Contexto
El contexto geográfico al comienzo de este pasaje es Betábara (o Betania), al otro lado del Jordán, en algún lugar del desierto de Judea (Jn 1:28). En el desierto, Juan el Bautista lleva a cabo su ministerio de bautizar y enseñar en preparación para “el que viene después de mí” (Jn 1:27). Presentado por primera vez en Juan 1:6-8, Juan el Bautista sirve principalmente como testigo de Jesucristo en este Evangelio. Aquí, su testimonio alcanza el clímax con el mensaje de que Jesús es el Cordero de Dios y el Hijo de Dios.
Versículo clave
(1:29)
¿Sabía usted que...?
1.Sacerdotes y levitas (1:19): servían en el templo de Jerusalén bajo la dirección de los sumo sacerdotes, quienes formaban el partido gobernante del Sanedrín, la principal autoridad religiosa de los judíos.
2. “El Cristo” (1:20, 25): “el ungido”. En el Antiguo Testamento, este título le pertenecía al rey. Con el paso del tiempo, el término (“Mesías” en hebreo) vino a designar al futuro rey que vendría del linaje de David y que traería salvación a la nación de Israel. [ref]
3. Fariseos (1:24): un grupo religioso caracterizado por separarse de las impurezas rituales y por la estricta observancia de las leyes de Moisés. Tenían gran influencia durante la época del Nuevo Testamento.
4. Se desconoce la ubicación exacta de “Betábara, al otro lado del Jordán” (1:28), pese a varios intentos de identificar este lugar.
5. El Cordero de Dios (1:29, 36): esta expresión aparece sólo en el primer capítulo de Juan. Sin embargo, podemos hallar sus raíces en el cordero de la Pascua, que fue sacrificado para proteger a los israelitas de morir en la víspera del éxodo (Ex 12:1–28). Con este trasfondo en mente, Pablo escribe: “Porque nuestra Pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (1 Co 5:7). Otro pasaje que hace referencia al Mesías como un cordero es la profecía del siervo sufriente de Isaías (Is 53:7). Este símil también se ha aplicado al Señor Jesús (Hch 8:32–35, 1 P 1:19).
Esquema
Análisis general
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1. ¿De qué manera el tema de la “identidad” es central en el pasaje?
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2. ¿Qué importancia tiene la “identidad” en este mundo? ¿Cómo se identifica a sí mismo? ¿Cómo identifica a Jesús?
Análisis del segmento
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1:19–28
1. ¿Qué preguntas le hizo la delegación de los judíos a Juan?
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2. ¿Por qué insistieron tanto en saber la identidad de Juan?
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3. La expresión: “Él confesó y no negó. Confesó…” en el versículo 20 es enfático. Juan estaba muy seguro de quién no era. ¿Por qué a veces dudamos en reconocer lo que no somos?
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4. Explique lo que dijo Juan respecto de quién era él. ¿Qué podemos aprender de la opinión de Juan sobre sí mismo?
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5. ¿Qué podemos aprender sobre el bautismo de Juan a partir de la pregunta que hicieron los delegados de los fariseos (25)?
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6. ¿Cómo se comparó Juan el Bautista con el que había de venir?
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7. ¿Qué puede aprender de Juan con respecto a su propia actitud para con el Señor Jesús?
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8. Juan negó ser el Elías. Entonces, ¿por qué Jesús dijo que Juan era, en realidad, el Elías (Mt 17:10–13)?
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9. ¿De qué manera nuestro rol es similar al de Juan el Bautista?
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1:29–34
10. ¿Por qué “el Cordero de Dios” es una metáfora adecuada para el Señor Jesús?
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11. ¿Cuál era el propósito del bautismo de Juan?
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12. ¿Qué relación hay entre el descenso del Espíritu Santo sobre Jesús con su identidad como el Hijo de Dios?
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13. ¿Cómo los hijos de Dios también siguen el modelo de Cristo a este respecto?
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14. ¿Qué significa que Jesús bautiza con el Espíritu Santo? ¿Qué significa para nosotros ser bautizados con el Espíritu Santo?