Contexto

Dios derramó su ira y Cristo venció a Satanás. En el juicio final, la primera tierra pasó. El Apocalipsis cierra con la descripción de un cielo nuevo y una tierra nueva. Los creyentes vislumbran su hogar eterno preparado por Dios. En la espléndida ciudad santa, Dios mora con su pueblo, y no hay más muerte, tristeza, llanto ni dolor. Los salvos disfrutarán la bendición celestial por siempre. Esta visión de la bella ciudad inspira nuestra esperanza y nos urge a prepararnos para el inminente retorno de Cristo.

Versículo clave

(21:4, 22:7)

¿Sabía usted que...?

  1. Codos (21:17): “una medida constante e importante entre los hebreos (Ex 25:10, 17, 23; etc.; 1 Re 7:24, 27, 31; etc.; Ez 40:5; etc.) y entre las naciones antiguas. Se ha reconocido comúnmente como la longitud del brazo, desde la punta del codo hasta el final del dedo medio, alrededor de dieciocho pulgadas (unos cuarenta y cinco centímetros)”. [ref]
  2. Doce mil estadios (21:16) “equivalen a 1500 millas (2414 km); 144 codos equivalen a 216 pies (66 metros); y la forma dada en el versículo 16b podría ser un cubo o una pirámide”. [ref]
  3. Perros (22:15): “Término que se le aplica a todo tipo de personas ceremonialmente impuras. En Dt 23:18 se lo designa a un prostituto masculino”. [ref]  “…Los perros eran carroñeros, y hacían en las grandes ciudades lo que las hienas solían hacer en las villas y fuera de los muros; aunque clasificados como carnívoros, vivían de toda clase de desechos, por lo que eran portadores potenciales de muchas enfermedades, ya sea mecánicamente o como un vector… los cuerpos muertos a veces eran lanzados a los perros”.  [ref]

Esquema

  • Nueva Jerusalén descendiendo del cielo
  • Las estructuras de la ciudad
  • Las medidas de la ciudad
  • La construcción de la ciudad
  • Presencia y gloria de Dios
  • El río de vida del trono de Dios
  • Promesa y advertencia
  • Bendición

Análisis general

  • 1.

    Anote brevemente sus observaciones sobre la nueva Jerusalén a. Su apariencia b. Sus habitantes c. El rol de Dios y el Cordero en la ciudad d. Escenas y características de la ciudad e. Quiénes serán excluidos de la ciudad

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    a. Tenía la gloria de Dios. Su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal (21:11). Tenía un muro grande y alto, con doce puertas, y en las puertas doce ángeles (12). Tres puertas al oriente, tres puertas al norte, tres puertas al sur, tres puertas al occidente (13). La ciudad se hallaba establecida como un cuadrado; la longitud, la altura y la anchura de ella eran iguales; extremadamente extensa, doce mil estadios, equivalente a 1500 millas (2414 km) cada lado (16). El muro también era muy alto, de unos 216 pies (66 metros) de altura (17). El muro era de jaspe, pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio (18). Los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con doce clases de piedras preciosas (19-20). Las doce puertas eran doce perlas, y la calle de la ciudad era de oro puro, como vidrio transparente (21).

    b. Los sedientos (21:6, 22:17); los vencedores (21:7); los salvos (21:24); los inscritos en el libro de la vida del Cordero (21:27); los siervos de Dios (22:3); los que guardan los mandamientos de Dios (22:14).

    c. Dios mora con los hombres (21:3); El Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son su templo (21:22); La gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lumbrera (21:23, 22:5); Dios y el Cordero se sientan en el trono, dando vida a todos (22:1-4).

    d. No más muerte, ni tristeza, ni llanto, ni dolor (21:4); La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lumbrera (21:23, 22:5); Las naciones que hayan sido salvas andarán a la luz de ella y los reyes de la tierra traerán su gloria y su honor a ella (21:24, 26); Río de agua de vida, resplandeciente como cristal, que fluía del trono de Dios y del Cordero (22:1); En medio de la calle de la ciudad y a uno y otro lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto. Las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones (22:2); no habrá más maldición (22:3); Los siervos de Dios lo servirán (22:3); no habrá más noche (22:5).

    e. Los cobardes, incrédulos, abominables, homicidas, fornicarios, hechiceros, idólatras, y todos los mentirosos; toda cosa impura o que haga abominación y mentira; los perros; todo el que añade o quita de las palabras del libro de esta profecía (21:8, 27, 22:15, 18, 19).

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  • 2.

    Compare la descripción del cielo nuevo y la tierra nueva con las anotadas en Is 60; 65:17-25; Ez 40-48 y 2 Pe 3:13.

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    Similitudes en Isaías capítulo 60; 65:17-25: Dios será la luz de Sión, y todas las naciones y los reinos vendrán a la luz (60:1-9, 19); las puertas estarán de continuo abiertas (60:11); de lo pasado no habrá memoria ni vendrá al pensamiento (65:17); nunca más se oirán en ella voz de lloro ni voz de clamor (65:19); no habrá opresión ni maldad (65:20-25); los cielos nuevos y la tierra nueva son el santo monte de Dios (65:25).

    Similitudes en Ezequiel 40-48: la ciudad estaba sobre un monte muy alto (Ez 40:2); la ciudad fue medida (capítulos 40-42); la gloria de Dios llenó el templo (43:4, 5); los siervos de Dios lo servirán (44:16); el agua del templo hace que la tierra sea fructífera y provea sanidad (47:1-12); tres puertas de cada lado con los nombres de las doce tribus (48:30-34); el nombre de la ciudad será  “Jehová-sama (Jehová está allí)” (48:35). 

    2 Pe 3:13 declara que el cielo nuevo y la tierra nueva son el hogar de la justicia. Esto es similar a la descripción de la ciudad santa, donde hay una completa ausencia del mal.

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  • 3.

    Anote la descripción o identidad de Cristo en estos dos capítulos.

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    El Alfa y la Omega, el principio y fin, el primero y el último (21:6, 22:13); el Cordero (21:9, 14, 22, 23, 27, 22:1, 3); la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana (22:16).

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Análisis del segmento

  • 21:1-8

    1.

    ¿Por qué la ciudad santa también es la novia? ¿Qué simboliza la ciudad?

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    La nueva Jerusalén, es a la vez una ciudad y la novia. El versículo 9 nos dice que la novia es la esposa del Cordero. Tanto la ciudad como la novia representan a la iglesia (Gl 4:25, 26; Ef 5:23-27, 31-32; Heb 12:22, 23), y la nueva Jerusalén en el Apocalipsis simboliza la iglesia en gloria. La ciudad santa no es una entidad física porque una ciudad no puede ser a la vez la novia. Es más bien la comunidad del pueblo de Dios en el cielo.

    Aunque la nueva Jerusalén es una imagen de nuestra morada eterna en el cielo, tiene una relevancia directa con la iglesia de hoy. La Biblia nos dice que luego de que hemos creído en Cristo, estamos sentados con Cristo en lugares celestiales (Ef 2:6; cf. Col 3:3-4), y que nos hemos acercado a la Jerusalén celestial (Heb 12:22). Por lo cual, en el espíritu, estamos en la nueva Jerusalén. Mientras aún continuamos luchando por alcanzar la perfección, la ciudad santa está siendo preparada en el cielo (2; cf. 19:7, 8). A su tiempo, la iglesia perfecta se convertirá en una realidad, descendiendo del cielo de Dios. La descripción de la santa ciudad es algo con lo que nos podemos relacionar, incluso hoy en la iglesia de Dios, mientras continuamos preparándonos para encontrarnos con nuestro Señor en la gloria.

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  • 2.

    ¿Cuál es el origen de la ciudad santa? ¿Qué significa esto?

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    Desciende del cielo de Dios (2,10; cf. 3:12). Significa que Dios es el constructor y hacedor de la ciudad (Heb 11:10, 16). Dios es el fundador de la iglesia, mediante la redención de su propia sangre (Hch 20:28). La verdadera iglesia no es fundada por el hombre, sino edificada según la voluntad de Dios.

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  • 3.

    ¿Por qué es una gran bendición tener a Dios morando con los hombres? ¿Qué significa “ellos serán su pueblo” y “Dios será su Dios”? (2 Co 6:16; Jer 24:7; Ez 37:27-28).

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    Dios morando con los hombres se refiere a la íntima relación entre Dios y su pueblo, y con esta relación restaurada, podemos disfrutar del favor, el amor y la protección de Dios (Lv 26:9-13; Ro 5:1, 9-11). Mientras que en la primera creación el hombre fue desprovisto de la presencia de Dios a causa del pecado, en el cielo nuevo y la tierra nueva, el hombre se convierte nuevamente en hijo de Dios (7).

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  • 4.

    ¿Qué impresión le da el versículo 4?

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  • 5.

    Observe que con frecuencia se menciona la palabra “nueva”. ¿Qué son las nuevas cosas? ¿Qué son las primeras cosas (4)?

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    Todas las cosas son hechas nuevas (5), incluyendo una nueva relación con Dios y una nueva vida espiritual. Las primeras cosas son la muerte, el llanto, el clamor y el dolor. Son cobardía, incredulidad, abominación, homicidios, inmoralidades sexuales, hechicerías, idolatría y mentiras. En el cielo nuevo y la tierra nueva, y en la nueva Jerusalén, Dios enjugará toda lágrima y removerá las primeras cosas junto con la maldición (21:4, 22:3).

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  • 6.

    ¿Cómo la frase “Yo hago nuevas todas las cosas” también caracteriza una conversión cristiana?

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    Luego de que un creyente es bautizado en Cristo, este se reviste de una vida nueva a semejanza de Dios. Ya no tiene parte en la vida de pecado (Ro 6:4-7; Ef 4:20-32). Ahora somos reconciliados con Dios y nos hemos revestido de la justicia de Dios; ya no vivimos para nosotros, sino para Aquel que murió por nosotros y resucitó (2 Co 5:14-21); “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas” (2 Co 5:17).

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  • 7.

    ¿Qué significa que “el mar ya no existía más”? (1)

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    El mar es un símbolo de agitación y maldad (Is 57:20). En el Apocalipsis, es el origen y la fuente de la bestia (13:1) y el lugar para los muertos (20:13). Por esto, la ausencia del mar simboliza la completa remoción de todo pecado y muerte.

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  • 8.

    Explique los siguientes pecados que merecen la segunda muerte: a. Los cobardes b. Los abominables c. Los mentirosos

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    a. El miedo es un signo de falta de fe (Mt 8:26). Ser cobarde es no tener la fe y el valor para reconocer a Cristo (cf. Mt 10:32-39).

    b. Los primeros tres pecados de la lista, que están interrelacionados, tienen que ver con la actitud e inclinación del corazón, mientras que los pecados restantes de la lista tienen que ver con ofensas específicas. Los abominables se refieren a todo lo que Dios aborrece. Los “abominables”, los “cobardes” y los “incrédulos”, también incluirían los pecados que les siguen: “los homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos”. 

    c. Son los que dan falsos testimonios (cf. Ex 20:16). Incluyen a los deshonestos, los hipócritas, los que no aceptan ni practican la verdad, y a los predicadores de falsas enseñanzas (cf. 1 Jn 1:10, 2:4, 22; Mt 23:33; Jn 8:44, 45; Ap 2:2, 9, 20, 3:9).

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  • 21:9-21

    9.

    Con base a la descripción de la ciudad santa, ¿qué piensa respecto a la nueva Jerusalén?

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  • 10.

    ¿Qué verdades espirituales se pueden hallar en lo siguiente? a. Muro grande y alto b. Doce puertas, tres a cada lado, con los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel c. Puertas de perlas d. Doce cimientos con los nombres de los doce apóstoles e. Medición de las puertas y el muro (doce mil estadios) f. Adornado con doce clases de piedras preciosas

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    a. Protección y separación del mal. Ningún pecador entra en la ciudad. Esto nos enseña que los creyentes debemos vivir separados del pecado (Ro 12:1-2)(2 Co 6:14-18)(1 Pe 1:13-17).

    b. Las puertas en los cuatro lados podrían representar la naturaleza universal de la salvación (Gl 3:26-28). Los salvos procederán de todo linaje, lengua, pueblo y nación (Ap 5:9). Los nombres de las doce tribus podrían representar que la ciudad es para todos los elegidos de Dios, dado que las doce tribus de Israel representan al pueblo escogido de Dios (Jn 4:22; Hch 13:23).

    c. Tal como en Mt 7:6, 13:45-46, la perla aquí podría representar la verdad. En este caso, puertas de perlas podrían simbolizar que la puerta de la salvación es la verdad como la enseñó Cristo y los apóstoles (Mt 7:13-23; Jn 14:6). Hoy, si queremos entrar a la ciudad santa, debemos entrar a la única iglesia verdadera que predica el evangelio completo.

    d. Tal como las doce puertas de perlas, los doce cimientos con los nombres de los doce apóstoles podrían representar que la verdadera iglesia se edifica sobre el evangelio de Jesucristo y las enseñanzas de los apóstoles (cf. Ef 2:20).

    e. Medir la ciudad es un acto de definir los límites de la ciudad, lo que significa separación y protección (cf. Ap 11:1-2). Estos límites representan los mandamientos de Dios. Solo quienes permanezcan en los mandamientos de Dios podrán entrar a la ciudad (22:14). La simetría en longitud, altura y anchura (doce mil estadios, un número completo), también podría representar la conformidad perfecta y completa con la palabra de Dios.

    f. Las doce clases de piedras preciosas, que son objetos de gran belleza y esplendor, podrían representar las perfectas cualidades espirituales de los creyentes. Tal como las piedras preciosas en el pectoral del Sumo sacerdote (Ex 28:15-20), estas piedras preciosas también se podrían referir a la gloriosa posición de los elegidos de Dios.

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  • 21:22-27

    11.

    ¿Qué significa que el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son el templo de la ciudad?

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    En la antigua Jerusalén, el templo era símbolo de la presencia de Dios. Pero el templo también separaba lo santo de lo profano, de modo que sólo los sacerdotes podían entrar en él. Pero en el Nuevo Testamento, debido a la expiación de Cristo, los creyentes tienen acceso al Lugar santísimo (Heb 10:19-20). Dado que no hay más separación en la ciudad santa, no hay más necesidad de un templo físico. La presencia de Dios ahora llena toda la iglesia. Él y el Cordero se convierten en el templo.

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  • 12a.

    ¿Cuál es la fuente de iluminación de la ciudad?

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    La gloria de Dios y el Cordero.

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  • 12b.

    ¿Qué significa que andarán a la luz de la ciudad?

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    La luz puede ser un símbolo de la gloria y la justicia de Dios. En este sentido, el pueblo de Dios andará en completa justicia, y no habrá el más mínimo vestigio de maldad y pecado (cf. 1 Jn 1:1-7; Jn 1:7-9, 3:19, 8:12, 12:35-36).

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  • 13.

    ¿Qué llevarán a la ciudad las naciones de los salvos y los reyes de la tierra? ¿Qué podría significar esto?

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    Ellos llevarán la gloria y el honor de las naciones (24, 26). En la iglesia, los creyentes constantemente ofrecen gratitud y alabanza a Dios por su salvación (cf. 19:5-6). Por su conducta santa, también dan gloria y honor a Dios (cf. Mt 5:14-16; Flp 2:14-15).

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  • 22:1-5

    14.

    ¿Cuál es el elemento o figura central de este párrafo?

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    Dios y el Cordero sentado en el trono.

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  • 15a.

    ¿Qué simboliza el río de agua de vida?

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    El Espíritu Santo de Dios (Is 44:3; Jn 4:13-14, 7:37-39); el Espíritu Santo viene del trono de Dios porque es del Padre (Jn 15:26; Hch 2:32, 33).

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  • 15b.

    Explique el efecto del río de agua de vida en la vida de un creyente.

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    Da vida a la ciudad santa, para que el árbol de la vida dé frutos cada mes y sus hojas sean para la sanidad de las naciones. De igual forma, el Espíritu Santo da vida a los creyentes, para que den frutos y manifiesten la naturaleza de Dios. La sanidad de las hojas podría representar el consuelo y la restauración que nos da el Espíritu Santo (cf. Ez 47:7-12). Hoy, la verdadera iglesia se caracteriza por la renovación constante del Espíritu Santo, que manifiesta la nueva vida de Dios en los creyentes (cf. Ro 8:9-11; Tit 3:5-6).

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  • 22:6-21

    16a.

    ¿Qué expresión sobresale en este pasaje? ¿Cuántas veces aparece?

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    Vengo pronto (7, 12, 20; cf. 10).

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  • 16b.

    ¿Por qué el Señor lo enfatiza con tanta frecuencia?

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    Todo el mensaje del Apocalipsis se centra en la inminente venida de Cristo. Leer el Apocalipsis sin prepararse para el regreso de Cristo sería ignorar lo más importante. Dado que Cristo pronto traerá juicio y recompensa con Él, todos debemos prepararnos para su venida, obedeciendo las palabras de la profecía.

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  • 16c.

    ¿Cómo este epílogo hace eco a los primeros capítulos del Apocalipsis?

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    Al inicio del libro, Cristo nos dice que el tiempo está cerca. Al final del libro, nos dice una y otra vez que vendrá pronto. Debido a tal inminencia, seremos bendecidos si leemos y guardamos las palabras de la profecía de este libro (1:3, 22:7). Tanto el capítulo inicial como el final prometen a los que vencen y advierten a los malhechores. En ambas partes también leemos sobre la identidad de Cristo, como el Alfa y la Omega. Él es el Señor soberano de la historia, quien es fiel a su promesa y quien hará justicia. Debemos someternos a su voluntad y ser fieles hasta la muerte, para que recibamos su galardón y estemos con Él en gloria para siempre (cf. 2 Ti 2:11-13).

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  • 17a.

    ¿Cómo la invitación del versículo 17 ilustra la naturaleza de la salvación? ¿Quiénes están calificados para entrar a la ciudad santa?

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    Todo el que tenga sed y quiera puede tomar el agua de la vida gratuitamente. La salvación es un don gratuito para todo el que cree (Jn 7:37-39; Ro 3:24).

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  • 17b.

    ¿Cómo se relaciona este hecho con la calificación para entrar en 14?

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    Mientras que la versión NKJV dice: “Bienaventurados los que guardan sus mandamientos”, otras traducen el versículo 14 como “Bienaventurados los que lavan sus ropas”. Si bien guardar los mandamientos de Dios se refiere a las obras de justicia de los santos, somos hechos justos en primer lugar por medio de Cristo (Ef 2:8-10; Tit 3:5). La obediencia de los santos es una respuesta de fe a la misericordia de Dios y la obra salvadora de Cristo; no es nuestra propia justicia. Pero después de habernos revestido de Cristo, debemos mantener limpia nuestra ropa, haciendo obras de justicia (1 Jn 3:7). Dicha vida de fe nos permitirá tener acceso a la ciudad santa.

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  • 18a.

    Anote el énfasis repetido de la importancia de las palabras de la profecía.

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    “Estas palabras son fieles y verdaderas. El Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto” (6). “Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro” (7). “Pues yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas y de los que guardan las palabras de este libro” (9). “No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca” (10). “Yo, Jesús, he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana” (16). “Yo advierto a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro” (18,19).

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  • 18b.

    Según este capítulo, ¿por qué debemos tomar con seriedad las palabras de la profecía del Apocalipsis?

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    1) El tiempo está cerca y Cristo viene pronto para recompensar a cada uno conforme a sus obras (7, 10, 12, 20). 

    2) El obedecer o no las palabras de la profecía determinará si entramos a la santa ciudad (14,15).

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  • 19.

    ¿Cómo las palabras de la profecía reflejan la misericordia y el amor de Dios?

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    Nos advierten contra el pecado y nos invitan al don de la vida de la gracia de Dios. Por su amor, Él con urgencia nos llama a prepararnos para su venida, para que no suframos la segunda muerte, sino que recibamos la vida eterna.

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  • 20.

    ¿Cuál es el mensaje del versículo 11?

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    Debido a que el tiempo está cerca (10), debemos tomar una decisión inmediata sobre nuestras conductas. Los creyentes deben perseverar en esta hora final para que puedan recibir el galardón del Señor. Este versículo no significa que los malhechores han de permanecer haciendo el mal. Más bien, es un llamado para responder inmediatamente. No hay tiempo para dilaciones ni dudas.

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  • 21a.

    ¿Cómo las palabras “¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!” reflejan el anhelo colectivo de los creyentes durante todas las edades?

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    La venida del Señor será el cumplimiento final de nuestra esperanza. Desde que Jesús ascendió, los creyentes han estado esperando por el retorno del Señor. Ahora los creyentes esperan con paciencia y muchas ansias, anhelando que llegue ese día glorioso (Ro 8:18-25; Gl 5:5; Flp 3:20; Sant 5:7-9). Incluso los santos del pasado están aguardando por este día, para poder recibir juntos el cumplimiento de la promesa (2 Ti 4:8; Heb 11:39-40). El pueblo de Dios, incluyendo las almas de los mártires, también clama día y noche por la venganza (Lc 18:7; Ap 6:9-11). El cuerpo de creyentes a lo largo de las edades está esperando ansiosamente. Aquí, al final de la Biblia, Juan habla en nombre de todos los creyentes y responde de corazón a la promesa de Cristo, diciendo: “¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!”

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  • 21b.

    ¿Reflejan estas palabras su actitud respecto a la venida del Señor?

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  • 22.

    Anote las siete bienaventuranzas del Apocalipsis (“Bienaventurados los…”). ¿Cómo se aplican a su vida?

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    1:3; 14:13; 16:15; 19:9; 20:6, 22:7, 14.

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  • 23.

    ¿Cómo el estudio del Apocalipsis afectará su vida cristiana?

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  • 24.

    Compare estos dos últimos capítulos de la Biblia con los dos primeros capítulos (Génesis 1-2). ¿Cómo la visión del cielo nuevo y la tierra nueva trae un final hermoso a toda la Biblia?

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