Contexto

Después de iniciar su carta con salutación y acción de gracias, Pablo comienza a abordar los problemas de la iglesia de Corinto. El primero de ellos fue la división en la iglesia, un asunto que ocupará la atención de Pablo en los primeros cuatro capítulos de este libro. Los creyentes se enorgullecían de su lealtad a los ministros prominentes e incluso a Cristo. En esta lección y en las siguientes, Pablo muestra que tal mentalidad mundana es contraria al mensaje del evangelio.

Versículo clave

(1:10)

¿Sabía usted que...?

1. Sóstenes (1:1): Este nombre también se encuentra en Hch 18:17 en referencia al dignatario de la sinagoga en Corinto. Pero no estamos seguros si el hermano que Pablo menciona al comienzo de 1 Corintios es la misma persona.
2. “Yo sigo a Pablo” (NVI)… (1:12): Una traducción más literal de las afirmaciones en el versículo 12 es “Yo soy de Pablo”, “Yo, de Apolos”, “Yo, de Cefas”, y “Yo, de Cristo .” Las palabras connotan pertenecer a alguien.

Esquema

• Salutación
  (1:1–3)
• Acción de gracias y añoranza
  (1:4–9)
• Divisiones en la iglesia y lealtad a los líderes humanos
  (1:10–17)
• Sabiduría de Dios en la cruz
  (1:18–25)

Palabras/frases claves

“Yo, bautizar, Cristo Jesús, cruz/crucificado, de”, divisiones, llamado, locura, nombre, poder de Dios, sabiduría/sabios

Análisis general

• 1.

  En este capítulo, Pablo menciona dos veces “el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (1:2, 10) y dos veces su propio nombre (1:13, 15). ¿Cómo se relaciona la idea del nombre del Señor versus el nombre de Pablo con el tema de la división que Pablo está abordando?         Mostrar respuesta Pablo quiere recordar a los creyentes de Corinto que pertenecen a Cristo, no a Pablo ni a ningún otro ministro. El nombre de una persona a menudo representa su reputación y autoridad. En lugar de seguir a los líderes humanos por sus cualidades o dones especiales, debemos reconocer que todos invocamos el nombre del Señor Jesucristo, y por lo tanto, debemos estar unidos en su nombre. Ocultar respuesta

Análisis del segmento

• 1:1–3

  1.

  El versículo 2 es un llamado a todos los creyentes. ¿Cómo esta verdad nos ayuda a ver la importancia de la unidad entre los creyentes?         Mostrar respuesta El recordatorio de que los creyentes en todas partes han sido llamados por el mismo Señor e invocan al mismo Señor da lugar para abordar el tema de la división en la iglesia de Corinto. Nuestro vínculo común en Cristo es mucho más importante que nuestras diferencias. Ocultar respuesta

• 1:4–9

  2.	¿Cómo se manifiesta la gracia de Dios entre los creyentes de Corinto?         Mostrar respuesta Por medio de Cristo han sido enriquecidos en todo, en toda palabra y en todo conocimiento, de tal manera que nada les falta en ningún don (1:5-7). Ocultar respuesta

• 3.

  ¿Qué significa que los creyentes han sido llamados a la comunión con el Hijo de Dios?         Mostrar respuesta La palabra “comunión” denota compañerismo o asociación. Hemos sido llamados a la comunión del Hijo de Dios en el sentido de que hemos entrado en una unión espiritual con Cristo. La Biblia nos enseña que los que hemos recibido el Verbo de vida, tenemos comunión unos con otros, así como con el Padre y con su Hijo Jesucristo (1 Jn 1:1-3). Hemos estado unidos con Cristo desde el momento del bautismo (Ro 6:3-5). De ahora en adelante ya no obedecemos a nuestros deseos carnales, sino que vivimos para Dios en Cristo Jesús (Ro 6:10-11). Ya no somos nosotros los que vivimos, sino que Cristo vive en nosotros (2 Co 5:14-15; Ro 8:10, 14:7-8; Gl 2:20). Además, también estamos llamados a participar de los padecimientos de Cristo, ya que vivir una vida centrada en Cristo implica inevitablemente llevar sus sufrimientos (1 Pe 4:13; Flp 3:10). Pero nosotros, los que sufrimos con Él, también participaremos de la gloria que ha de ser revelada (1 Pe 4:14; Ro 8:17). Ocultar respuesta

• 1:10–17

  4.

  ¿Cómo podemos estar perfectamente unidos en una misma mente y un mismo parecer cuando todos tenemos opiniones diferentes?         Mostrar respuesta Aquí, La palabra para “mente” puede traducirse como “actitud”, y la palabra para “parecer” puede traducirse como “propósito”. La enseñanza aquí no es la de renunciar a cualquier opinión personal o pensamiento crítico, sino perseguir la actitud común y la meta de la humildad y la unidad. Cuando nuestras opiniones chocan con las de los demás, podemos aprender a abandonar humildemente nuestras opiniones por el bien de la unidad. La exhortación de la Biblia a ser humildes, amables, pacientes y amorosos es algo por lo que todos nosotros como miembros del cuerpo de Cristo debemos esforzarnos, especialmente cuando nuestras opiniones difieren (cf. Ef 4:1-3). Ocultar respuesta

• 5.

  ¿Cuál es la mentalidad detrás de reclamar lealtad a un líder en particular?         Mostrar respuesta La implicación de las palabras “Yo soy de Pablo”, “Yo, de Apolos” o “Yo, de Cefas” es exaltación propia. Afirmar pertenecer a un ministro destacado es implícitamente afirmar ser superior a los demás. Ocultar respuesta

• 6.

  ¿Podrían también los creyentes de hoy idolatrar a los trabajadores de Dios?         Mostrar respuesta La gente tiende a admirar a aquellos que son elocuentes, capaces o carismáticos. Esta tendencia puede convertirse fácilmente en lealtad a estas personas sobresalientes. Los creyentes no son inmunes a tal debilidad humana. Incluso Juan, el escritor de Apocalipsis, se sintió obligado a adorar al ángel que le mostró la revelación de Dios (Ap 22:8-9). Dado que somos propensos a idolatrar a las personas, debemos tener cuidado de no adorar o dedicarnos a los trabajadores que sobresalen en ciertas áreas o a quienes Dios ha usado para hacer obras extraordinarias. Ocultar respuesta

• 7.

  ¿Qué tiene de malo decir “Yo soy de Cristo”?         Mostrar respuesta En el contexto de la división en la iglesia, una persona que afirma seguir o pertenecer a Cristo implica que los demás no lo hacen. Una vez más, tal es un reclamo de superioridad. En nuestro fervor, debemos ser cautelosos y no pensar que somos más espirituales o santos que otros creyentes. Tal mentalidad crea cisma en la iglesia y es perjudicial para nosotros mismos. Ocultar respuesta

• 8.

  ¿Cómo es que la división es a menudo el resultado del orgullo y el ego?         Mostrar respuesta Cuando pensamos que somos superiores, tendemos a distanciarnos de aquellos a quienes menospreciamos y asociarnos solo con aquellos que cumplen con nuestros estándares, causando como consecuencia facciones, competiciones y peleas. Así, Pablo exhorta a los creyentes de Filipos: “No hagáis por rivalidad o por vanidad; antes bien, con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo” (Flp 2:3). Ocultar respuesta

• 9.

  ¿Cuál es el punto de Pablo al preguntar si fue crucificado por ellos o si fueron bautizados en su nombre?         Mostrar respuesta Los creyentes de Corinto se equivocaron al jurar lealtad a los ministros de la iglesia. No vale la pena seguir a los líderes humanos porque no pueden ofrecernos la salvación. Nuestra lealtad debe estar puesta únicamente en el Señor Jesús, quien murió por nosotros y quien es el único Salvador. Ocultar respuesta

• 10.

  ¿Está Pablo negando la importancia del bautismo cuando dice que Cristo no lo envió a bautizar sino a predicar el evangelio? Explique su respuesta.         Mostrar respuesta Las palabras de Pablo implican que el bautismo es importante. Si el bautismo no fuera importante para Pablo, no habría tenido sentido que él preguntara: “¿Fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?” El hecho de que esta pregunta siga a la pregunta “¿Fue crucificado Pablo por vosotros?” muestra que el bautismo y la crucifixión son importantes porque están directamente relacionados con la salvación de los creyentes. La razón por la que Pablo agradece a Dios que bautizó solo a unos pocos miembros en Corinto es “para que ninguno diga que fue bautizado en nombre de Pablo” (1:14-15). Pablo trae a colación el tema del bautismo precisamente por su importancia. Quiere asegurarse de que nadie reclame una afiliación especial con Pablo, afirmando que fue Pablo quien los bautizó. Ocultar respuesta

• 11.

  ¿Cómo los discursos de sabiduría humana vaciaron el poder de la cruz de Cristo?         Mostrar respuesta Los “discursos de sabiduría humana” (NVI), que es literalmente “sabiduría de palabras”, puede entenderse como un sabio discurso que proyecta la sabiduría del hablante. Si los conversos se sienten atraídos por la sabiduría del evangelista en lugar de la salvación que Cristo logró en la cruz, entonces su fe está basada en el evangelista en lugar de Cristo. El evangelista reemplazaría entonces el lugar de la cruz de Cristo, que debe ser el centro de nuestra fe. Ocultar respuesta

• 1:18–25

  12.

  ¿Cómo es locura la palabra de la cruz para los que se pierden?         Mostrar respuesta Para un incrédulo, la noción de que Dios salvaría a la humanidad mediante la muerte más humillante es una locura. La humildad y la vergüenza que están asociadas con la cruz son directamente opuestas a la gloria y la sabiduría que la gente procura. Ocultar respuesta

• 13.

  ¿Está Pablo denunciando la sabiduría?         Mostrar respuesta Como Pablo explicará en 2:6, está contrastando dos tipos de sabiduría: la sabiduría de este mundo y la sabiduría de Dios. No denuncia la sabiduría por completo, pero está socavando el orgullo de aquellos que son sabios a sus propios ojos. Dios en su sabiduría subvierte la sabiduría de este mundo y salva a aquellos que humildemente aceptan el evangelio. Ocultar respuesta

• 14.

  ¿Cuál es el mensaje detrás de las palabras del versículo 25?         Mostrar respuesta En 1:22-24, Pablo explica que el mensaje de la cruz es tropezadero para los judíos que piden señales y locura para los gentiles que buscan sabiduría. El versículo 25 resume el total error de aquellos que rechazan los caminos de Dios porque son sabios en su propia opinión. No importa cuán sabios o poderosos sean los seres humanos, nunca podrán ser más sabios o más poderosos que Dios. De hecho, incluso lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. Es una figura retórica que describe la pequeñez del hombre y la grandeza de Dios. Por eso debemos humillarnos ante Dios para apreciar y experimentar su sabiduría (cf. Mt 11:25). Ocultar respuesta