Contexto

Hasta ahora, la epístola se ha enfocado principalmente en la situación personal de Pablo. Ahora, él exhorta a los filipenses. Bajo persecución, los creyentes deben luchar por el evangelio con una sola mentalidad y un solo espíritu. Deben imitar a Cristo para que su conducta pueda ser un testimonio del evangelio.

Versículo clave

(2:5)

¿Sabía usted que...?

Esquema

  • Exhortación a combatir unánimes por la fe del evangelio
  • Exhortación a ser unánimes en un mismo sentir
  • Exhortación a tener el mismo sentir de Cristo

Análisis general

  • 1.

    Según esta sección, ¿qué se requiere para combatir unánimes por la fe del evangelio?

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    Estar firmes en un mismo espíritu (1:27); tener el mismo sentir (1:27, 2:2); tener el mismo amor (2:2); unánimes, sentir una misma cosa (2:2); no hacer nada por rivalidad o por vanidad (2:3); con humildad, estimar cada uno a los demás como superiores a él mismo (2:3); velar por los intereses de los demás (2:4); tener el mismo sentir de Cristo (2:5).

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Análisis del segmento

  • 1:27-30

    1a.

    ¿Cómo la primera frase de 1:27 introduce las enseñanzas que siguen?

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    Las enseñanzas sobre la unidad y la obediencia tratan sobre conductas que son dignas del evangelio de Cristo.

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  • 1b.

    ¿Por qué nuestra conducta es tan importante para el evangelio?

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    Nuestra conducta testifica nuestro mensaje.

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  • 2.

    Con base en el párrafo, ¿qué nos capacita a estar firmes en la predicación del evangelio?

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    Permaneciendo firmes en un solo espíritu; combatiendo unánimes en un mismo sentir; sin temor alguno a nuestros adversarios; estando dispuestos a sufrir.

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  • 3.

    Según Pablo, ¿cuál es una prueba de perdición para los adversarios y de salvación para los creyentes?

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    La firmeza y el denuedo de los creyentes por combatir por la fe del evangelio.

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  • 4a.

    ¿Qué quiso decir Pablo con “el conflicto que habéis visto en mí y ahora oís que hay en mí” (30)?

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    Los creyentes fueron testigos de cómo Pablo fue perseguido y aprisionado (p. ej., Hch 16:16-24). Ahora ellos oyeron acerca de sus aflicciones y cadenas (Flp 1:13, 16).

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  • 4b.

    ¿Cómo debemos ver el sufrimiento?

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    1. Saber que estamos destinados al sufrimiento (1 Tes 3:3)(1 Pe 4:12). 2. Considerar el sufrir por Cristo como un privilegio y gozo debido a que participamos de los sufrimientos de Cristo, y tales sufrimientos son de beneficio para nuestra fe (Sant 1:2-4)(1 Pe 1:6, 7, 4:12, 13).

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  • 2:1-4

    5.

    2:1 usa la gracia de Dios como introducción al llamado a la unidad. ¿Por qué es vital la gracia de Dios para la unidad?

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    La consolación en Cristo, el consuelo del amor, la comunión del Espíritu, el afecto y la compasión permiten a los cristianos ser unánimes. Lo que todos los creyentes comparten en común es que todos han recibido la gracia de Dios y han sido traídos a la casa de Dios (cf. 1 Co 12:12-13; Ef 2:11-18, 4:1-16). Es Dios quien hace posible la unidad entre los creyentes, y es su Espíritu quien los une. Por esta razón, la gracia y el amor de Dios sirven como base y motivación para la unidad.

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  • 6a.

    ¿Qué motivos o actitudes destruyen la unidad? De algunos ejemplos prácticos.

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    1. La ambición egoísta y la presunción, que resultan en lucha por el poder, división, calumnias, juzgar a los demás, obstinación, celos, etc.; 2. El egocentrismo, que resulta en palabras y acciones desconsideradas que hieren a otros.

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  • 6b.

    ¿Qué cualidades espirituales logran la unidad?

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    Amor, afecto, compasión, humildad de mente, velar por los intereses de los demás.

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  • 2:5-11

    7.

    ¿Cuál es el sentir de Cristo Jesús que también debemos tener (5)?

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    El Señor Jesús se despojó de su gloria y se humilló a sí mismo. Se hizo siervo (Mc 10:45). Fue obediente hasta la muerte (Mc 14:36). De igual forma, debemos abandonar nuestras ambiciones egoístas y servir a los demás con un corazón de sumisión.

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  • 8.

    Observe y anote la progresión en el himno en 6-11 sobre la humildad y la exaltación de Jesús.

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    Respecto de la humildad de Cristo, el himno describe la humillación de Cristo de ser primero un glorioso Dios a ser luego un pecador en la cruz: “Él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres. Mas aún, hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Respecto de la exaltación de Cristo, en la parte final, el himno habla del señorío de Cristo: “Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las cosas y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”.

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  • 9.

    ¿Por qué la unidad necesariamente requiere sacrificio, tal como lo ilustra el ejemplo de nuestro Señor Jesús?

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    La frase “se despojó a sí mismo” en el versículo 7 literalmente dice “se vació a sí mismo”. La unidad no es posible sin la negación y el vaciarnos a nosotros mismos. Para alcanzar la unidad, debemos estar dispuestos a renunciar a nuestros derechos, intereses y orgullo. Solo así podremos servirnos unos a otros en verdadera humildad.

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  • 10.

    ¿Qué motivó al Señor Jesús a humillarse a sí mismo? ¿Qué lección aprendemos sobre lo que motiva la unidad?

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    Fue su gran amor por nosotros lo que trajo a Jesús a este mundo a morir en la cruz (Jn 3:16, 15:13; Ro 5:6-8; Gl 2:20; Ef 5:25)(1 Jn 3:16). Del mismo modo, nuestro amor por nuestros hermanos también nos impulsa a quitar las ambiciones egoístas y la presunción, considerando a otros mejores que nosotros y velando por los intereses de los demás.

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