Contexto

El Señor Jesús les había prometido a sus discípulos que verían cosas grandes en el Hijo del hombre. La presente historia se basa en esta premisa y con ella se comienza a desplegar el tema de las señales en este Evangelio. Jesús, su madre y sus discípulos fueron invitados a una boda en Caná de Galilea. Cuando el vino se acabó, el Señor convierte el agua en vino. Los discípulos, viendo la gloria del Señor a través de esta primera señal, creyeron en Él.

Versículo clave

(2:11)

¿Sabía usted que...?

  1. La fiesta de bodas duraba una semana. Por lo general, se esperaba que los invitados contribuyeran con los materiales que se usan en la celebración (ej. el vino).
  2. Caná (2:1): se han propuesto varios lugares como ubicación de la antigua Caná. La ubicación más plausible es Kirbet Qânam en la llanura de Asochis, a unos 13 kilómetros al noreste de Nazaret. [ref]
  3. Seis tinajas de piedra (2:6): cada tinaja podía contener aproximadamente 75 a 113 litros. Los ritos de purificación judíos requerían que cada invitado se lavara las manos antes de comer, por lo que se necesitaba mucha agua.
  4. Encargado del banquete (2:8): era una posición de honor. Una de sus deberes principales era la regulación de la distribución del vino. A veces, uno de los invitados asumía este rol
  5. Capernaúm (2:12): ubicada en la orilla noreste del mar de Galilea, a unos 26 kilómetros al noroeste de Caná. [ref]

Esquema

  • El contexto
  • El milagro del agua hecha vino
  • Descendiendo a Capernaúm
    ((2:12))

Palabras/frases claves

, , , , , , ,

Análisis general

  • 1.

    ¿Cómo se relaciona este pasaje con el capítulo anterior?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Varias ideas claves del capítulo anterior continúan y se concretan en el presente pasaje, por ejemplo, “creer”, “ver” y “gloria”.

    Ocultar respuesta

Análisis del segmento

  • 2:1–2

    1.

    Esta primera señal de Jesús tuvo lugar cuando Jesús y sus discípulos participaban de una celebración de bodas, una ocasión en donde no era de esperase el despliegue del poder divino. ¿Qué lección podemos aprender de esto con respecto a nuestras propias vidas?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Podemos ver la gloria de Dios en los pequeños detalles de la vida, aun en las cosas mundanas. Dios a menudo hace maravillas en nuestras vidas más allá de nuestras expectativas. No hay nada acerca de nosotros que sea demasiado insignificante ante los ojos de Dios. Si permitimos que el Señor esté presente en nuestras vidas todos los días, cada momento podría ser una ocasión de encuentro con Dios.

    Si bien los casamientos son eventos comunes en la sociedad, cada casamiento es el día más importante para la pareja que se casa. El Señor Jesús también lo consideraba lo suficientemente importante como para asistir a uno como invitado. El matrimonio es una institución divina y debe ser honrado por todos (Mt 19:4–6; Heb 13:4). Por lo tanto, no debe de sorprendernos que el Señor Jesús haya aceptado la invitación a una celebración de bodas y que haya elegido la ocasión para realizar su primera señal. Lo que a nosotros nos importa profundamente también le importa a Dios. Esto es especialmente cierto cuando nuestros corazones están alineados con la voluntad de Dios.

    Ocultar respuesta

  • 2:3–11

    2.

    Considere el problema en cuestión y sus implicaciones. ¿Se le ocurre alguna situación similar en su vida? ¿Qué pasó?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    (La respuesta está vacía)
    Ocultar respuesta

  • 3.

    ¿Qué podemos aprender de la manera en que la madre de Jesús le presentó el problema a Jesús?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    1) Independientemente del rol de la madre de Jesús en la boda, el hecho de que le alertó a Jesús de la falta de vino demuestra que a ella le importaba el asunto. Al igual que María, debemos solidarizarnos con los que nos rodean y ayudarlos cuando sea necesario.

    2) Jesús fue la primera y única persona a la que María se acercó para tratar el problema. Esto implica que ella estaba bien consciente de la identidad y el poder de Jesús. Ella sabía que Jesús tenía la solución. De la misma manera, si creemos plenamente que el Señor tiene la solución a todos nuestros problemas, ciertamente acudiremos a Él y le diremos que necesitamos su ayuda.

    3) María le presentó el problema a Jesús sin proponerle ninguna solución. De aquí podemos ver su sabiduría y humildad. Dios sabe cuál es la mejor solución a nuestro problema y también tiene su propio tiempo para resolver nuestro problema. Nosotros no estamos en la posición de indicarle qué hacer. Sólo tenemos que acudir a Dios con nuestra necesidad y confiar en que Él se ocupará de nuestros problemas a su manera y en su tiempo.

    Ocultar respuesta

  • 4a.

    ¿Cómo interpreta usted la respuesta de Jesús a su madre en el versículo 4? ¿Qué quiso decir con “mi hora”?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    La frase “¿Qué tiene que ver esto con nosotros, mujer?” ha sido traducida de varias maneras, indicando la dificultad de identificar su significado exacto. Dirigirse a la madre de uno como “mujer” no necesariamente era irrespetuoso, pero era inusual. “¿Eso qué tiene que ver conmigo?” (NVI) connota que Jesús estaba poniendo una distancia y distinción respetuosas entre su madre y Él. Las siguientes palabras se basan en esta distinción: “Aún no ha llegado mi hora”. Si bien un ser humano hace consideraciones y toma decisiones desde una perspectiva humana y conforme al tiempo que considera apropiado, Jesús, siendo el Hijo de Dios y el Verbo hecho carne, opera en un nivel completamente diferente (cf. Jn 7:6). Su “hora” no denota el sentido ordinario del tiempo, sino la soberana voluntad del Padre, que no puede ser influenciada por ningún ser humano (cf. Jn 8:20, 13:1, 17:1).

    En resumen, las palabras de Jesús recuerdan a su madre que si Él actuara, lo haría basándose en la voluntad divina y no por las indicaciones de ella. El propósito de Jesús en la tierra era revelar la gloria de Dios (Jn 17:4), no cumplir el deseo o la voluntad del hombre (cf. Jn 1:13). La señal del agua hecha vino ocurrió, por lo tanto, no por la preocupación de María (aunque la señal resolvió el problema que ella apuntó), sino por un propósito superior de Dios.

    Ocultar respuesta

  • 4b.

    ¿Qué lección podemos aprender de la respuesta de Jesús?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Si bien la Biblia nos enseña a dar a conocer nuestras peticiones a Dios, también nos recuerda que debemos esperar en el Señor. El Señor es nuestro Maestro. Sólo necesitamos ponernos a su cuidado y honrar su tiempo y propósito soberanos. Si hacemos esto, permitiremos que Dios revele su gloria y cumpla su voluntad.

    Ocultar respuesta

  • 5.

    Note lo que dijo María a los siervos. ¿Por qué es una respuesta apropiada a lo que Jesús le acababa de decir?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Si hemos interpretado correctamente las palabras de Jesús, entenderemos que Jesús no se estaba negando a solucionar el problema, sino que le estaba recordando a María sobre su identidad divina. Con esto en mente, observamos que María respondió, una vez más, de manera humilde y sabia. Ella no se ofendió por el comentario de Jesús. Tampoco le insistió a Jesús que tomara su petición. Simplemente preparó a los siervos para que actuaran según las instrucciones de Jesús. Lo que hizo muestra que se había sometido al tiempo y a la decisión de Jesús.

    Ocultar respuesta

  • 6.

    ¿Cómo se aplica a nosotros la frase: “Haced todo lo que él os diga”? ¿Qué implica esto?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Se requiere fe para hacer todo lo que Dios nos dice. Esta fe debe acompañarse de total obediencia, incluso cando no entendemos o cuando tenemos que soportar sufrimientos.

    Ocultar respuesta

  • 7.

    ¿Por qué es vital la obediencia para hacer la voluntad de Dios?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Ya que el camino de Dios es siempre el mejor, la respuesta más sabia ante su voluntad es obedecerla. Si nos resistimos a obedecer a Dios, nuestro camino a menudo se llenará de quejas, dudas y desalientos. Pero si obedecemos a Dios con fe, podremos experimentar plenamente su amor y guía, incluso en las circunstancias más difíciles, y recibiremos las bendiciones que Dios tenía planeadas para nosotros (cf. Heb 12:1, 2).

    Ocultar respuesta

  • 8.

    Jesús pudo haber llenado milagrosamente las tinajas con vino sin ninguna intervención humana. Sin embargo, eligió usar a los siervos para realizar el milagro. ¿Qué lección podemos aprender de esto?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    No hay nada que Dios no pueda hacer sin asistencia humana (cf. Ro 11:34, 35). Sin embargo, Dios a menudo nos involucra en el cumplimiento de su propósito porque quiere que seamos parte de su obra para que podamos crecer en nuestra fe y ser testigos de la gloria de Dios. Cuando el agua se convirtió en vino, los siervos que llenaron las tinajas supieron lo que había sucedido, mientras que el encargado del banquete no. De manera similar, servir a Dios nos da la oportunidad de experimentar personalmente la gracia y el poder de Dios.

    Ocultar respuesta

  • 9.

    Considere cómo Jesús había vuelto las tinajas de piedra para purificación en recipientes de vino. ¿Qué le dice esto sobre cómo elige Dios sus vasijas para cumplir su propósito?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    (La respuesta está vacía)
    Ocultar respuesta

  • 10.

    ¿Qué nos dice lo que le dijo el encargado del banquete al esposo sobre el vino que Jesús había hecho?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    El vino que Jesús había convertido del agua era superior al vino que se había acabado. No sólo no se podía detectar que el vino era originalmente agua, sino que era un vino de mejor calidad. Estos detalles subrayan la grandeza del milagro.

    Ocultar respuesta

  • 11.

    ¿De qué manera el vino que proporcionó Jesús es análogo a su gracia en nuestras vidas?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    El Señor imparte su gracia gratuitamente según su voluntad y amor. Satisface nuestras necesidades y nos saca de aprietos. Su gracia es tan perfecta que supera lo que pensamos o pedimos, así como el agua hecha vino resultó ser de una calidad superior. Su gracia es tan abundante que nada nos faltará, tal como las tinajas fueron llenadas hasta el borde.

    Ocultar respuesta

  • 12.

    Según la perspectiva del autor, ¿quiénes fueron los principales beneficiarios de esta señal de Jesús?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Los discípulos (v. 11).

    Ocultar respuesta

  • 13.

    El autor llama al milagro el “principio de señales” (2:11). ¿Qué se logró a través de esta señal? ¿Qué dice esto sobre el significado de la palabra “señal”?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Jesús manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en Él.

    Las señales que se usan en el contexto de la Biblia son generalmente de naturaleza milagrosa, pero la palabra “señal” indica que el milagro en cuestión servía como un indicio. En el Evangelio de Juan, las señales que hizo Jesús sirvieron para revelar su identidad como el Hijo de Dios. Tales revelaciones hacen que tengamos fe en el Señor para vida eterna (Jn 20:30, 31).

    El hecho de que se le dio atención a los discípulos nos dice que la preocupación fundamental del Señor era la fe de sus discípulos. Jesús no realizó el milagro sólo para satisfacer las necesidades de la boda o para impresionar a los invitados. Más bien, Él quería que los discípulos vieran su gloria conforme a lo que Él les había prometido (cf. Jn 1:51) y que como resultado creyeran en Él.

    Ocultar respuesta