Contexto

Opuesto al apoyo popular que recibió cuando entró en Jerusalén (11:8-10), ahora Jesús había sido rechazado y estaba solo. Todos, desde la multitud hasta sus propios discípulos, o se volvieron contra Él o lo abandonaron. Tal como lo había predicho Jesús (10:33, 14:41), el siervo humilde, el Hijo de Dios, fue juzgado y condenado por los pecadores.

Versículo clave

(15:13-14)

¿Sabía usted que...?

1. Beso (14:44): un beso en la mejilla o en la mano era un gesto común de afecto y reverencia que se le daba a un rabino por sus discípulos. [ref]

2. El que cortó la oreja del siervo del sumo sacerdote (14:47) fue Simón Pedro (cf. Jn 18:10). Él fue probablemente uno de los discípulos que llevó consigo una espada en respuesta a lo que dijo Jesús en la cena de Pascua (cf. Lc 22:36-38; para entender lo que Jesús quiso decir, lea la Guía de estudio bíblico de Lucas, Lección 29, preguntas 16-17).

3. El joven que huyó desnudo (14:51) se menciona únicamente en el evangelio de Marcos, y es muy probable que haya sido el mismo Marcos. Tal vez, en la prisa por avisarle a Jesús sobre la multitud que venía a arrestarlo, no tuvo tiempo de vestirse adecuadamente (tenía puesto solamente su ropa de dormir). Su ropa de lino sugiere que provenía de una familia adinerada (las ropas más comunes eran de lana). [ref]

4. Concilio (14:55): el Sanedrín. La Corte Suprema judía de 71 miembros que se originó en el concilio de Moisés y los 70 ancianos (cf. Nm 11:16-17). Estaba compuesto por los principales sacerdotes, los ancianos y los escribas, y era presidido por el sumo sacerdote. El Sanedrín tenía autoridad en asuntos religiosos y civiles, incluso tenía el poder de condenar a muerte a una persona. No obstante, tenía que presentar la sentencia al gobernador romano para su aprobación y ejecución. [ref] , [ref]

5. “Rasgando su vestidura” (14:63): una señal de dolor o conmoción. Se convirtió en un acto judicial formal del sumo sacerdote que expresaba la opinión de que había escuchado una blasfemia, la cual era un crimen capital según las leyes judías. [ref]

6. Pilato (15:1): un romano de la clase media-alta y gobernador (“pretor”) de Judea y Samaria en los años 26 a 36 d. C. Comandaba una caballería de 120 personas y una infantería de entre 2.500 a 5.000 personas. Como gobernador, tenía el poder de aprobar o revertir una pena de muerte aprobada por el Sanedrín. [ref]

7. Barrabás (15:7): un insurrecto contra los romanos, por lo que probablemente se convirtió en un héroe para los judíos. [ref]

8. Azotarlo (15:15): los judíos limitaban la flagelación a cuarenta azotes, pero los romanos no estaban restringidos por nada salvo por su fuerza y capricho. La flagelación se usaba para debilitar a un prisionero antes de la crucifixión (aunque muchos no sobrevivían esta dura experiencia). El prisionero era desnudado, amarrado a un poste y azotado. El látigo de cuero, conocido como el “escorpión”, tenía piezas afiladas de hueso o plomo, que reducían la carne a una masa sanguinolenta, frecuentemente exponiendo los huesos y las entrañas de la víctima. [ref] , [ref]

9. Pretorio (15:16): la residencia del gobernador romano, que también funcionaba como cuartel general. [ref]

10. Purple robe, crown of thorns (15:17): Capa púrpura, corona tejida de espinas (15:17): se usaron para burlarse de Jesús, ya que éste había dicho que era rey. La capa probablemente era una viaja capa militar cuyo color púrpura sugería riqueza y realeza. [ref] La corona de espinas fue puesta con mucha presión sobre el cuero cabelludo de Jesús (el cuero cabelludo tiene muchos vasos sanguíneos), lo que causó un sagrado severo. [ref]

Esquema

Análisis general

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  • 1a.

    Enumere las personas que traicionaron y/o rechazaron a Jesús. ¿Cómo lo traicionaron o rechazaron?

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    1. Judas: traicionó a Jesús por dinero (14:10-11); les dio una señal a los que vinieron a arrestar a Jesús (14:44).
    2. Los principales sacerdotes, escribas, ancianos: buscaron un pretexto para matar a Jesús (14:55, 64); le escupieron, lo golpearon, se burlaron de Él (14:65); incitaron a la multitud (15:11).
    3. Los que arrestaron a Jesús: vinieron con espadas y palos para arrestar a Jesús (14:43).
    4. Los discípulos: abandonaron a Jesús y huyeron (14:50).
    5. El joven: huyó (14:51).
    6. Los testigos en el Concilio: testificaron falsamente contra Jesús (14:56-59).
    7. El sumo sacerdote: condenó a Jesús por blasfemia (14:63).
    8. Pedro: negó a Jesús tres veces (14:68, 70-71).
    9. Pilato: ordenó que Jesús fuera azotado y crucificado para complacer a la multitud (15:15).
    10. La multitud: demandaron que Jesús fuera crucificado (15:13-14).
    11. Los soldados: se burlaron de Jesús (15:17-19).
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  • 1b.

    ¿Qué hace usted cuando mucha gente está en su contra? ¿Qué puede aprender de Jesús?

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Análisis del segmento

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  • 14:43-52

    1.

    ¿Por qué los que arrestaron a Jesús vinieron con espadas y palos?

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    Es común encontrar armas en los disturbios. Tal vez creían que Jesús y sus discípulos se resistirían y querían mostrar su autoridad. Tal vez los principales sacerdotes y los escribas habían incitado su sed por la sangre.

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  • 2.

    Judas necesitó usar una señal para identificar a Jesús. ¿Qué le dice esto de la apariencia física de Jesús?

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    Que no era fácil distinguir a Jesús de sus discípulos. No había nada en su apariencia física que lo identificara como un líder, mucho menos como un rey (Is 53:2). Él lucía más como un siervo común. Aquellos que nunca habían escuchado las palabras de Jesús o presenciado su poder no podían distinguirlo.

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  • 3a.

    ¿Cuál fue la reacción de Jesús ante el beso de Judas?

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    Jesús aceptó el beso de Judas sin hacer ninguna pregunta. No reprendió a Judas ni lo apartó. Jesús aceptó a Judas con amor, tal como lo hizo cuando lavó los pies de sus discípulos (incluyendo los de Judas) (Jn 13:1-17).

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  • 3b.

    ¿Alguna vez se ha sentido traicionado? ¿Cómo fue su reacción? ¿Qué puede aprender de la reacción de Jesús ante la traición de Judas?

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  • 4a.

    ¿Por qué Pedro sacó su espada?

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    Unos momentos antes, Pedro había proclamado que moriría con el Señor (14:31). Ahora era el momento de cumplir sus palabras. Pedro actuó para proteger a su Señor de la multitud hostil. Nótese que Pedro le pidió permiso a Jesús, pero no esperó la respuesta (Lc 22:49-50). Él reaccionó sin pensar.

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  • 4b.

    ¿Qué hubiera pasado si Jesús les hubiera permitido a sus discípulos pelear con espadas?

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    Hubiera causado serias repercusiones en la iglesia primitiva. Los discípulos podrían haber matado a algunos de los hombres que mandaron los principales sacerdotes o podrían haber muerto ellos mismos. Podría haber habido un disturbio. El gobierno romano podría haber tenido que reprimir severamente a los judíos y encarcelar y ejecutar al resto de los discípulos. Si todo esto hubiera sucedido antes de que los discípulos recibieran el Espíritu Santo, ellos no habrían podido soportar la persecución y la iglesia habría sido derrotada antes de que fuera establecida.

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  • 4c.

    ¿Alguna vez ha sentido que tiene que tomar acción inmediata? Compárelo con la reacción de Pedro. ¿Qué le diría Jesús? (cf. Mt 26:52; Lc 22:51; Jn 18:11)

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  • 5.

    Explique 14:48-49. ¿Por qué Jesús dijo esto a los que vinieron a arrestarlo? ¿Cómo explica “para que se cumplan las Escrituras” (14:49) la razón por la que la multitud venía a arrestarlo en ese momento?

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    Jesús primero los reprendió por venir a arrestarlo sin una razón legítima. Vinieron con intenciones violentas, aunque Jesús nunca había promovido la rebelión o la violencia (Él reprendió a Pedro por haber sacado su espada [Mt 26:52] y sanó al siervo del sumo sacerdote [Lc 22:51]). Jesús también mencionó el hecho de que no lo arrestaron cuando enseñaba todos los días en el templo. Tal vez porque estuvieron maravillados con sus enseñanzas (Mc 11:18). Tal vez ellos también estuvieron entre la gente que recibió a Jesús cuando entró en Jerusalén.

    La frase “para que se cumplan las Escrituras” sirvió para recordarle a la multitud que cada evento estaba bajo el control de Dios. Antes del tiempo señalado, nadie pudo arrestar a Jesús o matarlo (Lc 4:28-30; Jn 7:43-44). Jesús pudo haberle pedido al Padre que le enviara doce legiones de ángeles para defenderlo (Mt 26:53), pero no lo hizo. En cambio, para cumplir la voluntad de Dios, “angustiado Él, y afligido, no abrió su boca; como un cordero fue llevado al matadero; como una oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, no abrió su boca” (Is 53:7).

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  • 6.

    ¿Quiénes fueron los únicos, que la Biblia menciona, que siguieron a Jesús después de que fue arrestado?

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    El joven que huyó desnudo (14:51); Pedro, aunque “de lejos” (14:54).

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  • 14:53-65

    7.

    ¿Qué le dicen los falsos testimonios sobre el entendimiento que la gente tenía de Jesús?

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    Distorsionaron las enseñanzas de Jesús y lo acusaron de cosas que no dijo (por ejemplo, sobre el templo [14:58; cf. Jn 2:19-22 para ver lo que Jesús en realidad había dicho]). Era obvio hasta para los que lo acusaban que sus testimonios no concordaban.

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  • 8.

    ¿Cómo respondió Jesús a los que lo acusaban? ¿Qué le enseña esto sobre cómo lidiar con aquellos que atacan el verdadero evangelio?

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    Jesús permaneció en silencio. No había necesidad de refutar los falsos testimonios porque sería infructífero. El Concilio buscaba cualquier razón para condenarlo a muerte. La única vez que Jesús habló fue para dar testimonio de su divinidad y profetizar sobre su segunda venida.

    Muchas personas nos hacen preguntas sobre nuestra fe porque de verdad están buscando la verdad. Pero también hay personas que en realidad ya han tomado partido en contra del verdadero evangelio y hacen preguntas sólo para tratar de encontrar fallas en nuestra fe. Muchas veces, sus argumentos no tienen sentido. Si una persona sólo quiere discutir, no tenemos por qué seguirle la corriente. Podemos escuchar y permanecer en silencio, como lo hizo Jesús. Si es necesario, podemos mencionarle qué dice la Biblia. Pero en todo momento debemos recordar que sólo el Espíritu Santo puede darnos la sabiduría espiritual para entender las palabras de Dios.

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  • 9a.

    Enumere los conceptos erróneos que la gente tiene acerca de Jesús, el cristianismo y La Verdadera Iglesia de Jesús.

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    “Jesús es un judío y no el salvador de la humanidad”; “los cristianos menosprecian a las otras religiones”; “La Verdadera Iglesia de Jesús es una secta”.

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  • 9b.

    Cuando alguien dice algo falso acerca de su fe, ¿cómo debería responder?

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    Primero debemos tener un entendimiento claro sobre las enseñanzas de la Biblia. Tenemos que saber por qué creemos. Cuando compartimos nuestra fe, no tenemos que discutir ni ser condescendientes. Nuestra tarea es mostrar con calma y humildad lo que dice la Biblia acerca de nuestra fe.

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  • 10.

    Enumere los términos que se usaron para describir a Dios en los versículos 14:61-62. ¿Por qué tantos?

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    Cristo, Hijo del Bendito, Hijo del hombre, Todopoderoso (62, NVI).

    Los diversos términos nos muestran un aspecto diferente de Dios. Tanto el sumo sacerdote como Jesús usaron diferentes términos, lo que implica que ambos tenían un profundo conocimiento de la naturaleza de Dios. Sin embargo, el conocimiento del sumo sacerdote no lo ayudó. Él no creía lo que veía y terminó condenando al Salvador.

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  • 11.

    ¿Por qué el sumo sacerdote le preguntó a Jesús si Él era el Cristo?

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    Jesús había permanecido en silencio durante el juicio. El sumo sacerdote quería forzarlo a decir algo que lo auto-incriminara. Él sabía que Jesús no negaría ser el Hijo de Dios. El sumo sacerdote usó eso como un pretexto para sentenciar a muerte a Jesús (más tarde, los principales sacerdotes agregarían más cargos ante Pilato [15:3] porque sabían que Jesús no los refutaría).

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  • 12.

    ¿Bajo qué cargo el Sanedrín condenó a muerte a Jesús?

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    Condenaron a Jesús por blasfemia, basándose en lo que dijo: que Él es el Cristo, el Hijo de Dios, y que Él vendrá de nuevo del cielo. Es una triste ironía que los pecadores hayan usado la verdad de Dios para condenar a un hombre sin pecado.

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  • 13.

    ¿Alguna vez ha sido falsamente acusado de algo? ¿Cómo reaccionó? ¿Qué puede aprender de la reacción de Jesús ante los falsos testimonios en su contra?

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  • 14.

    ¿Alguna vez se ha sentido menospreciado? ¿Cómo reaccionó? ¿Qué puede aprender de la reacción de Jesús con respecto a cómo la gente le pagó por su ministerio?

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  • 15.

    ¿Alguna vez ha acusado falsamente o ha sacado conclusiones apresuradas sobre una persona? ¿Cuáles fueron las consecuencias? ¿Cómo puede evitar cometer el mismo error de nuevo?

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  • 14:66-72

    16.

    Compare el comportamiento de Pedro cuando sacó su espada para proteger a Jesús con cuando negó a Jesús tres veces. ¿En qué nos parecemos a Pedro?

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    Cuando se enfrentó a una gran oposición (hombres armos con palos y espadas, enviados por los principales sacerdotes), Pedro estaba preparado para pelear y tal vez morir una muerte heroica. Sin embargo, cuando terminó la conmoción, él perdió la pasión. Ahora que Jesús fue arrestado, Pedro estaba más interesado en conservar su vida.

    Con frecuencia, nuestra fe es fuerte cuando estamos bajo gran persecución o tribulación porque sabemos que sólo Dios nos puede ayudar. Sin embargo, cuando todo vuelve a la calma, nos relajamos y damos lugar al diablo (Ef 4:27). A veces, son las pequeñas tentaciones las que nos hacen tropezar.

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  • 17.

    Cuando un extraño le pregunta si usted es cristiano o miembro de La Verdadera Iglesia de Jesús, ¿cómo reacciona? ¿Cómo debería responder?

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  • 15:1-15

    18.

    ¿Qué respondió la multitud cuando Pilato preguntó: “¿Pues qué mal ha hecho [Jesús]?” (15:14)?

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    Ellos gritaron repetidamente: “¡Crucifícalo!” (15:14).

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  • 19a.

    ¿Qué pasaba por la mente de la multitud en ese momento? ¿Por qué la gente estaba tan en contra de Jesús?

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    La gente quería un salvador que derrocara al gobierno romano y restaurara la nación de Israel sobre la tierra. En su mente, la Biblia les había prometido un rey poderoso y glorioso (Is 11:1-16). Ellos ignoraban las profecías acerca de la apariencia humilde y los sufrimientos del salvador (Is 53:1-10).

    Jesús parecía patético en sus ojos. Él no era el rey que ellos habían estado esperando. Además, los principales sacerdotes los habían incitado. A medida que más gente se reunía en contra de Jesús, la decepción se convirtió en rabia. Al final, quisieron matar a Jesús porque Él no cumplía sus expectativas. Ya no se podía razonar con ellos. Su deseo por la sangre era tan fuerte que al final Pilato les concedió su deseo (15).

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  • 19b.

    ¿Cómo podemos evitar ser fácilmente incitados?

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    Debemos recordar que a menudo vemos sólo una parte de la verdad. Si decidimos algo antes de conocer la historia completa, entonces cada cosa pequeña se convierte en una “prueba” de que estamos en lo correcto. En ese caso, cualquier cosa puede hacer que nos incitemos.

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  • 20.

    Jesús fue condenado a muerte, mientras que un asesino (Barrabás) fue puesto en libertad. ¿De qué manera esto es una analogía de nuestra salvación a través de Jesucristo?

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    Al igual que Barrabás, nosotros somos libres de nuestra sentencia de muerte porque Cristo murió en nuestro lugar. Merecíamos morir por causa de nuestros pecados, pero ahora tenemos vida eterna a través de Jesucristo (Ro 6:23).

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  • 15:16-20

    21a.

    ¿Por qué los soldados romanos se burlaron de Jesús?

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    Los soldados romanos se burlaron de Jesús primero porque era judío y segundo por haber dicho sin fundamento que era “el Rey de los judíos”, lo que para ellos era algo ridículo (15:2, 9, 12). Ellos estaban acostumbrados a torturar a los convictos (cf. ¿Sabía usted que…? 8) y no dudaron en divertirse a costa de Jesús.

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  • 21b.

    ¿Alguna vez se ha burlado de alguien? ¿Cómo afectó a la otra persona y a usted mismo?

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  • 21c.

    ¿Cuál fue el peor insulto que ha sufrido? ¿Cómo se compara con la burla que ha sufrido Jesús de los soldados romanos? ¿Qué debemos hacer los cristianos ante tales insultos?

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    Jesús permaneció en silencio y no se defendió. Así nos mostró el infinito amor de Dios. Nos mostró cómo “[ofrecer] también la otra mejilla” (Mt 5:38-42). Nosotros también debemos tener esta actitud de “no tomar represalias” cuando sufrimos por hacer el bien (Ro 12:17-21, 1 P 2:20-25). Aunque esto es algo difícil de hacer, nunca debemos dejar de intentarlo. El Espíritu Santo nos ayudará a amar a otros así como lo hizo Jesús.

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