Contexto

Jesús volvió a cruzar el lago, probablemente de regreso a Capernaúm. Por medio de la sanación de una mujer y una niña, este pasaje nos muestra cómo Jesús, el siervo atareado, también es un padre amoroso. La narrativa es interesante en cuanto a su cambio de enfoque. Primero, mientras Jesús iba de camino para sanar a la hija de Jairo, la sanación de la mujer interrumpe la historia. Luego, mientras Jesús aún estaba hablando respecto de la mujer, llegan noticias provenientes de la casa de Jairo, las cuales devuelven la atención a la hija de Jairo.

Versículo clave

(5:34)

¿Sabía usted que...?

1. Alto dignatario de la sinagoga (5:22): hombres laicos cuyas responsabilidades eran administrativas, no sacerdotales. Sus responsabilidades incluían tareas como cuidar del edificio y supervisar la alabanza. A veces el titulo era honorario, dado a miembros prominentes de la congregación con ninguna responsabilidad administrativa. [ref]

2. “Pon las manos sobre ella” (5:23): el acto de imponer las manos aparece en distintos contextos del Antiguo Testamento, uno de ellos es el acto de bendecir (Gn 48:14). En el Nuevo Testamento, Jesús impuso manos sobre los niños (Mt 19:13, 15) y los enfermos (Mc 6:5). En Hechos, la imposición de manos estaba acompañada de la oración (Hch 6:6, 8:15, 13:3). [ref] En La Verdadera Iglesia de Jesús, los ministros imponen las manos sobre alguien como una señal de estar intercediendo por el poder de Dios. Esto se hace con frecuencia por alguien que está orando por el Espíritu Santo o por sanidad.

3. “Flujo de sangre” (5:25): esto pudo haber sido un trastorno menstrual crónico o una hemorragia uterina. Su condición la hacía ritualmente impura, excluyéndola de las relaciones sociales normales, ya que cualquier persona que entrara en contacto con ella se volvería impura. [ref]

4. “Lloraban y lamentaban mucho” (5:38): era costumbre llamar a lamentadores profesionales en el momento de la muerte. En este caso, no obstante, probablemente no hubo tiempo de contratarlos, por lo que es posible que los que lloraban eran los parientes de la niña. [ref]

5. “Talita, cumi” (5:41): Marcos registra las palabras exactas que Jesús dijo en arameo. La palabra talita (“niña”) es un término afectuoso, derivada de una raíz que significa “cordero”. [ref] El arameo era el idioma que Jesús y sus discípulos hablaban ordinariamente. Probablemente Él también hablaba hebreo (para leer los escritos del Antiguo Testamento) y griego (la lengua franca del mundo greco-romano). [ref]

Esquema

  • Jairo le ruega a Jesús que sane a su hija
  • La mujer que se sanó de flujo
  • Sufrió por 12 años
  • Tocó el manto de Jesús
  • Jesús sintió que poder había salido de Él
  • La mujer confiesa la verdad
  • Jesús resucita a la hija de Jairo
  • Unos hombres anuncian que la niña ha muerto
  • Jesús va a la casa de Jairo
  • La gente se burla de Jesús
  • “¡Talita cumi!”

Análisis general

  • 1a.

    ¿Qué similitudes y/o diferencias tienen Jairo y la mujer en cuanto a su fe?

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    1) La hija de Jairo estaba demasiado enferma como para ir a buscar a Jesús, por lo que su padre le pidió a Jesús que fuera a verla. La mujer tenía fe en Jesús y actuó por sí misma.

    2) Ambos tenían la certeza de que Jesús los podía ayudar (“para que sea salva, y viva” [23], “seré salva” [28]).

    3) Ambos se abrieron paso entre la multitud para acercarse a Jesús.

    4) Jairo se postró ante Jesús en público, mientras que la mujer llegó por detrás de Jesús en secreto.

    5) Jairo le pidió a Jesús específicamente que impusiera las manos sobre su hija, lo que implica ciertas suposiciones (“usted tiene que imponer sus manos sobre ella para sanarla”). Por otro lado, la mujer tenía tanta fe que creía que sanaría con solo tocar el manto de Jesús. Jesús mismo es la fuente del poder; cómo sana es de importancia secundaria.

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  • 1b.

    Cuando le pide ayuda a Dios en oración, ¿pide específicamente que algo suceda o pide que se cumpla la voluntad de Dios en forma general? Compare su oración con la oración de Jesús (Mc 14:36).

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  • 2.

    Describa una ocasión en que: a. Le pidió misericordia a Dios a favor de otra persona. b. Otra persona intercedió en oración por sus necesidades. c. Le oró a Dios por sus propias necesidades. d. ¿Con qué frecuencia ocurre cada uno de estos tipos de oraciones en su vida?

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  • 3.

    ¿Qué le dice el cambio de enfoque de la narración (de la hija de Jairo a la mujer, y otra vez a la hija de Jairo) sobre la naturaleza del trabajo de Jesús?

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    Nos muestra cómo Jesús manejaba su tiempo a pesar de su vida agitada. Con tanta gente a su alrededor, con tantas peticiones superpuestas, Jesús aún se tomaba el tiempo para hablar con aquellos que ponían su fe en Él.

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  • 4.

    Describa una ocasión en la que se sintió como hijo o hija de Jesús.

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Análisis del segmento

  • 5:21-24

    1.

    Jairo era alguien respetado de la comunidad (cf. ¿Sabía usted que…? 1), pero se humilló a sí mismo ante Jesús. Cuando otras personas lo respetan, ¿cómo se humilla usted ante el Señor?

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    La gente respetaba a Jairo, pero él no abusaba de su autoridad como lo hacían los escribas. Además, él no sentía vergüenza de pedir ayuda. Los apóstoles dieron un ejemplo de humildad, a pesar de estar en una posición de poder. No pretendían saberlo todo, sino que hicieron lo que pudieron para transmitir su experiencia y conocimiento de Dios (1 Co 15:9, 2 P 3:15-16). Tampoco sentían vergüenza de admitir sus debilidades (2 Co 12:7-8).

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  • 2.

    ¿Por qué una gran multitud siguió a Jesús y lo apretaba?

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    Al igual que las otras ocasiones, la multitud estuvo allí probablemente para ver y experimentar milagros. Dado que Jairo se acercó a Jesús públicamente, la multitud los siguió para ver qué sucedería.

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  • 5:25-34

    3.

    En su opinión, ¿por qué la mujer se acercó a Jesús por detrás en vez de pedirle ayuda directamente?

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    La mujer debió haber pensado que podría esconderse entre la multitud; pensó que podría ser sanada sin que nadie lo supiera. Quizás estaba cansada de haber sufrido doce años en manos de distintos médicos. Había gastado todo lo que tenía, pero su dolencia sólo había empeorado. Tal vez no quería molestar a Jesús que estaba de camino a sanar a la hija de Jairo.

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  • 4.

    Jesús sintió que poder había salido de Él. ¿Qué le dice esto sobre el esfuerzo que se necesita para su trabajo?

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    Aunque el poder de Jesús era ilimitado, Él estaba limitado en el cuerpo de un hombre. Sanar a alguien o echar fuera un demonio requería esfuerzo de su parte. Es por eso que Él necesitaba descansar física y espiritualmente.

    Nuestro Señor Jesús pagó un precio para salvarnos. Cada vez que le pedimos que nos perdone, su sangre limpia nuestros pecados. Cuando sufrió y murió en la cruz por nuestros pecados, su sacrificio cubrió todos nuestros pecados (Heb 13:12, 10:12). Imagine cuán agotador debió haber sido esto.

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  • 5.

    ¿Qué nos dice la reacción de los discípulos (31) sobre su fe y conocimiento de Jesús?

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    A ellos les pareció que Jesús hizo una pregunta absurda. Muchas veces los discípulos creían saber la respuesta, pero en realidad estaban más que equivocados (Mt 16:5-8; Jn 4:31-34). Cada palabra de Jesús tenía un propósito. Él usa las experiencias de nuestra vida para enseñarnos. La lección puede no ser obvia al principio, pero debemos esforzarnos para entenderlo. A fin de cuentas, Jesús siempre se toma el tiempo para conocer nuestra situación.

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  • 6.

    ¿Por qué Jesús se tomó el tiempo de mirar a su alrededor para ver quién lo había tocado y para hablar con la mujer?

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    Jesús siempre se toma el tiempo para ver quiénes somos y qué necesitamos. Hizo que la mujer se adelantara para consolarla y fortalecer su fe (34). Jesús les presta atención a todos personalmente. Hoy, Él escucha nuestras oraciones personalmente. También nos da el Espíritu Santo para que podamos orar exactamente por lo que necesitamos (Ro 8:26-27; 1 Co 14:2).

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  • 7.

    ¿Por qué la mujer temió y tembló?

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    Es humano sentir miedo cuando nuestro secreto queda expuesto. Quizás ella tenía miedo de que Jesús la reprendiera por haberlo tocado. Lo que jugó a su favor fue que cuando se dio cuenta de que Jesús sabía la verdad, se adelantó y confesó todo (Mc 5:33; Lc 8:47). Esta era su oportunidad para hablar con el Señor. Dado que Jesús la ayudó a vencer su vergüenza, ella se convirtió en un maravilloso testimonio vivo de Dios.

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  • 8.

    La mujer probablemente era mayor en edad que Jesús. ¿Por qué Él la llamó “hija”?

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    Aquella palabra pudo haberle quitado el miedo a la mujer. Jesús es nuestro “Padre eterno” (Is 9:6). Nos ama aun cuando nos volvemos como el hijo prodigo (Lc 15:20-24). Jesús incluso comparó su amor con el de una gallina (Mt 23:37).

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  • 9.

    Si usted fuera Jairo, ¿cómo se hubiera sentido al ver que Jesús se había demorado en su camino para sanar a su hija?

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    Debió de estar ansioso. Su hija no sólo estaba gravemente enferma, sino que estaba “agonizando” (23). No nos debería sorprender si Jairo se hubiera molestado con la mujer por detener a Jesús, o incluso con Jesús por haberse detenido a hablar con la mujer. Sin embargo, la Biblia no nos dice que Jairo se haya molestado. Luego de pedirle a Jesús que fuera a ver a su hija, Jairo permaneció callado por el resto de la historia.

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  • 5:35-43

    10.

    ¿Qué nos dice la reacción de la gente (cf. 35, 38, 40) acerca de su fe y conocimiento de Jesús? Compare esto con la reacción de Marta en Juan 11:32.

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    Al igual que Marta, los hombres de la casa de Jairo pensaban que el poder de Dios estaba limitado por el tiempo. Para ellos, existía algo que se llamaba “demasiado tarde”, incluso para Dios. Tanto los hombres de la casa de Jairo como Marta creían que era necesario de que Jesús llegara pronto porque no había nada más que hacer cuando una persona muere. Los hombres también creían que, como la niña había muerto, no tenía sentido de que Jesús fuera.

    La gente que estaba en la casa de Jairo se dejó llevar por sus emociones. Lloraron y se lamentaron, aun cuando Jesús había llegado. Luego se burlaron de Jesús porque creían que Jesús estaba loco. A diferencia de Jairo, ellos no creían en Jesús, por lo que Jesús no les permitió presenciar el maravilloso milagro.

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  • 11.

    Si usted fuera Jairo, ¿cómo se hubiera sentido en ese momento, al saber que su hija había fallecido por la demora de Jesús?

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    Quizás Jairo tuvo un momento de duda y temió que fuera demasiado tarde (quizás por eso Jesús le dijo: “No temas”). Como antes, Él dejó que Jesús fuera quien hablara. Él simplemente siguió a Jesús en silencio e hizo lo que Jesús le indicaba.

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  • 12.

    Jesús le dijo a Jairo: “No temas, cree solamente” (36). ¿Temor de qué? ¿Creer qué? ¿Cómo se relaciona esto con lo que Jesús dijo en 4:40?

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    Miedo a la muerte; miedo de que fuera demasiado tarde; miedo de que Jesús no pudiera hacer nada por su hija.

    Creer en Jesús; creer en lo que había creído todo este tiempo: que su hija sería sanada y que viviría (23).

    Nótese que Jesús dijo esas palabras a Jairo, no a los hombres de su casa. Con unas pocas palabras, Jesús fortaleció la fe de Jairo. Si mantenemos la fe simple que teníamos cunado decidimos seguir a Cristo, entonces nunca tendremos temor de la tormenta, de la muerte o de cualquier otra cosa.

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  • 13.

    Jesús dijo: “La niña no está muerta, sino dormida” (39). ¿Qué enseñanzas podemos sacar de esto?

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    La Biblia nos enseña que la muerte de nuestro cuerpo carnal no es el fin. En el Nuevo Testamento, a la muerte se la denomina, a menudo, como “dormir” (cf. Hch 7:60; 1 Co 11:30). Jesús ha triunfado sobre la muerte. Cuando creemos en Él, la muerte no nos asusta más (1 Co 15:55).

    Además, Jesús promete que seremos resucitados en un cuerpo espiritual (1 Co 15:22, 43-44). En los últimos días, algunos ni siquiera pasarán por la muerte, sino que serán transformados en un abrir y cerrar de ojos (1 Co 15:51-54). Todos seremos levantados de entre los muertos para ser juzgados (Ap 20:12-13). Dado que todos nos despertaremos de nuevo, la muerte sobre la tierra es como si estuviéramos durmiendo.

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  • 14.

    ¿Por qué Jesús sólo llevó a Pedro, Jacobo y Juan a la casa de Jairo? ¿Por qué Jesús sólo les permitió a los tres discípulos y a los padres de la niña presenciar el milagro? ¿Por qué dio órdenes estrictas de que no divulgaran lo sucedido?

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    Al principio, Jesús dejó que la multitud lo siguiera cuando iba de camino a la casa de Jairo (24). Como la multitud lo rodeaba, escucharon el testimonio de la mujer. Jesús aprovechó esta oportunidad para enseñarles sobre el poder de la fe (34). La multitud ya había aprendido una lección importante a través de la mujer. Si tuvieran la fe de la mujer, también podrían haberse sanado con solo tocar el manto de Jesús.

    No obstante, cuando Jesús escuchó que la niña había muerto, no permitió que la multitud lo siguiera más. Aquellos que estaban dentro de la casa sólo empeoraban la situación con sus lamentos y llantos. Lloraban porque no entendían. Luego se burlaron de Jesús porque no entendían. Es por eso que Jesús tuvo que echar a todos los que estaban dentro de la casa de Jairo. Solamente unos cuantos tuvieron el privilegio de presenciar el milagro.

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  • 15a.

    Compare lo que Jairo le pidió a Jesús que hiciera por su hija con lo que Jesús realmente hizo.

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    Jairo le pidió a Jesús que impusiera sus manos sobre su hija. La imposición de manos era la forma que se esperaba para pedir por sanidad y bendición. Pero Jesús hizo más de lo que Jairo había pedido. Tomó la mano de la niña muerta y tiernamente la llamó “talita” (cf. ¿Sabía usted que…? 4). La niña no solamente fue resucitada, sino que se sintió lo suficientemente bien como para levantarse y caminar. Nosotros le pedimos ayuda a Dios de acuerdo a lo mejor de nuestro entendimiento, pero Dios con frecuencia responde con mucho más. Jesús le recordó a la gente que estaba con Él que le diera de comer a la niña. Esto nos muestra que Jesús no pasa por alto ni el más mínimo detalle de nuestras vidas.

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  • 15b.

    ¿Cómo lo ha ayudado Jesús a usted más allá de lo que usted ha pedido?

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  • 15c.

    ¿De qué manera Jesús presta atención a los pequeños detalles de su vida?

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    Le podemos pedir cualquier cosa a Dios. Nada es demasiado difícil o demasiado insignificante para Él. No solamente le podemos pedir a Dios que resucite a alguien, que cure a alguien de cáncer o que ayude a alguien a encontrar trabajo; sino que también le podemos pedir por cosas tan simples como ayudarnos a arrancar el auto, a encontrar el equipaje en el aeropuerto, o a matar una mosca. Dios escucha cada oración que le hacemos y nos responde de acuerdo a nuestra fe y a nuestras necesidades individuales.

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