Contexto

Después de que Adán y Eva fueron expulsados del huerto de Edén, Eva concibió a sus dos hijos. En esta lección, el pasaje relata la vida de los dos niños, Caín y Abel. Además de describir sus ocupaciones, también narra el primer asesinato cometido por Caín y el juicio de Dios contra él. A través del pasaje, podemos ver cómo el acto de desobediencia a Dios se arraigó más profundamente en la vida de la humanidad.

Versículo clave

(4:9)

¿Sabía usted que...?

  1. Errante y extranjero (4:12): En hebreo, estas palabras pueden tener varios significados, tales como moverse de un lado a otro, sacudirse, temblar, deambular, tener miedo y duelo (2 Re 23:18; Sal 59:15; Ex 20:18; Nm 32:13; Mc 5:33; Jer 22:10).

Esquema

  • El nacimiento, la ocupación y la ofrenda de Caín y Abel
  • La desobediencia de Caín y el primer asesinato
  • El juicio de Dios sobre Caín

Análisis del segmento

  • 4:1-5

    1a.

    ¿Qué dijo Eva cuando dio a luz a Caín?

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    Eva dijo: “Por voluntad de Jehová he adquirido un varón” (NVI: “¡Con la ayuda del Señor, he tenido un hijo varón!”) (4:1).

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  • 1b.

    ¿Qué podemos aprender de las palabras de Eva en relación con su concepción y el juicio de Dios? Véase también Gn 3:16.

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    Aunque Eva experimentó dolor durante la concepción, recibió la ayuda y el cuidado de Dios cuando dio a luz a su hijo Caín. De manera similar, hoy, a pesar de que el pecado entró en el mundo, aún podemos experimentar el amor y el cuidado de Dios, especialmente cuando nos volvemos hacia Él.

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  • 2.

    ¿Cuáles eran las ocupaciones de los dos hermanos?

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    Abel pastoreaba las ovejas y Caín labraba la tierra (4:2). En otras palabras, Abel era pastor y Caín era agricultor.

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  • 3.

    ¿Qué ofreció cada uno de los hermanos al Señor?

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    Caín presentó al Señor una ofrenda del fruto de la tierra, mientras que Abel presentó al Señor lo mejor de su rebaño, es decir, los primogénitos con su grasa (4:3, 4).

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  • 4a.

    ¿Qué es la ofrenda del primogénito del rebaño? Véase también Lv 27:26; Nm 18:17 y Ex 13:14-16.

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    La consagración del primogénito para el holocausto significa que ha sido apartado para el Señor y es santo (Lv 27:26; Nm 18:17). Durante el tiempo de Moisés, para los israelitas, la consagración del primogénito del hombre y del primogénito de las bestias sirvió como señal porque el Señor mató a todos los primogénitos de la tierra de Egipto para que fueran liberados de la esclavitud de Egipto (Ex 13:14-16).

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  • 4b.

    ¿Qué es la ofrenda de la grasa del rebaño? Véase también Lv 1:11, 3:1-5, 4:1-10, 5:6, 17:6 y Nm 18:17.

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    La grasa del rebaño se usa para el holocausto como olor grato al Señor (Lv 1:11, 17:6; Nm 18:17). Pero no se puede usar la grasa en la ofrenda de paz, la ofrenda por el pecado y la ofrenda por la culpa y sino que se reserva solo para el holocausto (Lv 3:1-5, 4:1-10, 5:6). Por lo tanto, de acuerdo con las normas de Levítico, la ofrenda de Abel podría haber sido un holocausto ya que usó la grasa del rebaño.

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  • 4c.

    ¿Qué es la ofrenda del fruto de la tierra? Véase Sal 105:35; Dt 28:11; Lv 2:1, 5:11-13.

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    El fruto de la tierra o el producto de la tierra (Sal 105:35; Dt 28:11) consiste en toda clase de grano. [ref]

    La ofrenda de Caín del fruto de la tierra se puede considerar como una ofrenda de oblación (NVI: ofrenda de cereal) mencionada en Levítico (Lv 2:1). Bajo cierta condición, el fruto de la tierra es aceptable para ser ofrecido incluso como ofrenda por el pecado (Lv 5:11-13).

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  • 5a.

    ¿Por qué Dios no miró con agrado a Caín ni a su ofrenda?

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    Tanto la ofrenda animal como la de cereal eran aceptables (Lv 1:3, 2:1). Las Escrituras dicen que Dios no miró con agrado a Caín ni a su ofrenda (Gn 4:5). En Gn 4:7, Dios dijo que si Caín hiciera lo bueno, Dios habría aceptado su ofrenda. En otras palabras, Caín en persona no fue mirado con agrado por Dios. Dado que sus obras y sus pensamientos no eran buenos a los ojos de Dios, su ofrenda no era aceptable.

    Además, el escritor del libro de 1 Samuel nos advirtió que es mejor la obediencia a Dios que el sacrificio (1 Sam 15:22). Así como el rey Saúl despreció el mandato del Señor por el bien de los holocaustos y sacrificios, Caín estaba dispuesto a asesinar a su propio hermano con el fin de eliminar la competencia de un mejor sacrificio. Pero el escritor del libro de 1 Samuel nos recordó que “como pecado de adivinación [era] la rebelión” y “como ídolos e idolatría [era] la obstinación” (1 Sam 15:23). En el libro de Gn 4:7, el Señor Dios le ordenó a Caín que hiciera lo bueno y dominara el deseo del pecado. Sin embargo, Caín hizo caso omiso del mandato del Señor. Caín dejó que la ira contra su hermano Abel lo consumiera, hasta el punto de asesinarlo (Gn 4:6, 8). Aunque Caín ofreció la ofrenda del fruto de la tierra, que era aceptable incluso como ofrenda por el pecado (Lv 5:11-13), Dios no lo miró con agrado debido a su obstinación y rebelión contra el mandato de Dios.

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  • 5b.

    Haga una lista de los tipos de ofrendas que podemos presentar a Dios en el contexto de hoy. Véase Mc 12:33; Ro 12:1; Ef 5:2; Heb 13:15, 16.

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    1) Amar a Dios con todo nuestro corazón, con todo nuestro entendimiento, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas, y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mc 12:33);

    2) Presentar nuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios (Ro 12:1);

    3) Ofrecer sacrificio de alabanza, es decir, fruto de nuestros labios que confiesan su nombre (Heb 13:15);

    4) No olvidar de hacer el bien y de la ayuda mutua (Heb 13:16).

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  • 6a.

    ¿Qué hizo que Caín se enojara tanto y con quién estaba enojado?

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    Caín estaba muy enojado porque:

    1) Dios no miró con agrado a Caín ni a su ofrenda (4:5).

    2) Dios miró con agrado a Abel y a su ofrenda (4:4).

    Caín estaba muy enojado con Dios y con Abel (4:5, 6).

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  • 6b.

    ¿Qué podemos aprender de la ira de Caín? Véase también 1 Jn 3:10, 12, 15.

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    De la ira se producen cosas malas. El Señor le dijo a Caín: “¿Por qué te has enojado?… si no haces lo bueno, el pecado está a la puerta, acechando…” (4:6, 7). Por la ira, Caín tuvo odio de su hermano, hasta que finalmente lo mató. La epístola de Juan dice que todo aquel que odia a su hermano es homicida y ningún homicida tiene vida eterna permanente en él (1 Jn 3:15). Si continuamos enojados y mantenemos nuestra ira, el pecado nos tentará y el mal afectará nuestras obras, pero por sobre todo, no seremos de Dios sino del diablo (1 Jn 3:10).

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  • 4:6-9

    7.

    ¿Qué significa “hacer lo bueno”? Véase también Lv 5:4; Sal 36:3, 119:68; Jer 4:22, 13:23 e Is 1:17.

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    “Hacer lo bueno” significa “hacer lo correcto”. Dios habló varias veces a los hijos de los israelitas acerca del mal y del bien (Lv 5:4; Sal 36:3; Jer 13:23). En lugar del mal, la iniquidad y el engaño, su pueblo debía hacer el bien, ser sabio, buscar la justicia y aprender de los estatutos de Dios (Is 1:17; Jer 4:22; Sal 119:68). En el Antiguo Testamento, Dios exhortaba a la gente a hacer lo bueno, lo correcto y a cambiar sus malas conductas. Para hacer el bien, primero deben dejar sus caminos pecaminosos; sólo entonces podrán hacer lo correcto delante de Dios.

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  • 8.

    ¿Qué significa la frase “el pecado está a la puerta”? Véase también Cant 7:10-12.

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    El Señor advirtió a Caín: “Si no lo haces, el pecado está a la puerta, acechando. Con todo, tú lo dominarás” (4:7). La expresión “el pecado está a la puerta” indica que el pecado está muy cerca. El pecado no solo está a una distancia cercana, sino que también desea acercarse para estar junto a nosotros. La cercanía a la que se hace referencia en la frase “como una fiera lista para atraparte” (NVI) se ilustra bien en el libro de los Cantares de Salomón. El escritor del Cantar de los Cantares 7:10-12 describe el “deseo” como un deseo de cortejo entre un hombre y una mujer. Los versos también muestran cómo la mujer anhela estar con su amado para poder darle su amor. Cuando “el pecado está a la puerta, acechando” como una fiera lista para atraparnos, significa que el pecado quiere estar a nuestro lado, acercarnos e influenciarnos.

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  • 9.

    Según el versículo 7, ¿cómo debemos vencer el pecado y su deseo hoy? Véase también Ro 6:7-17.

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    Dios le dijo a Caín que debía dominar el pecado y sus deseos (4:7). Asimismo, debemos vencer el pecado y sus deseos al dominarlos. Según Ro 6:14, enseñorearse sobre el pecado y sus deseos significa que el pecado no tiene dominio sobre nosotros. En otras palabras, no debemos someternos al pecado y a sus deseos. El apóstol Pablo nos enseña a tener dominio sobre el pecado al no presentar los miembros de nuestro cuerpo como instrumentos de iniquidad para el pecado (Ro 6:13). De lo contrario, debemos presentar los miembros de nuestro cuerpo a Dios para que Él nos ayude a tener control sobre nuestros cuerpos mortales y a no someternos a los deseos y las lujurias carnales del pecado (Ro 6:11, 12, 12:1).

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  • 10.

    ¿Cómo respondió Caín a la advertencia de Dios?

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    Caín no estaba dispuesto a escuchar las palabras de Dios. En lugar de dominar el pecado, estaba abriendo su puerta para que entraran el pecado y sus deseos. Permitió que el deseo de su ira lo consumiera. Al dejarlo reinar sobre él, terminó matando a su propio hermano Abel (4:8).

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  • 11.

    ¿Qué refleja la respuesta de Caín en el versículo 9 de: a. Su relación con su hermano: b. Su relación con Dios?

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    a. Su relación con su hermano:

    La respuesta de Caín, “No sé”, indicó que no podía importarle menos lo que le había pasado a su propio hermano. Cuando dijo: “¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?”, demostró que no quería ser responsable de lo que le había sucedido a su hermano. En esencia, Caín trató a su hermano como una molestia. Perder a su hermano significaba para Caín que ya no era necesario que se le recordara que él y su ofrenda fueron rechazados por el Señor.

    b. Su relación con Dios:

    La forma en que Caín respondió la pregunta de Dios mostró que no respetaba a Dios. Al mentirle directamente a Dios con respecto al paradero de Abel y al decir “No sé”, Caín simplemente mostró su ignorancia de la omnisciencia de Dios. Cuando dijo: “¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?”, Caín desafió directamente la autoridad de Dios sobre su vida y no mostró remordimiento por lo que había hecho. En resumen, su respuesta mostró su falta de respeto y desprecio hacia Dios.

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  • 12.

    ¿Qué significa ser “guarda del hermano” para nosotros hoy, especialmente en la iglesia? Véase también 1 Sam 25:21; Sal 16:1; Ex 23:20; Sal 17:8; Jud 1:23 y 1 Sam 2:9.

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    Según las Escrituras, guarda significa cuidador (Sal 16:1, NVI), protector (1 Sam 25:21, NVI), guía (1 Sam 2:9, NVI) y centinela (Is 21:11, NVI). En las Escrituras, la palabra “guarda” se puede usar de dos maneras: Dios hacia hombre u hombre hacia hombre. Por ejemplo, el ángel del Señor guardó a los israelitas del camino rebelde (Ex 23:20), el Señor guarda los pies de sus santos (1 Sam 2:9), el Señor nos guarda como a las niñas de sus ojos (Sal 17:8). Debemos hacer lo mismo con nuestros hermanos y hermanas en Cristo, guardándolos y guiándolos en el camino del Señor. La epístola de Judas menciona la importancia de salvar a otros arrebatándolos del fuego (Jud 1:23). Como centinela, cuidador y protector del alma de los hermanos y hermanas, debemos hacer todo lo posible para sacarlos de sus hábitos pecaminosos y del camino a la destrucción.

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  • 4:10-15

    13.

    ¿Cuál fue la maldición de Caín?

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    Cuando labre Caín la tierra, “no le volverá a dar sus frutos” y “errante y extranjero será en [la tierra]” (4:12). En otras palabras, Caín no sería más agricultor, no podría obtener y disfrutar los productos de la tierra, y estaría siempre huyendo (Gn 4:13, 14).

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  • 14a.

    ¿Cuál era la señal de Caín y cuál era su propósito?

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    La señal que Dios puso en Caín probablemente era visible para cualquiera que lo viera. Por un lado, la señal servía como marca o prenda entre Dios y Caín, de que cualquiera que matara a Caín, siete veces sería castigado (4:15). Por otro lado, Dios puso una señal en Caín para que cualquiera que lo encontrara no lo matara (Gn 4:15). La señal de Caín también debe haber servido para advertir a otros contra el derramamiento de sangre de hombre.

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  • 14b.

    A partir de las palabras de Caín en Gn 4:13, 14, ¿qué aprendemos acerca de su falta de arrepentimiento?

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    De las palabras de Caín en Gn 4:13, 14, podemos aprender acerca de su falta de arrepentimiento. Después de que el Señor Dios lo maldijo, Caín respondió: “Grande es mi culpa para ser soportada. Hoy me echas de la tierra, y habré de esconderme de tu presencia, errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me encuentre, me matará” (Gn 4:13, 14). Primero, Caín no sintió remordimiento por matar a su hermano (Gn 4:8) ni por desobedecer el mandato de Dios (Gn 4:7). Caín, sin sentirse culpable, se negó a admitir haber matado a su hermano (Gn 4:9). Segundo, Caín consideró que Dios era injusto (Gn 4:13) y no estaba dispuesto a reparar su relación rota con Dios (Gn 4:14). Caín no solo pensó que el castigo de Dios no era soportable para él, sino también quería esconderse de la presencia de Dios. Nunca admitió su culpa, tampoco sintió la necesidad de pedirle perdón a Dios. Tercero, Caín siguió siendo egoísta, solo pensó en su propio beneficio (Gn 4:14). Se quejó a Dios de que su condición de errante y extranjero haría que lo matara cualquiera que lo encontrara. Por lo tanto, Caín le estaba ordenando indirectamente a Dios de evitar que alguien tomara venganza de la muerte de Abel.

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