Contexto

Las palabras de Pablo enfurecieron a la multitud. El comandante esperaba examinar a Pablo luego de azotarlo solo para descubrir que era ciudadano romano, o sea protegido por la ley romana para no ser arrestado ni azotado antes de ser declarado culpable. Al día siguiente, el comandante trajo a Pablo ante el concilio judío para hallar de qué lo acusaban. Pronto descubriría que las acusaciones en su contra no merecían ni muerte ni cadenas, sino que eran asuntos de la ley judía.

Versículo clave

(23:11)

¿Sabía usted que...?

1. Azotes (22:24): Latigazos eran de uso común durante interrogatorios. Se desnudaba al prisionero, se le ataba y le azotaba. Lo único que restringía al soldado que azotaba era su fuerza física y el látigo. Si era muy severo, el cuerpo se reducía a una pulpa sangrante. [ref]
2. “¿Os está permitido azotar a un ciudadano romano?” (22:25): La ley romana garantizaba a los ciudadanos numerosos derechos y privilegios, incluyendo inmunidad de ser azotado y crucificado. El comandante había violado la ley y era sujeto de ser juzgado por haber ordenado que Pablo fuera azotado (algo que el comandante convenientemente olvidó mencionar en su carta a Félix [cf. 23:27]). [ref]
3. “Yo con una gran suma adquirí esta ciudadanía” (22:28): La ciudadanía romana se otorgaba por nacimiento o como recompensa; no se podía comprar, sino por soborno. El comandante quería decir con esto: “¿Pudiste tu pagar el alto precio del soborno para adquirir la ciudadanía?” [ref] Lo cual implicaba que la apariencia de Pablo no era de rico.
4. “Yo lo soy de nacimiento” (22:28): La declaración verbal de la ciudadanía romana era aceptada al pie de la letra; se imponían penas severas (incluyendo muerte) por falsas declaraciones. Pablo era uno de los pocos individuos que era judío educado, inteligente y devoto que además era ciudadano romano de nacimiento. [ref]
5. Sanedrín (22:30): La corte suprema judía de 71 miembros, originada en el consejo de Moisés y los 70 ancianos (cf. Nm 11:16-17). Se componía de principales, ancianos y escribas, bajo dirección del sumo sacerdote. El Sanedrín tenía mucha autoridad en asuntos religiosos y civiles. [ref]
6. Ananías (23:2): No debe confundirse con otros de igual nombre (5:1-5 y 9:10-17). Se refiere al sumo sacerdote del momento. Fue un saduceo rico, arrogante e inescrupuloso que ocupaba el puesto sagrado por motivos egoístas y políticos. Luego viajó a Cesarea para acusar a Pablo ante Félix (cf. 24:1). Poco después de que Félix dejara la provincia, Ananías fue depuesto. Posteriormente fue asesinado.
7. “Pared blanqueada” (23:3): la reprensión de Pablo es similar a la de Jesús contra los escribas y fariseos en Mateo 23:27.
8. “No sabía que fuera el sumo sacerdote” (23:5): Esto ha dejado atónitos a los eruditos bíblicos, dado que el sumo sacerdote era identificable por su posición y asiento como presidente del Sanedrín. Algunos lo toman como ironía (“¡No considero que alguien que actúe así sea el sumo sacerdote!”). Otros asumen que debido al problema de la vista de Pablo, este no sabía quién había ordenado que lo golpearan. Quizás Pablo se estaba disculpando por su enojo (“Por un momento, no me di cuenta que le estaba hablando al sumo sacerdote”). [ref]
9. Saduceos (23:6): Partido político judío integrado en su mayoría por sacerdotes y gente de la clase alta que por lo general cooperaba con las autoridades romanas. Aunque más pequeño y menos popular que los fariseos (cf. ¿Sabía usted que…? #10), tenían posiciones de influencia en el Sanedrín. Dado que solo aceptaban la autoridad de los cinco libros de Moisés, rechazaban las tradiciones orales de los fariseos, las doctrinas de la resurrección, el juicio futuro, los ángeles y los espíritus. [ref]
10. Fariseos (23:6): Literalmente “Los separados”. Eran maestros en las sinagogas, ejemplos religiosos a los ojos del pueblo y autoproclamados guardianes de la ley y de la observancia de la misma. Consideraban las interpretaciones y regulaciones pasadas por tradición de la misma autoridad como las Escrituras. [ref]

Esquema

  • La multitud rechaza las palabras de Pablo
  • Pablo revela su ciudadanía romana
  • Pablo causa un alboroto en el Sanedrín
  • Los judíos traman matar a Pablo

Palabras/frases claves

Análisis general

  • 1.

    ¿Cómo fue la experiencia de Pablo en este pasaje similar/diferente a la de Jesús (cf. Mt 26:59-67)?

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    Tanto Pablo como Jesús fueron juzgados por predicar el evangelio, habiendo sido enviados por Dios. Ambos crearon alboroto en el consejo al hacer una declaración simple pero verdadera (Jesús al proclamar que Él era el Cristo [Mt 26:64], y cuando Pablo habló de su esperanza en la resurrección [Hch 23:6]). Todos abandonaron a Jesús. Los miembros del Sanedrín se unieron para condenar a Jesús. Él murió solo en la cruz. En comparación, Dios envió ayuda a Pablo debido a que no era su tiempo de morir por el evangelio. Los fariseos aceptaron a Pablo debido al trasfondo y creencias comunes. El comandante romano cumplió con su deber y protegió a Pablo de ser golpeado.

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  • 2.

    Ejemplos de la ley de Dios que observa sin lugar a duda (como los soldados romanos que obedecían sus leyes). Ejemplos de la ley de Dios que le es difícil obedecer (como los líderes religiosos que violaban la ley por beneficios personales).

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Análisis del segmento

  • 22:22-23

    1a.

    ¿Por qué la multitud rechazó las palabras de Pablo?

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    La multitud se alborotó cuando Pablo dijo que Dios lo había enviado a los gentiles. Se ofendieron que el evangelio fuera dado también a los gentiles, lo cual implicaba que los judíos no eran el único pueblo escogido.

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  • 1b.

    ¿Cómo podemos tener hoy actitudes similares?

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    Muchos se ofenden de que Dios salve tanto a “buenos” como a “pecadores” por igual, porque juzgan si la gente puede ser salva o no. Pero ninguno merece la salvación “por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Ro 3:23). Somos salvos por su misericordia a través de la fe en Jesucristo.

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  • 22:24-29

    2.

    ¿Por qué el comandante estaba perplejo ante la multitud gritando a Pablo?

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    Debió ser extraño para el comandante que Pablo hablara con la multitud en lenguaje extranjero (hebreo/arameo) y la multitud atenta, cuando de repente explotó alborotada. Al explicárselo, debió ser algo absurdo para él. El comandante no estaba familiarizado con las costumbres judías y las creencias cristianas. Asumió que tenía relación con la ley judía (cf. 23:29), que según él era un problema local.

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  • 3.

    ¿Qué dice el versículo 29 sobre el respeto a la ley dentro del Imperio Romano?

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    Claramente, la ley tenía fuerza en la tierra. Los soldados respondieron con rapidez al descubrir que habían violado los derechos civiles de un ciudadano romano (Pablo): “Los que iban a interrogarlo se retiraron enseguida. Al darse cuenta de que Pablo era ciudadano romano, el comandante mismo también tuvo temor por haberlo atado”. Quizás estaban entrenados para obedecer la ley, o temían ser castigados debido a su error.

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  • 4.

    Respecto a la ley, ¿cómo eran los soldados romanos mejores que los miembros del Sanedrín?

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    Los soldados romanos obedecían la ley, mientras que los miembros del Sanedrín violaban la ley, que proclamaban cumplir. A pesar de la severa advertencia de Jesús (cf. Mt 23:2-36; Mc 12:38-40), el sumo sacerdote, los escribas, los fariseos y los saduceos continuaron siendo hipócritas. Como dijo Pablo: “¿Estás tú sentado para juzgarme conforme a la ley, y quebrantando la ley me mandas golpear?” (23:3).

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  • 5a.

    Al creer en Jesucristo nos convertimos en ciudadanos de la casa de Dios (cf. Ef 2:19; Flp 3:20).  ¿Cuáles son las leyes del reino celestial?

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    Jesús resume los mandamientos en Mateo 22:37-40. Él explica el espíritu de la ley en el Sermón del Monte (Mt 5-7). La Biblia nos da indicaciones claras sobre cómo aplicar los principios cristianos en la vida diaria (Ro 12:9-21; Ef 4:25-32, 5:22-6:9; Col 3; Sant 2:5).

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  • 5b.

    ¿Cuáles son sus derechos y privilegios como ciudadano del cielo?

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    Jesús está preparando un lugar para nosotros en el cielo (Jn 14:2-4); El Espíritu Santo es nuestro Consolador (Jn 14:23-26); los misterios del reino celestial nos son revelados (Mc 4:11); triunfamos sobre el pecado y la muerte (1 Co 15:55-56).

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  • 5c.

    ¿Cuáles son sus responsabilidades como ciudadano del cielo?

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    Ser un esclavo de la justicia (Ro 6:19); ofrecer nuestros cuerpos como sacrificio vivo (Ro 12:1); cuidar del rebaño del Señor (Jn 21:15-17); predicar el evangelio (Hch 1:8).

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  • 22:30-23:11

    6a.

    ¿Qué significa vivir en buena conciencia? ¿Por qué es importante hacerlo “delante de Dios”?

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  • 6b.

    ¿Vive en buena conciencia delante de Dios?

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  • 7.

    ¿Por qué el sumo sacerdote mandó que Pablo fuera golpeado en la boca?

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    A Pablo lo golpearon luego de decir: “Yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy” (23:1). El sumo sacerdote se sintió ofendido de que alguien acusado de serios crímenes dijera tener una limpia/buena conciencia. O quizás fue condenado por sus propios pecados por las palabras de Pablo.

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  • 8.

    En 23:5, ¿por qué Pablo citó la ley de Moisés (cf. Ex 22:28)?

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    Pablo pidió perdón por desconocer que había reprendido al sumo sacerdote. Además, implicaba que el sumo sacerdote había hecho algo peor violentando la ley adrede al ordenar que le golpearan. El sumo sacerdote y el Sanedrín cometieron una falta más grave al oponerse al evangelio. Ellos conocían bien el Antiguo Testamento y el mensaje de Jesús, pero obstinadamente rechazaron la verdad. “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados” (Heb 10:26).

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  • 9.

    ¿Qué quería lograr Pablo al decir: “Yo soy fariseo, hijo de fariseo; acerca de la esperanza y de la resurrección de los muertos se me juzga”. (23:6)? ¿Qué aprendemos sobre lo que hemos de hacer en dificultades?

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    Jesús nos enseña a ser “prudentes como serpientes, y sencillos como palomas” (Mt 10:16). Pablo usó el método efectivo para enfrentar la situación. Hizo una declaración en esencia verdadera: él era fariseo y predicaba a Jesús resucitado. En esos términos, él ganó de inmediato la simpatía de los fariseos, quienes tomaron para sí el discutir el tema con los saduceos. Los fariseos dijeron: “…no resistamos a Dios” (23:9), lo que hacía eco al consejo previo de Gamaliel al Sanedrín (cf. 5:38-39). Pero la estrategia de Pablo fue demasiado efectiva; la discusión entre ambos grupos se volvió tan intensa que Pablo fue casi “despedazado” (23:10).

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  • 10a.

    ¿Por qué se le apareció el Señor a Pablo (11)?

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    Pablo apenas sobrevivió la violencia en el Sanedrín. Mientras estaba en custodia, quizás perdió el sentido de dirección, se sintió frustrado que el evangelio fuera rechazado. Ante esto, el Señor se le apareció diciendo: “¡Ten ánimo! y enfrenta lo que te falta”. Jesús afirmó el testimonio de Pablo en Jerusalén. Además, le dio una clara dirección sobre la tarea a realizar (“testificar a Roma”), prometiéndole que sería libre de la prisión en la que estaba. Pablo podría haber estado frustrado de que sus dos sermones en Jerusalén terminaran en tumultos y de que ahora estaba preso.

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  • 10b.

    Al predicar el evangelio y ser rechazado, ¿cómo puede aún “tener buen ánimo”?

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    Los apóstoles se regocijaron por haber sido “dignos de padecer afrenta por causa del Nombre” (Hch 5:41). Pablo se regocijó mientras estaba en la prisión y alentó a los miembros a hacer lo mismo (Flp 3:1, 4:4). “Gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría” (1 Pe 4:13-14).

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  • 10c.

    ¿Cómo ha afirmado Jesucristo la obra suya? ¿Cómo le ha dado Él dirección en su vida?

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  • 23:12-22

    11.

    Describa al comandante romano con sus propias palabras.

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    El comandante debió creer que los judíos estaban fuera de sí en sus interminables y violentas disputas. Anteriormente fue por una palabra: “gentiles”. Ahora era por otra: “resurrección”. Sin embargo, él cumplió fielmente con sus deberes de mantener la paz y proteger a Pablo de los judíos.

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  • 12.

    ¿Alguna vez un inconverso ha sido de gran ayuda para usted?  ¿Qué le enseña esto respecto a Dios obrando a través de la compasión de otros?

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    Cuando nos hallemos con una persona de buen corazón pero inconverso, debemos agradecer a Dios por su misericordia; pese a que el pecado entró al mundo, Dios puso bondad en los que aún no lo conocen. La mejor forma de mostrar gratitud a una persona de buen corazón es conducirlo a Cristo.

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