Contexto

En el pasaje anterior, Santiago trató el tema del habla para ilustrar el principio de la fe y las obras. Ahora presenta otro ejemplo, que se extiende del discurso sobre la lengua: luchas y contiendas entre los creyentes. Es obvio que la contienda era un problema serio en la comunidad de creyentes. Por esto Santiago usa palabras fuertes de reprensión señalando el pecado y lo que deben hacer para quitar el pecado de en medio de ellos.

Versículo clave

(4:7)

¿Sabía usted que...?

Esquema

Análisis general

  • 1.

    En general, ¿qué párrafos tratan el problema? ¿Cuáles ofrecen soluciones?

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    3:13-4:3 señala el problema. 4:4-12 trata de la solución al problema.

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  • 2.

    ¿Qué clase de maldades discute el pasaje?

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    Celos amargos, rivalidad, jactancia, mentira, perturbación, guerras, pleitos, codicias, matanza, envidia, enemistad contra Dios, murmurar los unos de los otros, juzgar a otros.

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Análisis del segmento

  • 3:13-18

    1.

    ¿Le recuerda el versículo 13 los temas que hemos estudiado en esta carta?

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    Refuerza el tema de ser una hacedor de la palabra, la fe y las obras. Todo el que se cree sabio debe andar en mansedumbre.

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  • 2.

    ¿Cómo es la “mansedumbre” (13) esencial al lidiar con el problema que Santiago trata?

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    La mansedumbre significa tener un espíritu tierno y manso, una cualidad que los cristianos deben poseer para eliminar la envidia y la contienda. Los cristianos no solo deben ser mansos unos con otros, sino mucho más ante Dios sometiéndose a Él. Vea los comentarios en 4:7 para entender por qué la mansedumbre ante Dios es la clave para solucionar la envidia y la contienda.

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  • 3a.

    ¿Por qué tanta gente, incluyendo algunos creyentes consideran “sabiduría” a la envidia y la contienda?

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    En este mundo de competencia  y ambiciones egoístas, tener sabiduría significa ganar ventaja por encima de los demás. Por esto, muchos buscan ser más astutos y sobrepasar a sus competidores. En consecuencia, hay envidia, pleitos y otras formas de maldad. Desafortunadamente, algunos creyentes adoptan esta mentalidad del mundo y acarrean prácticas de maldad dentro de la comunidad de creyentes.

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  • 3b.

    ¿Cuál es la fuente de tal sabiduría?

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    Es terrenal porque ve las cosas desde el punto de vista de este mundo y de la vida temporal. Es sensual porque proviene de los deseos pecaminosos. Es demoníaca porque es Satanás quien está obrando detrás de tal “sabiduría”.

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  • 4.

    Según Santiago, ¿cuál es la raíz de la confusión y el mal en la comunidad de creyentes?

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    Celos amargos y rivalidad (14,16). Los motivos egoístas conducen naturalmente a los pleitos.

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  • 5.

    ¿Está en desacuerdo con otros hermanos creyentes? ¿Qué le enseña este pasaje al respecto?

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  • 6.

    ¿Por qué la pureza viene primero respecto a la sabiduría que viene de lo alto (17)?

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    La pureza se refiere a motivos puros, que sirve como base para las virtudes y actitudes que siguen en 17 y 18. Un carácter piadoso viene de un corazón puro.

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  • 7.

    Explique la analogía del versículo 18.

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    El fruto de justicia no puede crecer en un ambiente de celos amargos y rivalidad. Para que los creyentes den frutos que reflejen la justicia de Dios, debe haber paz en la comunidad espiritual. Esta clase de crecimiento espiritual saludable se cultiva por aquellos que activamente hacen de la paz una realidad.

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  • 4:1-3

    8a.

    ¿Qué clase de “guerras” y “pleitos” cree que existieron en la congregación?

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    Quizás existían en la iglesia “grupos de interés”, donde los creyentes peleaban abiertamente por ganancias personales y prestigio. Agudas divisiones resultaron en palabras y acciones que dañaron unos a los otros.

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  • 8b.

    ¿Ha visto problemas similares en la congregación hoy?

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  • 8c.

    Según Santiago, ¿cuál es la causa de tales problemas?

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    El deseo de placer: el deleite de ganar elogios y respeto, así como el placer de derribar a los oponentes.

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  • 9.

    ¿Qué aprendemos del versículo 3 sobre el motivo de la oración?

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    Motivos impuros son una causa de por qué nuestras oraciones no reciben respuesta. Nuestra oración no debe ser motivada por deseos de placer. Debemos buscar conocer y hacer la voluntad de Dios.

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  • 4:4-10

    10a.

    ¿Qué es la “amistad del mundo”?

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    La amistad del mundo es estar de acuerdo y adoptar los deseos pecaminosos de la carne (cf. 1 Jn 2:15-17).

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  • 10b.

    ¿Por qué esto es equivalente a “enemistad contra Dios”? ¿Acaso no podemos ser amigos del mundo y de Dios?

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    Los deseos de la naturaleza pecaminosa son opuestos al Espíritu Santo. Si obedecemos nuestros deseos pecaminosos, estos nos harán incapaces de someternos a Dios (Ro 8:5-8). Debido a que es imposible tener amistad con ambos, Dios y el mundo, tenemos que elegir a quién amar y a quién menospreciar (cf. Mt 6:24).

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  • 10c.

    ¿Por qué Santiago los llama “adúlteros”? (cf. Jer 3:8, 20; Os 2:2-5, 9:1)

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    Santiago los considera espiritualmente infieles a Dios.

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  • 11.

    ¿A qué clase de celos se refiere el versículo 5? (Ex 20:5; 34:14)

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    Como un cónyuge celoso anhela a su esposa infiel, Dios anhela celosamente cuando nuestros corazones están con el mundo.

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  • 12.

    Es de gran aliento saber que Dios nos da “mayor gracia”. ¿Cómo es la gracia de Dios pertinente a la presente discusión?

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    Si bien Dios nos anhela celosamente cuando codiciamos el mundo, su gracia para con nosotros sobrepasa sus celos. Él nos provee con generosidad el perdón y la fuerza para vencer al mundo cuando elegimos en humildad someternos a Dios (ver la segunda parte del versículo 6).

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  • 13.

    Santiago nos exhorta a someternos a Dios y resistir al diablo (7). Según el pasaje, explique ¿por qué esta es la clave para solucionar la envidia y la contienda?

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    La envidia y la contienda son del diablo; resistir al diablo involucra remover toda ambición egoísta. La mansedumbre y la paz son de Dios; si humildemente nos sometemos a la voluntad de Dios, la gracia de Dios nos permitirá traer unidad a la comunión de los creyentes.

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  • 14a.

    ¿Cómo puede “acercarse a Dios” en su vida (8)?

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    La respuesta se encuentra en el pasaje. Acercarse a Dios es someterse a Dios y convertirse en su amigo. En el proceso de acercarnos a Dios, necesitamos limpiar nuestras manos y purificar nuestros corazones. Necesitamos “afligirnos, lamentarnos y llorar”.

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  • 14b.

    ¿Qué representan las “manos” y los “corazones” en el versículo 8?  ¿Qué significa limpiar y purificar nuestras manos y nuestros corazones?

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    Las “manos” representan la conducta y los “corazones” representan los motivos. Nuestra conducta debe ser correcta para con Dios y debe proceder de una motivación sin pecado.

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  • 14c.

    ¿Qué clase de persona es de “doble ánimo” (8)?

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    Un creyente de doble ánimo es el que claudica entre servir a Dios y disfrutar los placeres de este mundo.

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  • 15.

    ¿Por qué debemos afligirnos, lamentarnos y llorar? (cf. 2 Co 7:10, 11; Mt 5:4)

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    Para restaurar nuestra amistad con Dios, debemos renunciar a los placeres de este mundo y arrepentirnos de nuestros pecados. Tal renuncia y arrepentimiento requieren tristeza y contrición por nuestra iniquidad.

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  • 4:11-12

    16.

    ¿Por qué hablar mal de un hermano y juzgar a un hermano equivalen a hablar mal de la ley y juzgar la ley?

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    Murmurar unos de otros es una violación de la ley debido a que la ley requiere que nos amemos unos a otros (2:8). También es juzgar la ley porque a través de esta conducta desafiamos la autoridad del mandato de Dios.

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  • 17.

    ¿Cuál debe y no debe ser nuestro rol respecto de la ley? ¿Por qué?

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    Debemos ser hacedores y no jueces de la ley (11). Dios es el único Juez, sólo Él puede galardonar o castigar (“salvar o destruir”). Que Él sea quien juzgue. Nuestra responsabilidad es someternos a su ley y no juzgar a los demás. Aparte de esto, ¿quiénes somos nosotros para juzgar cuando nosotros mismos fracasamos en cumplir perfectamente la ley?

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