Contexto

Continuando después de la muerte de Isaac, padre de Jacob y Esaú, aquí la narración se desacelera para enfocarse en el linaje de Esaú. El pasaje describe en detalle el desarrollo de los hijos y jefes de Esaú, la progresión del despojo de los horeos en la tierra de Seir y el establecimiento de sus territorios expandidos. A través de la lección, podemos aprender cómo Dios mantuvo fielmente su bendición a Abraham y la cumplió a través del surgimiento del reino edomita.

Versículo clave

(36:9)

¿Sabía usted que...?

1. Ada (36:2) es también el nombre de la primera esposa de Lamec (Gn 4:19). En hebreo, la palabra puede traducirse literalmente como “adorno” o “adornarse”.
2. Aholibama (36:2) en hebreo, puede traducirse literalmente como “tienda del lugar alto”. El nombre también se usa como uno de los jefes de Esaú por sus familias y por sus lugares (Gn 36:41 y 1 Cr 1:52).
3. Basemat (36:3) en hebreo, puede traducirse literalmente como “perfume”, “especias” o “bálsamo (aceite de arbusto)”.
4. Elifaz (36:4): En hebreo, el nombre puede traducirse literalmente como “Dios es oro fino”.
5. Reuel (36:4): El nombre también se usa como suegro de Moisés (Ex 2:18). En hebreo, Reuel puede traducirse literalmente como “amigo de Dios”.
6. Jeús (36:5) en hebreo, puede traducirse literalmente como “él viene a ayudar”.
7. Jaalam (36:5): El nombre es similar al verbo hebreo “ocultar”.
8. Coré (36:5): El nombre también se usa como un levita que se rebeló contra Moisés (Nm 16:1). El nombre es similar al verbo hebreo “hacer calvo”.
9. Seir (36:8) se eleva desde el lado oriental del Arabá, desde el Golfo de Áqaba en el sur hasta Zered en el norte, al sureste del Mar Muerto. La palabra “Seir” se originó de los espesos bosques que una vez cubrieron la región. ^[ref]
10. Los horeos (36:20) en hebreo, puede traducirse literalmente como “moradores de cavernas”. Los horeos eran la población original de Seir antes de que los edomitas la ocuparan (Gn 14:6, 36:20; Dt 2:12, 22). Los documentos egipcios del siglo XV hacían referencia a los habitantes de Seir y Edom como los Shōsu, quienes eran bien conocidos como mercenarios y bandoleros extranjeros. ^[ref]

Esquema

• La genealogía de Esaú
  (36:1-8)
• La genealogía de los hijos de Esaú
  (36:9-19)
• Los jefes de los horeos
  (36:20-30)
• Los reyes y jefes de Edom
  (36:31, 37:1)

Palabras/frases claves

Edom, Esaú tomó sus mujeres, los hijos de Esaú, los hijos de Seir, los jefes de Edom, los jefes… según los lugares que ocupan, los reyes… de Edom

Análisis general

• 1.

  ¿Cómo la prominencia y la proliferación de Esaú y sus descendientes reflejaron la bendición de Dios sobre Abraham e Isaac? Véase también Gn 25:23 y Gn 28:14.         Mostrar respuesta Según el libro de Gn 28:14, el Señor bendijo a Abraham para que su descendencia fuera como el polvo de la tierra, extendiéndose al occidente, al oriente, al norte y al sur. Además, por medio de su esposa, Rebeca, el Señor le prometió a Isaac que los gemelos en el vientre de Rebeca se convertirían en dos naciones y dos pueblos (Gn 25:23). La separación de Esaú de la tierra de Canaán de Jacob, dio fruto más tarde al cumplimiento de las bendiciones de Esaú, a saber, la expansión del territorio de Esaú y la proliferación en la tierra de Seir hasta llegar a ser una gran nación. El gran territorio del reino edomita fue descrito a través de la circunvalación de los israelitas desde Egipto hasta Canaán (Nm 20:14-21). Los descendientes de Esaú no sólo proliferaron como el polvo de la tierra hasta el punto de desposeer a los nativos de Seir, sino que también extendieron su dominio en un gran territorio. La lista de los gobernantes, ciudades y territorios de los clanes de Esaú en el libro de Gn 36 proporcionó una imagen de los edomitas como un gran pueblo y una gran nación. Ocultar respuesta

• 2.

  ¿Cómo ven las Escrituras a los clanes de Edom en términos de la salvación de Dios? Véase Dt 23:7-8; Am 9:12; Mal 1:11; Hch 15:15-17 y Mc 3:8.         Mostrar respuesta Aunque Esaú había despreciado y vendido su primogenitura (Hch 12:16), el Señor aún mostró su misericordia hacia los descendientes de Edom. El libro de Deuteronomio narra que los hijos de la tercera generación nacidos de Edomita podían entrar en la congregación del Señor (Dt 23:7-8). Además, según el profeta Amós y el profeta Malaquías, los gentiles que fueron llamados por el nombre de Dios y que glorificaron su nombre, incluyendo al remanente de Edom, iban a recibir la gracia de Dios (Am 9:11-12). Así, Dios había dado la oportunidad a los edomitas de entrar en su asamblea. En el Nuevo Testamento, durante la época de Jesús, había visitantes de Idumea (palabra griega para edomita) que oyeron la predicación de Jesús (Mc 3:8). En última instancia, la salvación de Dios sobre los gentiles, incluyendo los edomitas, se realizó espiritualmente a través de su iglesia. El autor del libro de los Hechos confirmó cómo el Señor iba a reconstruir el tabernáculo de David en ruinas para que los gentiles que fueron llamados por su nombre pudieran buscar al Señor (Hch 15:1-17). Por lo tanto, hoy, la salvación de Dios a través de su iglesia se extiende a los gentiles, incluyendo a los edomitas que están dispuestos a buscarlo y a llamar su nombre. Ocultar respuesta

Análisis del segmento

• 36:1-8

  1.

  ¿Por qué el autor del libro de Génesis siguió enfatizando que Esaú era Edom? ¿Cuál es el significado detrás de tal frase? Véase también Gn 25:30 y Abd 1:8.         Mostrar respuesta En Gn 36, el autor del libro de Génesis enfatizó tres veces que Esaú era Edom (Gn 36:8, 19, 43). El profeta Abdías en su libro incluso menciona la palabra “Esaú” y “Edom” como un par de palabras (Abd 1:8). El propósito del énfasis es mostrar a los lectores el estatus de Esaú como el fundador del reino edomita. Bajo el gobierno de Esaú, Edom podía sobresalir como nación. Originalmente, el llamado de Edom (literalmente: rojo) estaba asociado con Esaú quien intercambió su primogenitura con el guiso rojo de Jacob (Gn 25:30). Ocultar respuesta

• 2.

  ¿Cuál fue el significado de la mención de Basemat, la tercera esposa de Esaú? Véase también Gn 25:13 y Gn 28:8-9.         Mostrar respuesta Basemat, la tercera esposa de Esaú, también conocida como Mahalat en Gn 28:9, era hija de Ismael, hijo de Abraham (Gn 36:3). Basemat también fue descrita como la hermana de Nebaiot, el hijo primogénito de Ismael (Gn 25:13, 28:9). Según Gn 28:8-9, Esaú tomó a Basemat, la hija de Ismael, como su tercera esposa porque sus dos primeras esposas cananeas no agradaron a su padre Isaac. Por lo tanto, al tomar a la esposa del mismo clan familiar, el linaje de Abraham, Esaú esperaba ganar el favor de Isaac. Además, al tomar a Basemat como su esposa, Esaú era beneficiado política y militarmente. A través del matrimonio mixto, Esaú podía ahora expandir su alianza y su poder con los ismaelitas. Ocultar respuesta

• 3a.

  ¿Por qué Esaú decidió alejarse de la presencia de su hermano Jacob?         Mostrar respuesta El libro de Génesis narra que los bienes de Esaú y Jacob eran tantos que no podían habitar juntos, ni la tierra donde habitaban los podía sostener a causa de sus ganados. Por lo tanto, “Esaú tomó sus mujeres, sus hijos, sus hijas y todas las personas de su casa; sus ganados, todas sus bestias y todo cuanto había adquirido en la tierra de Canaán, y se fue a otra tierra, separándose de su hermano Jacob” (Gn 36:6-7). Ocultar respuesta

• 3b.

  ¿En qué se parece la separación de Jacob y Esaú a la de Abraham y Lot en Gn 13:6-9?         Mostrar respuesta Similar a la separación de Jacob y Esaú, el libro de Gn 13:6-9 menciona cómo se separaron Abraham y Lot. Según el libro de Gn 13:6, la tierra no era suficiente para que Abraham y Lot habitaran juntos. Las posesiones de ambos eran muchas y no podían habitar en un mismo lugar. Al final, Abraham se separó de Lot en términos pacíficos. Ocultar respuesta

• 3c.

  ¿Cómo se relaciona Gn 36:6-8 con la promesa de Dios a Jacob con respecto a su herencia?         Mostrar respuesta Anteriormente, Dios le había prometido a Jacob que la tierra que le dio a Abraham e Isaac, se la daría a Jacob y a su descendencia (Gn 28:13, 35:12). Según Gn 17:8, la tierra mencionada en la promesa era “toda la tierra de Canaán”. El pasaje en el libro de Gn 36 fue escrito desde el punto de vista de Esaú. Inicialmente, después de que Isaac envió a Jacob a Padan-aram (Gn 28:1-2), Esaú construyó su familia tomando “sus mujeres de las hijas de Canaán” que luego dieron a luz hijos “en la tierra de Canaán” (Gn 36:2-5). Mientras Jacob viajaba de Beerseba a Harán (Gn 28:10), Esaú continuó quedándose en Beerseba, el territorio de Neguev (Gn 20:1), que era parte del territorio mencionado que el pueblo de Dios poseería (Dt 1:7), el lugar donde se habían alojado Abraham e Isaac (Gn 21:31, 26:32-33). Si Esaú habitara permanentemente “en la tierra de Canaán”, hubiera sido una tarea difícil para Jacob despedir a Esaú. No solo que Esaú y sus cuatrocientos hombres (Gn 32:6) eran militarmente más fuertes que los hombres de Jacob, sino que Esaú también era muy temido por Jacob (Gn 32:7). Por lo tanto, fue ciertamente la guía de Dios que Esaú decidiera mudarse voluntariamente a Seir, de la tierra de Canaán y de la presencia de Jacob (Gn 33:16). El alejamiento de Esaú hizo que se cumpliera la promesa de Dios para Jacob. Así, la herencia de la tierra de Canaán pudo realizarse en Jacob y en su descendencia. Ocultar respuesta

• 36:9-19

  4.

  ¿Cómo Timna jugaría un papel importante en la historia del linaje de Esaú y el conflicto de Israel?         Mostrar respuesta El libro de Gn 36:12 menciona a Timna como la concubina de Elifaz, hijo de Esaú. El linaje de Esaú señala que Timna dio a luz a Amalec (1 Cr 1:36). Aunque Amalec era hijo de la concubina de Esaú, entre los otros hijos de Esaú, Amalec alcanzó una posición significativa en el linaje de Esaú. Amalec se convirtió en uno de los jefes en la tierra de Edom (Gn 36:16). Además, a lo largo de la era del Antiguo Testamento, Amalec, el hijo de Timna, jugó un papel importante en el conflicto de Israel. Las Escrituras mencionan varias ocasiones en las que los amalecitas estaban en constante conflicto con los israelitas (Ex 17:8-14; Dt 25:17 y 1 Sam 15:3-20). Debido a que los amalecitas afligieron continuamente a los israelitas a lo largo de las generaciones, el Señor mismo incluso profetizó, hizo la guerra y castigó a los amalecitas hasta su total aniquilación (Ex 17:14; Nm 24:20; Dt 25:19). Ocultar respuesta

• 36:20-30

  5.

  ¿Cuál fue el significado de enumerar a Seir el horeo y sus hijos en relación con la morada de Esaú en el monte de Seir? Véase también Gn 14:6 y Dt 2:12.         Mostrar respuesta Seir el horeo y sus siete hijos son mencionados como los primeros habitantes conocidos de la tierra de Edom (Gn 36:20), antes de la venida de Esaú y su familia. Las Escrituras mencionan a los horeos durante la época de Abraham (Gn 14:6), mucho antes de que naciera Esaú. Posteriormente, según el libro del Deuteronomio, Esaú despojó a los horeos, los destruyó y habitó en su lugar (Dt 2:12). Así, después del despojo, Seir se asoció con Edom de Esaú. La enumeración de los siete hijos de Seir (Gn 36:20-21) que eran los jefes de los horeos (Gn 36:29-30) y la enumeración de los diecinueve nietos de Seir (Gn 36:22-28) mostraban el poder y la fortaleza de los horeos. Además, la mención de Aná, hijo de Zibeón el horeo, que encontró agua en el desierto (Gn 36:24), mostró el éxito de su establecimiento en la tierra. Por lo tanto, a través de los registros de las numerosas jefaturas y el establecimiento exitoso de los horeos, el autor del libro de Génesis enfatizó la reputación y la supremacía de los edomitas que los despojaron. Ocultar respuesta

• 6a.

  Al entrar en la tierra de su futuro asentamiento, ¿cuál fue la similitud y la diferencia de las acciones entre los edomitas y los israelitas? La similitud entre los edomitas y los israelitas;         Mostrar respuesta Al entrar en la tierra de su futuro asentamiento, tanto Esaú como Jacob la desposeyeron. Mientras que el Señor les dio a los israelitas la tierra prometida de Canaán (Gn 17:8), Dios le dio a Esaú el monte de Seir (Dt 2:5), la tierra de los horeos. Ocultar respuesta

• 6b.

  La diferencia entre los edomitas y los israelitas;         Mostrar respuesta Sin embargo, las acciones de los edomitas y los israelitas difirieron una vez que entraron en sus respectivas tierras. Por un lado, mientras desposeía a los horeos, Esaú se casó con ellos. El libro de Génesis registra a dos hijas de horeos que fueron tomadas por los edomitas en matrimonio. Primero, Timna como concubina de Elifaz, primogénito de Esaú, y madre de Amalec (Gn 36:12) era hija de la hija de Seir el horeo, hermana de Lotán (Gn 36:20, 22). En segundo lugar, Aholibama como esposa de Esaú (Gn 36:5, 14) era hija de Aná, hijo de Zibeón el horeo (Gn 36:24, 25). Por otro lado, mientras entraban en la tierra de Canaán, Dios instruyó a los israelitas que no se casaran con los cananeos (Dt 7:1-3). Mientras habitaban en la tierra de Canaán, los antepasados ​​de los israelitas, a saber, Abraham, Isaac y Jacob estaban estrictamente en contra del matrimonio con las mujeres de Canaán (Gn 24:3-4, 28:1-2). En el libro de Levítico, el Señor incluso dio instrucciones específicas a los israelitas de no seguir las prácticas según las obras de los cananeos (Lv 18:3ss), es decir, sus prácticas de inmoralidad sexual. Ocultar respuesta

• 6c.

  A partir de la diferencia anterior entre los edomitas y los israelitas, ¿qué podemos aprender sobre el matrimonio de la misma fe? Véase 1 Re 11:2 y 2 Co 6:14-1.         Mostrar respuesta Hasta hoy en día, los judíos ortodoxos no se casan con alguien de otra fe. Esto puede sonar exclusivo y anticuado en nuestro mundo globalizado. Pero el apóstol Pablo en su carta a los corintios exhortó a la iglesia de Corinto a no unirse en yugo desigual con los incrédulos, porque la luz no tiene comunión ni parte con las tinieblas (2 Co 6:14-15). En otras palabras, con el propósito de mantener nuestra relación con Dios y obtener descendencia piadosa, es necesario separarnos y retener la decisión de casarnos con alguien de otra fe. El autor del libro de 1 Reyes dio la advertencia acerca de cómo el corazón del rey Salomón se alejó de Dios y siguió a los dioses de sus esposas por haberse casado con otras naciones (1 Re 11:1-10). Ocultar respuesta

• 36:31-37:1

  7.

  Enumere la progresión del gobierno gradual de Esaú desde el principio hasta el final de Gn 36.         Mostrar respuesta El capítulo comienza con las tres esposas y los cinco hijos de Esaú en la tierra de Canaán (Gn 36:1-5). Luego Esaú tomó a su familia y sus posesiones y se fue a Seir separándose de Jacob (Gn 36:6-8). Aquí, la lista de los descendientes de Esaú se amplió, incluyendo la adición de Timna, la hija del horeo como concubina del primogénito de Esaú (Gn 36:9-14, 22). Más tarde, los descendientes de Esaú, los edomitas, mostraron su fuerza y ​​emergieron como jefes de Edom (Gn 36:15-19). A medida que los clanes y el dominio de Esaú se fortalecieron, los edomitas despojaron a los jefes de los horeos y se instalaron en Seir (Gn 36:20-30). Al final, el reino de Edom reinó por generaciones (Gn 36:31-39) y los jefes gobernantes de los edomitas fueron sistematizados en base a sus familias, nombres y regiones de control en toda la tierra de Edom (Gn 36:40-43). Ocultar respuesta

• 8a.

  Comparado con el linaje establecido de Esaú en Gn 36:31-43, ¿cuál fue la ironía para Israel detrás de la frase “antes que tuvieran rey los hijos de Israel”?         Mostrar respuesta Después de que los edomitas despojaron la tierra de los horeos, reinaron en la tierra de Edom. El libro de Génesis enumera el reinado del reino edomita hasta el octavo rey de Edom, Hadar (Gn 36:31-39). Los reyes también establecieron ciudades propias (Gn 36:32, 35, 39). La expansión del reino edomita se estructuró de manera que establecieron un sistema de gobierno regional basado en familias, nombres y lugares (Gn 36:40). Irónicamente, dentro de la misma línea de tiempo, los israelitas no tenían jefes, reyes o ciudades. Jacob y sus familias solo habitaron en la tierra de Canaán como peregrinos, al igual que su padre (Gn 37:1). Ocultar respuesta

• 8b.

  ¿Cómo se sentiría Jacob acerca de la promesa de Dios en Gn 35:11 en contraste con su condición actual de “sin rey y sin ciudadanos”?         Mostrar respuesta Al ver el éxito de Esaú en el establecimiento de ciudades, reinos y gobiernos de los edomitas y al ver que su progreso actual era sin reyes y sin ciudades establecidas, Jacob podría haber perdido el corazón y la fe en las promesas de Dios. Pero hay varias formas en que Jacob podría ver el éxito de su hermano y su propia condición de “sin rey y sin ciudadanos”. Primero, Jacob no necesitaba tener envidia de los éxitos de Esaú. Como descendiente directo de Abraham, los éxitos de Esaú fueron el cumplimiento de las bendiciones de Dios para Abraham. El autor del libro de Génesis confirmó que Dios haría de Abraham padre de muchas naciones y por medio de él vendrían naciones y reyes (Gn 17:4-6). El linaje de Esaú había engendrado reyes y jefes en su gobierno (Gn 36:31-43). Además, Isaac, el padre de Esaú, había dado sus bendiciones a Esaú que su morada sería la grosura de la tierra y su espada y su inquietud rompería el yugo de su servicio a su hermano (Gn 27:39-40). Así, a través de su espada e inquietud, Esaú pudo superar a Jacob, su hermano, en términos de fuerza militar y establecimiento político. Estas fueron las promesas de Dios a través de Abraham e Isaac a uno de sus descendientes, Esaú. Segundo, Jacob necesitaba esperar pacientemente y confiar en que el Señor era fiel a sus promesas. Del libro de Gn 35, se dio a entender al lector que Dios ya le prometió a Jacob reyes que saldrían de sus entrañas (Gn 35:11). La promesa se refería a la línea de tiempo futura de Jacob, no a su condición actual. Así como Abraham, su antepasado, esperó pacientemente la Tierra Prometida que nunca recibió en su tiempo presente (Heb 11:9-10, 39), Jacob debía esperar su futuro reino que nunca recibiría en su tiempo presente. Tercero, Jacob necesitaba saber que además de la bendición física prometida, el Señor también le prometió una bendición espiritual. Aunque Esaú disfrutó del éxito actual militar, político y físico, el Señor le dio su bendición espiritual a Jacob. Hacia el final de su vida, Jacob profetizó que no sería quitado el cetro de Judá (Gn 49:10). En otras palabras, la profecía no solo se refería a un reino físico de Israel sino también a un cetro espiritual. El autor del libro de Hebreos confirmó que nuestro Señor, el Salvador de la humanidad, vino de Judá (Heb 7:14). Por lo tanto, las bendiciones que los descendientes de Jacob iban a recibir en el futuro eran mucho mayores que la bendición de Esaú. Ocultar respuesta