Contexto

En la lección anterior estudiamos las enseñanzas de Jesús sobre cómo prepararnos para los tiempos de crisis. En este capítulo, el Señor continúa con este tema, advirtiéndonos sobre las consecuencias de la obstinación. Este capítulo también nos recuerda del viaje de Jesús hacia su destino final (22) y finaliza con el lamento sobre Jerusalén. A medida que la voluntad de Dios continúa cumpliéndose a través de Cristo, la gente debe hacer todos los esfuerzos posibles para entrar al reino de Dios antes de que el juicio venga sobre ellos.

Versículo clave

(13:24)

¿Sabía usted que...?

1. Los galileos cuya sangre Pilato había mezclado (13:1): los galileos eran susceptibles a la revuelta. Aparentemente, estos galileos habían violado la ley romana, resultando en un castigo sangriento.
2. La torre en Siloé (13:4): fue construida dentro de la sección sureste del muro de Jerusalén. [ref]
3. Grano de mostaza (13:19): la semilla de mostaza no es la semilla más pequeña que se conoce hoy en día, pero era la semilla más pequeña que usaban los agricultores y granjeros en Palestina. En condiciones favorables, la planta de mostaza podía alcanzar unos 3 metros de altura. [ref]
4. Zorra (13:32): hoy en día, los zorros connotan astucia. En los tiempos de Jesús, también connotaban insignificancia (cf. Neh 4:3; Cnt 2:15). [ref]

Esquema

  • Producir frutos de arrepentimiento
  • Arrepentíos o pereceréis
  • Parábola de la higuera estéril
  • Sanar a una mujer enferma en sábado
  • Parábolas del reino
  • Entrar por la puerta estrecha
  • Lamento sobre Jerusalén

Análisis del segmento

  • 13:1-9

    1a.

    Según el versículo 2, generalmente, ¿qué idea equivocada tenemos acerca de la desgracia de una persona?

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    Suponemos que los que sufren desastres son peores pecadores que otros. Dicha suposición insinúa que aquellos que no han sufrido tales desastres son más justos.

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  • 1b.

    ¿Cómo corrigió el Señor Jesús este concepto equivocado?

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    Las muertes trágicas no necesariamente indican que tales personas eran peores pecadores. Por otro lado, aquellos que se salvan no deben ser complacientes. Todo aquel que no se arrepiente sufrirá la muerte final (cf. Ap. 20:11-15).

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  • 2.

    ¿Qué significa producir frutos? ¿Produce usted frutos en su vida?

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    El fruto representa las palabras, la conducta y la forma de vivir de una persona (cf. Lc 6:43-45; Mt 7:15-23). En este contexto, producir frutos significa llevar una vida que refleje el verdadero arrepentimiento (cf. Lc 3:8-9). En otras palabras, debemos vivir de acuerdo a los mandatos de Dios y no según nuestros deseos pecaminosos (Gl 5:16-26).

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  • 3.

    ¿Qué podemos aprender del hecho de que el señor de la viña le dio un año más a la higuera estéril?

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    1) Dios es paciente con nosotros para conducirnos al arrepentimiento (Ro 2:4, 2 P 3:9). 2) No debemos poner a prueba la paciencia de Dios. Una vez que el periodo de gracia se acabe, tendremos que enfrentar el juicio de Dios (Ro 2:5, 11:22).

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  • 13:10-17

    4.

    ¿Cómo malinterpretó el alto dignatario de la sinagoga el propósito con el que Dios había establecido el mandamiento del sábado?

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    Dios estableció el sábado para que descansáramos. Es por eso que quiere que pongamos de lado nuestro trabajo en este día. Pero el alto dignatario de la sinagoga, pensando que sanar era considerado una forma de trabajo, condenó tal obra buena. Para él, el sábado era un día de restricciones, pero en realidad Dios lo había establecido para librarnos de nuestras cargas.

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  • 5.

    ¿A qué hipocresía se estaba refiriendo Jesús (15)?

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    Por razones prácticas, los judíos habían establecido reglas que permitían que los animales fueran liberados y bebieran en sábado. Sin embargo, prohibieron que los enfermos y necesitados, que eran más valiosos que los animales, fueran liberados de su cautiverio en sábado. Ellos permitieron el trabajo cuando era conveniente para ellos, pero lo condenaban cuando se lo hacía para la necesidad de otros (cf. Lc 11:46).

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  • 6.

    ¿Abolió el Señor Jesús el sábado por haber sanado en este día?

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    Cada vez que Jesús se enfrentaba a sus adversarios con respecto al sábado, el punto de discordia siempre era sobre lo que era lícito hacer en sábado, no si era necesario guardar el sábado. En ninguna parte de las Escrituras podemos encontrar evidencias de que Cristo haya abolido el sábado.

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  • 13:18-21

    7.

    ¿Cuál es el común denominador de estas dos parábolas?

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    La magnificación del poder que se oculta en algo pequeño.

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  • 8.

    ¿Qué nos enseñan estas parábolas acerca del reino de Dios?

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    Debido a que las aves y la levadura representan con frecuencia al diablo, el pecado y la hipocresía en otras partes de la Biblia (Lc 8:5, 12; Ap 18:2; Mt 16:6-12; 1 Co 5:6-8; Gl 5:9; Ex 12:15), estas parábolas se refieren a la herejía y el pecado ocultos en la expansión del reino de Dios.

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  • 13:22-30

    9.

    ¿Por qué el Señor Jesús no respondió directamente a la pregunta: “¿Son pocos los que se salvan?”?

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    La cantidad de personas que se salvan no debería ser un tema de preocupación. El Señor enfoca su respuesta en la cuestión de quién se salvará y nos advierte que “muchos intentarán entrar y no podrán”. Independientemente del número de personas que se salvan, todos debemos esforzarnos para entrar por la puerta angosta, no sea que quedemos excluidos del reino de Dios.

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  • 10a.

    ¿Qué representa la puerta angosta?

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    Entrar en el reino de Dios es como pasar por una puerta angosta porque muchas personas consideran que el costo del discipulado es muy alto (Lc 14:33; Mc 10:21-25; Hch 14:22). La puerta angosta también puede insinuar que debemos entrar en el reino de Dios cuando todavía haya tiempo dado que un día esta puerta se cerrará (Lc 13:25).

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  • 10b.

    ¿Por qué debemos esforzarnos para entrar por ella?

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    Para entrar en el reino de Dios, es necesario que nos neguemos a nosotros mismos y cambiemos nuestras formas de ser para conformarnos a la voluntad de Dios. Además, no podemos darnos el lujo de procrastinar, sino que debemos tomar medidas inmediatas para seguir a Cristo porque la puerta un día se cerrará.

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  • 11a.

    ¿Por qué el Señor les dirá a aquellos que comieron y bebieron con Él: “No sé de dónde sois”? ¿Qué se necesita para que Jesús nos conozca?

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    Si bien estas personas parecían conocer al Señor, nunca obedecieron su voluntad (cf. Mt 7:21-23; Lc 6:46).

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  • 11b.

    ¿Qué puede significar comer y beber delante del Señor hoy en día? ¿Por qué esto no es suficiente?

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    Muchas veces puede parecer que estamos involucrados en las actividades de la iglesia, pero si fracasamos en poner en práctica la voluntad de Dios y no llevamos una vida que es agradable a Dios, el Señor no nos reconocerá cuando venga.

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  • 12.

    ¿Qué lección podemos aprender de los versículos 28-30?

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    No debemos sentirnos confiados sólo porque fuimos llamados al reino de Dios antes que otros. Si no nos mantenemos firmes en nuestra fe, cuando llegue el día final, veremos a otros en el reino de Dios pero nosotros quedaremos excluidos (cf. Mt 21:28-32).

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  • 13:31-35

    13.

    Explique la respuesta de Jesús en los versículos 32-33.

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    Estos son versículos paralelos que indican lo que le esperaba a Jesús. La expresión “hoy y mañana” representa la corta duración del presente. Jesús continuará su poderoso ministerio por un tiempo corto, echando fuera demonios y sanando a la gente, pero al “tercer día” terminará su obra. Esta declaración alude a su sufrimiento, muerte y resurrección (9:22; cf. Heb 2:10).

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  • 14.

    ¿Qué nos dice esta respuesta acerca de Jesús?

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    Lo que dijo Jesús aquí transmite un fuerte sentido de propósito. Él dijo: “Sin embargo es necesario que… siga mi camino”. Aunque estaba plenamente consciente de los sufrimientos que lo esperaban, Jesús estaba totalmente decidido a cumplir la voluntad de Dios en el destino final: Jerusalén.

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  • 15.

    ¿Cuál es el tono de Jesús en los versículos 34-35? ¿Qué nos enseña esto acerca de Dios y sus hijos?

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    A Jesús le dolía que estas personas no se arrepintieran. Dios está ansioso por protegernos con su amor, pero a menudo lo rechazamos obstinadamente. Dios no quiere obligarnos a someternos a Él, por lo que sólo puede lamentarse por nuestra rebeldía de la misma manera que un padre se lamenta por su hijo pródigo.

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  • 16.

    ¿Siente que los mandamientos de Dios son muy restrictivos o está dispuesto a ser juntado bajo las alas del Señor? ¿Alguna vez ha experimentado cómo al someterse a los caminos de Dios le ha traído calidez y protección?

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