Contexto

Pilato cedió ante la demanda de los judíos y les entregó a Jesús para que fuera crucificado. Desde el punto de vista humano, Jesús sufrió una muerte humillante. Sin embargo, a través de su muerte, Jesús fue exaltado y cumplió el más noble propósito de Dios (cf. Jn 12:23, 24, 32). Todo lo que sucedió en la cruz aconteció según el plan divino predicho en las Escrituras. Por lo tanto, la historia de la pasión de Cristo lo manifiesta claramente como el Rey y el Salvador.

Versículo clave

(19:30)

¿Sabía usted que...?

1. “Cargando su cruz” (19:17): los que habían de ser ejecutados cargaban su propia cruz sobre las espaldas hasta llegar al lugar de la crucifixión. [ref]

2. “Salió” (19:17): según la costumbre, las ejecuciones se realizaban fuera de la ciudad (cf. Lv 24:14, 23; Nm 15:35, 36; Heb 13:12).

3. “Lo crucificaron” (19:18): “En la antigüedad, la crucifixión era sinónimo de horror y vergüenza, una muerte infligida a esclavos, bandidos, prisioneros de guerra y revolucionarios… La persona quedaba colgada al calor del sol por horas (si no días), desnuda y luchando por respirar. Para evitar la asfixia, la persona debía empujarse con sus piernas y levantarse con sus brazos, lo que producía espasmos musculares que causaban un dolor inimaginable. La muerte se producía por insuficiencia cardíaca, daño cerebral por falta de oxígeno, asfixia o shock. La atroz agonía física, la duración del tormento y la vergüenza pública hacían de la crucifixión la forma más terrible de muerte” [ref]

4. Título (19:19): “No era inusual que se colgara un letrero sobre el condenado indicando su crimen mientras caminaba hacia el sitio de la ejecución. Una vez allí, fijaban el letrero a su cruz para que todos lo vieran” [ref]

5. Hebreo, griego y latín (19:20): el hebreo (o arameo) era la lengua vulgar de Judea; el latín era la lengua oficial del gobierno; y el griego era la lengua internacional del comercio.

6. Vinagre (19:29): los soldados lo usaban para mitigar la sed. [ref]

7. Hisopo (19:29): “Un arbusto pequeño que podía crecer en las grietas de las paredes… las ramas al final del tallo habrían formado un pequeño ‘nido’ en donde se habría colocado la esponja” [ref]

8. “Aquel sábado era de gran solemnidad” (19:31): era un sábado especial porque también era el sábado de la semana de la Pascua.

9. “Los judíos…rogaron a Pilato que se les quebraran las piernas” (19:31): “Para acelerar la muerte, se destrozaban las piernas (a veces también otros huesos) de los crucificados con un mazo de hierro. Esta práctica se llamaba crurifragium (“romper los huesos”). Esto impedía que la persona pudiera usar sus piernas para empujarse hacia arriba para respirar. La fuerza de los brazos pronto fallaba y la persona moría por asfixia” [ref]

10. “Cien libras” (19:39): literalmente cien litrai, lo que equivale a unos 30 kilos. Esta gran cantidad de especias correspondía a los entierros reales. [ref]

Esquema

  • La crucifixión de Jesús y la inscripción en la cruz
    (19:16b-22)
  • Los soldados repartieron los vestidos de Jesús y echaron suertes sobre su ropa
  • Lo que dijo Jesús a su madre y al discípulo
  • Las últimas palabras de Jesús y su muerte
  • El costado de Jesús traspasado
  • La sepultura de Jesús

Análisis general

  • 1.

    Lea los pasajes del Antiguo Testamento a los que se alude en este pasaje: Sal 22:15, 18, 69:21; Ex 12:46; Nm 9:12; Sal 34:20; Zac 12:10. Considerando sus contextos, ¿cuáles son algunos de los temas en estos pasajes?

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  • 2.

    ¿Por qué el autor señala repetidamente el cumplimiento de las Escrituras al relatar la crucifixión de Jesús?

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    Es importante saber que la muerte de Jesús en la cruz no fue una tragedia imprevista sino el cumplimiento del plan supremo de Dios. El cumplimiento de las Escrituras en los diversos eventos que rodearon la muerte de Jesús subraya la verdad de que Él es Aquel de quien las Escrituras han escrito (Lc 24:44; Jn 5:39). Así como Dios había guiado a los autores de las Escrituras a predecir la venida del Rey de Israel, Él también guió el curso de los eventos durante la obra redentora de Jesús en la tierra, de acuerdo con todo lo que había sido predicho. La soberanía de Dios, tan visiblemente demostrado incluso en el sufrimiento y la muerte de Jesús, nos asegura que Jesús es en verdad el Señor y el Salvador designado por Dios (cf. Hch 2:36)

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  • 3.

    ¿Qué contraste nos presenta la narración con respecto a los dos tipos de personas que había debajo de la cruz?

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    En griego se ve claramente que la última oración del versículo 24 y el comienzo del versículo 25 forman un contraste entre los soldados y las mujeres al pie de la cruz. Incluso sin saber griego, podemos discernir la yuxtaposición de incrédulos (principales sacerdotes, soldados) y creyentes (las mujeres y el discípulo a quien Jesús amaba). Un contraste similar también puede ser observado más adelante entre los judíos y los soldados (representan a los incrédulos) por una parte y José de Arimatea y Nicodemo (representan a los creyentes) por otra.

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Análisis del segmento

  • 19:16b-22

    1a.

    ¿Cómo percibieron cada una de las siguientes personas el título “Jesús Nazareno, Rey de los Judíos”?: Pilato

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  • 1b.

    Principales sacerdotes

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  • 1c.

    Soldados

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  • 19:16b-221. How did each of these people perceive the words “Jesus of Nazareth, the King of the Jews”?

    2.

    ¿Cómo explica la atención que la narrativa le da al título en la cruz?

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    Aunque Pilato probablemente escribió el título por resentimiento a los principales sacerdotes y no por fe sincera en el Señor Jesús, el título sirvió como una proclamación de que Jesús realmente era el Rey de los judíos. El autor no dice que esto sucedió por la guía de Dios, pero el hecho de que haya anotado con tanto detalle el diálogo entre los principales sacerdotes y Pilato indica que lo que sucedió fue algo significativo y no simple coincidencia. Por mucho que los principales sacerdotes detestaran el título que se le dio a Jesús, no pudieron cambiar lo que Pilato había escrito. El autor también nos dice que posteriormente, muchos judíos leyeron este título porque el lugar de la crucifixión de Jesús estaba cerca de la ciudad (20), es decir, estaba cerca de un área poblada. Cualquiera fuesen las intenciones humanas, la voluntad de Dios prevaleció y Jesús fue exaltado en la cruz como un Rey.

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  • 19:23–24

    3.

    ¿Qué nos enseña este segmento sobre las acciones del hombre y el propósito de Dios?

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    Es horrible leer que luego de crucificar a alguien, los soldados empezaran a apoderarse de las ropas de esa persona (23). No tenían ninguna sensibilidad hacia la agonía de la crucifixión y fueron totalmente ajenos al hecho de que el Hijo de Dios se estaba muriendo por los pecados de la humanidad. Sin embargo, incluso en una escena tan espantosa, vemos la obra de Dios. La Biblia dice que lo que hicieron los soldados en realidad cumplió lo dicho por las Escrituras. El pasaje concluye diciendo: “Y así lo hicieron los soldados” (24), enfatizando que habían cumplido sin darse cuenta las palabras proféticas de las Escrituras.

    Como hemos visto repetidamente en el Evangelio de Juan, Dios siempre tiene control soberano sobre los acontecimientos de la historia. Él usa incluso los actos pecaminosos de los hacedores de la maldad para cumplir su voluntad. Por lo tanto, nuestros corazones pueden descansar seguros en la convicción de que incluso cuando sufrimos injustamente, nunca quedaremos fuera del alcance de los brazos poderosos y amorosos de Dios (Ro 8:28).

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  • 19:25–27

    4.

    Este segmento registra lo último que Jesús hizo en su vida en la tierra. ¿Qué puede aprender de Jesús aquí?

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  • 5.

    Si usted fuera ese discípulo, ¿qué preocupaciones o reservas habría venido a su mente?

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  • 6.

    ¿Por qué cree usted que es significativa la frase “el discípulo a quien él amaba”? ¿Qué nos enseña esto sobre el ser amado por el Señor y el recibir su comisión?

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    La expresión “el discípulo a quien él amaba” sugiere una relación especial con el Señor Jesús. En el Evangelio de Juan vemos que el amor de Dios hacia el hombre se manifiesta en diferentes niveles. Si bien Dios ama a todo el mundo (Jn 3:16), la Biblia también menciona que Jesús amaba a ciertos individuos (Jn 11:5, 13:1). El Señor Jesús mismo nos enseña que aquellos que lo aman y guardan sus mandamientos serán amados por su Padre. Este amor debe distinguirse del amor de Dios hacia la humanidad (Jn 14:21–23).

    Por lo tanto, cuando Jesús le confió al discípulo a quien Él amaba el cuidado de su madre, le estaba dando una comisión especial e importante a alguien especialmente cercano a Él (cf. Jn 13:23–25). Este discípulo se había ganado la total confianza del Señor y su corazón era uno con el del Señor. Fue a tal discípulo a quien Jesús le confió la gran responsabilidad de cuidar a su madre.

    De la misma manera, cuando el Señor nos confía su obra, es una señal de su amor hacia nosotros. Es porque somos sus discípulos amados que tenemos el privilegio de servirlo. En vez de pensar cuán pesadas son estas tareas, debemos apreciar el hecho de que el Señor nos considera dignos de esta responsabilidad.

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  • 7.

    ¿Qué puede aprender usted de la respuesta del discípulo?

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  • 19:28–30

    8a.

    ¿Qué quiso decir Jesús con: “¡Consumado es!”?

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    Aquí, la palabra “consumado” se refiere al cumplimiento de las profecías de las Escrituras con respecto a Jesús (cf. Lc 18:31, 22:37; Jn 19:28; Hch 13:29). Al mismo tiempo, la palabra también denota el haber completado el deber de uno (cf. Lc 2:39, 12:50). Al combinar estas dos nociones de la palabra, entendemos que con “¡Consumado es!”, Jesús proclamó haber cumplido el gran propósito de salvación de Dios a través de su muerte expiatoria, tal como lo habían predicho las Escrituras (cf. Lc 4:46; 1 Co 15:3). Todo lo que Jesús había hecho y sufrido ahora había llegado a buen término. Finalmente había llegado su hora de gloria.

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  • 8b.

    ¿Qué podemos aprender aquí acerca de cómo debemos vivir nuestras vidas?

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  • 19:31–37

    9.

    ¿Por qué uno de los soldados traspasó el costado de Jesús?

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    El soldado no había traspasado el costado de Jesús para ver si había muerto, ya que el versículo 33 nos dice que “lo vieron ya muerto”. La única explicación que la Biblia nos da con respecto a lo que hizo el soldado es: “Pues estas cosas sucedieron para que se cumpliera la Escritura…” (Jn 19:36). Una vez más, aquí vemos a alguien que llevó a cabo la voluntad de Dios involuntariamente.

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  • 10.

    ¿Cuál es la importancia de la sangre y el agua que salió del costado de Jesús? Ver Zac 12:10, 13:1.

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    A través de su muerte, Jesús se convirtió en el cordero de la Pascua que fue sacrificado por los pecados del mundo (Jn 1:35, 36; 1 Co 5:7, 1 P 1:18, 19). La profecía que dice: “No será quebrado hueso suyo” alude al cordero de la Pascua (Ex 12:46; Nm 9:12), y se cumplió en el Señor Jesús en la cruz. Además, así como la sangre del cordero de la Pascua salvó a los israelitas de la muerte, la sangre de Jesús ahora fluía de su costado para salvar al pueblo de Dios a través de la remisión de los pecados (cf. Mt 26:28; Ro 3:25, 5:8, 9; Ef 1:7, 2:13; Heb 9:14, 13:12).

    Sin embargo, cuando el costado de Jesús fue traspasado, junto a la sangre también salió agua. Según 1 Jn 5:6, Jesucristo vino mediante agua y sangre, y el Espíritu es el que da testimonio. El “agua” es una referencia al bautismo (cf. Hch 10:47, 1 P 3:20, 21). Hoy, nuestro Señor Jesucristo nos lava con su sangre a través del agua del bautismo bajo el testimonio del Espíritu. Es por eso que la Biblia se refiere al bautismo cristiano como un lavado (Hch 22:16; cf. Ef 5:25, 26; Tit 3:5) y nos enseña que es necesario para la remisión de los pecados (Hch 2:38, 22:16) y para la salvación (Mc 16:16, 1 P 3:21).

    Esto coincide con la profecía en Zacarías sobre Aquel que es traspasado (Jn 19:37; Zac 12:10). Como lo indica la profecía, el pueblo de Dios mirará al que traspasaron. Esta promesa de salvación a través del Salvador crucificado se cumplió en la cruz. La gente de todas las naciones miraría a Aquel que fue “levantado de la tierra” (Jn 3:14, 8:28, 12:32, 33) y traspasado por sus pecados. En Zacarías 13:1, el profeta declara: “En aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y de la inmundicia”. Relacionando esta profecía con la sangre y el agua que salió del costado de Jesús, queda claro que este evento en la cruz marcó la apertura de la fuente espiritual para la remisión de los pecados, la cual está disponible para nosotros hoy en el bautismo. Así como Eva fue creada de la costilla de Adán (Gn 2:21, 22), hoy los creyentes entran en una nueva vida a través de la fuente que brotó del costado de Jesús: el lavado del bautismo (cf. Jn 3:5; Ro 6:4; Ef 5:25, 26; Col 2:11–13; Tit 3:5).

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  • 11.

    ¿Por qué el autor enfatizó la veracidad de su testimonio?

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    El enfático testimonio del autor sobre la veracidad de su testimonio subraya la gran importancia del evento. Del costado del Señor Jesús se abrió una fuente de limpieza. A través de este evento milagroso se cumplió la promesa de salvación de las Escrituras.

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  • 12.

    ¿Cómo debemos responder ante este testimonio verdadero?

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    Debemos creer (19:35), es decir, creer en el testimonio y, especialmente, creer que el Señor Jesús es el Hijo de Dios y nuestro Salvador.

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  • 13.

    ¿Por qué es este evento significativo para usted personalmente?

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  • 19:38–42

    14.

    ¿Qué tienen en común las descripcione de José de Arimatea y Nicodemo?

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    Ambos mantuvieron en secreto su fe en Jesús (19:38, 39; cf. Jn 3:2, 7:50), aunque la Biblia no lo dice tan explícitamente con respecto a Nicodemo.

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  • 15.

    ¿Por qué estos dos hombres son dignos de elogio?

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    Si bien habían sido seguidores de Jesús en secreto, ahora se presentaron públicamente para tomar el cuerpo de Jesús para sepultarlo. En vista de la atrocidad que los judíos habían cometido contra Jesús y el gran peligro que les sobrevenía a los seguidores de Jesús, lo que hicieron José y Nicodemo fue un gran acto de valentía (Mc 15:43).

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  • 16.

    Según la narrativa, ¿por qué la sepultura de Jesús fue especial?

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    • Jesús fue sepultado por José de Arimatea y Nicodemo, dos hombres prominentes y con autoridad (Lc 23:50; Jn 3:1).
    • La cantidad de mirra y áloe era comparable a la usada para las sepulturas reales (Jn 19:39).
    • Pusieron a Jesús en un sepulcro nuevo, en el cual aún no se había puesto a nadie (Jn 19:41; Lc 23:53).

    Un entierro tan majestuoso y honorable no era común para alguien que fue cruificado.

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