Contexto

El pasaje anterior relata cómo Dios dio la orden al hombre en el huerto de Edén. Ahora, en esta lección, estudiaremos cómo la mujer y el hombre, a través del engaño de la serpiente, cayeron en desobedecer el mandato de Dios. La narración no solo nos habla de las consecuencias de desobedecer a Dios, sino también del amor y la preocupación de Dios por la humanidad cuando fue expulsada del huerto de Edén.

Versículo clave

(3:19)

¿Sabía usted que...?

  1. (3:5): En el versículo 5, en hebreo, el pronombre “tú” está en forma plural. Por lo tanto, la serpiente se dirigía tanto a Eva como a su esposo.
  2. La higuera (3:7) es conocida por sus hojas grandes. [ref]
  3. Los cardos (3:18) son considerados como plantas espinosas que no tienen capacidad para producir frutos (Os 10:8). [ref]
  4. Hierbas silvestres [NVI] (3:18) también se las conoce como plantas verdes, cereales y vegetaciones. Básicamente son plantas que dan semillas para el consumo humano o animal, y crecen durante la temporada de lluvias, no perennes (Gn 9:3; Ex 9:22, 25, 10:12, 15). [ref]
  5. Polvo (3:19): en hebreo, esta palabra tiene una variedad de significados que van desde cenizas, polvo, basura, hollín, tierra suelta, escombros hasta migajas finas de tierra. Básicamente, es el material terroso natural, desde la tierra sólida y compactada hasta el polvo seco, grueso y fino (Gn 18:27; Job 30:19, 42:6; Ez 27:30). [ref]
  6. Eva (3:20) en hebreo significa “vida” o “familia”. [ref]
  7. Túnica (3:21) es una prenda o vestido que se usa como una cubierta más larga que un taparrabo. Es una prenda básica de uso común y de trabajo que llega hasta las rodillas. [ref]
  8. Con dolor, con penosos trabajos [NVI] (3:16, 17): La misma palabra hebrea se usa para estas dos expresiones en el pasaje.

Esquema

  • La serpiente engañó a la mujer
  • La mujer y el hombre pecaron
  • El hombre y su mujer razonaron con Dios
  • El juicio de Dios
  • La humanidad expulsada del huerto

Análisis general

  • 1.

    Compare las condiciones del hombre antes y después de que el pecado entrara en el mundo en términos de: 1. Su relación con Dios; 2. Su relación con su cónyuge; 3. Su relación con la naturaleza.

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    1. Su relación con Dios:

    Antes: En el huerto de Edén, el hombre tenía una comunión íntima con Dios y su vida era bendecida (1:28, 2:18-21). El hombre podría incluso vivir para siempre comiendo del árbol de la vida (2:8, 9, 3:22).

    Después: Después de que pecaron, el dolor y la muerte se introdujeron en sus vidas. A la mujer, Dios le dijo que con dolor “dará a luz los hijos” y al hombre, le dijo que “al polvo [él] volverá” (3:16, 19). La relación del hombre con Dios fue arruinada. Se escondieron de la presencia del Señor (3:8), tuvieron miedo (3:10) y se defendieron de su transgresión ante Dios (3:12).

    1. Su relación con su cónyuge:

    Antes: La relación entre el hombre y su mujer estaba armoniosa antes de que pecaran. Había una unidad perfecta en su matrimonio donde el hombre consideraba a su mujer como hueso de sus huesos y carne de su carne (2:24). Además, ninguno de los dos se avergonzó el uno del otro (2:25).

    Después: Después de que pecaron, la unidad perfecta entre el hombre y su mujer también se vino abajo. Había tensión en la relación entre el hombre y su mujer. La armonía perfecta se había tornado en un juego de culpas. Al no estar dispuesto a asumir la responsabilidad del pecado, el hombre culpó a su mujer como la que lo había hecho desobedecer el mandato del Señor (Gn 3:12). Asimismo, al no querer aceptar la culpa, la mujer convirtió a la serpiente en chivo expiatorio como el que la había engañado (Gn 3:13).

    1. Su relación con la naturaleza:

    Antes: Antes de que el pecado entrara en el mundo, todas las necesidades del hombre eran provistas por Dios dentro del huerto de Edén (2:9).

    Después: Por la desobediencia del hombre, el hombre y su mujer fueron expulsados del huerto de Edén (3:23). Además, la tierra fue maldecida por causa del hombre y fuera del huerto de Edén, el hombre debía labrar la tierra para obtener su alimento con trabajo y sudor (3:17-19).

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  • 2.

    Cite un ejemplo en el que el pecado haya tenido un impacto negativo en su vida.

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Análisis del segmento

  • 3:1-5

    1.

    ¿Cuál fue la intención de la serpiente al hablarle a la mujer? ¿Y cómo se relaciona con el hecho de que ella era diferente de cualquier bestia del campo? Véase también Gn 3:13.

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    La serpiente habló a la mujer para engañarla (3:13). Apocalipsis 12:9 también dice que la serpiente antigua engaña al mundo entero (Ap 12:9). Siendo más astuta que todas las demás bestias, la serpiente fue capaz de idear una trampa para seducir a la mujer.

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  • 2.

    ¿Qué representa la serpiente? Véase también Is 27:1, Job 26:13 y Ap 20:2.

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    El profeta Isaías describe a la serpiente, veloz y tortuosa, la que será castigada y muerta por el mismo Señor (Is 27:1). El libro de Job también describe cómo esta serpiente tortuosa fue traspasada por la mano del Señor (Job 26:13). Tanto en Isaías como en Job, la palabra griega para serpiente es “dragón”. Por cierto, el dragón en Apocalipsis se identifica como “la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás” (Ap 20:2).

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  • 3a.

    ¿Cómo la serpiente torció las palabras de Dios? Compare Gn 3:1-3 con Gn 2:16-17.

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    Primero, la serpiente exageró la prohibición al decir: “¿Conque Dios os ha dicho: ‘No comáis de ningún árbol del huerto?’”. Segundo, menospreció la consecuencia de comer del árbol del conocimiento del bien y del mal cuando dijo: “No moriréis”. En tercer lugar, distorsionó el propósito de Dios al agregar las palabras: “Pero Dios sabe que el día que comáis de él serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y el mal”.

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  • 3b.

    ¿Cuál fue el propósito de la serpiente al hacerlo?

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    1) Al exagerar la prohibición, la serpiente estaba cuestionando la divina providencia de Dios.

    2) Al menospreciar la consecuencia, estaba cuestionando la autoridad divina de Dios.

    3) Al distorsionar el mandato de Dios, estaba cuestionando el amor divino de Dios.

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  • 3c.

    Hoy, ¿cómo el diablo socava la seriedad de las palabras de Dios y nos hace cuestionar el amor y el cuidado de Dios?

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    Así como el diablo torció las palabras de Dios en el tiempo de Adán y Eva, hoy, el diablo socava la seriedad de las palabras de Dios y nos hace cuestionar su amor y cuidado a través de sus artimañas. Por ejemplo, la exageración del uso de la fe. En el libro de Santiago, los creyentes  pensaban que serían beneficiados mientras tuvieran fe y dieran su saludo de paz a los necesitados. Pero el autor del libro de Santiago advirtió a los creyentes que la fe sin obras es muerta y no aprovecha a nadie (Sant 2:14-16, 20).

    A continuación, el menosprecio de la consecuencia. El autor de la carta de 2 Pedro nos advierte acerca de los burladores de los últimos días que cuestionan la promesa de la segunda venida del Señor y piensan que “todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación” (2 Pe 3:3-4). Pero el autor menciona firmemente que el Señor no retarda su promesa. Así, la “tardanza” de Dios no fue más que su paciencia para con nosotros, con el propósito de que procedamos al arrepentimiento (2 Pe 3:9).

    Por último, la distorsión del mandato de Dios. En la carta de Gálatas, había hermanos que habían usado su libertad como una oportunidad para servir a los deseos de la carne. Pero el apóstol Pablo les corrigió diciendo que no se debe abusar de la libertad de Dios. Así, el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna (Gl 6:8).

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  • 4a.

    ¿En qué diferían las respuestas de la mujer de las palabras de Dios? Véase también Gn 2:16, 17.

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    De la respuesta de la mujer, podemos ver varias diferencias:

    1) Lo que Dios llamó el árbol del conocimiento del bien y del mal, la mujer lo llamó simplemente “el árbol que [estaba] en medio del jardín” (Gn 3:2-3). La mujer desdibujó directamente la distinción entre el árbol del conocimiento del bien y del mal con todos los árboles cuyos frutos se podían comer, incluyendo el árbol de la vida (Gn 2:9).

    2) Dios dijo “no comerás” (Gn 2:17), pero la mujer agregó la declaración con “ni lo [tocarás]” (Gn 3:3). La mujer exageró innecesariamente el mandato de Dios. Más tarde, la exageración confundió a la mujer misma porque ella no murió incluso después de haberlo tocado (Gn 3:3, 6).

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  • 4b.

    ¿Qué nos enseñan las artimañas de la serpiente y el error de la mujer acerca de protegernos contra el esquema de Satanás?

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  • 5.

    ¿En qué sentido “murieron” Adán y Eva el día que comieron del árbol del conocimiento del bien y del mal? Véase también 1 Re 2:37; Ef 2:1-6; Col 2:12-13; Lc 15:32, 9:60; Ro 5:12, 7:14-24; Jn 8:34; Heb 2:15; Ap 21:8; Sant 5:20; Jn 5:24 y 1 Jn 3:14.

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    Después de que Adán y Eva violaron el mandato de Dios, permanecieron vivos físicamente. De hecho, Adán vivió hasta la edad de novecientos treinta años (Gn 5:5). Puede parecer que las palabras de Dios a Adán: “El día que de él comas, ciertamente morirás”, no se cumplieron. Pero la expresión “Ciertamente morirás” era un frase que se encuentraba repetidamente en el Antiguo Testamento para declarar una sentencia de muerte por violación de la ley o la advertencia de tal sentencia de muerte (cf. 1 Re 2:37; Gn 20:7, 26:11; Ex 21:12; Lv 20:2; etc.). Como tal, el hecho de que el Señor no le quitó el aliento de vida al hombre de inmediato debe entenderse como una decisión soberana de Dios de retrasar la pena de muerte en lugar de una predicción fallida.

    Aunque Adán y Eva continuaron viviendo físicamente, habían muerto en su pecado (cf. Ef 2:1, 5; Col 2:13). Estaban muertos en el sentido de estaban alienados de su Creador (Ef 4:18; Col 1:21), tal como el hijo pródigo que estaba muerto y perdido a los ojos de su padre aunque estuviera físicamente vivo (Lc 15:32, 9:60). Según Romanos 5:12, el pecado entró en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres. La entera raza humana ha caído en el dominio de la muerte, vendida al pecado y sujeta a la servidumbre (Ro 7:14-24; Jn 8:34; Heb 2:15). El destino final de esta condición espiritual es la muerte del alma o la segunda muerte (Ap 21:8; cf. Sant 5:20). El hombre permanece en este reino de la muerte hasta que pasa de la muerte a la vida por la fe en el Señor Jesús y por la remisión de los pecados a través de su sangre (Jn 5:24; Ef 2:4-6; Col 2:12-13 y 1 Jn 3:14).

    Deuteronomio también arroja luz sobre la muerte de Adán al presentar otra perspectiva sobre la muerte. Abandonar los mandamientos de Dios lleva a la muerte en el sentido de perder el bienestar y la bendición de Dios. Así, el contraste entre la vida y la muerte es paralelo al contraste entre la bendición y la maldición, el bien y el mal (Dt 30:15-19). El Señor mismo es la vida del pueblo (Dt 30:20). Rechazar a Dios es elegir la muerte sobre la vida, la maldición sobre la bendición y el mal sobre el bien. Dios había destinado para Adán y Eva una vida de abundancia en el huerto de Edén y de comunión con Él. Pero debido a que eligieron desobedecer el mandato de Dios, la maldición y el dolor los siguieron por el resto de sus vidas. Dios también los echó del huerto para que no pudieran comer más del árbol de la vida (Gn 3:16-19, 22-24). En este sentido, Adán y Eva murieron el día que comieron del árbol del conocimiento del bien y del mal, porque se habían alejado de Dios, la fuente de vida y bendición.

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  • 3:6-8

    6.

    ¿Cuáles fueron los resultados de comer el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal? Véase también Gn 2:25, 3:10.

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    1) Sus ojos fueron abiertos (3:7),

    2) Se dieron cuenta de que estaban desnudos (3:7),

    3) Sintieron vergüenza (2:25),

    4) Tenían miedo de Dios (3:10).

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  • 7.

    Compare la condición de estar “desnudo” en Gn 3:7 con la de Gn 2:25. ¿Qué marcó la diferencia?

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    En Gn 3:7, el versículo describe que la desnudez de la humanidad hizo que sintieran vergüenza, miedo y tuvieran que esconderse. Sin embargo, en Gn 2:25, el versículo nos dice que aunque estaban desnudos, no se avergonzaban en absoluto. La diferencia fue porque sus ojos se abrieron. Después de que comieron del árbol del conocimiento del bien y del mal, “fueron abiertos los ojos de ambos y se dieron cuenta de que estaban desnudos” (3:7).

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  • 8.

    ¿Cómo vio la mujer el árbol del conocimiento del bien y del mal después de su conversación con la serpiente?

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    1) El árbol era bueno para comer,

    2) El árbol era agradable a los ojos,

    3) El árbol era deseable para alcanzar la sabiduría.

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  • 9.

    Hoy, ¿cómo nuestro deseo nos seduce de la misma manera que el deseo de la mujer la sedujo a ella? Véase también Sant 1:14; Mt 4:3 y 1 Ti 6:9.

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    Así como la serpiente tentó a la mujer, hoy Satanás también tienta nuestras pasiones y nuestros deseos. El libro de Santiago explica que cuando somos atraídos y seducidos por nuestras propias pasiones, somos tentados (Sant 1:14). Y 1 Ti 6:9 declara además que los que siguen sus deseos caerán en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas. En otras palabras, si solo vivimos para seguir lo que es bueno y agradable a nuestros ojos y a nuestro propio deseo carnal, entonces somos propensos a ser seducidos y tentados por el tentador mismo, el diablo (Mt 4:3).

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  • 10.

    ¿Cómo falló Adán por su parte como marido? En la actualidad, ¿qué nos enseña esto sobre el papel de los maridos?

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    Las Escrituras afirman que Adán estaba con su mujer cuando ella tomó el fruto y lo comió. Él no la disuadió. De hecho, obedeció la voz de su mujer y también comió del fruto (3:17, 6).

    Como maridos, amar a nuestras mujeres no significa que estemos de acuerdo con sus malas acciones o guardemos silencio sobre ellas. Como lo describe Efesios 5:25-29, el acto de amar incluye sustentar y cuidar a la mujer como a sus propios cuerpos. Dado que Adán y su mujer ya no eran dos, sino que se habían convertido en una sola carne, Adán debería haber dado un paso adelante cuando Eva estaba siendo tentada, recordándola con amor el mandato de Dios y no dejándola seducir por su propio deseo.

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  • 11a.

    ¿Cómo lidiaron Adán y su mujer con su desnudez?

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    Cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales (3:7).

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  • 11b.

    ¿Cómo solemos lidiar con nuestras malas acciones?

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  • 12a.

    ¿Por qué Adán y su mujer se escondieron de la presencia del Señor?

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    Después de que se les abrieron los ojos, Adán y su mujer se escondieron de la presencia del Señor (Gn 3:7, 8). Tenían miedo porque estaban desnudos y sabían que habían desobedecido el mandato de Dios de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal (3:10-12).

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  • 12b.

    ¿Cuál era el significado de la frase “fueron abiertos los ojos de ambos” en Gn 3:7?

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    Después de que comieron del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, se abrieron los ojos de Adán y su mujer. La frase “fueron abiertos los ojos de ambos” significaba dos cosas.

    Primero, significaba que los ojos de Adán y Eva se abrieron al conocimiento del mal. Después de que comieron del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, ambos se dieron cuenta de su desnudez, la revelación de su condición pecaminosa y que estaban destituidos de la gloria de Dios (Ro 3:23). Luego, sus ojos fueron abiertos al mal de la desobediencia. Cuando oyeron la voz del Señor Dios que paseaba por el huerto, se escondieron atemorizados de la presencia del Señor Dios (Gn 3:8, 10). El conocimiento del mal les abrió los ojos, les hizo darse cuenta de cómo habían desobedecido el mandato del Señor Dios de no comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal (Gn 3:11). Además, el conocimiento del mal les abrió los ojos a más actos pecaminosos. Después de haber comido del fruto prohibido, no sólo Adán culpó con arrogancia al Señor Dios y su mujer culpó con confianza a la serpiente por lo que había sucedido, sino que ninguno de ellos estaban dispuestos a admitir su culpa (Gn 3:12-13).

    Segundo, la frase “fueron abiertos los ojos de ambos” significaba que los ojos de Adán y su mujer fueron abiertos al conocimiento del bien. Después de comer del fruto prohibido, ambos se dieron cuenta de que ya no estaban cubiertos con la gloria de Dios. Antes, aunque estaban desnudos, no sentían vergüenza (Gn 2:25). Además, el conocimiento del bien les hizo darse cuenta de lo íntima que había sido la relación entre Dios y ellos antes de la desobediencia. Después de comer del fruto prohibido, tenían miedo de oír la voz del Señor Dios que paseaba por el huerto. Ni siquiera se atreverían a encontrarse con Él (Gn 3:8, 10). El conocimiento del bien les recordaba la buena relación que tenían anteriormente con Dios, una relación cercana sin temor ni vergüenza.

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  • 12c.

    Hoy, ¿por qué y cómo se esconde el hombre de la presencia del Señor? Véase también Jn 3:19-21.

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    El evangelio de Juan explica que el hombre ama más las tinieblas que la luz porque sus obras son malas. Puesto que practica el mal, es natural que odie la luz porque la luz seguramente expondrá su maldad. De manera similar, cuando cometemos pecado, tendemos a hacerlo en secreto porque no queremos que la gente lo sepa (no queremos que el pecado sea expuesto). Nos inclinamos a mantenernos alejados de Dios para evitar que sus enseñanzas condenen nuestras malas acciones.

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  • 3:9-13

    13a.

    ¿Cómo razonaron Adán y su mujer con Dios cuando fueron confrontados?

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    Adán parecía dar a entender que Dios también era responsable de su error al poner a la mujer con él. Culpó a la mujer por haberle dado el fruto (3:12). De manera similar, Eva también culpó a la serpiente que la había engañado (3:13).

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  • 13b.

    ¿Podrían haber reaccionado de manera diferente cuando fueron confrontados por Dios? Si fuera diferente, ¿cómo?

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    En lugar de razonar y buscar excusas, podrían haber admitido rápidamente sus malas acciones ante Dios, haberse arrepentido sinceramente y haber pedido la misericordia de Dios.

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  • 13c.

    ¿Cómo solemos reaccionar cuando se confrontan nuestras malas acciones?

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  • 3:14-19

    14a.

    ¿Cuál fue la maldición sobre la serpiente?

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    La serpiente se arrastrará sobre su vientre y comerá polvo todos los días de su vida (3:14). Además, se pondrá enemistad entre su simiente y la simiente de la mujer (3:15).

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  • 14b.

    ¿Cuál fue el juicio sobre la mujer?

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    Los dolores en sus embarazos se multiplicarán en gran manera. Con dolor dará a luz los hijos y su deseo será para su marido y él se enseñoreará de ella (3:16).

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  • 14c.

    ¿Cuál fue el juicio sobre el hombre?

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    La tierra será maldita por causa del hombre y con dolor el hombre comerá de ella todos los días de su vida. Además, le producirán espinos y cardos y comerá plantas del campo. Con el sudor de su rostro comerá el pan, hasta que vuelva a la tierra (3:17-19).

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  • 15.

    ¿Quiénes son la ‘simiente de la mujer’ y la ‘simiente de la serpiente’? Véase también Job 15:14; Mt 12:34, 23:33; Jn 8:43-44 y 1 Jn 3:8.

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    La palabra ‘simiente’ también se puede usar en el sentido de descendencia. La simiente de la mujer se refiere en general a la raza humana, pues físicamente todos nacemos de la mujer (Job 15:14). Por otro lado, la simiente de la serpiente se refiere a los malhechores. Muchas veces Jesús reprendió a aquellas personas incrédulas y de mal corazón como si fueran generación de víboras (serpientes venenosas) (Mt 23:33) que pertenecen a su padre el diablo (1 Jn 3:8; Jn 8:43-44). En otras palabras, aquellos que obedecen la voluntad del diablo son considerados simientes de la serpiente (Mt 12:34).

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  • 16.

    Explique la enemistad descrita en el versículo 15 y ¿cómo vencemos esta enemistad hoy? Véase también Gl 4:4; Heb 2:14; Ro 16:20 y 1 Jn 3:8, 9.

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    La enemistad entre la simiente de la serpiente y la simiente de la mujer es la declaración de Dios de que Jesús vencerá a la serpiente a través de la simiente de la mujer. Jesús nació de una mujer (Gl 4:4). Para redimirnos, Él vino en carne y sangre como nosotros, destruyendo el poder del diablo (Heb 2:14). Al ser nacidos de Dios, somos capaces de vencer el pecado por medio de Jesucristo (1 Jn 3:8, 9). Aunque el diablo hirió el calcañar de Jesús al matarlo a manos de hombres malvados, Él venció la muerte y nos libró del poder del pecado. Mediante su muerte y su poder, el Señor Jesús hirió la cabeza de Satanás y muy pronto aplastará a Satanás bajo los pies de los creyentes (Ro 16:20).

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  • 17a.

    ¿Qué significa que la tierra es maldita por causa del hombre?

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    1) La tierra debe ser labrada para que produzca frutos (3:23),

    2) Espinos y cardos (arbustos que no dan frutos) se producirán de la tierra (3:18),

    3) El hombre debe trabajar con dolor y sudor todos los días de su vida (3:17, 19).

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  • 17b.

    Hoy, ¿cómo la maldición afecta el sustento del hombre? Véase también Hag 1:6 y Jer 12:13.

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    Los profetas Hageo e Isaías advirtieron al pueblo sobre sembrar mucho pero cosechar poco y sembrar trigo pero cosechar espinos. Este es el resultado del castigo de Dios. Debido a que la tierra ha sido maldecida, el hombre tiene que esforzarse para sobrevivir y enfrenta muchas dificultades en su camino. Incluso hasta hoy, la hambruna sigue siendo un gran problema para el mundo. Desde que el pecado entró en el mundo, la vida del hombre fuera del huerto de Edén ha sido difícil. Así como Adán había trabajado con dolor y sudor para sobrevivir, hoy en día la gente también debe trabajar duro para ganarse la vida. A pesar de los desafíos en el lugar de trabajo y la dureza del entorno de vida, trabajan día y noche para cubrir los gastos de su sustento. La experiencia personal de Jacob resume las dificultades de la vida en general: “Mis años de andar peregrinando de un lado a otro han sido pocos y difíciles” (Gn 47:9).

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  • 18.

    Compare la relación del hombre con el “polvo” antes y después de que el hombre haya pecado. Véase también Gn 2:7 y Gn 3:19.

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    Aunque fue formado el hombre del polvo de la tierra (2:7), fue hecho a imagen y semejanza de Dios y podía vivir para siempre (3:22). Sin embargo, cuando el hombre desobedeció el mandato de Dios, quedó destituido de la gloria de Dios, y a partir de entonces estaba destinado a volver al polvo de la tierra.

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  • 19.

    ¿Qué lección podemos aprender de las palabras de Dios a Adán: “Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer”?

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    El hombre pecó porque eligió escuchar la voz de su mujer en lugar de obedecer a Dios. Del ejemplo de Adán, podemos aprender sobre el discernimiento de las palabras que escuchamos. El escritor del libro de Hechos narró un ejemplo similar. Cuando las autoridades los amenazaron para que no hablaran o enseñaran en el nombre de Jesús, Pedro respondió: “Juzgad si es justo delante de Dios obedecer [al hombre] antes que a Dios” (Hch 4:19). Aunque su propia vida estaba en juego, Pedro eligió obedecer a las palabras de Dios en lugar de las de los hombres. Si bien es mucho más fácil escuchar y complacer a los demás, cuando las palabras de los hombres contradicen la voluntad de Dios, debemos elegir escuchar las palabras de Dios, porque en última instancia somos responsables ante Dios.

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  • 3:20-24

    20a.

    ¿Cómo mostró Dios su amor al hombre y a su mujer, aunque lo habían desobedecido?

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    Dios hizo túnicas de pieles para Adán y su mujer, y los vistió (3:21).

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  • 20b.

    ¿Cómo Dios continúa amándonos aunque hayamos pecado contra Él?

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  • 21a.

    ¿Por qué Dios sacó al hombre del huerto de Edén?

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    1) para que no alargue su mano, tome del árbol de la vida, coma y viva para siempre (3:22),

    2) para llevar a cabo el juicio sobre el hombre, para que labrara la tierra de la que fue tomado (3:23).

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  • 21b.

    ¿Qué mensaje nos transmite acerca del amor y la justicia de Dios? Véase también Ro 6:1s y Ro 8:13.

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    Aunque la gracia de Dios abunda en nosotros, no debemos continuar en el pecado ni ser esclavos del pecado (Ro 6:7, 12). Si damos por sentado el amor de Dios y continuamos viviendo en el pecado, entonces moriremos en nuestro pecado (Ro 8:13).

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  • 22.

    ¿Cómo puede el hombre volver al estado del huerto de Edén? Véase también 1 Jn 5:20; Jn 3:15; Ap 2:7, 22:1-2, 14 y 1 Co 15:45.

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    La descripción en Apocalipsis del reino celestial es similar a la del huerto de Edén. Se vuelve a mencionar el árbol de la vida, y está en el paraíso de Dios (Ap 2:7) y en la ciudad de Dios (Ap 22:14). Allí no habrá más maldición, y sus siervos podrán estar con el Cordero de Dios y ver su rostro (Ap 22:3, 4). Esto es similar a la condición del huerto de Edén antes de que el hombre pecara contra Dios.

    Las Escrituras nos dicen que el Señor Jesús es el único camino para entrar en el reino de los cielos (Hch 4:12; Jn 14:6). El apóstol Pablo también escribe acerca del Señor Jesús como el postrer Adán que se hizo espíritu vivificante, el Espíritu que da vida. 1 Juan 5:20 incluso agrega que Jesucristo es la vida eterna. Por tanto, así como el hombre que come del árbol de la vida vivirá para siempre, el que cree en Jesús tendrá vida eterna y podrá volver al estado del huerto de Edén en el reino de Dios.

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