Autor

La iglesia primitiva atribuyó este evangelio a Lucas, quien también es el autor del libro de Hechos. Lucas era un médico (Col 4:14), quien acompañó a Pablo en sus viajes misioneros (Flm 24; 2 Ti 4:11). Colosenses 4:10-11, 14 parece sugerir que Lucas era un gentil, dado que Pablo menciona su nombre aparte de la lista de sus compañeros judíos.

Destinatario

En el prólogo del libro, Lucas declara que le escribe a Teófilo (1:3). Es posible que haya tenido en mente una audiencia mayor, incluyendo a los gentiles y a los nuevos conversos.

Fecha

Probablemente entre los años 60-70 a. C.

Lugar

Se desconoce el lugar en donde se redactó el evangelio. Pudo haber sido en Cesarea o Roma.

Propósito

Lucas declara claramente su propósito en su dedicatoria a Teófilo: “…escribírtelas por orden, …para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido” (Lc 1:3-4). A través de un recuento exacto y cronológico de la vida sin igual de Jesús en el contexto de la historia bíblica, Lucas busca demostrar que el Señor Jesucristo vino a cumplir la promesa de Dios de salvar a su pueblo y que, además, a través de Jesucristo, Dios también extendió esta gracia de redención a los gentiles.

Características únicas

Algunas de las características únicas de este Evangelio, en comparación con los otros, son: 1) se aborda la historia de Jesús desde el punto de vista de un historiador, registrando los eventos en orden cronológico y colocándolos en el contexto de la historia mundial; 2) un magnífico estilo literario, marcado por excelentes técnicas narrativas y una rica variedad de estilos; 3) se muestra una mayor preocupación por los gentiles y los marginados de la sociedad, como las mujeres, los pobres, los publicanos y los “pecadores”; 4) el patrón “profecía-cumplimiento”, que muestra que los eventos acontecieron para cumplir lo profetizado.

Versículo central

“Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (19:10).
“… De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo” (24:19).

Visión panorámica

Para tener una idea general de Lucas, lea el libro completo y complete el Cuadro B con los encabezados correspondientes.

El Evangelio consta de cuatro secciones principales:

  1. Preparación (1:1-4:13): el nacimiento de Juan y de Jesús; los primeros años de la vida de Jesús; el ministerio de Juan; el bautismo y la tentación de Jesús.
  2. Ministerio en Galilea (4:14-9:50): el llamamiento y la elección de los discípulos; el Gran sermón; sanaciones y otros milagros; la transfiguración.
  3. Ministerio en Judea y Perea (9:51-19:27): esta sección, marcada por la firme determinación de Jesús de ir a Jerusalén (9:51), es la sección más larga del evangelio y es, en su mayor parte, exclusiva a Lucas. Una gran parte de esta sección está dedicada a las enseñanzas y parábolas. A medida que crecía la oposición, el Señor seguía extendiendo su ministerio a los perdidos y necesitados, y su llamado al arrepentimiento y al discipulado se hacía cada vez más urgente.
  4. Últimos acontecimientos en Jerusalén (19:28-24:53): enseñanzas en el templo; la última cena y la oración en el Monte de los Olivos; Jesús es traicionado, arrestado y juzgado; Jesús muere, es sepultado, resucita y asciende al cielo.

Temas

Jesús, el Cristo

Las historias sobre el nacimiento de Juan y de Jesús dejan en claro de que Jesús es el Hijo de Dios (1:35) y el Redentor de Israel (1:32-33, 68-75, 2:25-38). Tanto el ministerio de Juan como el de Jesús atestiguan de que Jesús es el Mesías. Los acontecimientos del ministerio de Jesús en Galilea eventualmente hacen que Pedro afirme que Jesús es “el Cristo de Dios” (9:20). La mención y el registro de la ascensión de Jesús sólo lo podemos encontrar en Lucas (9:51, 24:51), lo que luego servirá como una base importante para el tema de la cristología en el libro de Hechos (ej. Hch 1:9-11, 2:32-33, 5:30-31, 7:55-56).

 

Salvación

Las propias palabras del Señor sintetizan el propósito y la naturaleza de su ministerio terrenal: “Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (19:10). La salvación no es sólo para los judíos, sino para todos los que están perdidos en el pecado. El nacimiento de Jesucristo es una buena nueva para todas las personas (2:10). Contrario a los valores sociales y religiosos de la gente que estimaba a los ricos y a los prominentes, y creía que sólo los judíos merecían la salvación, el Señor se acercó a los despreciados y “pecadores”, independientemente de su origen étnico (ej. 6:20-21; 7:12-15, 37-50; 10:29-37; 15:1-32; 19:1-10; 23:39-43).

 

Propósito, profecía y cumplimiento

Una palabra clave en Lucas es “necesario” (2:49, 4:43, 9:22, 13:33, 17:25, 22:37, 24:7, 26, 44-47). Es necesario que las Escrituras se cumplan a través de Jesús y que Jesús, a su vez, lleve a cabo el plan de salvación de Dios. Este sentido de destino fue lo que motivó a Jesús en su ministerio y fue lo que lo obligó a dirigirse resueltamente a Jerusalén, donde sufriría por la redención del pueblo de Dios.

Las promesas mesiánicas se cumplieron en Jesús (6:16-21; 24:25-26; Hch 3:18). Las predicciones sobre el sufrimiento del Hijo del hombre se cumplieron (9:22, 44, 18:32-33, 24:6-8, 44) y las predicciones del mismo Jesús a veces fueron seguidas inmediatamente por su cumplimiento (4:16-30, 7:29-50). Este patrón de “profecía-cumplimiento” es una clara indicación de que Jesús era el profeta enviado por Dios y el Ungido de Dios (cf. Dt 18:15, 18-19; Hch 3:22-26).

 

Espíritu Santo

Lucas menciona la obra del Espíritu Santo más que Mateo y Marcos juntos (véase 1:15, 35, 41, 67; 2:25-27; 3:22; 4:1, 14, 18; 10:21; 24:49). Al atribuir el desarrollo de los acontecimientos al poder del Espíritu Santo, el Evangelio de Lucas demuestra que el ministerio de Juan y de Jesús cumplieron la voluntad divina.

 

Gozo y alabanza

La sensación de gozo es prominente en Lucas. El gozo y la alabanza rodearon el nacimiento de Cristo (1:47-55, 2:10, 13-14). El Señor y los discípulos se regocijaron (10:17-21). La gente se regocijó y glorificó a Dios al ver el poder de Dios a través de Jesús (7:16, 13:17, 18:43, 19:37-38). Las tres parábolas del capítulo 15 tienen que ver con el gozo. Los discípulos regresaron a Jerusalén gozosos luego de presenciar la ascensión del Señor (24:52-53).

Oración

Lucas enfatiza la humanidad de Jesús. Jesús oró en momentos claves de su vida: en su bautismo (3:21), antes de elegir a los doce (6:12), en el monte de la transfiguración (9:29) y antes de expirar en la cruz (23:46). Con frecuencia, Jesús se apartaba de las multitudes para orar (5:16, 9:18, 11:1). Oró por Pedro (22:32) y ordenó a los discípulos que velaran y oraran (21:36, 22:40). También enseñó a los creyentes sobre la importancia de la oración y la actitud que deben tener cuando oran (11:5-13, 18:1-14).

Relevancia moderna

El objetivo original de Lucas, “para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido”, también es pertinente a los cristianos de hoy en día. Al estudiar el relato ordenado de las cosas que se cumplieron a través de Jesús (1:1), podemos ver al Señor Jesús a través de los ojos de los primeros testigos. El Evangelio de Lucas, junto con los otros Evangelios, confirma nuestra creencia de que el plan redentor de Dios se ha cumplido en la historia. Hoy, nuestra fe no se basa solamente en las enseñanzas de los hombres sobre la salvación, sino en Jesús, una persona histórica y real que vivió entre los hombres, murió en la cruz, resucitó y ascendió a los cielos ante sus seguidores.

La presentación de Jesús como el Hijo del hombre que da Lucas también nos da la seguridad de que Cristo, quien una vez compartió nuestra humanidad, es capaz de compadecerse de nuestras debilidades (cf. Heb 4:15). Sus oraciones y su obediencia a la voluntad de Dios nos enseñan a someternos a Dios en todo y confiar en su guía y poder. Su compasión y amor nos recuerdan que tenemos que extender nuestros brazos a los perdidos y necesitados hoy en nuestro ministerio. En resumidas cuentas, la presentación de Jesús como el hombre perfecto nos provee, a nosotros, sus discípulos, un modelo a seguir y una base para la creencia de que Él verdaderamente es el salvador de la humanidad.

Mapa & Tabla