Contexto

Cuando lo que dijo e hizo Jesús llegó a los oídos de los escribas, ellos se quejaron entre sí. Ellos rechazaron a Jesús por sus palabras y porque se asociaba con los pecadores. Su oposición creció hasta el punto de acusar abiertamente a Jesús de estar poseído por el demonio (3:22) y conspiraron para matarlo (3:6).

Versículo clave

(2:17)

¿Sabía usted que...?

1. Jesús probablemente estaba enseñando en la casa de Simón. Los techos de las casas solían estar hechos de vigas de madera con paja y tierra compactada para protegerse de la lluvia. A veces se colocaban azulejos entre las vigas y la paja, y luego se echaba tierra sobre ellos. Para acceder al techo, se usaba una escalera exterior. [ref] La familia podía dormir allí y usarlo como una sala de estar durante el día. También se lo podía usar como un lugar de almacenamiento, donde se ponían a secar al sol las uvas, los higos y el lino. [ref]

2. Blasfemia (2:7): del griego blasphemeo, que significa “calumniar”. Generalmente se la usa en el sentido de difamar a Dios. [ref] En general, existen dos tipos de blasfemias: uno es cuando se atribuye el mal a Dios o cuando se le niega la gloria y la alabanza. El otro es cuando se proclama que una criatura es Dios. El castigo para la blasfemia era la muerte por lapidación. [ref]

3. Leví (2:14): el otro nombre de Mateo (Mt 9:9), autor del primer libro del Nuevo Testamento.

4. Publicanos (2:15): judíos del lugar empleados por contratistas de impuestos romanos para recaudar impuestos. Dado que ellos trabajaban para Roma y a menudo demandaban pagos irrazonables, los publicanos eran generalmente odiados y se los consideraban traidores. [ref] A cada publicano se le asignaba un puesto de recaudación, el cual entraba en contacto diariamente con toda clase de gente, incluyendo los gentiles, [ref] que muchos judíos despreciaban.

5. Fariseos (2:16): literalmente, ” los separados”. Eran maestros en las sinagogas, ejemplos religiosos a los ojos del pueblo y se autoproclamaban ser los guardianes de la ley y su debida observancia. Ellos consideraban que las interpretaciones y las regulaciones dictadas por la tradición eran tan autoritativas como las Escrituras. [ref]

Esquema

  • Jesús sana a un paralítico
  • Jesús enseña a la multitud
  • Cuatro hombres bajan a un paralítico por el techo
  • Jesús perdona los pecados del paralítico
    (2:5)
  • Los escribas se quejan
  • Jesús contradice a los escribas y sana al paralítico
  • Llamamiento de los pecadores
  • Jesús enseña a la multitud
  • Jesús llama a Mateo y come con los publicanos y pecadores
  • Los escribas se quejan
  • Jesús contradice a los escribas

Palabras/frases claves

, , , , , ,

Análisis general

  • 1.

    Consulte el esquema del pasaje. ¿En qué se asemejan los eventos de los versículos 1-12 y 13-17?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Ambos poseen un patrón similar: 1) Jesús enseña a la multitud. 2) Jesús muestra su compasión y poder a los pecadores (al paralítico y a Leví/Mateo y los publicanos). 3) Los escribas acusan a Jesús de una seria violación (blasfemia y comer con los pecadores). 4) Jesús contradice inmediatamente a los escribas.

    Ocultar respuesta

Análisis del segmento

  • 2:1-12

    1.

    ¿Por qué estaban en la casa las siguientes personas?: a. Jesús, b. La multitud, c. Escribas

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    a. Jesús: estaba predicando la palabra.

    b. La multitud: vinieron a ver a Jesús, tal vez buscaban sanidad y milagros (Mc 1:32), tal vez para escuchar la palabra de Dios.

    c. Escribas: probablemente para juzgar a Jesús, para ver por qué atraía a la multitud (6).

    Ocultar respuesta

  • 2a.

    ¿Quién o qué impidió que los cuatro hombres llevaran al paralítico a Jesús?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    La multitud dentro y fuera de la casa (2, 4), los escribas que estaban sentados adentro (6), el techo (4).

    Ocultar respuesta

  • 2b.

    ¿En qué se equivocaron los escribas? ¿Qué hubiera hecho usted de haber estado entre la multitud?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    La multitud tuvo que haber notado a los cuatros hombres que cargaban al paralítico. Podrían haberlos dejado pasar. Alguien podría haberle avisado a Jesús. Pero nada de esto sucedió. Ellos sólo se preocuparon de ver a Jesús ellos mismos. Los escribas estaban allí para juzgar a Jesús. Básicamente le quitaron el lugar a alguien que realmente quería escuchar la palabra.

    Ocultar respuesta

  • 2c.

    ¿Qué dificultades tenemos hoy para pedirle ayuda a Jesús? ¿En qué sentido sería usted un obstáculo para alguien que quiere venir a Cristo?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    (La respuesta está vacía)
    Ocultar respuesta

  • 3a.

    El versículo 5 dice: “Al ver Jesús la fe de ellos”. ¿Cómo mostró el paralítico su fe? ¿Cómo mostraron los cuatro hombres su fe?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    El hecho de que Jesús haya perdonado los pecados del paralítico es una prueba indirecta de que éste tenía fe, ya que nosotros somos justificados por nuestra fe (Ro 3:28). Además, el paralítico permaneció en silencio todo el tiempo y simplemente obedeció a Jesús (11-12). Él vio la fe de sus cuatro amigos y dejó que lo ayudaran. A pesar de los obstáculos, los cuatro hombres no se dieron por vencidos (mucha gente bloqueaba la entrada; tuvieron que buscar cuerdas para bajar al paralítico). Ellos incluso tomaron el riesgo de enfadar al dueño de la casa y a la multitud al desarmar el techo y crear un alboroto para bajar al paralítico dentro de la casa.

    Ocultar respuesta

  • 3b.

    ¿Cómo le muestra su fe a Jesús?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    (La respuesta está vacía)
    Ocultar respuesta

  • 3c.

    ¿Qué podemos aprender de los cuatro hombres que trajeron a alguien a Cristo?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Así como la fe de los cuatro hombres desempeñó un papel importante en la sanación del paralítico, nuestra fe en el Señor también es esencial para que la gente que traemos a Cristo experimente la gracia de Dios. El Señor no sólo se fija en la fe de la persona necesitada, sino también en la fe de aquellos que ayudan a esta persona. Así que cuando ayudamos a alguien, debemos confiar y creer en la misericordia y el poder de Dios.

    Las acciones que acompañaron la fe de estos cuatro hombres son verdaderamente notables. Debido a su fe, ellos estaban dispuestos a enfrentar todos los problemas que se les presentaran para llevar al paralítico a Jesús. Asimismo, nuestra fe se manifiesta cuando estamos dispuestos a invertir nuestro tiempo, dinero, pensamientos y energía en ayudar a las personas que tienen necesidades espirituales. Dios reconoce y responde a esta clase de fe.

    Ocultar respuesta

  • 4.

    ¿Cuáles son sus debilidades/defectos? ¿Cómo podría un hermano o hermana en Cristo ayudarlo a superarlos?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    (La respuesta está vacía)
    Ocultar respuesta

  • 5a.

    ¿Por qué Jesús primero perdonó los pecados del paralítico (5)?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Jesús vino para predicar (Mc 1:38) y llamar a los pecadores (17). Era más importante perdonar los pecados de una persona para que su alma fuera salva. Sin embargo, Jesús también tiene compasión de nuestros sufrimientos (Mc 1:41) y sana nuestras enfermedades para demostrar que tiene autoridad para perdonar pecados (10). (Esto insinúa que a veces una enfermedad es causada por nuestros pecados [Stg 5:15]).

    Ocultar respuesta

  • 5b.

    ¿Qué estaba declarando Jesús implícitamente al perdonar los pecados del paralítico?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Estaba declarando que Él era Dios, ya que sólo Dios puede perdonar pecados (7). Esta fue la razón por la cual las palabras de Jesús ofendieron a los escribas.

    Ocultar respuesta

  • 5c.

    ¿Qué demostró la sanación del paralítico?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    El poder divino de Jesús para sanar demostró que Él también tenía el poder divino para perdonar pecados (10). Además, demostró que Jesús era en verdad Dios, el único que puede perdonar pecados.

    Ocultar respuesta

  • 6.

    ¿Son necesarios los milagros para mantener su fe o para predicar a otros?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    La Verdadera Iglesia de Jesús es testigo de muchas señales y milagros. No obstante, debemos tener las prioridades correctas. Al igual que la multitud, a veces nos sorprendemos más por las bendiciones terrenales (sanación) que por la misericordia espiritual (perdón de pecados). Jesús nos dice la obra más grande y más poderosa es el perdón de los pecados (9). Debemos buscar las bendiciones espirituales más grandes.

    Los tres amigos de Daniel creyeron que Dios haría un milagro y los salvaría del horno de fuego. No obstante, ellos también dijeron: “Y si no, has de saber, oh rey, que no serviremos a tus dioses ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado” (Dn 3:18). Ellos sabían que obedecer a Dios era más importante que cualquier otra cosa.

    Ocultar respuesta

  • 7.

    ¿Qué revela el versículo 8 acerca de Jesús?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Jesús era capaz de percibir en su espíritu lo que pensaban los escribas en sus corazones. Este poder sobrenatural muestra que Él venía de Dios, dado que sólo el Espíritu de Dios puede sondear y percibir los pensamientos secretos del hombre.

    Ocultar respuesta

  • 2:13-17

    8.

    ¿En qué se asemeja el llamamiento de Mateo al de Simón, Andrés, Jacobo y Juan (cf. 1:16-20)?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    En ambos casos, las personas en cuestión estaban en sus puestos de trabajo cuando Jesús los llamó. Jesús dijo: “Sígueme”, y ellos lo siguieron. Dado que Mateo siguió a Jesús tan rápido como lo hicieron los pescadores, es probable que él también ya había escuchado hablar de Jesús (cf. Lección 3, Pregunta 3).

    Ocultar respuesta

  • 9a.

    ¿Qué fue lo que dejó Mateo al seguir a Jesús? Compárelo con lo que dejaron los pescadores.

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Mateo renunció a un trabajo rentable. Los pescadores también renunciaron a un trabajo rentable. El trabajo de Mateo hizo que fuera el blanco del odio. El trabajo de los pescadores era respetable. Muchas veces, Dios nos hace salir del statu quo para hacer un cambio en nuestras vidas. A veces esto significa dejar atrás ciertas comodidades. A veces esto significa tener la determinación de superar nuestros defectos.

    Ocultar respuesta

  • 9b.

    ¿Qué ha dejado atrás para seguir a Cristo? ¿Qué ha ganado?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    (La respuesta está vacía)
    Ocultar respuesta

  • 10.

    En el versículo 15, Marcos menciona “muchos publicanos y pecadores”. ¿Es esta una referencia despectiva? ¿Por qué sí o por qué no?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    No es despectiva. El mismo Mateo usa la misma descripción (Mt 9:10). El hecho de que Jesús comió con ellos muestra que Él no los despreciaba. En este caso, la Biblia simplemente está mencionando un hecho, sin ningún sentido de condenación. Todos somos pecadores: “[P]or cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Ro 3:23). Debemos confesar que somos pecadores antes de que podamos creer y arrepentirnos.

    Ocultar respuesta

  • 11a.

    En el versículo 17, ¿quiénes eran los “justos”? ¿Quiénes eran los “pecadores”?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Los “justos” eran los escribas que se creían justos y menospreciaban a otros. Jesús no los llamó porque ellos ya habían rechazado su mensaje. Los “pecadores” eran aquellos que se humillaban y seguían a Jesús.

    Ocultar respuesta

  • 11b.

    ¿Alguna vez ha menospreciado a alguien? ¿Por qué?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    (La respuesta está vacía)
    Ocultar respuesta

  • 11c.

    ¿Qué nos enseñan las palabras de Jesús acerca de cómo debemos vernos a nosotros mismos para recibir su gracia?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Si bien todos tenemos necesidad de Dios, no todos reconocemos esa necesidad. Todos somos pecadores, pero Jesucristo sólo sana a aquellos que se consideran pecadores, no a aquellos que se consideran justos. Así que es importante confesar con humildad que necesitamos a Dios y que no somos dignos de su gracia para recibir la sanación espiritual de Cristo (cf. Lc 18:9-14; Jn 9:39-41; Stg 4:6).

    Ocultar respuesta