Contexto

El ministerio de Jesús en Galilea estaba por concluir. A través de lo que había hecho, su naturaleza divina se hacía más evidente. No obstante, los fariseos continuaron tentándolo y le pidieron una señal del cielo.

Versículo clave

(8:12)

¿Sabía usted que...?

1. Griega (7:26): la mujer no provenía de Grecia, sino una gentil por cultura y religión. [ref] Mateo se refiere a la mujer como cananea, llamándola por su nacionalidad. [ref]  Es muy probable que Jesús le hubiera hablado en griego. [ref]

2. Sirofenicia (7:26): habitante de Fenicia, la cual en los tiempos del Nuevo Testamento formaba parte de la provincia romana de Siria. [ref]

3. Perros (7:27): los perros salvajes en Siria se asemejan a los chacales—carroñeros nocturnos. En los tiempos bíblicos, y en muchas culturas, llamar a alguien “perro” era un gran insulto. [ref]

4. “¡Efata!” (7:34): una expresión aramea que podría haber indicado que el hombre no era gentil. [ref]

5. Canastas (8:8): una cesta grande (spuris), diferente de las que se mencionan en Marcos 6:43. Es más parecido a un cesto enorme, cuyo tamaño era lo suficientemente grande como para contener a una persona (cf. Hch 9:25). [ref]

6. Dalmanuta (8:10): también llamada Magdala o Magadán, ciudad natal de María Magdalena. Probablemente se encontraba al sur de Genesaret. [ref]

7. Levadura (8:15): la levadura tuvo un papel importante, no sólo en la elaboración de pan, sino también en la ley, los ritos y las enseñanzas religiosas. La levadura se producía a partir de harina de pan amasada sin sal que se conservaba hasta que fermentara. [ref] La levadura no crece sino que permea la masa. Sólo se necesita una pequeña cantidad para hacer crecer la masa. [ref]

Esquema

  • Sanación de la hija de una mujer sirofenicia
  • Una mujer le pide a Jesús que expulse al demonio que atormenta a su hija
  • Jesús se rehúsa
  • La mujer insiste
  • Jesús expulsa al demonio
  • Sanación de un hombre sordo
  • La gente le trae un sordo a Jesús
  • Jesús restaura la audición del hombre
  • La gente esparce las noticias, a pesar de las instrucciones de Jesús
  • Alimentación de los cuatro mil
  • Jesús les dice los discípulos que tienen que alimentar a la gente
  • Jesús alimenta a la multitud con siete panes y unos pocos peces
  • Los fariseos cuestionan a Jesús
  • Los fariseos piden una señal
  • Jesús se rehúsa
  • Jesús advierte a los discípulos
  • Jesús da una explicación usando los milagros de los panes
  • Sanación de un hombre ciego
  • La gente le trae un ciego a Jesús
  • Jesús restaura la vista del hombre
  • Jesús le dice al hombre que se vaya a casa

Análisis general

  • 1.

    ¿En qué se diferencian los milagros registrados en 7:24-30, 7:31-37 y 8:22-26 de los otros milagros?

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    A través de estos milagros, Jesús demostró más poder que antes. Con una palabra, Jesús echó fuera el demonio que estaba en la hija de la mujer sirofenicia, aunque en ese momento no se encontraba en la casa de la mujer. En la sanación del sordo y del ciego, en vez de sanarlos en público, Jesús los apartó de la multitud. Además, hizo algo más que imponer sus manos sobre ellos: usó su saliva.

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  • 2.

    ¿Qué señales le pide usted a Dios?

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Análisis del segmento

  • 7:24-30

    1.

    ¿Qué importancia tenía el trasfondo étnico y cultural de la mujer (7:26)?

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    Ella venció el prejuicio que existía entre los judíos y los gentiles (cf. Jn 4:9). Aunque ella era una gentil, demostró tener más fe y entendimiento que los discípulos.

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  • 2.

    ¿Qué quiso decir la mujer con la respuesta que dio (7:28)?

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    La misericordia de Dios es lo suficientemente grande como para satisfacer a los hijos y a los perros. Si ella era tan insignificante como un perro, se satisfacía con recibir tan sólo un poquito del poder de Dios.

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  • 3.

    ¿Qué aspecto de la mujer es digno de elogio?

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    La mujer era persistente (cf. Mt 15:22-23). No le demandó a Jesús que actuara de cierta forma (como imponer las manos sobre su hija [5:23]). Tampoco tomó las riendas de la situación en sus propias manos (como la mujer que sufría de flujo de sangre [5:27]). Lo único que hizo fue postrarse a los pies de Jesús y suplicarle. Ella no sólo entendió lo que quiso decir Jesús (superó a los discípulos en este aspecto), sino que le respondió con humildad y sabiduría. No le importó que Jesús la llamara “pero”, con tal de que su hija se curara. También demostró tener mucha fe. Cuando Jesús le dijo que se fuera a su casa, ella se fue sin hacer otra pregunta.

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  • 4.

    Generalmente, Jesús era amable con la gente que venía a Él. ¿Por qué insultó a la mujer (cf. 7:27)?

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    Una respuesta posible es que Jesús le habló a la mujer de acuerdo a su fe. Se dirigió a ella con palabras duras porque ella tenía una fe y una humildad tan extraordinarias que era capaz de superar todo obstáculo. Dios no nos dejará ser probados más de lo que podemos soportar (1 Co 10:13). Luego de esta conversación, la fe y el entendimiento de la mujer acerca de Jesús debieron haber crecido. De hecho, siendo gentil, su gran fe sirvió como testimonio contra los muchos judíos incrédulos.

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  • 5.

    ¿Qué representa cada uno de los siguientes? a. Hijos; b. Pan; c. Perros; d. Migajas

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    a. Hijos: los judíos, “las ovejas perdidas de la casa de Israel” (Mt 15:24)

    b. Pan: la misericordia de Dios; Jesucristo (Jn 6:33-35)

    c. Perros: los gentiles

    d. Migajas: las sobras; lo que no quieren los hijos

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  • 6.

    ¿Qué nos enseña esta parábola acerca del plan de salvación de Dios?

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    En el Antiguo Testamento, los israelitas eran el pueblo escogido de Dios. Aunque Jesús nunca se abstuvo de salvar a los gentiles, centró su ministerio en los judíos. En ese momento, los gentiles sólo recibían una pequeña parte de la gracia de Dios, tal como las migajas que caían de la mesa. No obstante, al igual que los fariseos y los escribas, no todos los judíos creían en Jesús (Ro 10:16).

    Dios quiere que todos sean salvos (1 Ti 2:4). Él es el Dios tanto de los judíos como de los gentiles (Ro 3:29). Jesús ordenó a sus discípulos que predicaran el evangelio “hasta lo último de la tierra” (Hch 1:8). Pedro tuvo una visión que le indicaba predicar a los gentiles (Hch 10:34-35). Hoy en día, todos los creyentes son el pueblo escogido de Dios (Col 3:12, 1 P 2:9), con las mismas bendiciones y responsabilidades que los israelitas.

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  • 7:31-37

    7.

    Las preguntas de esta sección están combinadas con 8:22-26.

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  • 8:1-9

    8.

    ¿Por qué Jesús esperó tres días antes de alimentar a la multitud? ¿Qué nos enseña esto acerca de esperar a Dios?

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    Quizás era una prueba. Conforme maduramos en la fe, Dios nos da lecciones más difíciles. Él nos hace esperar más, para ver si seguiremos confiando en Él. Muchas personas estaban hambrientas (8:2-3), pero no se fueron. Jesús era consciente de esto. En el momento adecuado, Él los alimentó hasta que estuvieron saciados, así como cuando alimentó a los cinco mil. Además, nótese que Jesús tampoco comió nada en tres días; Él sufre con nosotros.

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  • 9.

    ¿Qué le dice la pregunta de los discípulos en 8:4 acerca de su fe?

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    Parecían haber olvidado que Jesús una vez alimentó a cinco mil hombres con cinco panes y dos peces. Aún no habían hecho la conexión entre los milagros de Jesús y su naturaleza divina. Como dijo Jesús, sus corazones todavía estaban endurecidos.

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  • 10.

    Compare la alimentación de los cuatro mil con la de los cinco mil (Mc 6:35-44). ¿En qué caso la multitud estaba más hambrienta? ¿En cuál hubo más sobras? ¿Qué nos enseña esto?

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    Los cinco mil estuvieron con Jesús por menos de un día, mientras que los cuatro mil estuvieron con Jesús por tres días sin nada para comer. Jesús premió aquellos que tuvieron más fe con mayores bendiciones. Las sobras que recogieron en el caso de los cinco mil fueron doce cestas de 7.5 litros cada una (cf. Lección 11, ¿Sabía usted que…? 4), mientras que en el de los cuatro mil se recogieron siete canastas, cada una del tamaño de un hombre. Jesús les dio suficiente comida como para que se lo llevaran en el camino a casa (3). Aunque Dios nos prueba de acuerdo a nuestra fe, Él también nos abastece según nuestras necesidades.

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  • 8:10-21

    11.

    La siguiente es una lista parcial de las “señales del cielo” (8:11) halladas en el Antiguo Testamento. Al lado de cada una de ellas, escriba una señal similar que se usó para probar la naturaleza divina de Jesús (cf. Mt 3:11, 28:2; Mc 1:11, 9:7; Lc 1:28, 2:10; Jn 6:33-35, 51, 12:28, 20:12).

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    a. Ángel (Gn 22:11, 2 R 6:17): el nacimiento de Jesús (Lc 1:28, 2:10); la resurrección de Jesús (Mt 28:2; Jn 20:12)

    b. Pan (Ex 16:4): el cuerpo de Jesús (Jn 6:33-35, 51)

    c. Fuego (Ex 19:18; 1 R 18:38, 2 Cr 7:1): el Espíritu Santo de Jesús (Mt 3:11)

    d. Voz (Ex 19:19; Dn 4:31): el bautismo de Jesús (Mc 1:11); la transfiguración de Jesús (Mc 9:7); la crucifixión de Jesús y la gloria venidera (Jn 12:28)

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  • 12.

    ¿Por qué era una “prueba” (8:11 NVI) el pedirle una señal a Jesús?

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    Los fariseos no habían venido a Jesús para pedirle ayuda, sino para acusarlo. Ellos vinieron, “comenzaron a discutir con él, pidiéndole señal del cielo para tentarlo” (o “para ponerlo a prueba” 8:11 NVI). Esto implica que ellos aún no creían que los milagros de Jesús eran una señal del cielo (cf. 3:22). Sus preguntas hacen eco a la primera tentación del diablo a Jesús (Mt 4:3, 6).

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  • 13.

    ¿A qué se refiere “esta generación” (8:12)?

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    A aquellos que rechazaron el consejo de Dios (Lc 7:30-35), incluyendo los fariseos.

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  • 14.

    ¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo: “No se dará señal a esta generación” (8:12)?

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    Antes y después de esto, Jesús realizó innegables milagros, y los fariseos igual no creían. Además, ellos no se dieron cuenta de que Jesús encarnaba todas las señales y milagros del cielo; Jesús es la única señal dada. A través de Jesucristo, recibimos el milagro más grande—el perdón de nuestros pecados (Lc 11:29-30, 32). A aquellos que rechazan a Jesús sin dudarlo, no se les dará ninguna señal. Con respecto a ellos, Dios dijo: “Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, pero no comprendáis” (Is 6:9).

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  • 15.

    ¿Qué eran la levadura de los fariseos y la levadura de Herodes (8:15)? (cf. Mt 16:12; Lc 12:1; 1 Co 5:6, 8)

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    Sus enseñanzas, su hipocresía, su vieja naturaleza, su malicia y su perversidad.

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  • 16.

    ¿Por qué Jesús les recordó a los discípulos específicamente de las sobras? ¿Qué tienen que ver estos dos milagros con la levadura?

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    Jesús aprovechó la oportunidad para advertir a los discípulos sobre la levadura de los fariseos (7:6:9) y la de Herodes (6:14-29). Es más importante resguardarnos de las falsas enseñanzas y de la vida pecaminosa que preocuparnos por llenar nuestros estómagos. Sin embargo, los discípulos estaban tan preocupados por no tener pan que no entendieron.

    Jesús no reprendió a los discípulos por no haber llevado pan. Pero los discípulos vieron solamente el hecho que tenían un solo pan para repartir entre todos. ¿Acaso Jesús no era capaz de alimentarlos usando ese único pan?

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  • 17.

    ¿Qué nos enseña la discusión de los discípulos (8:16) acerca de la interpretación de la Biblia?

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    Los discípulos estaban madurando en su fe. En vez de entrar en pánico, se pusieron a discutir sobre lo que dijo Jesús, tratando de entender lo que en realidad quiso decir. Cuando estudiamos la palabra de Dios, es bueno compartir nuestras interpretaciones con los demás. Los discípulos llegaron a la conclusión equivocada, y Jesús los corrigió. Cuando estudiamos la Biblia, también es importante contar con la orientación adecuada de creyentes que tienen más experiencia y del Espíritu Santo.

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  • 7:31-37, 8:22-26

    18a.

    Compare la sanación del hombre sordo en 7:31-37 con la sanación del hombre ciego en 8:22-26. Escriba la secuencia de eventos de cada milagro en el Cuadro E que se encuentra a continuación.

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    Sanación del hombre sordo Sanidad del Hombre Ciego
    La gente lleva al hombre a Jesús (7:32).

    Le piden a Jesús que ponga sus manos sobre él (7:32).

    Jesús aparta al hombre de la multitud (7:33).

    Jesús mete sus dedos en los oídos del hombre, escupe y toca su lengua (7:33).

    Jesús gime y dice: “¡Efata!” (7:34).

    El hombre recupera su audición (7:35).

    Jesús les manda a que no se lo digan a nadie (7:36).

    La gente divulga el milagro (7:36-37).

    La gente lleva al hombre a Jesús (8:22).

    Le piden a Jesús que lo tocara (8:22).

    Jesús saca al hombre fuera de la aldea (8:23).

    Jesús escupe en los ojos del hombre y pone sus manos sobre él (8:23).

    Jesús le pregunta si ve algo (8:23).

    El hombre recupera parcialmente la vista (8:24).

    Jesús pone sus manos sobre los ojos del hombre de nuevo (8:25).

    El hombre recupera la vista (8:25).

    Jesús envía al hombre a su casa y le dice que no se lo diga a nadie (8:26).

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  • 18b.

    ¿En qué se asemejan estos dos eventos? ¿En qué se diferencian? ¿Qué nos dicen estas similitudes y diferencias acerca de compartir nuestros testimonios con los demás?

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    Los dos eventos son muy similares. De la misma manera, nuestra fe es fortalecida cuando oímos un testimonio con el que nos podemos identificar.

    Una diferencia notable es que la audición y el habla del hombre sordo fueron restaurados inmediatamente, mientras que Jesús restauró la visión del hombre ciego en dos etapas. Dios tiene una planificación diferente para cada uno de nosotros, pero al final, todos recibimos lo que necesitamos.

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  • 19.

    ¿Por qué Jesús apartó al hombre sordo y al hombre ciego de la multitud?

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    La gente que trajo los enfermos a Jesús tenía sus expectativas en lo que debería suceder (le pidieron a Jesús que pusiera sus manos sobre los hombres). Jesús apartó a los hombres de la conmoción. Además, no quería que las noticias de los milagros se divulgaran (7:36, 8:26).

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  • 20.

    ¿Por qué Jesús usó su saliva para sanar?

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    Juan 9:1-12 es el único otro pasaje que registra que Jesús sanó con su saliva. En ese milagro, Jesús “untó” (Jn 9:6) los ojos del hombre ciego. Quizás Jesús usó su saliva para mostrar que Dios usa lo necio y lo débil para hacer grandes cosas (1 Co 1:27-29). Si el poder viene de Jesucristo, incluso algo humilde y despreciado (como la saliva) puede ser usado para propósitos nobles. De la misma forma, el siervo humilde avergonzó a los fariseos y escribas educados.

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  • 21a.

    ¿Cómo se relacionan estos dos milagros con lo que Jesús dijo en 8:17-18?

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    La sordera y la ceguera son una pérdida de nuestras percepciones sensoriales. Una discapacidad mayor es el endurecimiento de nuestros corazones (8:17). Jesús comparó a sus discípulos con el sordo y el ciego porque ellos no entendían ni recordaban, sino que permanecían ajenos a los milagros.

    Dios usa milagros y señales para fortalecer nuestra fe. Sin embargo, nuestra obstinación nos hace espiritualmente sordos y ciegos (Jn 12:37). Por ejemplo, cuando oramos en lenguas, el Espíritu Santo se manifiesta de tal forma que podemos oírlo y verlo (Hch 2:33). Aun así, no todos creen cuando presencian el poder del Espíritu Santo. Algunos incluso se burlan del orar en lenguas (Hch 2:13).

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  • 21b.

    ¿Por qué cree que Jesús gimió (7:34)? Compare esto con la reacción que tuvo en 8:12.

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    Jesús gimió quizás porque la sordera física del hombre le recordaba la sordera espiritual de los fariseos (cf. Jn 9:39-41) y los discípulos. Jesús estaba triste porque los fariseos continuaron tentándolo. Estuvo más triste aún porque sus propios discípulos eran sordos y ciegos a lo que Él había hecho hasta el momento.

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