Contexto

Las historias de los nacimientos comenzaron en el templo y ahora concluyen en el templo. Los eventos que acontecieron y lo que se dijo del niño Jesús señalan claramente que Él es el Salvador que Israel había estado esperando. Los pasajes que hemos estudiado hasta ahora son, en su mayoría, exclusivos de Lucas. De una forma que es característica de Lucas, las historias describen cuidadosamente el carácter, las palabras y los sentimientos de los personajes y las interacciones que existen entre ellos.

Versículo clave

(2:30-32)

¿Sabía usted que...?

1. Los días de la purificación (2:22): según la ley judía, una mujer se volvía ceremonialmente impura luego del parto. En el octavo día, el niño era circuncidado (cf. 1:59; Gn 17:12) y la madre permanecía impura por unos treinta y tres días adicionales (sesenta y seis si era niña) (Lv 12:1-5). ^[ref]
2. El himno de Simeón (2:29-32) se conoce como el “Nunc dimittis”, que son las primeras palabras de la Vulgata, la traducción de la Biblia al latín, y que significan “ahora puedes despedir”.
3. La fiesta de la Pascua (2:41): la ley ordenaba que todos los varones adultos debían participar de las tres principales fiestas anuales en Jerusalén: la Pascua, el Pentecostés y la fiesta de los Tabernáculos. Muchos no pudieron cumplir con esta regulación debido a la distancia, pero la mayoría trataba de participar de la Pascua.
4. Doce años (2:42): al entrar en la pubertad, un niño se convierte en “el hijo del pacto”. ^[ref] Al cumplir doce años, los niños comienzan a preparase para ocupar su lugar en la comunidad religiosa al año siguiente. ^[ref]

Esquema

• Presentación en el templo
  (2:21-39)
• Circuncisión y nombramiento
  (2:21)
• Presentación
  (2:22-24)
• Alabanza, bendición y predicción de Simeón
  (2:25-35)
• Alabanza y proclamación de Ana
  (2:36-38)
• De regreso a Nazaret
  (2:40)
• El crecimiento de Jesús
  (2:40-52)

Palabras/frases claves

consolación de Israel, fiesta de la Pascua, Gentiles, gracia de Dios, gracia para con Dios y los hombres, Jerusalén, justo y piadoso, los negocios de mi Padre, luz, ofrecer, redención, sabiduría y estatura, se fortalecía, se llenaba de sabiduría, se sorprendieron/se maravillaban, sujeto

Análisis general

Análisis del segmento

• 2:21-39

  1.	¿Qué insinúa el versículo 24 sobre la situación financiera de José y María (cf. Lv 12:7-8)?         Mostrar respuesta (La respuesta está vacía) Ocultar respuesta

• 2.

  ¿Qué importancia tiene la historia de la presentación de Jesús en el templo?         Mostrar respuesta No sólo muestra que Jesús venía de una familia judía piadosa que se conformaba a la ley del Señor, sino que también convence al lector de que Jesús era el Mesías que Israel había estado esperando. Su consagración al Señor sirvió también para revelar su identidad a los devotos que adoraban en el templo. Ocultar respuesta

• 3.	Describa a Simeón y su rol en este relato.         Mostrar respuesta (La respuesta está vacía) Ocultar respuesta

• 4.

  ¿Qué nos dice lo que dijo Simeón en los versículos 31 y 32 sobre el evangelio?         Mostrar respuesta Las palabras de Simeón enfatizaron la naturaleza universal del evangelio. Así como fue profetizado en el Antiguo Testamento, todas las naciones verán la salvación del Señor (Is 52:10; Sal 98:3). Si bien la luz del evangelio trae revelación a los gentiles, también le trae gloria a Israel porque el Salvador ha salido de Israel conforme al pacto de Dios con su pueblo (cf. Jn 4:22). Ocultar respuesta

• 5.

  Explique lo que le dijo Simeón a María (34-35).         Mostrar respuesta Para los creyentes, Jesús es la piedra angular; pero para los incrédulos, Él es una piedra de tropiezo (1 P 2:6-8). “Para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones” significa que la decisión de una persona de aceptar o rechazar a Cristo revelará si adora a Dios de verdad o no (Lc 10:16). Así como Jonás fue una señal para su generación, Jesús será una señal que condenará a la generación incrédula (Mt 12:38-42). Jesús será una señal de la que la gente estará en contra y, eventualmente, sufrirá en las manos de los impíos. María vería cómo su hijo sería burlado, ridiculizado y crucificado (Jn 19:25-27). El dolor que María sufriría como madre sería como si una espada traspasara su propia alma. Ocultar respuesta

• 6.	Describa a Ana y el rol que desempeñó en esta historia.         Mostrar respuesta (La respuesta está vacía) Ocultar respuesta

• 7.

  ¿Cuál es la importancia de Simeón y Ana en esta historia?         Mostrar respuesta Tanto Simeón como Ana eran personas devotas que habían estado esperando la redención de Israel. Ambos eran figuras prominentes en la comunidad de Jerusalén. Sus proclamaciones y predicciones acerca de Jesús confirmaron que Jesús era realmente el Cristo y prepararon los corazones de las personas (especialmente aquellos que buscaban la redención; véase versículo 38) para aceptar la salvación del Señor. Ocultar respuesta

• 2:40-51

  8.

  Basándose en las descripciones del crecimiento de Jesús (40 y 52), ¿qué caracteriza un crecimiento sano e integral?         Mostrar respuesta Para que el crecimiento de una persona sea calificado de sano, se debe tener en cuenta tanto el aspecto físico como el espiritual. Así como Jesús “se fortalecía” en espíritu (refiriéndose a su sabiduría y carácter), nosotros también debemos crecer en nuestro conocimiento espiritual y carácter (cf. Flp 1:9-11). Jesús crecía “en gracia para con Dios y los hombres”. Del mismo modo, nosotros también debemos procurar la madurez espiritual, lo que es encomiable ante Dios y los hombres (cf. Pr 3:1-4). Ocultar respuesta

• 9.

  ¿Qué importancia tiene esta historia?         Mostrar respuesta Esta historia no sólo muestra la inusual sabiduría de Jesús, sino que también revela su misión divina. A los doce años, Jesús ya estaba familiarizado con la ley de Dios. El hecho de que se había quedado en el templo y había mantenido una discusión acalorada con los doctores de la ley es prueba de sus ansias por las cosas de Dios. Incluso a su tierna edad, Jesús estaba plenamente consciente del propósito que Dios tenía para su vida. Ocultar respuesta

• 10.

  ¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo: “¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?”?         Mostrar respuesta Sin estar plenamente conscientes de la identidad y la misión de Jesús, José y María se sorprendieron por la conducta de su hijo. Incluso, María le habló a Jesús con gran preocupación y un tono de reproche. La respuesta de Jesús sugiere que Él pertenecía a la casa de Dios y no a la tutela de sus padres. La palabra “necesario” transmite un fuerte sentido de propósito que es prominente en Lucas. Jesús vino con el propósito de cumplir la salvación de Dios, por lo que su lealtad a los negocios del Padre tenía prioridad por sobre las relaciones familiares. Ocultar respuesta

• 11.

  ¿Cómo podemos hacer lo mismo que Jesús y estar “en los negocios de mi Padre” (también traducido “estar en la casa de mi Padre”)?         Mostrar respuesta Debemos comprender que somos hijos de Dios y vivir sabiendo que tenemos una misión y un propósito. Estamos en este mundo para llevar a cabo los negocios de nuestro Padre: proclamar el mensaje de salvación y vivir de acuerdo a los mandamientos de Dios para su gloria. Con este objetivo en mente, concentraremos nuestros corazones y nuestras vidas en las cosas de Dios. Ocultar respuesta

• 12.

  A pesar de haberles dicho que necesitaba estar en los negocios de su Padre, Jesús volvió a Nazaret con sus padres y vivió sujeto a ellos. ¿Qué podemos aprender aquí sobre las responsabilidades que tenemos para con Dios y para con nuestra familia?         Mostrar respuesta Aunque era el Hijo de Dios, Jesús no descuidó sus deberes para con sus padres. Aunque tenía más autoridad y poder que ellos, Jesús honró a sus padres de acuerdo al mandamiento de Dios. De la misma manera, nuestra misión de servir a Dios no debe convertirse en un pretexto para descuidar nuestros deberes familiares (cf. Mt 15:3-6). Siempre que sea posible, debemos cumplir fielmente con los roles que nos ha dado Dios y ser responsables en nuestras vidas al mismo tiempo que llevamos a cabo la obra del Señor (cf. 1 Ti 3:5). Ocultar respuesta