Contexto

Este pasaje puede considerarse como el clímax de la carta. Luego de que Pedro exhortó a los creyentes a imitar a Cristo en sus sufrimientos, ahora les pide que enfoquen su mirada en la gloria que les ha sido conferida y la gloria que les espera. Así como inició la carta con el recordatorio de la maravillosa gracia de la salvación, ahora concluye sus exhortaciones señalando las gloriosas bendiciones de Dios. A lo largo del pasaje, Pedro también nos asegura la fidelidad y la gracia de Dios, quien cuida de nosotros en las pruebas y nos exaltará a su debido tiempo.

Versículo clave

(5:10)

¿Sabía usted que...?

  1. Revestíos (5:5): Esta expresión “se refiere a un esclavo poniéndose un delantal antes de servir”. [ref]

Esquema

  • Gozo en el sufrimiento
  • Servicio de los ancianos
  • Sumisión y humildad
  • Sobriedad y resistencia
  • Saludos finales

Análisis general

  • 1.

    Anote qué enseñan los siguientes versículos sobre la gloria de Dios: a. 4:13 b. 4:14 c. 4:16 d. 5:1 e. 5:4 f. 5:10 g. 5:11

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Análisis del segmento

  • 4:12-19

    1.

    Según el versículo 12, ¿cuál es el concepto erróneo común respecto a las pruebas? ¿Cuál debería ser nuestra actitud correcta?

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    Si creemos que los cristianos no tienen por qué sufrir, seremos sorprendidos cuando el fuego de la prueba venga sobre nosotros. La Biblia enseña claramente que los cristianos pasaremos por varias pruebas, por lo que debemos estar preparados para ellas en cualquier momento (1 Pe 5:9; Mt 16:24-25; Hch 14:22)(1 Tes 3:3)

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  • 2a.

    ¿En qué sentido participamos de los sufrimientos de Cristo cuando pasamos por pruebas de fuego?

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    La Escritura considera el sufrimiento por causa de Cristo como una participación de los sufrimientos de Cristo (cf. 2 Co 1:5-7; Ro 8:17; Flp 3:10). El Señor mismo sufrió por causa de la justicia cuando estuvo en el mundo, y su nombre continúa siendo odiado por el mundo. Por esto, cuando el mundo nos persigue o nos insulta porque somos cristianos, en realidad está insultando y persiguiendo a Cristo, y somos participantes de su sufrimiento (Jn 15:18; Hch 9:1-4).

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  • 2b.

    En nuestras pruebas, ¿por qué es importante recordar que participamos de los sufrimientos de Cristo?

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    Si recordamos que somos participantes de los sufrimientos de Cristo, consideraremos el sufrir por su nombre como un verdadero honor y privilegio (cf. Hch 5:41).

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  • 3.

    ¿Por qué es una bendición ser ultrajado por el nombre de Cristo (14)?

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    Somos bendecidos porque el Espíritu de gloria y de Dios está con nosotros. Puede que suframos en la carne, pero tenemos la gloria de Dios en el espíritu.

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  • 4a.

    ¿Cuál es el juicio que viene sobre la casa de Dios?

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    El juicio que comienza en la casa de Dios se refiere a los sufrimientos por los que los creyente atraviesan. A diferencia del juicio que vendrá sobre los pecadores, que traerá condenación, el juicio de Dios sobre su casa viene en forma de disciplina paternal, y resulta en justicia y paz (Heb 12:4-11).

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  • 4b.

    ¿Por qué Pedro menciona el tema del juicio aquí (17-18)? ¿Qué relación tiene con el sufrimiento de los cristianos?

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    Pedro quiere que los creyentes entiendan el terrible juicio que vendrá sobre los que ahora les persiguen. Los creyentes bajo el sufrimiento podrían preguntar por qué tienen que sufrir mientras que los impíos viven en prosperidad. Lo que deben saber es que los sufrimientos temporales, que son el juicio de Dios sobre su casa, los apartará del mundo y los salvará de la condenación en el futuro. Con esto en mente, los creyentes deben perseverar y encomendar sus almas a Dios (cf. 19).

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  • 5a.

    En nuestro sufrimiento, ¿por qué debemos recordar que Dios es el “fiel Creador”?

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    El término “fiel Creador” nos recuerda dos cosas acerca de Dios. Primero, Él es nuestro Creador, por lo que se preocupa por nosotros. Segundo, Él es un Dios fiel. En nuestro sufrimiento, es de gran certeza recordar que Dios cuida de nosotros, nos ayudará a pasar por los sufrimientos y nos dará su gloria.

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  • 5b.

    ¿Cómo encomendamos nuestras almas a Dios en nuestros sufrimientos?

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    Encomendar nuestras almas a Dios significa continuar haciendo el bien (19). Debemos aguardar pacientemente la justicia de Dios en vez de pagar mal por mal (cf. 2:23).

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  • 5:1-4

    6.

    Note las referencias a Cristo en este párrafo y explique su significado en la exhortación a los ancianos.

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    El versículo 1 habla de los sufrimientos de Cristo. Como testigo de los sufrimientos de Cristo, quien dio su vida por sus ovejas, Pedro alienta a los ancianos a servir al rebaño de Dios con la misma disposición y sacrificio. En el versículo 4, Pedro llama a Cristo el Príncipe de los pastores. Los ancianos, siendo pastores del rebaño de Dios, darán cuenta al Príncipe de los pastores por los creyentes que se les han “confiado” (3). Además, ellos sirven al Príncipe de los pastores, que les recompensará con la corona de gloria cuando aparezca (4).

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  • 7a.

    ¿Qué actitudes deben tener los ancianos?

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    Los pastores del rebaño deben estar dispuestos a servir, sin intención de obtener ganancias deshonestas. En vez de auto exaltarse o enseñorearse sobre otros, deben conducir al rebaño a través de sus buenos ejemplos.

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  • 7b.

    Como obispo espiritual, ya sea anciano, diácono, pastor, maestro, consejero o líder de jóvenes, ¿de qué aspectos carece su servicio?

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  • 5:5-7

    8a.

    ¿Por qué es necesaria la humildad para someternos los unos a los otros?

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    Si una persona piensa demasiado en sí misma y se considera mejor que otros, no será capaz de someterse a los demás.

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  • 8b.

    ¿Cómo se relaciona la sumisión unos a otros con la sumisión a Dios?

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    La sumisión unos a otros es en esencia sumisión a Dios, debido a que es Dios quien nos ha puesto en su rebaño y nos ha ordenado a someternos unos a otros en humildad. Por esto, luego de mandar que nos sometamos unos a otros, Pedro nos exhorta a humillarnos bajo la poderosa mano de Dios (6).

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  • 8c.

    ¿Qué seguridad tenemos al humillarnos bajo la mano poderosa de Dios?  ¿Ha disfrutado de esta bendición en su servicio y en su caminar con Dios?

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    La seguridad está en saber que Él nos exaltará a su debido tiempo (6). Además, la certeza es saber que mientras soportamos los sufrimientos, podemos echar nuestra ansiedad sobre Él, porque Él cuida de nosotros (7). Cuando nos esforzamos en obedecer la voluntad de Dios, con frecuencia conlleva sufrimiento. Debemos recordar que someternos a la voluntad de Dios es una expresión de confianza en Dios, quien cuida de nosotros. Aunque la sumisión involucra sufrimiento, podemos estar tranquilos y ser pacientes, sabiendo que si nos rendimos a su voluntad, Él cuidará de nosotros y de nuestros problemas, y nos levantará a su debido tiempo. Con esto en mente, nuestra vida cristiana y nuestro humilde servicio serán un gozo en vez de una carga.

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  • 5:8-11

    9a.

    ¿Qué nos indica el versículo 8 acerca del diablo?

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    Él es nuestro adversario. Como león rugiente, anda buscando a quien devorar. El diablo es nuestro enemigo espiritual que aprovecha cada oportunidad para convertirnos en sus presas. Lo hace a través de tentaciones, persecuciones o falsas enseñanzas.

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  • 9b.

    ¿Qué debemos hacer para vencer al diablo?

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    Debemos ser sobrios y vigilantes (8), y debemos resistirlo con una fe firme (9). En vez de enfocar nuestra mente en el placer y los compromisos seculares, debemos ponernos toda la armadura de Dios, prepararnos diariamente con las cualidades y disciplinas espirituales (Ef 6:10-18). Al enfrentar las tentaciones, no debemos sucumbir al ambiente, sino pelear contra los deseos de maldad en nosotros, dependiendo del poder del Señor.

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  • 10a.

    ¿Cómo se identifica a Dios en el versículo 10? ¿Cómo es esto importante en el padecimiento?

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    Él es el Dios de toda gracia, quien nos llamó a su gloria eterna en Cristo Jesús. Dios, que nos ha dado todas las cosas buenas, nos ha predestinado para gloria en Cristo. Si Dios nos ama tanto, que incluso nos ha dado a su único Hijo y nos ha llamado a su gloria, con seguridad también nos guardará durante nuestras dolorosas pruebas (cf. Ro 8:28-39).

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  • 10b.

    ¿Qué hará Dios por nosotros después de que hayamos padecido por un tiempo?

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    Él nos perfeccionará, nos afirmará, nos fortalecerá y nos establecerá (10). Luego de nuestras pruebas temporales, Dios nos completará espiritualmente, para que no nos falte nada (cf. Sant 1:4), y también nos permitirá mantenernos firmes en la fe.

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