Contexto

A medida que se acerca el final de esta carta, Pablo expone largos argumentos en defensa de la resurrección de los muertos. Dado que Pablo no llama a los que contradicen la doctrina de la resurrección como falsos maestros, es posible que éstos sean simplemente creyentes que dudan de la resurrección. De todos modos, Pablo dedica el final de la carta a este único tema en un esfuerzo por disipar cualquier duda sobre la resurrección. La ferviente defensa de Pablo es comprensible porque la resurrección es una doctrina de fundamental importancia para la fe cristiana.

Versículo clave

(15:3-4)

¿Sabía usted que...?

  1. “Se bautizan por los muertos” (15:29): Muchos comentaristas han interpretado las palabras de Pablo refiriéndose al bautismo vicario, es decir, el bautismo por las personas que han muerto. La suposición es que, durante los días de Pablo, había un grupo cristiano que se desvió y que practicaba el bautismo vicario. Pero es cuestionable que Pablo cite la práctica de un grupo herético en apoyo de una doctrina que es esencial en la fe cristiana. Además, no hay evidencia histórica de tal práctica durante el período apostólico. La preposición griega, hiper (ὑπέρ), puede entenderse aquí en su sentido final, es decir, “por causa de”. Si éste es el sentido del significado aquí, Pablo estaría aludiendo a aquellos que fueron bautizados con convicción en la resurrección de los muertos. “Ser bautizados por causa de los muertos” es ser bautizados sabiendo que seremos unidos a Cristo en una resurrección como la suya (cf. Ro 6:5).  [ref]
  2. Primicias (15:20): De acuerdo a la Ley de Dios, las primicias del campo o de los rebaños debían ser ofrecidas a Jehová y dadas a los levitas. Se consideraba la mejor porción del producto de la tierra (cf. Nm 18:12-13; Dt 18:4, 26:2-4).
  3. “Todas las cosas las sujetó debajo de sus pies” (15:27): Probablemente es una alusión al Sal 8:6.
  4. “Batallé en Éfeso contra fieras” (15:32): Era poco probable que un ciudadano romano como Pablo hubiera estado involucrado en una lucha real con animales salvajes. [ref]  La palabra “fieras” se usa en sentido figurado de aquellos que son carnales y malvados (cf. Tit 1:12). Es mejor que entendamos las palabras de Pablo metafóricamente como una referencia a sus luchas contra aquellos que obedecen a sus propios deseos y se oponen a la verdad (cf. 1 Co 16:8-9). Esta interpretación también se conecta bien con los versículos que siguen.

Esquema

  • Proclamación y testigos de la resurrección de Cristo
    (15:1–11)
  • Resurrección de Cristo y resurrección de los muertos
    (15:12–28)
  • Testimonios prácticos de la resurrección
    (15:29–34)

Análisis del segmento

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  • 15:1–11

    1a.

    ¿Cómo describe Pablo el evangelio (vv. 1-2)?

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    • “El evangelio que os he predicado”
    • “El cual también recibisteis”
    • “En el cual también perseveráis”
    • “Por el cual asimismo sois salvos”
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  • 1b.

    ¿Por qué cree que Pablo usa una descripción tan elaborada?

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    Pablo ayuda a sus lectores a ver el evangelio como una posesión preciada, al enfatizar la importancia del evangelio para la salvación de los creyentes y al recordarles cómo aceptaron del apóstol el evangelio por primera vez. Deben aferrarse a las palabras del evangelio y nunca titubear.

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  • 2.

    ¿Cómo retenemos la palabra que nos ha sido predicada (v. 2)?

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    Retener la palabra que nos ha sido predicada es continuar creyendo y obedeciendo las enseñanzas que hemos recibido acerca del Señor Jesucristo (cf. Heb 3:6-18). No debemos abandonar a Aquel que nos ha llamado ni volvernos a un evangelio diferente, incluso cuando este otro evangelio parezca la predicación de Cristo (cf. Gl 1:6-9). Tenemos que ser fieles a las palabras de nuestro Señor Jesús y a las enseñanzas de los apóstoles acerca de Cristo y su salvación.

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  • 3.

    ¿Cuál es el contenido del evangelio?

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    • Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras (v. 3)
    • Fue sepultado y resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras (v. 4)
    • Apareció a los apóstoles, incluyendo Pablo, y a muchos otros hermanos (vv. 5-8).
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  • 4.

    ¿Por qué es importante que los creyentes sepan que la resurrección de Cristo es fundamental para el evangelio?

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    El poder salvador del evangelio y la esperanza que ofrece descansan en la resurrección de Cristo de entre los muertos. La remisión de pecados, la justificación y la vida eterna dependen del hecho de que Cristo realmente ha resucitado (cf. Lc 24:46-47; Jn 3:14-15; Hch 13:32-39; Ro 4:23-25). Jesús es verdaderamente el Hijo de Dios por su resurrección de entre los muertos (Ro 1:1-4). Dado que Cristo ha resucitado y ha recibido toda autoridad del Padre, el bautismo, el lavado de pies y la Santa Comunión tienen un efecto salvífico espiritual (cf. Mt 28:18-20; Jn 6:53-54, 13:1-5; Ro 6:5-11). Debido a que Él resucitó, podemos recibir el Espíritu Santo prometido (cf. Jn 14:18-20; Hch 2:32-33). Nuestra esperanza en la futura resurrección se basa únicamente en el Señor resucitado (Jn 11:25-26). Un evangelio sin resurrección es un engaño total (1 Co 15:15). Una fe que ignora la resurrección es vana (1 Co 15:14, 17).

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  • 5.

    ¿Qué evidencia proporciona Pablo para la resurrección de Cristo?

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    Pablo cita las apariciones de Cristo posteriores a su resurrección como evidencia de su resurrección (vv. 5-8). Cristo apareció a más de quinientos hermanos a la vez, un evento que sería difícil de inventar. Además, Cristo también se le apareció a Pablo, haciendo de Pablo un testigo de la resurrección de Cristo. La transformación de Pablo de un perseguidor de la iglesia a un predicador de Jesucristo es en sí un poderoso testimonio de la resurrección.

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  • 6.

    ¿Qué podemos aprender de la forma en que Pablo se ve a sí mismo?

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    Pablo dice que no es digno de ser llamado apóstol. No olvida que fue perseguidor de la iglesia de Dios y que es por la gracia de Dios que puede ser lo que es (cf. 1 Ti 1:12-14). En un esfuerzo por devolver la gracia que ha recibido, Pablo trabaja más duro que todos los demás ministros. Incluso reconoce que es la gracia de Dios que está con él la que le permite hacer todo esto.

    Si tenemos en mente cuán indignos somos para servir al Señor, seremos siempre humildes porque ninguna de nuestras contribuciones al ministerio proviene de nosotros mismos. Incluso cuando estemos cansados o experimentemos dificultades en nuestro ministerio, resistiremos y continuaremos porque recordamos el gran amor y la misericordia del Señor hacia nosotros.

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  • 7.

    ¿Qué le convence de que Cristo ha resucitado de entre los muertos?

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  • 15:12–28

    8.

    ¿Cuáles son las serias implicaciones para los cristianos de negar la resurrección de los muertos?

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    • Si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó (v. 13).
    • Si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación y vana es también nuestra fe (v. 14).
    • Si Cristo no resucitó, los predicadores del evangelio son hallados falsos testigos de Dios (v. 15).
    • Si Cristo no resucitó, nuestra fe es vana y aún estamos en nuestros pecados (v. 17).
    • Si Cristo no resucitó, entonces también los que murieron en Cristo perecieron (v. 18).
    • Si Cristo no resucitó, entonces como creyentes nuestra esperanza es solamente para esta vida, y somos los más dignos de lástima de todos los hombres (v. 19).
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  • 9.

    ¿Qué nos dice el versículo 19 acerca de la fe cristiana?

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    Como cristianos, nuestra mayor esperanza no consiste en recibir beneficios en esta vida, como por ejemplo recibir sanidad, protección o tener éxito. Más bien, está en nuestra futura resurrección. No debemos perder de vista la gloriosa promesa de la vida eterna y centrarnos en la comodidad física o la abundancia material (cf. Mt 16:24-28). Si tenemos clara nuestra esperanza futura, no desistiremos de nuestra fe cuando suframos aflicciones y pruebas (cf. 2 Co 4:16-18).

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  • 10.

    ¿Qué significa que Cristo es las primicias de los que murieron (v. 20)?

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    Cristo es las primicias de los que murieron en el sentido de que Él es el primero en resucitar de entre los muertos, y los que son de Cristo y durmieron resucitarán igualmente a la venida de Cristo (v. 23; 1 Tes 4:14-16). Además, la idea de las primicias como ofrenda a Dios también está presente en la resurrección de Cristo. Así como Cristo murió al pecado y vive para Dios, nosotros los que creemos en Cristo también debemos considerarnos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús (Ro 6:10-11). Tal como la resurrección de Cristo es un prototipo de nuestra nueva vida espiritual, también lo es de nuestra futura resurrección.

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  • 11.

    ¿Qué enseña este segmento acerca del dominio de Cristo?

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    Cristo reina hasta que Dios haya puesto todas las cosas debajo de sus pies (v 25, 27). Destruirá todo dominio, toda autoridad y todo poder (v. 24). El último enemigo en ser destruido es la muerte (v. 26; cf. v. 54-55). Después que todas las cosas estén sujetas a Cristo, Él entregará el Reino al Dios Padre y se sujetará al Padre, para que Dios sea todo en todos (v. 24, 28).

    Hablando del dominio de Cristo, el ungido, el Sal 110:1 registra que Cristo se sentará a la diestra de Dios, hasta que Dios ponga a sus enemigos por estrado de sus pies. Pedro cita esta Escritura cuando testifica acerca de la resurrección de Cristo (Hch 2:32-36), explicando que Jesús ciertamente ha sido exaltado a la diestra de Dios. Así, cuando el Señor Jesús resucitó de entre los muertos y ascendió al cielo, había comenzado a reinar. Pero en la actualidad, no todas las cosas están sujetas bajo sus pies (Heb 2:5-9). Sin embargo, llegará el momento en que todos estarán sujetos a Cristo. La muerte, el último enemigo en ser destruido, será absorbida en victoria cuando los muertos en Cristo sean resucitados y revestidos de inmortalidad. Eso marcará la finalización del reinado de Cristo.

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  • 15:29–34

    12.

    ¿Qué tres preguntas retóricas plantea Pablo en este segmento en apoyo de la resurrección de los muertos?

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    1. Si no hubiera resurrección, ¿qué harían los que se bautizaron por causa de los muertos? Si los muertos no resucitan de ninguna manera, ¿por qué, pues, se bautizan por causa de los muertos? (v.29)
    2. Si no hubiera resurrección, ¿por qué los ministros del evangelio se exponían a peligros a toda hora? (v.30)
    3. Si no hubiera resurrección, ¿de qué le serviría a Pablo batallar en Éfeso contra fieras? (v.32)
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  • 13.

    Consulte la sección “¿Sabía usted que…?” para el significado del bautismo por causa de los muertos. ¿Por qué el bautismo por causa de los muertos es relevante para la resurrección?

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    Si tomamos la preposición griega hiper (ὑπέρ) como “por causa de” o “a causa de” en el contexto actual, podemos entender que bautizar por causa de los muertos significa hacerlo con la fe de que los muertos resucitarán para vida en la venida de Cristo. Entonces, lo que Pablo argumenta es que el bautismo no tendría sentido si no hubiera resurrección de los muertos. Nuestro bautismo en Cristo se basa en la fe de que Cristo ciertamente resucitó y que el bautismo nos permite unirnos a Cristo en la resurrección (cf. Ro 6:5-11; Col 2:13).

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  • 14a.

    ¿Qué tipo de estilo de vida se representa en los vv. 32-34?

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    La mentalidad detrás del estilo de vida que describe Pablo es que al no haber vida después de la muerte, es mejor que uno se entregue al placer y disfrute de esta vida al máximo. Tal es la mentalidad de muchos de los que no creen ni reconocen a Dios. Pablo advierte a los creyentes que no se dejen engañar por los que viven de esta manera.

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  • 14b.

    ¿Por qué este estilo de vida es contrario a nuestra esperanza en la resurrección?

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    A diferencia de lo que pueden pensar los incrédulos, la muerte no es el final. Nuestras vidas en la vida presente tienen consecuencias eternas. Todos compareceremos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponde por lo que ha hecho en el cuerpo, sea bueno o malo. Nuestra existencia corporal es solo temporal, y esperamos nuestra futura resurrección (2 Co 5:1-10). Los que viven según sus propios deseos están destinados a la destrucción, pero nuestra ciudadanía está en los cielos y esperamos a nuestro Salvador y la resurrección final. Por lo tanto, mientras estemos aún en este cuerpo, debemos vivir un estilo de vida que agrade al Señor (Flp 2:17-21)(1 Pe 4:1-5)(1 Jn 3:1-3).

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