Contexto

Luego de la muerte de Juan, la narración vuelve a los apóstoles que regresaban entusiasmados de su misión. No obstante, ellos aún tenían mucho por aprender. En este pasaje, Jesús realizó dos grandes milagros, pero ellos aún no entendían el propósito de los milagros.

Versículo clave

(6:51-52)

¿Sabía usted que...?

1. “Ovejas que no tenían pastor” (6:34): las ovejas domesticadas sufren de falta de iniciativa, por lo que se pierden y se lastiman fácilmente. Sin un pastor, están desprotegidas. [ref]

2. Doscientos denarios/salario de ocho meses de trabajo (6:37): ni siquiera esa suma de dinero podría comprar suficiente pan para que todos comieran . [ref]

3. Panes, peces (6:41): productos básicos en Galilea, en especial para la gente pobre. Juan 6:9, 13 especifica que los panes eran de cebada —el pan más barato y duro . [ref]

4. Cestas (6:43): canastas de alrededor de 7.50 litros de capacidad (kophinos), diferentes de las mencionadas en Marcos 8:8. Tenían una cuerda que servía de asa, usada para cargar provisiones sobre la espalda . [ref]

5. Cinco mil (6:44): este número no incluye mujeres ni niños, quienes según la costumbre judía se agrupaban por separado para comer. [ref] El tamaño de la multitud es impresionante ya que Capernaúm y Betsaida, ciudades vecinas, sólo tenían una población de 2.000 y 3.000 habitantes respectivamente. [ref]

6. Betsaida (6:45): literalmente, “casa de pesca”. Una ciudad en la costa norte de Galilea. Al igual que Capernaúm, era una ciudad pesquera. [ref]

7. Cuarta vigilia (6:48): entre las 3:00 y 6:00 AM.

8. Fantasma (6:49): la superstición judía sostenía que la aparición de espíritus durante la noche traía desastres. Los discípulos estaban aterrorizados porque pensaron que habían visto un espíritu del mar. [ref]

9. Genesaret (6:53): literalmente, “jardín de riquezas”. [ref] Una planicie fértil de unos 6.5 kilómetros de largo y menos de 3 kilómetros de ancho, ubicada al noroeste de Galilea. [ref]

Esquema

  • Alimentación de los cinco mil
  • Luego de que los discípulos regresan, Jesús va a un lugar solitario con ellos
  • Una multitud los espera; Jesús enseña a la multitud
  • La multitud necesita comer
  • Jesús alimenta a la multitud con cinco panes y dos peces
  • Jesús anda sobre el mar
  • Jesús estaba en tierra solo
  • Jesús quiso pasar la barca de los discípulos de largo, lo cual los asustó
  • Jesús sube a la barca
  • En Genesaret; la gente venía para recibir sanación

Análisis del segmento

  • 6:30-45

    1.

    Describa el estado de ánimo de los apóstoles cuando se reportaron con Jesús. ¿Qué habían hecho y enseñado?

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    Ellos debieron haber estado entusiasmados por todo lo que pudieron hacer (12-13). Cuantos más milagros hacían, más confianza tenían de predicar el arrepentimiento. El hecho de que muchos “iban y venían” (31) demostraba que la gente necesitaba la enseñanza y el poder de Jesús. No obstante, ellos aún no podían entendían por completo el mensaje de Jesús; Marcos nos dice que sus corazones estaban endurecidos (52).

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  • 2.

    El versículo 31 dice: “Eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer”. ¿Cómo explica esto la razón por la que Jesús dijo: “Venid vosotros aparte, a un lugar desierto, y descansad un poco”?

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    Si el versículo 31 hace referencia a cuando los apóstoles andaban fuera predicando, entonces lo que dijo Jesús demuestra que a Él le importaba el bienestar de los apóstoles. Jesús actuó como un padre amoroso que los lleva a descansar luego de una jornada larga y ardua de trabajo.

    Si el versículo 31 hace referencia a cuando los apóstoles habían regresado, entonces quiere decir que mucha gente había seguido a los apóstoles. Este fue el fruto de su labor: el llevar a la gente al Señor. Sin embargo, esto también quiso decir que una vez más Jesús no tuvo tiempo para comer (cf. 3:20). Al igual que sus discípulos. Él también necesitaba descansar.

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  • 3a.

    Suponga que usted está tratando de descansar, pero la gente sigue viniendo para pedirle ayuda. ¿Cómo se sentiría?

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  • 3b.

    ¿Qué hizo el Señor cuando la multitud interrumpió su descanso? ¿Qué podemos aprender de Él?

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    El Señor amaba tanto a la gente que puso de lado sus propias necesidades para cuidar de ellos. Tuvo compasión de ellos cuando vio su desesperación y “comenzó a enseñarles muchas cosas” (esto requiere mucho tiempo y esfuerzo). Aun después de enseñar, Él no los despachó (aunque eso fue lo que quisieron los discípulos), sino que se aseguró de que tuvieran qué comer.

    Puede ser bastante molesto que nuestro descanso sea interrumpido por las demandas de otros. Pero podemos aprender de la compasión desinteresada y de la gran paciencia del Señor. En Él vemos un ejemplo de amor genuino y sacrificial. Debemos aprender a poner las necesidades de otros por encima de las nuestras.

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  • 4a.

    En el Cuadro B que se muestra a continuación, parafrasee el diálogo entre Jesús y los discípulos (35-38).

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    Lo que dijeron los discípulos Lo que dijo Jesús
    “Este es un lugar desierto.”

     

    “Es tarde.”

     

    “Despacha a la gente para que compren algo para comer.”

     

    “¡No tenemos tanto dinero!”

     

    “Tenemos cinco panes y dos peces.”

     

     

     

     

    “Denle algo para comer ustedes.”

     

     

    “¿Cuántos panes tienen?” “Vayan y fíjense.”

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  • 4b.

    Cuando le ora a Dios para que lo ayude, ¿le sugiere una solución? ¿Por qué sí o por qué no?

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  • 4c.

    Los discípulos pensaron que Jesús estaba pidiendo lo imposible cuando dijo: “Dadles vosotros de comer” (37). ¿Siente usted a veces que Dios le hace demandas irrazonables?

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  • 4d.

    Jesús les pidió a los discípulos que contaran cuántos panes tenían. ¿Por qué también volvieron con dos peces (38)?

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    Hicieron lo que Jesús les había ordenado (contar los panes), pero también pusieron un poquito más de esfuerzo e ingenuidad. No insistieron en que Jesús usara los pescados. Solamente le mostraron a Jesús qué más habían encontrado y le dejaron decidir qué hacer con ellos.

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  • 5.

    ¿Qué nos enseña este milagro acerca de qué hacer cuando le pedimos ayuda a Dios?

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    Cuando le pedimos ayuda a Dios, a menudo tenemos nuestras propias ideas sobre cómo resolver el problema. A veces la respuesta de Dios es algo que nosotros no esperamos, y hasta puede ser poco razonable. La solución que nos da no parece ayudarnos en nada. Pero Jesús nos pide que vayamos y que nos fijemos (38) qué y cuánto tenemos. Así es como demostramos nuestra fe. Ponemos todo lo que tenemos, por poco que sea. Jesús pone el resto. Su poder se perfecciona en nuestra debilidad (2 Co 12:9). Este principio es válido para resolver nuestros problemas terrenales y para alcanzar la salvación (Flp 2:12).

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  • 6.

    Marcos escribe que la multitud era como “ovejas que no tenían pastor” (34) y que se recostó sobre la “hierba verde” (39). Compare esta imagen con Salmos 23 y Juan 10:11-14.

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    Marcos compara a la multitud con ovejas descansando sobre pastos verdes (Sal 23:2). Jesús les enseñó muchas cosas (34) para guiarlos en “sendas de justicia” (Sal 23:3). Los alimentó cuando tuvieron hambre. Jesús, el buen pastor, cuidó de sus necesidades, y ellos estaban contentos. Poco sabían que Jesús daría la vida por ellos.

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  • 7.

    ¿Qué hizo Jesús luego de alimentar a la multitud? ¿Qué nos enseña esto sobre nuestras responsabilidades?

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    Jesús se quedó para despedir a la multitud. Antes de despedirlos, se aseguró de que tuvieran lo que necesitaban (la gente estaba satisfecha y no fueron a buscarlo de nuevo). El trabajo de seguimiento es importante. La iglesia debe satisfacer primero las necesidades espirituales de una persona y luego sus necesidades físicas. No podemos ignorar a una persona luego de que se haya bautizado. En algún momento, todos necesitamos algunas palabras de preocupación y aliento, sin importar cuánto tiempo hace que hemos creído en Cristo.

    Un siervo se queda atrás luego de que todos se hayan ido. Existen muchos testimonios de miembros de la iglesia que se quedan en la iglesia después de la reunión o que vienen a la iglesia cuando no tienen trabajo para limpiar el lugar.

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  • 8a.

    Nótese cómo Jesús “en seguida” “hizo” que los discípulos entraran en la barca mientras que Él se quedó para despedir a la multitud (45). ¿Por qué tanta prisa? ¿Y por qué los discípulos parecían reacios a irse (cf. Jn 6:15)?

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    Según el relato en Juan, entendemos que la multitud, habiendo presenciado un milagro tan grande, intentó hacer rey a Jesús por la fuerza. Esto era una tentación para Jesús y para los discípulos. Jesús pudo discernir el peligro espiritual, pero los discípulos, que codiciaban el poder y la grandeza, podrían caer fácilmente en la trampa. De hecho, el hecho de que Jesús tuviera que “hacerles” subir a la barca sugiere que los discípulos ya habían comenzado a disfrutar de la adulación de la multitud.

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  • 8b.

    ¿Cuál es la lección para nosotros hoy?

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    Tan pronto como hayamos completado algún trabajo, necesitamos retirarnos de la admiración y la alabanza de la gente. Esto es especialmente necesario cuando Dios acaba de manifestar su gran poder a través de nosotros. Debemos resistir la tentación de disfrutar de la popularidad que trae nuestro servicio y encontrar tiempo para estar a solas con Dios, con el fin de prepararnos para la próxima tarea que Dios nos tiene preparado.

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  • 6:46-52

    9.

    ¿Cuánto tiempo estuvieron los discípulos en la barca antes de que Jesús fuera hacia ellos?

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    Luego de la cena, Jesús envió a los discípulos a Betsaida. “Al llegar la noche” (47), vio que los discípulos remaban con gran esfuerzo (es increíble que Jesús los haya visto estando ellos en el medio del lago y Él aún en tierra). Esperó un poco más, hasta al menos 3:00 A.M. (cf. ¿Sabía usted que…? 8), antes de dirigirse hacia ellos. Pasaron unas cuántas horas, dependiendo en cuánto tiempo había orado Jesús en el monte.

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  • 10.

    Al asustarse los discípulos, Jesús inmediatamente se reveló a sí mismo (50). ¿Cómo se revela Jesús a sí mismo cuando usted está asustado?

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  • 11.

    ¿En qué se diferencia este incidente de lo ocurrido en Marcos 4:35-41?

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    Jesús caminó tranquilamente sobre el mar a través del viento fuerte. Además, el viento se calmó sin que Jesús lo reprendiera. Si esta tempestad era nuevamente obra del diablo, pareciera haberse debilitado en comparación con la vez pasada. Aunque los discípulos forcejeaban contra el viento, ya no le temían a la tormenta. No obstante, su superstición ensombreció la fe que tenían en Jesús; se asustaron cuando creyeron que Jesús era un fantasma.

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  • 12.

    Explique el versículo 52. ¿Qué tienen que ver los panes con el asombro de los discípulos? ¿Por qué la frase “estaban endurecidos sus corazones” explica su asombro?

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    Los discípulos no percibieron que el milagro de los panes era diferente a todos los milagros anteriores. Jesús repetidamente confirmaba su naturaleza divina a través de sus enseñanzas y milagros, pero los corazones de los discípulos estaban endurecidos. Ellos no habían “considerado” (RVA) ni tampoco “entendido” (RVR1995) lo de los panes. Estaban sorprendidos de que Jesús pudiera caminar sobre el mar, como si fuera la primera vez de que Jesús hacía algo más allá de su imaginación. Su temor y asombro es similar al de las mujeres que no podían creer que Jesús había resucitado de los muertos (cf. 16:5, 8).

    “Tener admiración reverente” y “estar asombrado” son dos reacciones muy diferentes. Nosotros, seres humanos limitados, nunca dejaremos de tener admiración reverente por lo que Dios puede hacer. Sin embargo, si alguna vez estamos sorprendidos, eso significa que hemos subestimado el poder de Dios. Nada es demasiado difícil o maravilloso para el Dios todopoderoso (Gn 18:13-14; Jer 32:27; Zac 8:6).

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  • 6:53-56

    13.

    Compare la reacción de la gente al reconocer a Jesús (54) con la reacción de la gente de Nazaret (6:3).

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    La gente de Genesaret reconoció que Jesús era su salvador. “Siguieron” (55, NVI) y ” le rogaban” (56) a Jesús que los ayudara. Siguieron a Jesús por todas partes. A causa de su fe, “todos los que lo tocaban quedaban sanos” (56). Al contario, la gente de Nazaret trató a Jesús con desprecio y hasta trató de tirarlo desde la cumbre de un monte (cf. Lc 4:29).

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  • 14.

    Compare 2:3-4 y 5:27-29 con 6:55-56. ¿Qué nos enseña la similitud de estos eventos?

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    Al igual que los hombres que cargaron a un paralítico en un lecho (2:3), la gente de Genesaret también venció los inconvenientes físicos y cargó a los enfermos en lechos hasta donde estaba Jesús (6:55). Al igual que la mujer que sufría de flujo de sangre (5:28), ellos también creían que serían sanados con solo tocar el manto de Jesús (6:56).

    La gente de Genesaret probablemente estaba siguiendo el ejemplo de otros que habían sido sanados por Jesús. Ya sea por testimonios o por las historias de la Biblia, nosotros aprendemos de la experiencia y las enseñanzas de otras personas (Heb 6:12, 13:7). Vemos cómo ellos recibieron la gracia de Dios y seguimos sus ejemplos. Y cuando experimentamos la gracia de Dios (Jn 4:42), tendremos nuestra propia experiencia para compartir con otros.

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