Contexto

Lucas da comienzo a este pasaje presentando a la audiencia: “Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírlo” (1). Los fariseos y escribas, que despreciaban a tales “pecadores”, criticaron a Jesús por recibir a tal audiencia. En respuesta, el Señor dijo tres parábolas que ilustran poderosamente la actitud de Dios hacia los pecadores que se arrepienten.

Versículo clave

(15:10, 15:20)

¿Sabía usted que...?

1. “Dame la parte de los bienes que me corresponde” (15:12): el padre podía dividir la herencia (doble para el hijo mayor; véase Dt 21:17 y la nota sobre Lc 12:13) pero retener las ganancias hasta su muerte. Pero darle al hijo menor su porción de la herencia porque así lo pidió era algo muy inusual. [ref]
2. Apacentar cerdos (15:15): el trabajo más indigno para un judío; no sólo porque era un trabajo desagradable sino porque los cerdos eran animales “inmundos” (Lv 11:7). [ref]

Esquema

Análisis general

  • 1a.

    Compare las tres parábolas. ¿Qué tienen en común? ¿En qué se diferencian?

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    Elementos en común: perdido y hallado; regocijo; contraste entre lo perdido y lo no perdido.

    Diferencias: números totales (cien, diez, dos); en las dos primeras parábolas vemos una búsqueda intensa, mientras que en la última no; la última parábola registra la reacción del que no estaba perdido; el Señor dejó la última parábola con un final abierto sin dar ningún comentario final.

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  • 1b.

    ¿Ha notado una progresión en las tres parábolas? Según su opinión, ¿cuál es el propósito de tal progresión?

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    La diferencia está en el número total, de cien a diez, de diez a dos. Esto muestra un aumento en el valor de lo perdido. En cada parábola, lo perdido se vuelve más apreciado por el dueño, culminando con la parábola del padre e hijo, que es la ilustración por excelencia del amor de Dios por los pecadores.

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  • 2.

    ¿Cómo describen las parábolas la magnitud del gozo al hallar a los perdidos?

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    Es remarcable que en cada parábola el dueño no puede contener su gozo y lo comparte con sus amigos, vecinos o siervos. Esta es una representación dramática del gran gozo que Dios siente por el arrepentimiento de los pecadores.

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Análisis del segmento

  • 15:1-7

    1a.

    ¿De qué acusaron a Jesús?

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  • 1b.

    ¿Cómo respondieron a la acusación las tres parábolas dichas por Jesús?

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    Si Dios se regocija por el arrepentimiento de los pecadores, ¿por qué Jesús y los líderes religiosos se debían apartar de los pecadores arrepentidos?

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  • 2.

    ¿Sugiere la parábola de la oveja perdida que Dios prefiere a los pecadores por sobre los justos?

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    En ninguna de las parábolas vemos que el dueño se haya regocijado por su pérdida. Más bien, se regocijaron cuando lo perdido fue hallado. Asimismo, Dios se alegra por el arrepentimiento de los pecadores, no por su pecado. Dios aborrece el pecado pero desea la justicia. Es por eso que se regocija cuando un pecador vuelve al camino de la justicia. Como nos enseña la parábola del hijo pródigo, este gozo de ninguna manera sugiere favoritismo.

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  • 3.

    ¿Alguna vez ha experimentado el mismo gozo que el pastor de esta parábola? ¿Cuál fue la ocasión?

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  • 4.

    ¿Alguna vez ha sido como la oveja perdida? ¿Cómo lo encontró el Señor?

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  • 5.

    Luego de leer esta parábola, ¿cambió lo que piensa sobre los perdidos?

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  • 15:8-10

    6.

    Nótese la descripción de la forma en que la mujer buscó la moneda perdida. ¿Qué podemos aprender de esta descripción?

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    La mujer fue persistente y minuciosa porque la moneda era de gran valor para ella. Asimismo, Dios también busca a los pecadores con la misma diligencia porque los ama.

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  • 15:11-32

    7a.

    ¿Por qué el hijo menor quería irse de la casa de su padre?

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  • 7b.

    ¿Alguna vez ha deseado irse “lejos a una provincia apartada”?

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  • 8a.

    ¿Por qué la experiencia del hijo menor resultó ser muy diferente de lo que él esperaba?

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    Vea los versículos 14-16.

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  • 8b.

    ¿Ha experimentado la misma miseria cuando estaba lejos de Dios?

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  • 8c.

    Si usted está ahora en la casa de Dios, ¿por qué quiere quedarse?

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  • 9.

    ¿Cuál fue el punto de inflexión del hijo pródigo? ¿Qué nos enseña esto?

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    Cuando se volvió en sí (17). La clave para restaurar nuestra relación con Dios es darnos cuenta de nuestros pecados y miseria y recordar el abundante amor de Dios.

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  • 10.

    Compare “dame” (12) y “hazme” (19). ¿Qué cambios se produjeron en el hijo pródigo? ¿Qué nos enseña esto acerca de nuestra actitud hacia Dios?

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    Se ha vuelto humilde y se ha dado cuenta de que no merecía nada. En vez de demandarle a su padre, ahora estaba dispuesto a entregarse a su padre como un siervo.

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  • 11.

    ¿Cómo pecó el hijo pródigo contra el cielo y contra su padre?

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  • 12a.

    ¿Qué nos dicen las acciones del padre sobre él?

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    Él siempre pensaba en su hijo perdido. El hecho de que vio a su hijo desde lejos sugiere que podría haber estado esperando todos los días que regresara. La misericordia y la alegría del padre eran tan grandes que no dudó en correr hacia su hijo (algo que si al padre le importaba su dignidad no lo haría).

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  • 12b.

    ¿Qué nos enseña esto acerca de nuestro Padre celestial?

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    Él es misericordioso y clemente (cf. Sal 103:8-13). Espera con ansias nuestro regreso y nos acepta de buena gana cuando volvemos a Él.

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  • 13.

    ¿Por qué un pecador es considerado “muerto” y “perdido” (24, 32)?

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  • 14.

    Dios también nos ha dado el mejor vestido, un anillo, calzado y becerro gordo. ¿Qué representan estas cosas?

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    Nos ha recibido como sus hijos, nos ha revestido de Cristo (Gl 3:26-29), nos ha dado el Espíritu de adopción (Gl 4:6) y nos ha dado muchas bendiciones espirituales (Ef 1:3-8).

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  • 15.

    ¿A quién representa el hijo mayor?

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    Creyentes que han permanecido bajo el cuidado y amor de Dios.

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  • 16.

    ¿Cómo muestran las siguientes frases el error del hijo mayor? a) “Tantos años hace que te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás”; b) “Y nunca me has dado ni un cabrito”; c) “Este hijo tuyo”.

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    a. “Tantos años hace que te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás”: mencionó su obediencia y servicio como si mereciera reconocimiento, cuando en realidad eran sus deberes como hijo.

    b. “Y nunca me has dado ni un cabrito”: se quejó de que no había recibido nada del Padre cuando en realidad tenía derecho de disfrutar de todo lo que el padre tenía (31).

    c. “Este hijo tuyo”: se negó a reconocer que el hijo pródigo era su hermano.

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  • 17.

    ¿Alguna vez ha cometido el mismo error que el hijo mayor al ver que los nuevos conversos parecen tener un favor especial de Dios?

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  • 18.

    Compare el padre con el hijo mayor. ¿Qué diferencia existe entre el corazón de Dios y el corazón del hombre?

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  • 19.

    ¿Cómo fue “hallado” el hijo pródigo (32)? ¿Qué nos enseña esto acerca de lo que conduce a los pecadores al arrepentimiento?

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    Aunque pareciera que el padre nunca salió a buscar al hijo perdido, la parábola nos enseña que es Dios quien trae de vuelta a los pecadores. Dios no nos obliga a volver a Él, pero nos conmueve pacientemente con su amor inquebrantable hasta hallarnos.

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  • 20.

    ¿Cuál es el punto central de esta historia? ¿El regreso del hijo pródigo? ¿El enojo del hijo mayor? ¿La compasión del padre? Explique su respuesta.

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    Por sobre todo, la parábola se centra en la compasión y el perdón del padre como una ilustración del inmenso amor de Dios. Ya fuera para con el hijo pródigo o para con el hijo enojado, el padre siempre exhibió paciencia y ternura. Es el amor de Dios lo que hace que esta historia sea una realidad y es el amor de Dios lo que nos motiva a extender este amor a nuestros hermanos que están perdidos.

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