Contexto

La primera parte de este capítulo acontece en la casa de un prominente fariseo que invitó a Jesús a comer en sábado. El Señor usó la ocasión y el tema de banquetes para enseñarle a la gente verdades acerca del reino de Dios. En la segunda mitad del capítulo, que tuvo lugar mientras las multitudes viajaban con Jesús, el Señor dirigió su atención a aquellos que querían ser seguidores de Cristo y les enseñó lo que implica el verdadero discipulado.

Versículo clave

(14:33)

¿Sabía usted que...?

1. Hidrópico (14:2): acumulación anormal de líquido seroso en los tejidos del cuerpo. ^[ref]
2. Coma pan en el reino de Dios (14:15): era común asociar el reino futuro con un banquete (13:29; Is 25:6; Mt 8:11, 25:1-10, 26:29; Ap 19:9). ^[ref]

Esquema

• Jesús sana a un hidrópico en sábado
  (14:1-6)
• Humildad y exaltación
  (14:7-11)
• Invitar a los necesitados
  (14:12-14)
• Parábola de la gran cena
  (14:15-24)
• El costo de ser un discípulo
  (14:25-35)

Palabras/frases claves

avergonzado/reconocimiento, convidados, enaltece/humillado, excusarse, lícito, primeros/último, recompensado, reino de Dios, sábado, sanar, ve pronto

Análisis general

Análisis del segmento

• 14:1-6

  1.

  ¿Sanó Jesús al hombre para incitar a sus adversarios?         Mostrar respuesta Aunque Jesús usó la sanación como una ocasión para enseñar a sus adversarios, sanó al hombre con hidropesía por amor. El ejemplo de sacar al asno o buey caído en un pozo inmediatamente en sábado implica que la necesidad del hombre por ser sanado era igual de o más urgente. No hubiera sido correcto esperar un día más para sanarlo. Según Jesús, abstenerse de salvar una vida es tan malvado como destruirla (6:9). Ocultar respuesta

• 2.

  ¿Cómo calló el Señor a sus adversarios?         Mostrar respuesta Al igual que en 13:15-16, el Señor puso al descubierto la hipocresía de los escribas y fariseos, quienes no dudaban en sacar a sus animales si se caían en un pozo en sábado pero condenaban a los que ayudaban a los necesitados. Además, Jesús demostró que así como la ley permitía ayudar a un animal en sábado, también era lícito sanar en sábado. Ocultar respuesta

• 14:7-11

  3a.	¿Cuál era la opinión de la gente con respecto a recibir honor?         Mostrar respuesta Enaltecerse a uno mismo (11). Ocultar respuesta

• 3b.	Según Jesús, ¿qué es el verdadero honor?         Mostrar respuesta Ser enaltecido. Ocultar respuesta

• 4.

  ¿Cómo debemos humillarnos en términos de la manera en que nos vemos a nosotros mismos?         Mostrar respuesta La parábola de Jesús nos enseña a tener modestia y ocupar las posiciones humildes. La humildad comienza con tener una opinión adecuada de uno mismo (Ro 12:3). Debemos considerar que otros son mejores que nosotros (Flp 2:3) y a nosotros como siervos de otros (Mc 9:35). En vez de tener una opinión demasiada alta de nosotros mismos, debemos dejar que sea Dios el que nos evalué y nos otorgue honor (Stg 4:10; 1 P 5:6). Ocultar respuesta

• 5.	¿En qué ocasiones de la vida podemos aplicar las enseñanzas de esta parábola?         Mostrar respuesta (La respuesta está vacía) Ocultar respuesta

• 14:12-14

  6.

  ¿Cómo se relaciona la enseñanza de este pasaje con el pasaje anterior?         Mostrar respuesta La clase de personas con las que nos asociamos refleja la opinión que tenemos de nosotros mismos. Se necesita humildad para invitar a los de condición humilde y a los necesitados (cf. Ro 12:16; Mt 18:2-5). Ocultar respuesta

• 7.	Compare las dos clases de recompensas que se mencionan en este pasaje.         Mostrar respuesta La recompensa que viene de los hombres es inmediata pero de poco valor. La recompensa que recibiremos de Dios en el futuro es mucho más grande. Ocultar respuesta

• 8.	¿Quiénes son “los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos” en su vida? ¿Cómo puede hacer con ellos lo que enseña el Señor?         Mostrar respuesta (La respuesta está vacía) Ocultar respuesta

• 14:15-24

  9.

  ¿Qué hizo que el hombre dijera lo que está registrado en el versículo 15?         Mostrar respuesta Después de que el Señor le enseñó a la gente sobre el honor y la recompensa de Dios, este hombre se dio cuenta de que poder disfrutar del banquete del reino de Dios es la bendición más grande. El banquete se refiere a la gracia de salvación de Dios (cf. Is 55:1-2) así como al banquete final durante la segunda venida de Jesucristo (Ap 19:7-9). Ocultar respuesta

• 10.	¿Por qué el mensaje del evangelio es como una invitación a un gran banquete?         Mostrar respuesta (La respuesta está vacía) Ocultar respuesta

• 11a.	Compare las tres excusas que se dan en la parábola con las que las personas usan hoy en día, ¿cuáles son algunas de las razones por las que la gente rechaza la invitación al reino de Dios?         Mostrar respuesta (La respuesta está vacía) Ocultar respuesta

• 11b.	¿Usa usted también, a veces, estas excusas para rechazar la invitación de Dios a recibir sus bendiciones?         Mostrar respuesta (La respuesta está vacía) Ocultar respuesta

• 12.	¿Por qué se enojó el anfitrión?         Mostrar respuesta El rechazo de los invitados a participar del banquete era un insulto al anfitrión. Ocultar respuesta

• 13.

  ¿Cómo se aplica la orden del anfitrión en los versículos 21 y 23 a la predicación del evangelio?         Mostrar respuesta 1) El llamado a predicar el evangelio es urgente (nótese el uso de la palabra “pronto” en v. 21). El tiempo se acorta y aún hay muchos asientos que llenar. Predicar el evangelio debe ser nuestra prioridad. 2) Debemos llevar el mensaje del evangelio a todos los rincones del mundo, invitando a todos a escuchar la salvación de Cristo. Ocultar respuesta

• 14.

  ¿Quién finalmente fue al banquete? ¿Qué nos enseña esto acerca de quién entrará al reino de Dios?         Mostrar respuesta Vea los versículos 21 y 23. Los pobres y marginados podrían representar a aquellos que originalmente no tenían lugar en el plan de salvación de Dios (como los gentiles y “pecadores”). Debido a que los que conocían la ley de Dios rechazaron la salvación de Cristo, la gracia de Dios fue hacia los demás. Ocultar respuesta

• 14:25-35

  15.

  Según este pasaje, ¿qué es necesario para ser discípulo de Jesús?         Mostrar respuesta Para ser discípulo de Jesús, uno debe aborrecer a su padre, madre, mujer, hijos, hermanos, hermanas y hasta su propia vida (26); llevar su cruz e ir en pos de Cristo (27); calcular lo que cuesta y renunciar a todo (28-33). Ocultar respuesta

• 16a.

  Explique el significado de “aborrecer” en el versículo 26.         Mostrar respuesta La palabra “aborrecer” es un término relativo (cf. Ro 9:13). No debemos odiar a nadie (1 Jn 2:9, 11, 3:15, 4:20), ni siquiera a nuestros enemigos (Lc 6:35). Pero también es nuestro deber cristiano proveer para nuestra familia (1 Ti 5:8). La orden del Señor no promueve el odio, sino que nos enseña que amar a Dios siempre debe estar por encima del amor a nuestra familia y de nuestras necesidades personales. Ocultar respuesta

• 16b.

  ¿Por qué es necesario “aborrecer” a nuestra familia y nuestra vida para ser un discípulo?         Mostrar respuesta Cada vez que haya un conflicto entre servir a Dios y los deseos de nuestra familia, debemos sacrificar los deseos de nuestra familia para llevar a cabo la voluntad de Dios (cf. Lc 12:51-53). Asimismo, debemos negar nuestros propios deseos y ambiciones porque son contrarios a la voluntad de Dios y socavan nuestra motivación para servir a Dios. Ocultar respuesta

• 17.

  ¿Cómo debemos llevar nuestra cruz?         Mostrar respuesta El hombre que era condenado a la crucifixión era forzado a tomar su propia cruz. Este mandato significa que debemos estar listos para sufrir y morir por Cristo. Esto implica hacer morir a la naturaleza pecaminosa (Ro 8:1; Gl 5:24; 6:14). Ocultar respuesta

• 18.

  ¿Cómo debemos calcular lo que cuesta ser un discípulo? ¿Ha calculado usted el costo?         Mostrar respuesta Debemos saber que seguir a Cristo requiere dedicación total. La única manera de perseverar nuestra fe hasta el final es entregándonos completamente a la voluntad de Cristo. Ocultar respuesta

• 19.

  ¿Qué significa “renunciar a todo”? ¿Ha renunciado a todo lo que tiene por Cristo?         Mostrar respuesta “Renunciar a todo” significa dejar voluntariamente nuestro derecho de propiedad. Como discípulos, no somos dueños de nuestras posesiones, incluyendo nuestras vidas y cuerpos (1 Co 6:19). Dado que el Señor es el dueño de todo, debemos usar todo lo que tenemos por y para Cristo. Ocultar respuesta

• 20.	¿Qué tipo de discípulos son como la sal que ha perdido su sabor?         Mostrar respuesta Son los “siervos inútiles” que no llevan a cabo la voluntad del señor (Mt 25:30). Estas personas serán arrojadas afuera como la sal insípida. Ocultar respuesta