Contexto

El intercambio entre Jesús y los judíos en el templo terminó en una fuerte oposición. Jesús salió del templo y se escondió de los judíos que querían apedrearlo. El presente capítulo, que es una obra maestra narrativa, comienza con la sanación de un hombre nacido ciego. Este milagro produjo una serie de interrogantes que ensanchó la división entre los que creían y los que no. Al final, Jesús regresa a la escena para revelar su identidad al ciego y pronunciar su juicio a los incrédulos.

Versículo clave

(9:39)

¿Sabía usted que...?

1. “Hizo lodo” (9:6, 14): el acto de hacer lodo o amasar figuraba en el Talmud como uno de las treinta y nueve clases de actividades prohibidas en sábado.

2. Estanque de Siloé (9:7): parte del sistema acuático que construyó Ezequías. Su agua era “enviada” (de ahí su nombre) desde el manantial de Gihón hasta el valle de Cedrón a través del acueducto de Ezequías (2 Cr 32:30; Neh 3:15; Is 8:6).

3. “Da gloria a Dios” (9:24): esta orden se daba en situaciones donde se instaba a una persona a confesar su culpa (cf. Jos 7:19, 1 S 6:5; Jer 13:16).

Esquema

• La sanación
  (9:1–7)
• Discusiones e interrogatorios
  (9:8–34)
• Comentarios de vecinos y conocidos
  (8–12)
• Primer interrogatorio al hombre
  (13–17)
• Cuestionando a los padres
  (18–23)
• Segundo interrogatorio al hombre
  (24–34)
• Fe y juicio
  (9:35–41)

Palabras/frases claves

abiertos, Ciego, creer, de dónde, Hijo del hombre, juicio, luz del mundo, manifiesten, obras de Dios, ojos, pecado, ver

Análisis general

• 1.	En esta historia, ¿quiénes fueron vistos, correcta o incorrectamente, como pecadores?         Mostrar respuesta El hombre ciego (9:2, 34), los padres del hombre (9:2), Jesús (9:16), los fariseos (9:41). Ocultar respuesta

• 2.

  Según este pasaje, ¿cuáles son los criterios por los cuales se juzga el pecado?         Mostrar respuesta Los discípulos supusieron que la ceguera del hombre era producto de sus pecados o del pecado de sus padres (9:2). Algunos fariseos determinaron que Jesús era un pecador porque no guardó el sábado (9:16). Los fariseos condenaron al hombre sanado diciendo: “Tú naciste del todo en pecado” (9:34). Su juicio fue motivado por el desprecio que sentían por este hombre iletrado que nació ciego y que vivía como mendigo. Jesús juzgó el pecado de los fariseos basándose en el hecho de que dijeron que veían (9:41). Ocultar respuesta

• 3.

  Anote cómo progresó el entendimiento del hombre sanado sobre Jesús.         Mostrar respuesta Cuando le preguntaron por primera vez cómo fue sanado, el hombre se refirió a Jesús como “aquel hombre que se llama Jesús” (9:11). Cuando los fariseos le pidieron su opinión, dijo que Jesús era un profeta (9:17, 27). Usó el término “profeta” en el sentido de alguien con un conocimiento o poder extraordinario (cf. Mt 21:46; Mc 6:15; Lc 7:49, 24:19; Jn 4:19). Luego, al ser confrontado nuevamente por los fariseos, el hombre concluyó que Jesús debía de venir de Dios; de lo contrario, no podría haberlo sanado (9:31–33). Finalmente, cuando Jesús lo encontró y se reveló como el Hijo del hombre, el hombre creyó en Jesús y lo adoró (9:35–38). Ocultar respuesta

Análisis del segmento

• 9:1–7

  1.

  ¿Qué nos dice esta historia sobre la enfermedad, el pecado y las obras de Dios?         Mostrar respuesta La enfermedad o la discapacidad no necesariamente es resultado del pecado. Si bien todos debemos examinar si hemos pecado y pedirle perdón a Dios, no podemos presumir que sabemos la causa del sufrimiento de otros y tener prejuicios contra los que sufren. Sólo Dios tiene pleno conocimiento de la razón y el propósito del sufrimiento de una persona. De hecho, una condición que puede parecer lamentable para los hombres podría ser útil para un propósito superior de Dios. Ocultar respuesta

• 2.	Comparte una experiencia en la cual su desgracia resultó ser para el servicio de Dios.         Mostrar respuesta (La respuesta está vacía) Ocultar respuesta

• 3.	¿Por qué la sanación del ciego es considerada una señal?         Mostrar respuesta A través de la sanación, Jesús reveló que Él es la luz del mundo que da vista a los que están ciegos espiritualmente (9:5, 39). Ocultar respuesta

• 9:8–34

  4.

  Anote todas las veces que se le preguntó al ciego cómo fue que se le abrieron los ojos.         Mostrar respuesta Los primeros que preguntaron fueron los vecinos y los que antes sabían que era ciego (9:10) El primer interrogatorio de los fariseos (9:15) Los judíos interrogan a los padres del hombre (9:19) El segundo interrogatorio (9:26) Ocultar respuesta

• 5.

  ¿Cuál fue el propósito de la interrogación de los fariseos?         Mostrar respuesta La razón inmediata fue que los vecinos y conocidos del hombre lo llevaron a los fariseos. Pero el verdadero motivo de los fariseos era complejo. Por un lado, estaba el hecho de que un hombre nacido ciego fue sanado por Jesús. Por otro lado, algunos de los fariseos ya se habían convencido de que Jesús era un pecador. Por lo tanto, en su confusión, tuvieron que encontrar alguna evidencia indiscutible para tener algo de que acusar a Jesús. Ocultar respuesta

• 6.

  Observe la perplejidad de los fariseos y su creciente vehemencia. ¿Qué dice esto sobre ellos?         Mostrar respuesta La indudable realidad de la sanación milagrosa realizado por Jesús produjo confusión entre los fariseos, como se puede ver en sus repetidos interrogatorios al hombre para saber cómo fue sanado. No podían creer cómo un pecador pudo abrir los ojos de un hombre ciego, pero tampoco querían aceptar la verdad. Trataron de ejercer su autoridad llevando a cabo lo que parecía un juicio formal, pero no pudieron obtener la respuesta que querían porque ni el hombre ni sus padres estaban dispuestos a incriminar a Jesús. Su frustración se hizo evidente cuando comenzaron a insultar al hombre y finalmente lo expulsaron. La perplejidad de estos fariseos reveló su arrogancia y obstinación a la luz de la poderosa revelación de Jesús. Ocultar respuesta

• 7.

  Jesús estuvo ausente durante toda esta escena dramática. ¿Qué testimonio da esto de Jesús?         Mostrar respuesta Aunque Jesús estuvo ausente, la señal milagrosa que acababa de realizar habló por Él. El hombre que fue sanado también se volvió cada vez más firme en su postura hacia Jesús a través de las rondas de interrogaciones hechas por los fariseos. El veredicto implícito fue a favor de Jesús. Y el intento de los fariseos de condenar a Jesús se convirtió, irónicamente, en un juicio contra ellos mismos. Ocultar respuesta

• 8.	Los padres del hombre que había sido ciego no querían reconocer a Jesús por temor a ser expulsados. ¿Cuáles son algunos “riesgos” que en la actualidad se corren al confesar a Jesús?         Mostrar respuesta (La respuesta está vacía) Ocultar respuesta

• 9.

  ¿De qué estaba muy seguro el hombre sanado? ¿Cómo puede este conocimiento ayudarnos a permanecer firmes cuando tenemos preguntas y dudas?         Mostrar respuesta Al ser interrogado, el hombre sanado de la ceguera no pudo, al principio, llegar a una conclusión sobre si Jesús era un pecador o no. Pero dijo: “Una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo” (9:25). Él no tenía todas las respuestas, pero estaba seguro de que había sido sanado milagrosamente por Jesús. De manera similar, cuando enfrentamos situaciones en la vida que podrían hacernos cuestionar a Dios y somos incapaces de hallar respuestas a tales preguntas, es importante que recordemos cómo Dios nos ha traído a donde estamos mediante su gracia y su poder. Nuestra experiencia personal de las maravillosas obras de Dios en el pasado puede ayudarnos a atravesar momentos difíciles de duda e incertidumbre. Ocultar respuesta

• 9:35–41

  10.

  Del diálogo de Jesús con el hombre que había sanado, ¿qué sabemos sobre el propósito de las señales milagrosas de Jesús?         Mostrar respuesta Jesús halló al hombre que había sanado para revelarle que Él era el Hijo del hombre (es decir, Aquel que bajó del cielo para ser levantado para salvar al mundo; cf. Jn 3:13–15). A través de la sanación, Jesús quería que tanto el hombre como todos lo que lo escuchaban vinieran a esta fe salvadora. Por lo tanto, el propósito de las señales milagrosas de Jesús es que todos crean que Él es el Hijo de Dios y que al creer puedan tener vida eterna (Jn 20:30, 31). Ocultar respuesta

• 11.

  Explique los dos resultados opuestos que Jesús, la luz del mundo, trae al mundo.         Mostrar respuesta Al mostrarles a los que viven en las tinieblas del pecado y la muerte la verdad de la vida eterna, Jesús hace que los que están espiritualmente ciegos puedan ver. Pero aquellos que se creen sabios y se niegan a creer en el Señor Jesús se vuelven ciegos a la verdad (cf. Mt 11:25, 26). Ocultar respuesta

• 12.	¿Cómo le ha abierto los ojos el Señor Jesús?         Mostrar respuesta (La respuesta está vacía) Ocultar respuesta

• 13.

  ¿Cuáles son los dos tipos de ceguera según el versículo 41?         Mostrar respuesta La expresión “si fuerais ciegos” alude a aquellos en las tinieblas del pecado y la muerte que están dispuestos a reconocer que necesitan al Señor cuando la luz de Jesús alumbra sobre ellos. Dado que han confesado sus pecados con humildad y han aceptado la gracia de Dios, sus pecados les son perdonados. Por el contrario, hay quienes son ciegos, pero piensan que pueden ver (cf. 2 Co 4:3, 4). Estos no reconocen que necesitan la salvación. Y como resultado, sus pecados permanecen. Ocultar respuesta

• 14.	Según su opinión, ¿qué atribuye a la actitud de los fariseos en el tiempo de Jesús y a la de los incrédulos hoy en día?         Mostrar respuesta (La respuesta está vacía) Ocultar respuesta