Contexto

El presente pasaje narra en detalle una señal que el Señor realizó en Galilea: la alimentación de una multitud. Aunque Jesús se retiró al monte cuando supo que la gente lo quería hacer rey por la fuerza, la multitud lo persiguió fervientemente hasta hallarlo en Capernaúm. En respuesta, Jesús les enseñó que Él era el pan de vida y que debían creer en Él.

Versículo clave

(6:35)

¿Sabía usted que...?

1. Doscientos denarios (6:7): un denario era aproximadamente el salario de un día de trabajo (Mt 20:2).

Esquema

Análisis general

  • 1.

    ¿Cuáles son los dos milagros que se narran en este pasaje?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    • La alimentación de la gran multitud (6:5–15)
    • Jesús camina sobre el mar e hizo que la barca llegara en seguida a su destino (6:16–21)
    Ocultar respuesta

  • 2a.

    Compare los dos milagros en los siguientes aspectos: El contexto

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    La alimentación de la multitud ocurrió en la montaña (6:2), mientras que el caminar sobre el mar aconteció en el Mar de Galilea (6:1, 16).

    Ocultar respuesta

  • 2b.

    La necesidad

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    El primer milagro fue para alimentar a los seguidores de Jesús (6:5). En el segundo milagro, Jesús caminó sobre el mar hacia los discípulos porque éstos tenían dificultades para remar contra el viento.

    Ocultar respuesta

  • 2c.

    Quién atestiguó el milagro

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    La multitud y los discípulos atestiguaron el primer milagro, mientras que sólo los discípulos vieron a Jesús caminar sobre el mar.

    Ocultar respuesta

  • 2d.

    La respuesta al milagro

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Las personas que presenciaron el primer milagro trataron de hacer rey a Jesús por la fuerza (6:14, 15). Los discípulos querían recibir (traducción literal) a Jesús en la barca (6:21).

    Ocultar respuesta

  • 2e.

    ¿Qué enseña cada milagro acerca de Jesús?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    El milagro de la alimentación demuestra que el Señor Jesús es nuestro proveedor supremo, mientras que el milagro de caminar sobre el mar demuestra que Él tiene poder sobre todas las cosas, ve nuestras luchas y es capaz y está dispuesto a llevarnos a través de ellas.

    Ocultar respuesta

Análisis del segmento

  • 6:1–15

    1a.

    ¿Por qué la multitud seguía a Jesús?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    La multitud seguía a Jesús por los milagros que hacía en los enfermos (6:2).

    Ocultar respuesta

  • 1b.

    ¿Es correcto seguir a Jesús por esta razón? Explique.

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    No está mal acercarse al Señor por los milagros que vemos. Sin embargo, el propósito de las señales es que desarrollemos fe en el Señor (cf. 2:11; 4:53, 54). Como veremos más adelante en la historia, la multitud no creía en Jesús como el dador de la vida eterna, sino que simplemente quería ser alimentado y satisfacer su carne. Si buscamos a Jesús sólo por los beneficios de la vida terrenal pero no estamos dispuestos a confiar en Él ni a obedecerlo como nuestro Salvador, entonces lo estamos siguiendo por los motivos equivocados.

    Ocultar respuesta

  • 2.

    ¿Cómo nos transmite el pasaje de que el milagro de la alimentación fue algo grandioso?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    • La respuesta de Felipe indica que aun teniendo una gran suma de dinero, habría sido imposible dar un poco de comida a cada persona (6:7).
    • El comentario de Andrés sobre los cinco panes y los dos pescados, “¿qué es esto para tantos?” (6:9), subraya cuán milagroso fue que Jesús alimentara a tanta gente con una cantidad tan pequeña de alimentos.
    • Jesús y los discípulos dejaron que la gente tomara “cuanto querían” (6:11). Esto demuestra que a Jesús no le preocupaba que la comida se agotara.
    • La multitud no sólo tuvo suficiente, sino que sobraron tantos restos que llenaron doce cestas (6:12, 13).
    Ocultar respuesta

  • 3.

    ¿Por qué Jesús probó a Felipe?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Jesús quería que los discípulos reconocieran y confiaran en que Él era el Señor soberano. La respuesta de Felipe sugiere que aún no sabía que podía recurrir a Jesús cuando se encontraba ante una situación difícil. Pero el hecho de que el Señor lo probara, así como el repetido enfoque en los doce discípulos en todo el capítulo (cf. 6:16–21; 66–71), nos dice que una de las mayores preocupaciones de Jesús era ayudar a los discípulos a crecer en su fe.

    Ocultar respuesta

  • 4.

    ¿Por qué la Biblia se refirió a este milagro como una señal (v. 14)?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Por definición, una señal es un indicador. El milagro de Jesús sirvió para un mayor propósito más allá del milagro en sí. Su objetivo final es que podamos creer en Jesús y tener vida eterna (Jn 20:30, 31). La alimentación de la multitud no sólo era para saciar el hambre de las personas, sino para hacerles creer que el Señor Jesús es el pan de vida, como lo revela el siguiente discurso.

    Ocultar respuesta

  • 5.

    ¿Qué puedes decir acerca de la gente al observar su reacción ante la señal? (14, 15)?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Aunque consideraban que Jesús era el profeta de Dios (cf. Dt 18:15), esperaban que fuera un líder terrenal. Querían hacerlo rey, incluso por la fuerza. Su fervor muestra que el milagro los había convencido de que Jesús tenía el poder para protegerlos y proveer para ellos. Este era el tipo de líder que ellos querían. Pero claramente, ellos no creían que Jesús fuera el redentor y el dador de la vida eterna. Jesús, conociendo el concepto erróneo que tenían acerca de su identidad y misión, no se acató a su deseo, sino que se retiró solo al monte.

    Ocultar respuesta

  • 6:16-21

    6.

    Describa una experiencia en la que se afanó sin éxito hasta que el Señor vino a su auxilio.

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    (La respuesta está vacía)
    Ocultar respuesta

  • 7.

    ¿Por qué las palabras de Jesús, “yo soy”, fueron tan reconfortantes?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    1) “Yo soy” es una declaración única de Jesús que revela su identidad como Dios (cf. Jn 8:24, 28, 58, 13:19, 18:5, 6, 8; Ex 3:14; Is 43:10, 11). Debido a que Él es el Señor soberano, su presencia misma era la mejor garantía para los discípulos.

    2) Quizás la razón más inmediata era que Jesús simplemente estaba calmando el temor de los discípulos. Ellos estaban aterrorizados al ver a alguien caminar sobre el mar. Creían que era un fantasma (cf. Mt 14:26; Mc 6:49). Sin embargo, Jesús calmó sus temores al hacerles saber que lo que estaban viendo era Él, su Señor.

    Ocultar respuesta

  • 8.

    Comparte una ocasión similar en la que usted también recibió al Señor con gusto (21).

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    (La respuesta está vacía)
    Ocultar respuesta

  • 6:22–29

    9.

    Explique si el versículo 26 contradice el versículo 2. ¿Cuál fue la razón por la que la gente seguía a Jesús?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    La multitud siguió a Jesús porque había visto las señales que había hecho (6:2). Sin embargo, cuando buscaron fervientemente a Jesús luego del milagro de la alimentación, Jesús reveló la otra motivación de ellos. Ellos buscaban a Jesús para saciar su hambre. En cierto sentido, ellos todavía buscaban a Jesús por las señales. Pero Jesús señaló en 6:26 que su deseo de ser alimentados físicamente les había impedido darse cuenta de que las señales estaban para guiarlos a creer que Jesús era el dador de la vida eterna.

    Ocultar respuesta

  • 10a.

    ¿Cuál es la comida que permanece para vida eterna?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    • Las palabras del Señor Jesús (6:63, 68).
    • La carne y la sangre de nuestro Señor Jesús (6:51, 53–58; véase la explicación de esta expresión en la siguiente lección).
    Ocultar respuesta

  • 10b.

    ¿Cómo debemos trabajar por la comida que permanece para vida eterna?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Debemos venir al Señor Jesús y creer en Él (6:29, 40, 44, 47). Creer en el Señor significa confiar en y obedecer sus palabras, sabiendo que Él es el Cristo, el Hijo del Dios viviente (6:67–70; cf. 1 Jn 2:6, 24; Mt 28:20). A diferencia de aquellos que sólo se preocupan por sus necesidades físicas actuales, debemos buscar primero el reino de Dios y su justicia (Mt 6:31–33). “Y el mundo pasa, y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Jn 2:17).

    Ocultar respuesta

  • 6:30–40

    11a.

    ¿Qué dice la pregunta que hizo la gente en el versículo 30 sobre ellos?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    A pesar de todos los milagros que Jesús había hecho, incluyendo la alimentación de la multitud, los corazones de la gente aún estaban endurecidos. El Señor quería que entendieran que la señal de la alimentación de la multitud apuntaba hacia Él como el dador de la comida que permanece para vida eterna. Sin embargo, esta gente no entendió el mensaje del Señor y no creyeron en Él. Lo que dijeron en el versículo 31 sugiere que probablemente esperaban recibir del Señor un continuo suministro de alimentos para creer en Él.

    Ocultar respuesta

  • 11b.

    ¿Qué dice esto acerca de la actitud correcta que debemos tener al creer en el Señor?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Debemos creer en el Señor Jesús según sus términos, no según los nuestros. Estas son dos actitudes completamente diferentes. La multitud sólo creería si su demanda era satisfecha y si Jesús les seguía alimentando. Esto equivale a tentar al Señor. No es una fe verdadera. La fe verdadera requiere que nos sometamos al Señor Jesús con humildad y que seamos obedientes hasta el final.

    Ocultar respuesta

  • 12.

    ¿De qué manera Jesús es el pan de vida?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    A través de su sacrificio personal, el Señor Jesús se ha convertido en la fuerte de salvación eterna para aquellos que lo obedecen (Heb 5:9). Así como el pan sustenta la vida de una persona, nuestro Señor Jesús y todo lo que nos provee pueden sustentar nuestra vida espiritual (Jn 6:35, 14:19; Ro 6:23; Col 3:4; 2 Ti 1:10; 1 Jn 5:12). Un ejemplo específico es que el Espíritu Santo que nos ha dado nos renueva y fortalece continuamente para que nuestra fe no falte (Jn 7:37–39; Ef 3:16; Tit 3:5).

    Ocultar respuesta

  • 13.

    ¿Qué promesas hace el Señor Jesús aquí?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    • “El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed jamás” (6:35).
    • “Al que a mí viene, no le echo fuera” (6:37).
    • “Todo aquel que ve al Hijo y cree en Él [tiene] vida eterna; y yo lo resucitaré en el día final” (6:40).
    Ocultar respuesta

  • 14.

    ¿Cómo ha experimentado la plenitud que el Señor ha prometido?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    (La respuesta está vacía)
    Ocultar respuesta

  • 15.

    ¿Qué enseña Jesús sobre el Padre en este segmento?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    • El Padre es el que da el verdadero pan del cielo (6:32).
    • Todo lo que el Padre da a Jesús, vendrá a Jesús (6:37).
    • Jesús descendió del cielo para hacer la voluntad del Padre (6:38).
    • La voluntad del Padre es que Jesús no pierda nada de todo lo que el Padre le ha dado, sino que lo resucite en el día final (6:39).
    • La voluntad del Padre es que todo aquel que ve al Hijo y cree en Él tenga vida eterna (6:40).
    Ocultar respuesta