Gn 35:1).

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  • 1b.

    ¿Cómo se relacionaron las instrucciones con el voto anterior de Jacob?

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    Las instrucciones de Dios en Gn 35:1 estaban relacionadas con el voto que Jacob había hecho anteriormente. En Gn 28:20, después de que Jacob tuvo el sueño de ángeles que subían y descendían por la escalera que tocaba su extremo en el cielo, hizo el voto de que “si [estaba] Dios con [él] y [lo guardaba] en [ese] viaje en que [él estaba]… y si [volvía] en paz a casa de [su] padre, entonces Jehová [sería] [su] Dios. Y [esa] piedra que [él había] puesto por señal [sería] casa de Dios”.

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  • 1c.

    ¿Qué podemos aprender a partir del énfasis de las instrucciones de Dios a Jacob en Gn 35:1?

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    Dios enfatizó sus instrucciones a Jacob en cuatro diferentes órdenes: Levántate, sube a Betel y quédate allí; y haz allí un altar (Gn 35:1). El énfasis de Dios fue recordarle al vacilante Jacob que cumpliera su voto. Anteriormente, después de que el ángel de Dios le había recordado a Jacob para que volviera a Betel a cumplir su voto, Jacob sí dejó a Labán y emprendió su viaje a la tierra de su padre (Gn 31:13, 21). Pero en su viaje, Jacob decidió morar en la ciudad de Siquem (Gn 33:18). No fue sino hasta que Jacob fue perturbado nuevamente en Gn 34:30, que Dios le indicó que fuera a Betel.

    El evento de Jacob nos recuerda cumplir y no demorar lo que hemos prometido o hecho voto al Señor. El libro de Números describe que si alguien hace un voto al Señor, o hace un juramento ligando su alma con alguna obligación, no quebrantará su palabra y hará conforme a todo lo que salió de su boca (Nm 30:2). Además, el autor de Eclesiastés agrega: “Cuando a Dios hagas promesa, no tardes en cumplirla, porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes” (Ec 5:4). Estos dos versículos nos enseñan que Dios toma seriamente nuestras palabras de promesa y voto. En otras palabras, debemos ser veraces y tomar en serio lo que tenemos dicho en nuestras promesas. Tardarnos y retrasar el voto que hemos hecho muestra que no solo lo estamos deshonrando a Él, sino que también estamos desobedeciendo indirectamente a Dios mismo.

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  • 2a.

    ¿Quiénes eran los destinatarios de las órdenes de Dios a Jacob? ¿Quiénes eran específicamente?

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    Los destinatarios de las órdenes de Dios a Jacob eran su familia, es decir, sus esposas y todos sus hijos y todos los siervos y siervas que había adquirido de la casa de Labán (Gn 32:5), y todos los que estaban con él, incluyendo los cautivos de la ciudad de Siquem, los niños y las mujeres (Gn 34:29).

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  • 2b.

    ¿Cuáles fueron las respuestas de Jacob a las instrucciones de Dios? ¿Cómo se relacionaron con el compromiso de adoración de Jacob? Véase también Jos 24:23, Ex 20:3;

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    Jacob instruyó a su familia y a todos los que estaban con él para que quitaran los dioses ajenos que había entre ellos y se purificaran, cambiando sus vestidos (Gn 35:2).

    Quitar los dioses ajenos entre sí fue el primer paso para que Jacob y todos los que estaban con él se acercaran a Dios. El acto de Jacob fue similar al acto de Josué cuando amonestó a los israelitas a quitar los dioses ajenos e inclinar su corazón al Señor (Jos 24:23). Además, el libro del Éxodo menciona estrictamente cómo los israelitas no deben tener dioses ajenos delante del Señor Dios (Ex 20:3). Al instruir a su familia y a todos los que estaban con él para quitar sus dioses ajenos, Jacob mostró un sólido compromiso de hacer que él y la gente que estaba con él se acercaran a Dios.

    Además, las instrucciones de Jacob de purificarse y cambiarse la ropa eran parte del compromiso de adorar al Señor. La instrucción de Jacob era similar al rito que los levitas realizaban antes de entrar en la presencia del Señor. En el libro de Números, antes de que los levitas ejercieran su ministerio en el Tabernáculo de reunión, se purificaban y lavaban sus vestidos (Nm 8:21). Así, al purificarse, la familia de Jacob y todo el pueblo que con él estaba se preparaban interiormente para el compromiso de adorar al Señor Dios.

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  • 2c.

    ¿Qué significó el esconderse debajo de una encina? ¿Cómo podrían ser encomiables las respuestas de la familia de Jacob y de todo el pueblo que estaba con él?

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    Según Gn 35:4, Jacob escondió los dioses ajenos que estaban en sus manos y los zarcillos que llevaban en sus orejas debajo de una encina antes de continuar su viaje a Betel (Gn 35:4, 5). Estos actos significaban su sacrificio de dejar atrás las cosas que consideraban importantes y valiosas. Sus respuestas fueron encomiables porque estaban dispuestos no solo a seguir sino también a adorar al Dios de Jacob, Aquel que había respondido a Jacob en el día de su angustia y había estado con él en el camino por el que había andado (Gn 35:3). Tales decisiones requerían su compromiso y un corazón magnánimo para dejar atrás sus prácticas religiosas y las costumbres de sus antiguas creencias.

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  • 2d.

    Comparta el hábito diario y el estilo de vida que “enterraría” antes de venir a adorar al Señor.

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  • 2e.

    ¿Qué enseñanzas podemos aprender de las instrucciones de Jacob a su pueblo? Véase también Lc 16:13 y Sant 4:8.

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    Jacob instruyó a su pueblo a quitar los dioses ajenos y a purificarse (Gn 35:2). Estas instrucciones pueden servirnos como enseñanzas. “Quitando los dioses ajenos” significa que no podían servir a dos señores. Por lo tanto, para seguir y adorar al Dios de Jacob, debían abandonar a los dioses ajenos. Una vez, el Señor Jesús les dijo a sus discípulos en el evangelio de Lucas: “Ningún siervo puede servir a dos señores, porque odiará al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro” (Lc 16:13). De la misma manera, en nuestro camino espiritual, debemos elegir entre servir al Señor o servir al mundo con todas sus concupiscencias. Servir al Señor mientras codiciamos disfrutar de los placeres del mundo, hará que eventualmente amemos más al mundo y despreciemos e incluso dejemos finalmente al Señor.

    Además, la palabra “limpiaos” lleva el significado de su arrepentimiento para desechar sus actos pecaminosos antes de servir al Señor. Sabiendo que el campamento de Jacob había sido profanado y estropeado por el pecado del asesinato, Jacob les instruyó que se purificaran. Una vez, el autor del libro de Santiago nos amonestó a acercarnos a Dios lavándonos las manos y purificando nuestros corazones en lugar de ser de doble ánimo (Sant 4:8). Asimismo, antes de servir al Señor, debemos evaluarnos y arrepentirnos de nuestros hábitos pecaminosos y malas acciones. Al Señor no le agrada un servicio de doble ánimo: servir físicamente a Dios pero el corazón sigue pecando y no está dispuesto a arrepentirse.

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  • 3.

    ¿Cuál es el significado de El Betel para Jacob?

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    El llamado de El Betel desempeñó un papel importante en el viaje espiritual de Jacob. Primero, el llamado de El Betel significa el énfasis de la autoridad de Dios sobre Jacob. El Betel indica el reconocimiento y la obediencia de Jacob sobre el mandato y la deidad de Dios para realizar de inmediato su voto incumplido. En segundo lugar, el llamado de El Betel también significa la gratitud de Jacob y su admiración hacia la protección de Dios. De hecho, Jacob había experimentado el terror de Dios caer sobre los cananeos que no se atrevieron a perseguir o incluso a poner las manos sobre Jacob y su familia debido a la afrenta de Jacob en Siquem. Por lo tanto, Jacob y su pueblo pudieron llegar a Betel sin ningún daño (Gn 35:5, 6).

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  • 4a.

    Enumere los ejemplos del terror de Dios en las Escrituras. Véase Job 31:23; Ez 32:32 y Os 11:9.

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    Las Escrituras registran varios ejemplos del terror de Dios. En Job 31:23, el autor describe el terror como la destrucción que viene del Señor. A continuación, el libro de Ezequiel ejemplifica el terror de Dios sobre el faraón como castigo a través de la espada mortal como un recordatorio para la tierra de los vivientes (Ez 32:32). Además, el libro de Oseas describe el terror de Dios como el ardor de la ira de Dios sobre su pueblo (Os 11:9).

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  • 4b.

    ¿Cómo el terror de Dios cayó sobre las ciudades de los alrededores de Siquem? Véase Dt 11:23-25 ​​y Ex 15:11-16.

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    Aunque el nombre de Jacob se había hecho odioso a los cananeos, el terror de Dios cayó sobre las ciudades de los alrededores de Siquem, y no persiguieron a los hijos de Jacob (Gn 35:5). Lo que esas ciudades experimentaron fue similar a lo que se describe en Dt 11:23-25. El autor del libro de Deuteronomio explica cómo el Señor pondría miedo y temor de Israel sobre toda la tierra que ellos pisaron. Así, el Señor echaría y desposaría a naciones grandes y más poderosas que ellos. Y nadie podría sostenerse delante de Israel (Dt 11:23-25) porque el temor del Dios de Israel estaba sobre ellos. De manera similar, el libro del Éxodo describe el temor del Dios de Israel como lo experimentaron otras naciones. Al oír acerca de la grandeza, la magnificencia y la maravilla del Dios de Israel, los habitantes de Filistea, Edom, Moab y hasta los de Canaán temblaron y se acobardaron (Ex 15:11-16). En el caso de las ciudades de los alrededores de Siquem, al escuchar acerca de la protección de Dios sobre Jacob y sus antepasados, ​​decidieron dejar de perseguir a Jacob y sus hijos.

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  • 4c.

    ¿Qué podemos aprender de las ciudades sobre las cuales cayó el terror de Dios? Véase Is 8:13 y 2 Co 5:9-11.

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    Las ciudades cananeas de los alrededores de Siquem tuvieron temor al Señor. Asimismo, nosotros, como pueblo de Dios, debemos temer aún más a nuestro Señor. El profeta Isaías nos exhorta una vez más a santificar al Señor de los ejércitos porque Él mismo debe ser nuestro temor y nuestro miedo (Is 8:13). Además, el apóstol Pablo menciona que es importante tener como objetivo agradar al Señor tanto en nuestra conciencia como en nuestras obras, porque cada uno de nosotros debe comparecer ante el tribunal de Cristo, el terror del Señor, para recibir según lo que hemos hecho (2 Co 5:9-11).

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  • 5.

    Del nombre de la encina, ¿qué podemos aprender de Débora, la nodriza de Rebeca? Véase también Gn 24:59.

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    Cuando Débora, la nodriza de Rebeca, murió y fue sepultada debajo de una encina, el árbol se llamó más tarde Alón-bacut (Gn 35:8), que significa “el roble del llanto”. Por el significado del nombre, sabemos que Débora era una persona con un carácter muy extrañado por la casa de Jacob y, más importante aún, por el mismo Jacob. El nombre del árbol mostró que la partida de Débora causó un gran llanto entre la casa de Jacob.

    Débora fue una nodriza que vivió durante dos generaciones. Primero, fue la nodriza de Rebeca, la madre de Jacob (Gn 24:59). Y ahora, ella estaba junto al campamento de Jacob. Su fidelidad en servir a Rebeca y a Jacob fue encomiable. Débora presenció y experimentó personalmente la fe de Rebeca cuando fue despedida, siguiendo por la fe al siervo de Abraham en su futuro esposo no conocido. Con Jacob, Débora presenció y experimentó la fe de Jacob, quien había sido instruido por Dios para continuar su viaje a Betel. Aunque ya era de edad avanzada cuando siguió al campamento de Jacob, su determinación de seguir el viaje de Jacob a Betel era digna de elogio.

    La vida de Débora nos deja enseñanzas importantes. Su partida fue muy extrañada por Jacob y toda su casa. De igual forma, en el camino de nuestra vida debemos buscar tener un carácter muy extrañado de las personas que nos rodean, ya sea en nuestro lugar de trabajo o en la iglesia. Además, la fidelidad de Débora para servir a su amo, Rebeca, y al hijo de su amo, Jacob, y su compromiso de seguir al Dios de Jacob en su avanzada edad, nos sirven de ejemplo. Debemos continuar en nuestro fervor de fe en seguir y servir al Señor incluso en nuestra vejez.

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  • 35:9-15

    6a.

    ¿Cómo se parece la promesa de Dios a Jacob en Gn 35:11-12 a su promesa a Abraham e Isaac?

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    El contenido de la promesa de Dios como se declara en Gn 35:11-12 fue similar a la promesa de Dios dada a Abraham en Gn 12:1-3, 15:17-21, 17:1-8, 22:15-18 y a Isaac en Gn 26:2-5, 24. Así como el Señor le había ordenado a Abraham que fuera fructífero y le prometió que de él vendrían naciones y reyes, el Señor le hizo esas mismas promesas a Jacob.

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  • 6b.

    ¿Cómo la promesa de Dios en Gn 35:11-12 consoló a Jacob?

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    Jacob recibió por primera vez la promesa de Dios, la bendición de Abraham, a través de las palabras de su padre Isaac, cuando lo envió a Padan-aram (Gn 28:1-5). Aunque se le dio la bendición, Jacob llevó a cabo la promesa por temor a la amenaza de Esaú y en las dificultades de su vida. Recién en Gn 28:13-15 Jacob recibió por primera vez la promesa de Abraham directamente de Dios. Luego, en Gn 35:11-12, el Señor volvió a enfatizar su promesa a Jacob. Para Jacob, quien se encontraba en medio de sus penalidades e incertidumbres, la confirmación del Señor en Gn 35 le sirvió de consuelo y de apoyo para su fe en la promesa. Anteriormente, Jacob sólo había recibido la promesa de su padre, pero ahora, Jacob recibió exactamente la misma bendición del mismo Señor. Por lo tanto, todas las preocupaciones, incertidumbres y dudas de Jacob acerca de la promesa fueron respondidas a través de la confirmación personal de Dios.

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  • 6c.

    ¿Cómo se aplica hoy a nosotros la promesa de Dios a Jacob?

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    Dios no sólo prometió su bendición a Jacob sino también a su descendencia (Gn 35:12). La promesa de Dios muestra una continuidad de generación en generación. Hoy, la promesa también se aplica a nosotros. En su carta a los Gálatas, Pablo nos amonesta que si somos de Cristo, ciertamente somos descendientes de Abraham y herederos según la promesa (Gl 3:29). En otras palabras, una vez que somos de Cristo Jesús, la bendición de Abraham, la promesa de Dios a Abraham, Isaac y Jacob, vendrá también sobre nosotros. Pero el apóstol Pablo explica además que la bendición que se nos transmite es la promesa del Espíritu por medio de la fe (Gl 3:14), la redención de la maldición de la Ley (Gl 3:13), la justificación por la fe (Gl 3:24) y el heredero de Dios por medio de Cristo (Gl 4:7).

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  • 35:16-20

    7.

    ¿Qué podemos aprender del temor de Raquel sobre la lucha de su duro trabajo?

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    Cuando Raquel estaba en el camino a Efrata, ella tuvo un mal parto. Durante su lucha con el trabajo duro, ella temía por la seguridad del niño. Pero la partera le aseguró que el hijo estaba a salvo y podía dar a luz (Gn 35:16-17). Hoy en día, el miedo y la lucha por el parto aún pueden ser experimentados por las madres de todo el mundo. La tasa de mortalidad de los bebés y las madres en los países subdesarrollados que carecen de tratamientos médicos aún son altas, especialmente debido a la pérdida de sangre y la posición anormal del bebé durante el parto. Así como el alma de Raquel salió durante el duro trabajo de parto, la lucha del parto sigue siendo para hoy en día un asunto de vida o muerte. La lucha de Raquel en su duro trabajo puede servir como un recordatorio para nosotros de implorar la guía del Señor en el parto y honrar y amar a nuestra madre y a nuestra esposa por sus luchas durante el parto.

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  • 8a.

    ¿Cómo llamó Raquel a su segundo hijo? ¿Cómo vio Raquel su nacimiento?

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    Cuando el alma de Raquel salía, llamó a su segundo hijo Benoni (Gn 35:18), que significa “hijo de mi dolor” o “hijo de mi angustia”. El nombre reflejaba la opinión de Raquel de que el nacimiento de su segundo hijo solo le causó angustia y tristeza.

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  • 8b.

    ¿Cómo vio Jacob el nacimiento del segundo hijo de Raquel? Compare el punto de vista de Jacob sobre el nacimiento del segundo hijo con el significado del nombre de José, el hijo primogénito de Raquel. Véase Gn 30:24.

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    Al escuchar a Raquel nombrar a su segundo hijo Benoni, Jacob rápidamente lo cambió a Benjamín, que literalmente significa “Hijo de la mano derecha”. El significado del nombre Benjamín estaba de acuerdo y era una continuación de la bendición del Señor en el nacimiento de José, el hijo primogénito. Según Gn 30:24, José significa: “Jehová me añadirá otro hijo” (Gn 30:24). Así, a través del nacimiento de José, Dios daría otro hijo para añadir el gozo para Raquel y Jacob. La bendición mencionada se realizó entonces a través del nacimiento del segundo hijo Benjamín.

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  • 35:21-29

    9a.

    ¿Qué hizo Rubén a Israel después de que partieron de Betel?

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    Cuando Israel habitó y plantó su tienda más allá de Migdal-edar, Rubén fue y durmió con Bilha, la concubina de su padre (Gn 35:22).

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  • 9b.

    ¿Cómo vio Israel el acto de Rubén? ¿Cuál fue la consecuencia de su acto? Véase Gn 49:3-4 y 1 Cr 5:1.

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    El libro de Gn 35:22 describe que Israel se enteró de esto, lo que Rubén había hecho con Bilha, la esposa de Israel. Fue interesante notar que la Septuaginta griega incluso tradujo literalmente el versículo 22 como “Algo malo se reveló delante de [Israel]”. Israel consideró que el acto de Rubén era malo. Además, según Gn 49:3-4, el acto de Rubén había causado una desilusión a su padre Israel. Como primogénito, Rubén representaba la fortaleza, el vigor, la dignidad y el poder de su padre. Pero Rubén profanó la cama de su padre y se volvió inestable como el agua. Como resultado, Rubén ya no sería el primero (Gn 49:4). Además, el autor del libro de 1 Crónicas registró que debido a que Rubén, el primogénito, había profanado el lecho de su padre, sus derechos de primogenitura fueron dados a los hijos de José y no fue contado por primogénito (1 Cr 5:1).

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  • 9c.

    Compare el acto de Rubén hacia la esposa de Jacob con la acción de Absalón hacia las concubinas de David. ¿Cuál fue la similitud en cuanto a sus propósitos? Véase 2 Sam 16:21-22.

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    Así como Rubén se acostó con Bilha, la concubina de Jacob, las Escrituras registran que Absalón se unió a las concubinas de su padre David, a la vista de todo Israel (2 Sam 16:21-22). Absalón cometió un acto tan vergonzoso para usurpar el trono de David y fortalecer las manos de todos los que estaban con Absalón. Además, el libro de 1 Reyes registra cómo Adonías, el hijo de David, estaba tratando de apoderarse del trono de David pidiéndole a Abisag, una hermosa joven virgen que sirvió al rey David (1 Re 1:1-4), para que fuera su esposa (1 Re 2:17, 21-22). Varios ejemplos de las Escrituras prueban que tomar o acostarse con la concubina del padre es un símbolo o gesto para reivindicar el estatus social actual del padre.

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  • 9d.

    ¿Cómo consideraba la ley levítica el acto de Rubén? Véase Lv 18:6, 8, 13, 18.

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    El autor del libro de Levítico regula los límites habituales para las relaciones sexuales adecuadas. A los ojos de la ley levítica, Rubén había transgredido varios estatutos. Primero, la ley levítica prohíbe las relaciones sexuales con un pariente cercano, incluidas las relaciones con la esposa del padre (Lv 18:6-8). El libro de Gn 35:22 registra claramente que Bilah era la concubina de Jacob y Rubén se acostó con ella. Además, aunque Bilah no era hermana de Lea por sangre, Bilah había desempeñado un papel sustituto de Raquel, la hermana de Lea. En consecuencia, se destaca la prohibición en la ley levítica de tener relaciones sexuales con la hermana de la madre (Lv 18:13, 18), por lo que Rubén no solo tuvo relaciones sexuales con la esposa de su padre, sino que técnicamente también tuvo relaciones con la hermana de su madre.

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  • 9e.

    Del hecho de que Rubén no reflejó el poder y la dignidad de Jacob, ¿qué podemos aprender acerca de reflejar la imagen gloriosa de Dios? Véase Ro 3:23.

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    Como hijo primogénito, Rubén reflejaba la fortaleza, el vigor, la dignidad y el poder de su padre (Gn 49:3). Rubén no solo tenía derecho a la primogenitura, al igual que Esaú (Gn 25:31), sino que también se esperaba que sobresaliera dentro de su familia (Gn 49:4). Sin embargo, su fechoría le hizo perder su primogenitura y la posición de primogénito en la genealogía familiar (1 Cr 5:1). Rubén debería haber reflejado el poder y la dignidad de su padre, pero lo decepcionó y le falló a través de su fechoría.

    La fechoría de Rubén nos sirve hoy de recordatorio y de advertencia. El apóstol Pablo en su carta a los Corintios nos recuerda que el hombre es imagen y gloria de Dios (1 Co 11:7). Pero por cuanto hemos pecado, estamos destituidos de la gloria de Dios (Ro 3:23). En otras palabras, como hijos de Dios, debemos servir y glorificar a Dios a través de nuestra existencia, reflejando la imagen gloriosa de Dios. Pero si continuamos viviendo en la vida de pecado, mientras profesamos que somos seguidores de Cristo, entonces no sólo nos quedaremos cortos en nuestro servicio para glorificarlo, sino que también haremos que los incrédulos se burlen del nombre de Dios.

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  • 10a.

    ¿En qué se parece el entierro de Isaac al de Abraham? Véase Gn 25:8.

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    Gn 35:29 dice que Isaac exhaló el espíritu y murió, siendo viejo y lleno de días. Y sus hijos Esaú y Jacob lo sepultaron. Asimismo, el padre de Isaac, Abraham, murió en buena vejez, anciano y lleno de años. Lo enterraron los dos hijos de Abraham, Isaac e Ismael (Gn 25:8-9).

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  • 10b.

    ¿Cuál fue el significado de la frase “siendo viejo y lleno de días” para Isaac?

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    Isaac murió siendo viejo y lleno de días. La frase “siendo viejo y lleno de días” se refiere a la condición de morir en una satisfecha y buena vejez (Gn 25:8 y 1 Cr 29:28). Además, la condición de Isaac de ser viejo y lleno de días llevaba un significado más profundo de la conclusión de su vida. Durante los últimos días de su vida, Isaac pudo finalmente reunirse con Jacob, su hijo perdido, y sus descendientes. Al ver a Jacob, sus descendientes y sus experiencias personales con Dios en su viaje, Isaac pudo finalmente ver cómo la promesa de Dios, la bendición de Abraham, se cumplió gradualmente en Jacob.

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  • 10c.

    Comparta su pensamiento sobre cómo podría vivir su vida “llena de días” hasta su vejez.

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    Al igual que Isaac, quien había vivido su vida llena de días hasta su vejez presenciando satisfactoriamente el cumplimiento gradual de la bendición de Abraham en Jacob, nosotros también podemos experimentar espiritualmente nuestra “satisfecha y buena vejez” cuando somos testigos de la promesa de la gloria de la iglesia de Dios siendo cumplida gradualmente por el fervor piadoso y el servicio celoso de nuestras próximas generaciones.

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