Contexto

En la lección anterior, contemplamos el maravilloso amor de Dios, quien nos ha llamado sus hijos. También aprendimos que los que son nacidos de Dios no viven en pecado, sino practican justicia a semejanza del Padre quien les ha hecho nacer. En este estudio, veremos cómo los hijos de Dios viven una vida de amor.

Versículo clave

(3:16)

¿Sabía usted que...?

Esquema

  • Amor y odio
  • Amar de hecho y en verdad
  • Confianza que viene por la obediencia

Análisis general

  • 1.

    Lea todo el pasaje y anote las razones para amar a nuestros hermanos y hermanas.

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Es el mandamiento de Dios desde el principio (11,23). Somos nacidos de Dios, no del maligno (12, 13). Tenemos vida eterna (14, 15). Cristo puso su vida por nosotros (16). El amor de Dios permanece en nosotros (17). Tendremos confianza en la oración (22).

    Ocultar respuesta

Análisis del segmento

  • 3:11-15

    1.

    ¿Tenemos a veces la actitud de Caín? ¿Qué produce tal actitud?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    (La respuesta está vacía)
    Ocultar respuesta

  • 2.

    ¿A qué se refiere el “mundo” en el versículo 13?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    El mundo se refiere a los que pertenecen al maligno, como Caín (ver 12). Son aquellos que no obedecen los mandamientos de Dios y no tienen amor ni vida eterna.

    Ocultar respuesta

  • 3.

    ¿A qué clase de vida y muerte se refiere el versículo 14?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Vida y muerte eterna (ver 15). La vida eterna que hemos recibido se manifiesta hoy en un nuevo estilo de vida (Ro 6:1-4). Por lo cual, nuestras acciones de amor muestran que tenemos vida eterna.

    Ocultar respuesta

  • 4.

    ¿Por qué el odio equivale al homicidio?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    El homicidio es el resultado del odio. Los líderes judíos que entregaron a muerte a Jesús, por su odio, cometieron asesinato. El Señor atribuyó sus pensamientos homicidas al maligno (Jn 8:40-44). Alguien que odia es controlado por el diablo y es capaz de cometer un crimen o matar.

    Ocultar respuesta

  • 3:16-18

    5a.

    ¿Cómo poner la vida por nuestros hermanos?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Debemos ser desinteresados en vez de egocéntricos (Flp 2:4, 17). Este amor sacrificial incluye dar a los necesitados (1 Jn 3:17), llevar las cargas de los demás (Gl 6:2) y perdonar a los demás (Ef 4:32).

    Ocultar respuesta

  • 5b.

    Mientras tratamos de amar a otros, de seguro encontraremos odio por parte de los del mundo. ¿Cómo podemos amar en un mundo hostil?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    La mayor expresión de amor desinteresado es amar a los que nos odian o nos persiguen (Mt 5:43-48). El Señor Jesús puso su vida cuando aún éramos enemigos de Dios (Ro 5:10, 11). Los que ahora viven conforme al mundo podrían llegar algún día a arrepentirse. Aunque no debemos amar al mundo (deseos de maldad y sabiduría terrenal), debemos mostrar nuestro amor para con todos.

    Ocultar respuesta

  • 6a.

    Piense en algunos ejemplos de la vida real en los que hemos amado solo de palabras y de lengua.

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    (La respuesta está vacía)
    Ocultar respuesta

  • 6b.

    ¿Qué es amar de hecho y en verdad?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Debemos amar con acciones concretas, y nuestro amor debe ser sincero (Ro 12:9). Las acciones de amor hechas con el fin de obtener elogio humano sin un amor sincero tienen poco valor ante Dios (1 Co 13:1-3; Mt 6:2-4).

    Ocultar respuesta

  • 6c.

    ¿Cómo amar de hecho y en verdad satisface el espíritu de dar nuestras vidas por nuestros hermanos?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Mientras que es fácil “amar” de palabras y de lengua, se requiere sacrificio para amar de hecho y en verdad. Necesitamos renunciar a nuestros propios intereses, deseos y posesiones para amar en verdad. De la misma forma, Dios no nos ama solo de palabras. Su amor se demuestra en sus acciones de sacrificio.

    Ocultar respuesta

  • 7.

    Anote las necesidades de los que le rodean, los que ha ignorado en el pasado y a los que ahora quiere suplir con amor.

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    (La respuesta está vacía)
    Ocultar respuesta

  • 3:19-24

    8.

    ¿Qué dice este párrafo acerca de lo siguiente? a. Confianza de corazón b. Confianza en oración c. Confianza en permanecer en Dios

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    a. Si nuestro corazón nos condena, se determina si tenemos o no confianza delante de Dios. 

    b. Si obedecemos a Dios, podemos confiar en que Dios nos dará lo que le pidamos. 

    c. Permanecemos en Dios si guardamos sus mandamientos. Dios muestra que permanece en nosotros por su Espíritu Santo.

    Ocultar respuesta

  • 9.

    Explique la enseñanza de los versículos 19-21.

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Interpretación 1: Si amamos a nuestros hermanos, sabemos que somos de la verdad y aseguraremos nuestros corazones delante de Dios. Pero si nuestro corazón nos condena o nos reprende porque no practicamos el amor, ¿cuánto más nos juzgará Dios? Por el contrario, si tenemos una conciencia limpia porque amamos, podemos tener confianza ante Dios.

    Interpretación 2: Si amamos a nuestros hermanos de hecho y en verdad, podemos asegurar nuestros corazones. Incluso si nuestro corazón no se siente confiado, debemos sentirnos seguros debido a que nuestras obras de amor muestran que somos de la verdad. Debemos confiar en Dios en vez de en nuestros corazones. Si tenemos una conciencia limpia porque practicamos el amor, podemos estar mucho más confiados delante de Dios. 

    Ambas interpretaciones enfatizan la confianza que viene de guardar los mandamientos de Dios (ver 22).

    Ocultar respuesta

  • 10.

    Compare los mandamientos en el versículo 23 con Mt 22:34-40.

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Creer en Jesús y obedecer sus enseñanzas muestran que creemos y amamos a Dios (Jn 12:44, 14:24). Amarnos unos a otros es lo que el Señor nos enseñó cuando dijo: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

    Ocultar respuesta

  • 11a.

    Según el versículo 24, ¿cuáles son las dos formas en que sabemos que permanecemos en Dios y Él en nosotros?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Guardar los mandamientos de Dios y recibir el Espíritu Santo.

    Ocultar respuesta

  • 11b.

    ¿Cómo es el Espíritu Santo la evidencia de que Dios permanece en nosotros?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Cuando el Espíritu Santo desciende sobre nosotros, es una experiencia visible y audible (Hch 2:33). Hablar en lenguas es la evidencia de haber recibido el Espíritu Santo, y es una señal milagrosa de Dios que nos permite comunicarnos con Dios en el Espíritu (1 Co 14:2; Ro 8:26). Además, el Espíritu Santo obra en nuestras vidas para enseñarnos la verdad (1 Co 2:10; Ef 1:17; Jn 16:13, 14:26), nos da poder y denuedo (Hch 1:8, 4:31), nos consuela (Hch 9:31) y nos transforma a la imagen de Dios (2 Co 3:17, 18; Ef 3:16). Al orar con frecuencia en el Espíritu (Jud 1:20) y experimentar el poder del Espíritu Santo en nuestras vidas, sabemos que Dios permanece con nosotros.

    Ocultar respuesta