Contexto

La lección se centra ahora en la migración de Jacob y su familia a Egipto, tomando todo lo que tenían con ellos. La narración registra cómo Dios le habló a Jacob y los nombres de los descendientes de Jacob. Este pasaje nos enseña a cómo confiar en la guía de Dios en nuestra vida diaria y a cómo cumplir la promesa de Dios a lo largo de las generaciones.

Versículo clave

(46:3)

¿Sabía usted que...?

  1. Beerseba (46:1): Está a unas 25 millas de Hebrón. Desde Beerseba reina el desierto hasta llegar a Egipto. [ref]  Además, en griego-Septuaginta, el nombre Beerseba se puede traducir literalmente como “un pozo de juramento”.
  2. “Ofreció sacrificios” (46:1): En hebreo, éste se distingue de los holocaustos (Gn 8:20, 22:2). Durante el holocausto, todas las partes del animal sacrificado serán quemadas sobre el altar como olor grato para Jehová (Lv 1:6-9); en los sacrificios ofrecidos “de ofrenda de paz”, la carne será comida el mismo día en que se ofrece (Lv 19:5-6).
  3. “Aquí estoy” (46:2): Además del ejemplo de Jacob, las Escrituras también mencionan eventos similares de llamamiento y respuesta entre Dios y sus siervos, como el ejemplo de Abraham (Gn 22:1, 11), de Moisés (Ex 3:4), y de Samuel (1 Sam 3:4, 8).
  4. Visiones (46:2): En hebreo, la palabra “visiones” se puede traducir literalmente en varios significados. Primero, se usa para referirse a los espejos (Ex 38:8). Segundo, se refiere al aspecto dado por Dios que se puede ver (Ez 43:3; Dn 10:5-8). Tercero, se refiere al mensaje de Dios dicho en sueños o visiones nocturnas (Nm 12:6 y 1 Sam 3:10-15).
  5. “…yo también te haré volver” (46:4): En hebreo, la frase se puede traducir literalmente como “te exaltaré sobremanera”.
  6. “La mano de José cerrará tus ojos” (46:4): La práctica judía hasta el día de hoy requiere que el hijo mayor o el pariente más cercano cierre suavemente los ojos del difunto.
  7. Hanoc (46:9): El nombre en hebreo es similar al nombre del primogénito de Caín (Gn 4:17) y al nombre del hijo de Jared, el descendiente de Set (Gn 5:19). En hebreo, Enoc se puede traducir literalmente como “entrenar” o “dedicar”.
  8. Falú (46:9): En hebreo, se puede traducir literalmente como “hacer algo maravilloso”.
  9. Hezrón (46:9): En hebreo, el nombre se puede traducir literalmente como “estrechar”, “estirar” o “formar un tallo”.
  10. Carmi (46:9): En hebreo, significa literalmente “viñedo”.
  11. Jemuel (46:10): En hebreo, se puede traducir literalmente como “el día de Dios”. Además, el nombre aparece como Nemuel según el libro de Nm 26:12.
  12. Jamín (46:10): En hebreo, el nombre se puede traducir literalmente como “lado derecho” o “considerado en gran manera”.
  13. Ohad (46:10): En hebreo, significa literalmente “estar unido”.
  14. Jaquín (46:10): En hebreo, el nombre se puede traducir literalmente como “preparar”, “erigir” o “afirmar”. Además, el nombre se conoce como “Jarib” en el libro de 1 Cr 4:24 .
  15. Zohar (46:10): Según el libro de Nm 26:13, el nombre se reemplaza por Zera. En hebreo, ambos nombres se pueden traducir literalmente como “ser brillante”, “brillar”, “aclarar” o “ser blanco”.
  16. Saúl (46:10): En hebreo, se puede traducir literalmente como “reclamar”, “demandar” o “interrogar”.
  17. Gersón (46:11): En hebreo, se puede traducir literalmente como “lanzar” o “estar batiendo”.
  18. Coat (46:11): En hebreo, se puede traducir literalmente como “asamblea” o “alinearse”.
  19. Merari (46:11): El nombre en hebreo significa literalmente “estar amargado” o “estar desesperado”.
  20. Er (46:12): En hebreo, significa literalmente “proteger”.
  21. Onán (46:12): En hebreo, se puede traducir literalmente como “poderoso” o “ser fuerte”.
  22. Sela (46:12): En hebreo, el nombre se puede traducir literalmente como “petición” o “solicitud”.
  23. Fares (46:12): En hebreo, se puede traducir literalmente como “hacer una brecha” o “abrir brecha”.
  24. Hamul (46:12): En hebreo, significa literalmente “ahorrar” o “tratar con compasión”.
  25. Tola (46:13): En hebreo, significa literalmente “gusano”, “escarlata” o “corroído”.
  26. Fúa (46:13): También se conoce como “Púa”. En hebreo, ambos nombres significan literalmente “espléndido”. Además, el libro de los Jueces registra a un juez llamado “Tola hijo de Fúa… hombre de Isacar” (Jue 10:1).
  27. Job (46:13): En el libro de Nm 26:24 y el libro de 1 Cr 7:1 se menciona “Jasub” en lugar de Job. En hebreo, Jasub se puede traducir literalmente como “regresar”.
  28. Simrón (46:13): En hebreo, se puede traducir como “vigilar” o “guardia”.
  29. Sered (46:14): En hebreo, significa literalmente “temblar”.
  30. Elón (46:14): En hebreo, se puede traducir literalmente como “árbol de encina” o “poderoso”.
  31. Jahleel (46:14): En hebreo, puede traducirse literalmente como “adornar” o “Dios espera”.
  32. Zifión (46:16): En hebreo, el nombre se puede traducir literalmente como “vigilar” o “examinar”. En el libro de Nm 26:15, el nombre se conoce como “Zefón”.
  33. Hagui (46:16): En hebreo, significa literalmente “fiesta” o “caminar en procesión”.
  34. Suni (46:16): En hebreo, se puede traducir literalmente como “afortunado” o “descansar”.
  35. Ezbón (46:16): En el libro de Nm 26:16 se menciona Ozni en lugar de Ezbón.
  36. Eri (46:16): En hebreo, se puede traducir literalmente como “despertar” o “agitar”.
  37. Arodi (46:16): En hebreo, el nombre se conoce como Arod en el libro de Nm 26:17 y se puede traducir literalmente como “extender”.
  38. Areli (46:16): En hebreo, significa literalmente como “altar de las ofrendas” o “encender un fuego”.
  39. Imna (46:17): En hebreo, se puede traducir literalmente como “a la derecha” o “dividir en partes”.
  40. Isúa (46:17): En hebreo, puede traducirse literalmente como “ser igual”.
  41. Isúi (46:17): En hebreo, tiene una traducción literal similar a la de “Isúa”.
  42. Heber (46:17): En hebreo, el nombre se puede traducir literalmente como “estar acoplado” o “estar unidos”.
  43. Malquiel (46:17): En hebreo, significa literalmente “mi rey es [Dios]”.
  44. Bela (46:21): En hebreo, puede traducirse literalmente como “informar” o “anunciar”.
  45. Bequer (46:21): En hebreo, significa literalmente “llevar primicias”.
  46. Asbel (46:21): El nombre se puede traducir literalmente como “extenderse”.
  47. Gera (46:21): En hebreo, puede traducirse literalmente como “extranjero” o “morar como un extranjero”.
  48. Naamán (46:21): En hebreo, significa literalmente “deleitable” o “ser agradable”.
  49. Ehi (46:21): En hebreo, el nombre significa literalmente “mi hermano”.
  50. Ros (46:21): En hebreo, puede traducirse literalmente como “cabeza” o jefe.
  51. Hupim (46:21): El libro de Nm 26:39 registra el nombre como “Hufam”.
  52. Husim (46:23): El nombre se conoce como “Súham” en el libro de Nm 26:42 y en hebreo también se puede traducir literalmente como “el que se apresura”.
  53. Jahzeel (46:24): también se conoce como “Jahziel”. En hebreo, el nombre se puede traducir literalmente como “ser dividido por Dios”.
  54. Guni (46:24): En hebreo, significa literalmente “mi defensor”.
  55. Jezer (46:24): En hebreo, se puede traducir literalmente como “crear” o “dar forma”.
  56. Silem (46:24): El libro 1 Cr 7:13 registra el nombre como “Salum”. En hebreo, el nombre significa literalmente  “hacer las paces”.
  57. “Todas ellas fueron sesenta y seis” (46:26): El cómputo de “sesenta y seis” se obtuvo de acuerdo con la frase “todas las personas que llegaron con Jacob a Egipto” (Gn 46:26). Así, Er y Onán fueron omitidos porque murieron en Canaán. En cuanto a Manasés y Efraín, no fueron incluidos porque nacieron en Egipto. Por lo tanto, el cómputo de “sesenta y seis personas” fue lo siguiente: Lea, 31 personas; Zilpa, 16 personas; Raquel, 12 personas; Bilha, 7 personas.
  58. “Dos personas” (46:27): La Septuaginta griega tradujo la frase literalmente como “nueve personas”.
  59. “Todas las personas… fueron setenta” (46:27): Las Escrituras a menudo registran setenta como un número redondo para un grupo grande o una familia (Ex 24:1, 9; Jue 8:30, 12:14). La Septuaginta griega tradujo el número literalmente como “setenta y cinco”. En el libro de Hch 7:14, Esteban mencionó que Jacob y toda su familia eran de setenta y cinco personas: la suma de las sesenta y seis personas de Gn 46:26 y las nueve personas de la Septuaginta.
  60. “Y llegaron a la tierra de Gosén” (46:28): La Septuaginta griega tradujo literalmente esta frase como “hacia la ciudad de los héroes a la tierra de Ramesés”.
  61. Pastores (46:32): En la Septuaginta griega, puede traducirse literalmente como “criadores de ganado”.
  62. “Abominación” (46:34): La literatura egipcia no revela ningún aborrecimiento particular hacia los pastores. Este antagonismo se refiere principalmente a una actitud de desconfianza y temor hacia los pueblos nómadas por parte de los habitantes urbanos asentados. [ref] Pero el antiguo historiador griego Heródoto afirma que los pastores estaban clasificados en una de las siete castas y, por lo tanto, se les impedía entrar en un templo o contraer matrimonio con cualquier egipcio. [ref]

Esquema

  • Jacob recibió visiones
  • Jacob y sus hijos emigraron
  • Jacob habitó en Gosén

Análisis del segmento

  • 46:1-4

    1a.

    Para Jacob, ¿qué significado tenía Beerseba? Véase Gn 26:23-25.

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    Para Jacob, Beerseba tenía cierto significado. Beerseba no solo fue el lugar donde el Señor se le apareció a Isaac, el padre de Jacob, sino también el lugar donde Isaac edificó un altar e invocó el nombre del Señor (Gn 26:23-25).

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  • 1b.

    ¿Cómo el evento en Beerseba fue similar entre la experiencia de Isaac y la de Jacob? Véase Gn 26:24.

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    La experiencia de Isaac en Beerseba fue similar a la de Jacob. En Beerseba, el Señor se le apareció a Isaac y lo consoló para que no temiera. Además, el Señor le aseguró a Isaac que estaría con él, que lo bendeciría y que multiplicaría su descendencia (Gn 26:24). Tal como el Señor le había consolado a Isaac, le dio también consuelo a Jacob en Beerseba. El Señor le dijo a Jacob que no temiera descender a Egipto y que allí Él haría de él una gran nación (Gn 46:3).

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  • 2a.

    Según las visiones de Jacob, ¿cuáles fueron las promesas de Dios para él?

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    En visiones de noche, el Señor le prometió a Jacob varias cosas. Primero, Dios le prometió a Jacob que haría de él una gran nación en Egipto (Gn 46:2-3). Segundo, Dios descendería con Jacob a Egipto (Gn 46:4). Tercero, Dios lo haría volver (Gn 46:4). Cuarto, la mano de José cerraría los ojos de Jacob (Gn 46:4).

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  • 2b.

    ¿Cómo sirvieron las promesas de Dios como consuelo para la situación que se encontraba Jacob? Consuelo de la primera promesa;

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    Anteriormente, en Gn 42:36-38, Jacob se sentía desesperanzado al pensar que ya había perdido a José y a Simeón, y que también podría perder a Benjamín. Pero, más tarde, en Gn 45, Benjamín no fue hecho esclavo, sino que regresó a casa con Jacob. Al mismo tiempo, Jacob escuchó que José estaba vivo. Junto con las buenas noticias, Jacob ahora recibió visiones de Dios, donde enfatizaron la promesa previa de Dios para él (Gn 28:14, 35:11). La promesa del Señor de que haría de Jacob una gran nación sirvió no solo para fortalecer la fe de Jacob en la promesa previa de Dios, sino también para consolar su desesperanza de haber perdido anteriormente a sus hijos.

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  • 2c.

    Consuelo de la segunda promesa;

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    Ante la invitación de José a Egipto, se le planteó un dilema personal a Jacob. Por un lado, enfrentar la severa hambruna en Canaán había resultado difícil para Jacob y su familia (Gn 42:1-2, 43:1-2). Por otro lado, emigrar a Egipto para vivir con José significaba que Jacob tenía que ir en contra de las creencias de sus antepasados: la advertencia de no descender a Egipto en tiempos de Isaac (Gn 26:2) y la promesa de que Canaán sería la tierra de herencia en tiempos de Abraham (Gn 17:8). Pero las palabras de la promesa del Señor en Gn 46:4 borraron el dilema de Jacob. A través de la promesa de que “[Dios] también [lo] haría volver”, Jacob podía ahora ir con confianza a Egipto, sabiendo que el Señor tenía el plan de hacer de Jacob “una gran nación allí” a través de su migración a Egipto.

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  • 2d.

    Consuelo de la tercera promesa;

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    Jacob sentía que en su vida todas “[esas] cosas [acabarían] con [él]” (Gn 42:36). Comenzando desde el incidente de Simeón y Leví que causó problemas a Jacob e hizo que el nombre de Jacob fuera odioso entre los cananeos (Gn 34:30) hasta la noticia de la muerte de su amado hijo José que dejó un gran luto a Jacob (Gn 37:31-35). Luego, la demanda del gobernador egipcio de retener a Simeón y a Benjamín, también provocó la aflicción de Jacob (Gn 42:36). La vida personal de Jacob estuvo llena de aflicciones y problemas. Pero en Gn 46:4, el Señor consoló a Jacob diciéndole que “[lo] iba a exaltar sobremanera”, según la traducción literal hebrea, sacándole de su preocupación y dolor, y haciendo de él “una gran nación”.

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  • 2e.

    Consuelo de la cuarta promesa;

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    Desde la noticia de la muerte de José, Jacob no solo había guardado luto por su hijo muchos días (Gn 37:34), sino que también tenía el espíritu quebrantado (Gn 45:27). Además, la fuerte expresión de Jacob de “hacer descender sus canas con dolor al seol” (Gn 37:35, 42:38) debido a su gran dolor había sido percibida por sus hijos (Gn 42:38). Pero la promesa del Señor en Gn 46:4 revivió el espíritu de Jacob. A través de la promesa de Dios, José iba a reavivar a Jacob y también iba a estar presente en el momento de la muerte de Jacob. Posteriormente, la promesa se cumplió según el libro de Gn 49:33 y Gn 50:1.

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  • 3.

    ¿Qué aprendemos del ejemplo de Jacob de detenerse en Beerseba y ofrecer sacrificios al Señor?

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    Aunque Jacob había aceptado para reencontrarse con José al final de Gn 45 y “había partido con todo lo que tenía”, se detuvo en Beerseba para “ofrecer sacrificios al Dios de su padre Isaac” (Gn 46:1). Antes de que Jacob continuase su viaje a Egipto, llegó al lugar donde anteriormente Isaac su padre había “edificado un altar e invocado el nombre de Jehová” (Gn 26:25). El ejemplo de Jacob nos recuerda que debemos acercarnos a Dios siempre (Sant 4:8), orar sin cesar (1 Tes 5:17) y dar gracias en todo (1 Tes 5:18) por su guía y su bendición. Aunque Jacob estaba emocionado de ver a su amado hijo José en Egipto, buscó fielmente al Señor para guiarlo en su camino futuro. Asimismo, en nuestro trabajo, en nuestro estudio o en nuestra vida familiar, debemos acercarnos siempre a Él a través de la oración para buscar su guía en lo que hacemos.

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  • 46:5-27

    4.

    Comparando las setenta personas de su familia en Gn 46:27 con la promesa de una descendencia tan numerosa como “el polvo de la tierra” en Gn 28:14, ¿cómo vio Jacob esta gran discrepancia? Véase Heb 11:21 y Gn 49:25-26.

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    Aunque Jacob fue bendecido grandemente en su vida, de una persona a setenta personas cuando él y su familia emigraron a Egipto (Gn 46:27), el número total de sus descendientes en ese entonces aún estaba muy lejos de ser “polvo de la tierra” como prometió el Señor en Gn 28:14. Pero por la fe, según el libro de Hebreos, Jacob bendijo a sus hijos transmitiendo la promesa del Señor (Heb 11:21). Hacia el final del libro de Génesis, en sus últimas palabras, Jacob bendijo a José con “bendiciones de los pechos y del vientre” (Gn 49:25). Además, Jacob enfatizó que las bendiciones para José “[serían] mayores que las [bendiciones] de [sus] progenitores” (Gn 49:26), incluyendo las bendiciones de los innumerables descendientes, tan numerosos como “el polvo de la tierra”. En otras palabras, aunque Jacob no pudo presenciar el cumplimiento de la promesa de Dios durante su vida, Jacob creyó y transmitió esa fe a sus hijos. Las bendiciones que Jacob le dio a José reflejaron su fe en que el Señor ciertamente cumpliría su promesa para José y sus descendientes de acuerdo con su tiempo señalado.

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  • 5a.

    ¿Cómo se relacionaron los nombres de los descendientes de Jacob en el libro de Gn 46:8-25 y su resumen en el libro de Ex 1:1-5 con la declaración en Ex 1:7? Véase Gn 28:3 y Gn 28:14.

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    Los nombres de los descendientes de Jacob en el libro de Gn 46:8-25 y su resumen en el libro de Ex 1:1-5 estaban conectados con la declaración en Ex 1:7. Estos descendientes cumplieron con la promesa de Dios a Jacob y a sus antepasados de hacer de Israel una “gran nación” en Egipto (Gn 46:3). Anteriormente, el libro del Génesis había mencionado cómo Isaac bendijo a Jacob para que fuera “fructífero” y se “multiplicara” hasta llegar a ser “multitud de pueblos” (Gn 28:3); y cómo el Señor confirmó su promesa a Jacob de tener una descendencia innumerable como “el polvo de la tierra” (Gn 28:14). Ahora, en el libro de Éxodo, la bendición de Isaac y la promesa de Dios a Jacob finalmente se cumplieron por completo; porque los descendientes de Israel “llegaron a ser numerosos y fuertes en extremo, fructificaron y se multiplicaron, y se llenó de ellos la tierra [de Egipto]” (Ex 1:7).

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  • 5b.

    ¿De qué manera la elección de los descendientes de Jacob como parte del plan de Dios para la “gran nación” de Israel nos enseña acerca de tener parte con la misericordia de Dios? Véase 1 Pe 2:9-10.

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    Los nombres de los descendientes de Jacob tanto en Gn 46:8-25 como su resumen en Ex 1:1-5 nos enseña sobre la misericordia de la elección de Dios. Tal como las generaciones de Jacob fueron elegidas para formar parte de la “gran nación” del pueblo de Dios, según la carta de 1 Pedro, nosotros somos elegidos por Dios para ser “real sacerdocio” y “nación santa” (1 Pe 2:9). El autor de 1 Pedro explica además que nosotros “que en otro tiempo no éramos pueblo” y estábamos en las “tinieblas”, ahora somos “pueblo adquirido por Dios” y “hemos alcanzado misericordia” en “su luz admirable”. En otras palabras, al principio, las generaciones de Jacob fueron un número pequeño (Gn 46:27) y lejos de ser como “polvo de la tierra” y “multitud de pueblos” de Dios. Pero Dios los escogió y los hizo fructíferos y una “gran nación” de Israel. Del mismo modo, nosotros, que anteriormente estábamos en “tinieblas” y “no éramos pueblo” de Dios, fuimos elegidos según la misericordia de Dios para formar parte de la nación santa de Dios y proclamar las alabanzas de su llamado sobre nosotros.

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  • 46:28-34

    6.

    ¿Cómo fue el repentino cambio de enviar a Judá por parte de Jacob en lugar del primogénito, una prefiguración del liderazgo de Judá y su clan en el futuro? Véase también 1 Sam 17:12; Gn 49:10; Mt 1:1-2 y Ap 1:5.

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    El cambio repentino de que Jacob envió a Judá en lugar del primogénito prefiguraba el liderazgo de Judá y su clan en el futuro. El autor del libro del Génesis menciona la profecía de Jacob de que “no sería quitado el cetro de Judá” (Gn 49:10). En otras palabras, Jacob profetizó que la realeza vendría de la línea de Judá. Esta profecía se cumplió a través del rey David, hijo de Isaí, el efrateo de Judá (1 Sam 17:12) y espiritualmente a través del Señor Jesús, “el soberano de los reyes de la tierra” (Ap 1:5), el “hijo de David” de Judá y de Jacob (Mt 1:1-2), “a [quien] se congregarían los pueblos” (Gn 49:10).

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  • 7.

    En Gn 46:29, ¿qué aprendemos acerca de la piedad a partir del acto filial de José que “unció su carro y fue a recibir a Israel, su padre, en Gosén”? Véase también Gn 45:8-10, 18-19; Ex 20:12 y Mt 15:5-6.

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    Del acto filial de José que “unció su carro y fue a recibir a Israel, su padre, en Gosén”, podemos aprender acerca de la piedad hacia nuestros padres. Aunque en el libro de Gn 45:18-19 el faraón le ordenó a José que tomara a su padre Jacob y sus familias y les diera carros de la tierra de Egipto, José subió a Gosén y fue a ver a Jacob después de que llegaron a la tierra de Gosén (Gn 46:28-29). A pesar de que fue puesto por “padre del faraón” (Gn 45:8), José no esperó a que su padre viniera a él. José preparó humildemente su carro y fue al encuentro de su padre. Al verlo, “se echó sobre su cuello, y sobre su cuello lloró largamente” (Gn 46:29). Además de humillarse ante su padre, José amó a su padre sincera y fielmente cuidándolo hasta el final de su vida. El libro de Génesis registra que fue la decisión activa de José invitar a su padre a quedarse con él en la tierra de Egipto (Gn 45:9-10). A diferencia de los escribas y fariseos que usaban los dones a Dios como excusa para no honrar a sus padres (Mt 15:5-6), los actos filiales de José hacia su padre Jacob nos enseñan la esencia de aplicar el quinto mandamiento, “[honrar] a [nuestro] padre y a [nuestra] madre” (Ex 20:12), en nuestra vida cotidiana.

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  • 8a.

    ¿Por qué les dijo José a los hermanos que enfatizaran su ocupación de pastores frente al faraón? Por una razón política: Véase Gn 45:18 y Gn 42:9.

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    Dado que “para los egipcios es abominación todo pastor de ovejas” (Gn 46:34), la ocupación de los hermanos como pastores les permitió obtener lo mejor de la tierra de Egipto a través de la tierra de Gosén (Gn 45:18, 46:34). Además, la insistencia de Jacob y de los hermanos de traer consigo todo su ganado (Gn 46:6) mostró que solo necesitaban pastos adecuados para cuidar de su ganado. El hecho de traer todo su ganado probó que Jacob y los hermanos no tenían la intención de ser una carga para Egipto y que no eran espías como se les acusaba originalmente (Gn 42:9).

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  • 8b.

    Por una razón religiosa: Véase Gn 45:8-11; Heb 11:25-26.

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    Estando en Gosén les recordaría continuamente a Jacob y a sus descendientes que era Dios quien los había sacado de la severa hambruna en Canaán (Gn 45:8-11) con el propósito de convertirlos en “una gran nación” en Egipto (Gn 46:3). Además, la separación de los egipcios les ayudaría a mantener su estilo de vida como pastores y su creencia religiosa, evitando ser influenciados por la cultura y la religión de los egipcios o ser tentados por gozar de “los deleites temporales del pecado” y “los tesoros de los egipcios” (Heb 11:25-26). Por último, al morar en Gosén, en lugar de Egipto, les recordaría la herencia en Canaán que el Señor Dios les había prometido. Así, en sus últimas palabras a los hermanos, José les recordó que “Dios ciertamente [los] visitaría y [los] haría subir de [Egipto] a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob”, es decir, la tierra de Canaán, “y haría llevar de [Egipto] los huesos [de José]” (Gn 50:24-25). Las últimas palabras de José confirmaron que su estadía en Egipto, en la tierra de Gosén, fue solo temporal porque el Señor los haría subir a la tierra prometida (Heb 11:22).

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