Contexto

En nuestro último estudio, aprendimos que Jesús se convirtió en nuestro perfecto Redentor y Sumo sacerdote a través de los sufrimientos y la muerte. Ahora continuamos con ese pensamiento y con el llamado a practicar lo que hemos aprendido. El autor nos pide que “consideremos al apóstol y Sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús”, y nos urge a mantener firme nuestra confianza hasta el fin, para así ser participantes de Cristo.

Versículo clave

(3:14)

¿Sabía usted que...?

  1. Apóstol (3:1) significa “aquel que es enviado”.
  2. “Por tanto, juré en mi ira…“ (3:11): Esto es una referencia al evento histórico anotado en Números 14.

Esquema

  • Jesús, superior a Moisés
  • Advertencia contra la incredulidad
  • La incredulidad y el fracaso de Israel para entrar en reposo

Análisis del segmento

  • 3:1-6

    1a.

    ¿Qué nos manda el autor hacer? Desarrolle el significado de este mandato basándose en este párrafo.

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    El autor nos ordena considerar a Cristo Jesús. La Nueva Versión Internacional en inglés traduce “considerar” como “fijar nuestra mente en Jesús”. Esto significa que debemos fijar nuestra atención, seriamente, en quién es Jesús y lo que ha hecho. También debemos perseverar nuestra fe en Él y nunca perderlo de vista (cf. Heb 12:2).

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  • 1b.

    La palabra “por tanto” indica que las razones para el mandato se encuentran en el pasaje previo. ¿Cuáles son las razones?

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    Dios nos ha hablado a través de Jesucristo, su Hijo. La gran salvación de la que Él habló fue confirmada por sus testigos y atestiguada por Dios mismo. Jesús murió para liberarnos de la esclavitud. Habiendo sufrido, Él es nuestro misericordioso Sumo sacerdote. Por todas estas razones, debemos considerar a Cristo Jesús.

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  • 2.

    ¿Qué significa para usted “participantes del llamamiento celestial”? ¿Se ve a sí mismo como participante del llamamiento celestial?

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  • 3.

    ¿Qué significa que Jesús es el apóstol de nuestra confesión?

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    Jesús fue enviado por el Padre a este mundo para una misión, que era llevar vida eterna a los que creyeran en Él (Jn 6:38-40, 17:3).

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  • 4a.

    ¿Cómo fue Jesús como Moisés?

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    Versículo 2.

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  • 4b.

    ¿De qué formas fue Jesús mayor que Moisés?

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    Él es quien edifica la casa, mientras que Moisés era un miembro de la casa (3). Él es el Hijo sobre su casa, mientras que Moisés era un siervo de esta (6).

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  • 5a.

    ¿A qué se refiere “la casa”?

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    Los creyentes en Cristo (6), la casa de Dios, la iglesia.

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  • 5b.

    ¿Cómo es Cristo “Hijo sobre su casa” (6)?

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    Él es el Salvador y la cabeza de la iglesia (Ef 5:23). Él es nuestro Señor, soberano sobre nosotros y quien nos cuida como suyos.

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  • 5c.

    ¿Cómo se aplica a nosotros el hecho de que Cristo es Hijo sobre su casa? ¿Qué significa esto para nosotros?

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    Dado que Cristo es el glorioso Señor y Salvador, debemos poner nuestra fe en Él y obedecer sus palabras.

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  • 6a.

    ¿Cuál es la condición de estar en la casa de Dios?

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    Somos su familia si “retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza” (6).

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  • 6b.

    Explique qué significa esta condición.

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    Nuestra confianza en Jesús debe persistir hasta el fin, sabiendo que los que confían en Él, no serán avergonzados (2 Ti 1:12, 4:18)(1 Pe 2:6). No podemos vacilar en las pruebas o ser arrastrados con engaños por amor a este mundo. Debemos “estar firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre…” (1 Co 15:58).

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  • 3:7-15

    7.

    ¿Cuáles son los mandatos que aparecen en este párrafo?

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    1. “No endurezcáis vuestros corazones…” (8,15);
    2. “que no haya en ninguno de vosotros corazón tan malo e incrédulo que se aparte del Dios vivo” (12);
    3. “…exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice ‘Hoy’…“ (3:13).
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  • 8.

    ¿Qué significa tentar a Dios? ¿Cómo tentaron los israelitas a Dios?

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    La referencia de tentar a Dios en el incidente de Masah, donde los israelitas se quejaron ante Moisés porque no había agua (Ex 17:1-7). El libro de Éxodo nos dice que allí ellos tentaron a Dios: “Y dio a aquel lugar el nombre de Masah y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Jehová al decir: ‘¿Está, pues, Jehová entre nosotros o no?’” (Éxodo 17:7). 

    Los israelitas tentaron al Señor al quejarse contra Moisés. Ellos no creerían que el Señor estaba entre ellos pese a las maravillas que ellos mismos habían presenciado. 

    Hoy, si nosotros no tenemos fe en Dios y nos rebelamos contra Él, entonces estamos tentando al Señor y poniendo a prueba su paciencia, de la misma forma en que los israelitas hicieron.

    Otra forma de tentar a Dios es demandando a Dios que se pruebe a sí mismo, porque no creemos en Él ni en sus palabras. El diablo incitó a Jesús a tentar al Señor Dios arrojándose del pináculo del templo para hacer así que la protección de Dios se manifestara (Mt 4:5-7). Asimismo, algunos que presenciaron cómo Jesús echaba fuera demonios, tentaron a Jesús demandando una señal del cielo (Lc 11:14-16). Ellos no creerían en Jesús pese a haber presenciado su milagroso poder. 

    En conclusión, si nosotros, que ya hemos experimentado la gracia y el poder de Dios, aún fallamos en obedecer la palabra de Dios, entonces nuestra acción de incredulidad constituye una tentación a Dios.

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  • 9a.

    ¿Cuál era la raíz del problema con los israelitas?

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    Ellos habían endurecido sus corazones (8) y siempre andaban divagando en sus corazones (10). En otras palabras, ellos se rehusaban a creer en el Señor (4:2).

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  • 9b.

    ¿Cuál fue la consecuencia?

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    Ellos provocaron la ira de Dios y no pudieron entrar en su reposo (11).

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  • 10a.

    ¿Qué significa apartarse del Dios vivo (12)?

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    Apartarse del Dios vivo es rechazar a Dios y sus mandamientos. La rebelión de los israelitas sirve como ejemplo de esto.

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  • 10b.

    ¿Qué podría hacer que un creyente se apartara del Dios vivo?

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    Un creyente se apartará de Dios por el endurecimiento de su corazón, causado por el engaño del pecado (13). Si no estamos continuamente acercándonos a Dios y examinando nuestra fe, el placer del pecado o las ambiciones materiales se volverán más y más atrayentes. Como resultado, seremos lentamente arrastrados por el pecado, hasta que “un corazón endurecido de incredulidad” tome control de nosotros y nos cause abandonar a Dios (12).

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  • 10c.

    ¿Cómo podemos prevenirnos de ir por ese camino?

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    Debemos “mirar que no haya en ninguno de nosotros corazón tan malo e incrédulo que se aparte del Dios vivo” (12), y “exhortarnos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: ‘Hoy’” (13).

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  • 11.

    ¿Por qué el autor añade “entre tanto que se dice: ‘Hoy’” en el versículo 13? ¿Qué enseña esto?

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    La palabra “Hoy” se toma del Salmo 95, “Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón…”. Significa que debemos responder con rapidez a la palabra de Dios. No esperemos hasta mañana, sino que la palabra de su fruto en nuestros corazones hoy. También significa que debemos someternos continuamente a la palabra de Dios. La obediencia del pasado no es suficiente. Nuestro compromiso con Dios se debe renovar cada día.

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  • 3:16-19

    12a.

    Según este párrafo, ¿cómo mostraron su incredulidad los israelitas?

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    Ellos pecaron (17) y desobedecieron (18).

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  • 12b.

    ¿Qué le enseña esto sobre lo que es ser un creyente?

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    Ser un verdadero creyente va más allá de una simple confesión con nuestros labios, significa practicar los mandamientos del Señor en nuestro diario caminar.

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