Contexto

Cuando Lea y Raquel dieron a luz a sus hijos, el Señor llamó a Jacob para que regresara a la tierra de su familia. El llamado de Dios planteó un dilema para Jacob, entre sus mujeres que lo aprobaron y su suegro Labán que lo desaprobó. Este pasaje sirve de lección para nosotros de cómo seguir el mandato de Dios mientras enfrentamos las realidades opuestas y de cómo responder a ellas.

Versículo clave

(31:3)

¿Sabía usted que...?

  1. Álamo (30:37) es probablemente el álamo blanco, Populus alba, cuyas hojas inferiores son especialmente blancas. Las ramas del álamo blanco son largas y rectas, proporcionando una agradable sombra. [ref]
  2. Avellano (30:37) es probablemente el Amygdalus communis. El avellano da sus flores blancas como la nieve en pleno invierno. [ref]
  3. Castaño (30:37) o el Platanus orientalis suele arrojar su corteza en láminas, dejando al descubierto una corteza interior lisa de color blanco o amarillo. [ref]
  4. Se enriqueció (30:43): En hebreo, la palabra “prosperar”(NVI) en Gn 30:43 tiene una raíz similar a la palabra “extender” usada para referirse a la promesa de Dios a Jacob en Gn 28:14.
  5.  “Quitó Dios” (31:9): En hebreo, esta frase se puede traducir literalmente como “Dios ha quitado”.
  6. Ídolos domésticos (31:19): La palabra hebrea es “teraphim”. Los terafines eran paralelos a la práctica hurrita conocida por los documentos de Nuzi del siglo XV, donde el poseedor de los dioses domésticos identificaba al heredero legal de la propiedad. En este caso, los terafines son paralelos a los dioses domésticos de la Mesopotamia: el heredero principal recibía exclusivamente los dioses domésticos y, por lo tanto, prohibía compartirlos o venderlos a cualquier otro reclamante. Dado que Raquel y Lea reconocieron que no tenían herencia, era comprensible por qué Raquel robó los terafines y por qué Labán los buscó tan vigorosamente. [ref]  En el Antiguo Testamento, el uso de terafines implica una función de culto junto con el efod (Jue 17:5, 18:14; Os 3:4), las adivinaciones (Ez 21:21; Zac 10:2) y la idolatría (1 Sam 15:23 y 2 Re 23:24).
  7. “Jacob engañó a Labán, no diciéndole que se iba” (31:20): En hebreo, la frase se puede traducir literalmente como “Jacob engañó el corazón de Labán”.

Esquema

  • Jacob pidió irse de allí
  • Jacob negoció por su salario
  • El Señor le ordenó a Jacob que regresara a su tierra
  • Jacob compartió su plan con Raquel y Lea
  • Jacob huyó de Labán

Análisis del segmento

  • 30:25-30

    1.

    ¿Cuál fue el significado de la frase de Jacob, “Dame a mis mujeres”, registrada en Gn 30:26 en comparación con la frase similar, “Dame mi mujer”, registrada en Gn 29:21?

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    La frase, “Dame a mis mujeres”, fue dicha por Jacob por segunda vez en Gn 30:26. La primera vez que Jacob dijo tal frase fue en Gn 29:21, cuando había cumplido el contrato de trabajo de siete años con Labán para tener a Raquel por mujer (Gn 29:18-20). La segunda frase, en Gn 30:26, la dijo Jacob cuando había cumplido su contrato de trabajo adicional de siete años con Labán.

    A diferencia de la primera frase, la segunda frase “Dame a mis mujeres” fue pronunciada por Jacob con el énfasis de regresar a su propia tierra (Gn 30:25). Aquí, Jacob le dejó en claro a Labán que su servicio de contrato de trabajo adicional de siete años se había completado y que también había servido completamente a Labán a cambio de sus mujeres. Así, Jacob le pidió a Labán que lo dejara ir a su propio lugar y a su propia tierra con sus mujeres e hijos (Gn 30:25-26).

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  • 2a.

    ¿Cuál fue la respuesta de Labán a la petición de Jacob? ¿Qué podemos aprender acerca de la diligencia de Jacob a partir de la negociación de Labán?

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    Ante el pedido de Jacob, Labán le pidió que se quedara porque Labán había experimentado que el Señor lo había bendecido por causa de Jacob. La persistencia de Labán de retener a Jacob con el salario propuesto mostró que la presencia de Jacob había traído bendiciones en la vida de Labán. Claramente, la negociación de salarios propuesta mostró que Labán necesitaba desesperadamente la diligencia de Jacob en su trabajo y servicio (Gn 30:27-28).

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  • 2b.

    Enumere de las Escrituras personajes que fueron bendecidos por causa del pueblo de Dios. Véase también Gn 12:2-3, 39:5.

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    Aparte del ejemplo de Labán, hubo otros dos eventos. Primero, en Gn 12:2-3, el Señor prometió a Abraham que todas las familias de la tierra serían bendecidas a causa de él. En segundo lugar, el Señor bendijo la casa de Potifar y todo lo que tenía en la casa y en el campo por causa de José (Gn 39:5).

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  • 2c.

    Comparta una experiencia sobre cómo su vida ha sido un canal de bendiciones del Señor para las personas que lo rodean.

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  • 30:31-43

    3a.

    A partir de la frase de Labán registrada en Gn 30:31, ¿qué podemos aprender sobre la codicia y el egoísmo de Labán?

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    Cuando Jacob respondió a Labán y le preguntó cuándo podría trabajar también para su propia casa, Labán respondió persistentemente: “¿Qué te daré?” (Gn 30:29-31). La respuesta de Labán nos muestra que no solo era egoísta sino también codicioso.

    Primero, Labán era egoísta. Jacob le explicó a Labán que había servido y trabajado para Labán durante catorce años y ahora deseaba mantener su propia casa que constaba de sus mujeres e hijos (Gn 29:20, 30, 30:30). En otras palabras, Jacob quería concentrarse en mantener a su familia ya que había terminado su servicio a Labán. Pero Labán no permitió que Jacob regresara a su tierra, sino que le pidió que continuara trabajando para él.

    Segundo, Labán era codicioso. En sus palabras, Jacob le explicó a Labán que desde su llegada, el Señor había bendecido a Labán y su ganado había crecido en gran número (Gn 30:30). Aunque Labán se había vuelto un hombre muy rico, insistió en retener a Jacob para que siguiera trabajando para él. Labán sabía que el aumento de riqueza se debía a la bendición de Dios por causa de Jacob. Por lo tanto, al tener a Jacob con él, el aumento de riqueza que tenía Labán se multiplicaría aún más.

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  • 3b.

    En el contexto actual, ¿qué nos enseñan las Escrituras acerca de la relación entre el empleado y el empleador? Véase Ef 6:5-9.

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    Con respecto a la relación entre el empleador y el empleado, el apóstol Pablo exhorta que los amos deben cada uno hacer el bien, dejando las amenazas a sus siervos. Pablo nos recuerda que los esclavos también tienen el mismo Señor en los cielos y que para Él no hay acepción de personas (Ef 6:8-9). Por lo tanto, en lugar de usar métodos amenazantes para mejorar el rendimiento laboral, el empleador debe tratar de fomentar una comunicación abierta con sus empleados. Además, los empleadores deben prestar atención al equilibrio entre la carga de trabajo dada y el bienestar de los empleados. En otras palabras, los empleados deben ser tratados con justicia y no ser aprovechados por su falta de poder, estatus social o educación.

    Con respecto a la relación entre el empleado y el empleador, el apóstol Pablo también les recuerda a los esclavos que deben obedecer a sus amos terrenales (Ef 6:5). Además, el apóstol explica que esta obediencia no debe ser solo un “servicio al ojo, como para agradar a los hombres”, sino que debe ser una obediencia como “a Cristo” con “sencillez de corazón” para hacer la “voluntad de Dios” (Ef 6:5-6). Por lo tanto, en lugar de complacer a los hombres y ser deshonesto, el empleado debe realizar todo el trabajo que se le encomiende con sinceridad de corazón, sabiendo que no solo está siendo obediente a su amo mundano, sino también a su Señor (Ef 6:7).

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  • 4a.

    ¿Qué fue loable de la respuesta de Jacob a la persistencia de Labán en retenerlo? Sobre la respuesta de Jacob de que no le den nada;

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    Aunque Labán no permitió que Jacob regresara a su propia tierra y siguió insistiendo en que Jacob siguiera trabajando para él, Jacob no se aprovechó de Labán. Jacob dijo: “No me des nada” (Gn 30:31). Cuando Labán insistió en que Jacob nombrara su salario, Jacob no exigió riqueza material.

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  • 4b.

    Sobre la justicia de Jacob;

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    Sin intención de aprovecharse de Labán, Jacob pidió una pequeña cantidad de rebaños para sí mismo a cambio de su servicio continuo para alimentar y cuidar los rebaños de Labán (Gn 30:31-32). Para evitar confusión y sospechas por parte de Labán, Jacob mantuvo su rectitud en cuanto a su salario, tomando solo los rebaños manchados, salpicados de color y de color oscuro, y dejando atrás los blancos para Labán. Por lo tanto, Labán pudo inspeccionar fácilmente si Jacob estaba siendo honesto con su salario (Gn 30:33).

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  • 5a.

    Describe la prosperidad de Jacob.

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    A pesar de que Labán planeó engañar a Jacob, apartando los rebaños manchados y salpicados de color, poniéndolos en manos de sus hijos, y manteniendo una distancia de tres días de camino entre él y Jacob (Gn 30:35-36), Jacob se volvió extremadamente próspero mientras continuaba trabajando para Labán. Al final, Jacob se enriqueció muchísimo, y tuvo muchas ovejas, siervas y siervos, camellos y asnos (Gn 30:43).

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  • 5b.

    Compare Gn 30:37-42 con Gn 31:7-12 con respecto a la causa de la prosperidad de Jacob. ¿Qué podemos aprender sobre la fe y las obras del ejemplo de Jacob?

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    Gn 30:37-42 describe cómo Jacob colocó las varas blancas peladas frente a los rebaños de apareamiento. Así, concebían los rebaños delante de las varas y parían borregos listados, pintados y salpicados de diversos colores (Gn 30:39). Pero el siguiente pasaje, en Gn 31:7-12, explica que fue el Señor quien le quitó los rebaños a Labán y se los dio a Jacob. Dios hizo que los rebaños concibieran listados, pintados y abigarrados (Gn 31:10).

    Los eventos relacionados con la prosperidad de Jacob nos enseñan que la fe debe ir acompañada de las obras. Una vez, el autor de la epístola de Santiago dijo: “Así como el cuerpo sin espíritu está muerto, también la fe sin obras está muerta” (Sant 2:26). En otras palabras, la fe actúa juntamente con las obras para que la fe se perfeccione por las obras (Sant 2:22). Cuando Jacob recibió el sueño del Señor acerca de los rebaños listados, pintados y abigarrados, él lo creyó. Y Jacob reflejó su fe a través de sus obras al colocar las varas blancas peladas, separando los rebaños para mirar hacia los listados y todo lo que era oscuro (Gn 30:38, 40).

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  • 31:1-3

    6a.

    ¿Cuáles fueron las dos acusaciones de los hijos de Labán a Jacob?

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    Las acusaciones de los hijos de Labán a Jacob fueron las siguientes: Primero, acusaron a Jacob por haber tomado todo lo que era de su padre. En segundo lugar, acusaron a Jacob por haber adquirido toda la riqueza de lo que era de su padre (Gn 31:1).

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  • 6b.

    Compare las palabras enfatizadas de los hijos de Labán en Gn 31:1 con las palabras enfatizadas de Labán en Gn 30:27. ¿Cuáles eran sus diferentes puntos de vista con respecto a la causa de la riqueza adquirida? Las palabras enfatizadas de los hijos de Labán;

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    En sus palabras, los hijos de Labán enfatizaron que la riqueza pertenecía a su padre. Incluso las que Jacob había tomado y adquirido, todas ellas pertenecían a su padre (Gn 31:1). Su punto de vista con respecto a la riqueza de su padre mostró cómo ignoraron el trabajo duro y el servicio leal de Jacob a Labán. Además, ante sus riquezas materiales, las palabras de los hijos de Labán reflejaron su ignorancia y su ingratitud hacia la guía y la bendición de Dios.

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  • 6c.

    Las palabras enfatizadas de Labán;

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    En sus palabras, Labán reconoció que su mayor riqueza se debió a la bendición del Señor por causa de Jacob (Gn 30:27). Labán sabía que su prosperidad actual se debía no solo a la diligencia y el arduo trabajo de Jacob, sino también a la bendición del Señor.

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  • 7.

    ¿Por qué el semblante de Labán para con Jacob ya no era como había sido antes?

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    El semblante de Labán ya no era favorable para con Jacob por varias razones. Las palabras de los hijos de Labán habían influenciado en Labán, haciéndolo pensar que todas sus riquezas habían sido quitadas por Jacob (Gn 31:1). Además, Labán estaba celoso al ver que Jacob, que servía y trabajaba para él, se había vuelto ahora más próspero que él.

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  • 8a.

    ¿Cuál fue la diferencia y la similitud entre el llamado del Señor a Jacob en Gn 31:3 y el llamado del Señor a Abraham en Gn 12:1-3? La diferencia;

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    En Gn 12:1-3, el Señor llamó a Abraham a dejar su tierra, su parentela y la casa de su padre, para ir a la tierra que Dios le mostraría. El llamado del Señor implicaba que Abraham tenía que dejar su zona de confort y sus hábitos en el hogar y enfrentar las dificultades de viajes desconocidos que lo esperaban por delante. Por otro lado, en Gn 31:3, el Señor llamó a Jacob a regresar a su tierra de origen, la tierra donde sus antepasados se habían quedado de acuerdo a la guía de Dios. El llamado del Señor implicaba que Jacob podía dejar atrás sus conflictos y luchas con Labán en la tierra que Dios había llamado a dejar a Abraham y regresar con su nueva familia a la tierra que Dios le había prometido a Abraham.

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  • 8b.

    La similitud;

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    Tanto Abraham como Jacob fueron llamados por Dios para dirigirse hacia la tierra que el Señor había prometido para sus generaciones. Además, tanto el llamado de Abraham como el de Jacob, fueron asegurados por la presencia y la guía del Señor en sus jornadas.

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  • 31:4-16

    9a.

    ¿Cuáles fueron las luchas y el dilema de Jacob en su servicio a Labán?

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    Aunque Jacob fue leal y sirvió con todas sus fuerzas a Labán, enfrentó varios dilemas en su trabajo. Primero, Labán, su patrón y su suegro, ya no era favorable hacia él (Gn 31:2). En otras palabras, Labán mostró su disgusto por Jacob a través de sus hechos. Segundo, Labán había engañado y cambiado diez veces el salario de Jacob (Gn 31:7). Aunque Jacob continuó trabajando y sirviendo con todas sus fuerzas para cuidar y alimentar los rebaños de Labán según lo acordado, Labán fue quien no cumplió el acuerdo. Sin que Labán lo supiera, su trato injusto hacia Jacob lo había lastimado física y mentalmente (Gn 31:7). En cuanto a lo físico, Jacob había puesto toda su fuerza y energía en su trabajo, pero no fue recompensado adecuadamente. Y en cuanto a lo mental, Labán era tanto el patrón como el suegro de Jacob, pero en lugar de tratarlo como su yerno y su leal empleado, lo trató como si fuera su siervo.

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  • 9b.

    ¿Cómo la declaración de Dios en Gn 31:12, “Yo he visto todo lo que Labán te está haciendo”, se convirtió en un gran consuelo para Jacob?

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    La declaración de Dios, “Yo he visto todo lo que Labán te está haciendo”, se convirtió en un gran consuelo para Jacob. Mientras Labán continuaba engañándole y cambiandole el salario a Jacob, Jacob se sintió impotente en su situación. Sin embargo, en su desesperación, el Señor vio toda la injusticia que se le había hecho a Jacob. Aunque Labán le cambió el salario a Jacob diez veces, el Señor le devolvió milagrosamente el salario a Jacob haciendo que el rebaño pariera milagrosamente de acuerdo a los cambios que había hecho Labán (Gn 31:8-9).

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  • 9c.

    Comparta una experiencia sobre cómo el Señor le da consuelo al enfrentar las dificultades de su vida.

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  • 10a.

    ¿Cuál fue el significado de las frases “Yo soy el Dios de Betel” y “me hiciste un voto” para Jacob? “Yo soy el Dios de Betel”;

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    Ante el maltrato de Labán, las palabras de Dios, “Yo soy el Dios de Betel”, sirvieron como consuelo para los sufrimientos de Jacob y como un recordatorio para fortalecerlo. Betel fue nombrada por el mismo Jacob y era el lugar donde el Señor se le había aparecido a Jacob en un sueño (Gn 28:10-19). Allí, el Señor le recordó a Jacob que Él era el Señor Dios de Abraham, su abuelo, y el Dios de Isaac, su padre. Además, en Betel, Dios le había prometido a Jacob que la tierra en la que estaba acostado se la daría a su descendencia, y también le había asegurado que no lo dejaría dondequiera que fuera (Gn 28:13-15). Así, a través de la frase “Yo soy el Dios de Betel”, el Señor reafirmó a Jacob que Él estaría presente, guiando y protegiéndolo durante toda su vida.

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  • 10b.

    “Me hiciste un voto”;

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    El Señor también le recordó a Jacob que había hecho un voto a Dios previamente en Betel (Gn 28:20). Dios mencionó el voto para recordarle a Jacob la relación íntima entre los dos. Al principio, el Señor mencionó que Él era el Dios de su abuelo y de su padre. Ahora, le recordó a Jacob que también era su Dios. El voto de Jacob sirve como un recordatorio de su propio compromiso con la relación, haciendo que el Señor sea el Dios de Jacob (Gn 28:21).

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  • 10c.

    ¿Cuáles son las promesas o “votos” que le ha hecho a Dios en su vida? ¿Ha cumplido esas promesas?

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  • 11.

    De las respuestas de Lea y Raquel, ¿cómo trató Labán a sus hijas?

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    De las respuestas de Lea y Raquel en Gn 31:14-16, hubo varios maltratos que Labán les hizo a sus hijas. Primero, Labán les había quitado toda parte o heredad a Lea y a Raquel (Gn 31:14). Segundo, Labán consideró a sus dos hijas como extrañas porque habían sido vendidas (Gn 31:15). Tercero, aunque “Dios le [había] quitado” toda la riqueza de Labán para las hijas y sus hijos, Labán se había “gastado todo lo que recibió por ellas” (Gn 31:15-16).

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  • 12a.

    ¿Cómo cambiaron Lea y Raquel en Gn 31:14-16 en comparación con sus rivalidades en Gn 29:31-30:24?

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    Anteriormente, en Gn 29:31-30:24, tanto Lea como Raquel expresaron sus rivalidades entre sí en cuanto a su amor por Jacob y la cantidad de hijos que dieron a luz. Pero después de enterarse de las luchas de Jacob con Labán y al escuchar lo que el Señor le había ordenado a Jacob, dejaron de lado sus rivalidades y se unieron por un propósito común. Primero, se dieron cuenta de que ellas también habían sido maltratadas por su propio padre, Labán (Gn 31:14-15). Segundo, comenzaron a apoyar a su marido para que obedeciera todo lo que Dios le había dicho, de regresar a la tierra de la familia de Jacob (Gn 31:16, 13).

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  • 12b.

    De las palabras de Lea y Raquel en Gn 31:14-16, ¿qué podemos aprender acerca de las diferencias y la unidad entre hermanos y hermanas dentro de la iglesia? Véase también Hch 15:36-40 y 2 Ti 4:11.

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    El libro de los Hechos nos da un ejemplo de cómo el apóstol Pablo, en el principio de su ministerio, tuvo una fuerte disputa con el apóstol Bernabé acerca de Marcos, quien había dejado el ministerio. La contienda fue tan grande que hizo que ambos apóstoles fueran separados uno del otro (Hch 15:39). Sin embargo, Pablo, hacia el final de su vida, solicitó la presencia de Marcos. Él escribió: “Toma a Marcos y tráelo contigo, porque me es útil para el ministerio” (2 Ti 4:11). El ejemplo anterior nos enseña que entre los hermanos y hermanas pueden darse diferentes opiniones con respecto al ministerio. Pero no debemos guardar rencor debido a las diferentes opiniones. Más bien, debemos aprovechar todas las oportunidades para encontrar un terreno común entre los hermanos y hermanas, a fin de que podamos trabajar juntos por un propósito común en Cristo Jesús.

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  • 31:17-21

    13.

    ¿Por qué Raquel hurtó los ídolos domésticos de su padre Labán?

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    Gn 31:19 nos dice que Raquel hurtó los ídolos domésticos de su padre, Labán. Raquel robó algo que se consideró de gran valor para Labán. Por lo tanto, Labán hizo todo lo posible para encontrar los ídolos de su casa (Gn 31:33-35). Como Labán les había quitado toda parte o heredad a sus hijas, Raquel robó los ídolos de la casa para su propio beneficio, ya sea como símbolo del heredero de la herencia familiar, según la cultura mesopotámica, o como medio de adivinación (Ez 21:21; Zac 10:2).

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  • 14.

    ¿Por qué Jacob se fue sin decirle a Labán?

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    Después de que Jacob compartió con Lea y Raquel sobre la orden de Dios de regresar a la tierra de su familia (Gn 31:13), se levantó y montó a sus hijos y a sus mujeres sobre los camellos. Entonces Jacob se llevó todo su ganado y todas sus posesiones para volver a la tierra de Canaán (Gn 31:17-18). Pero Jacob no le dijo a Labán que tenía la intención de huir (Gn 31:20) porque Jacob tuvo miedo al pensar que quizá Labán le quitaría por fuerza a Lea y a Raquel (Gn 31:31).

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  • 15a.

    Enumere varias formas que Jacob usó para planear su huida de Labán.

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    Para organizar sus planes de huida, Jacob usó varias formas sin que Labán lo supiera. Primero, montó a sus hijos y a sus mujeres sobre los camellos, se llevó todo su ganado y todas sus posesiones y se dirigió a los montes de Galaad (Gn 31:17-18, 21). Luego, como Labán había ido a trasquilar sus ovejas, Jacob aprovechó ese momento para su huida (Gn 31:19). Finalmente, Jacob engañó a Labán, no diciéndole que se iba, para que Labán no esperara su huida (Gn 31:20).

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  • 15b.

    Haga una lista de las similitudes entre el engaño de Jacob a Labán y el engaño de Jacob a Isaac.

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    Primero, Jacob aprovechó la oportunidad para preparar su engaño. En Gn 27:13-17, Jacob y Rebeca prepararon comidas sabrosas y cubrieron la piel de Jacob con las pieles de los cabritos para hacerse pasar por Esaú. De manera similar, en Gn 31:17-21, Jacob planeó de antemano preparar a sus mujeres, sus hijos y sus pertenencias para huir hacia los montes de Galaad.

    Segundo, Jacob usó el tiempo oportuno para cometer su engaño. Gn 27:5-30 describe cómo Jacob fue un participante dispuesto de su madre para elegir el momento de su engaño cuando Esaú estaba fuera, cazando para su padre, Isaac. Asimismo, en Gn 31:19, Jacob eligió el momento de su huida cuando Labán fue a trasquilar sus ovejas.

    Tercero, Jacob se ganó la confianza de su víctima para asegurar su engaño. En Gn 27:18-24, Jacob incluso usó el nombre de Dios para convencer a Isaac, su padre, de que en verdad era Esaú. Además, en Gn 31:20, Jacob robó literalmente el corazón de Labán haciendo creer a Labán que nunca tuvo la intención de huir de él.

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  • 16a.

    ¿Qué podemos aprender de la decisión de Jacob de engañar a Labán a pesar de la promesa previa de Dios de guiarlo en su vida?

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    Aunque el Señor le había prometido a Jacob en su sueño que estaría con él (Gn 31:3), el miedo y las dificultades de la situación actual hicieron que Jacob usara su propia forma para lograr su objetivo, el de engañar a Labán. El autor del libro de Proverbios explica cómo el corazón del hombre propone su camino, pero es el Señor quien endereza sus pasos (Pr 16:9). El ejemplo de Jacob y la exhortación de Proverbios nos enseñan que en medio de las dificultades y a causa del miedo, tendemos a usar nuestros métodos para resolver el problema. Pero al final, es el Señor quien nos protegerá y nos guiará hacia la meta prevista. Si no fuera por la protección del Señor, Labán le habría hecho daño a Jacob debido a su huida.

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  • 16b.

    Si fuera Jacob, ¿cuál sería la forma alternativa de irse y cuáles serían las peores consecuencias que podría haber enfrentado? ¿Cómo estas consecuencias podrían desafiar su fe en la guía de Dios?

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    Si fuéramos Jacob, la forma alternativa de irnos sería decirle honestamente a Labán que nos gustaría regresar a la tierra de nuestro padre junto con Lea, Raquel y los hijos. Las peores consecuencias que podríamos haber enfrentado serían que Labán impidiera que Lea, Raquel y los hijos regresaran junto con nosotros. Labán también podría quitarnos por la fuerza el ganado adquirido de nuestro salario y despedirnos con las manos vacías.

    Estas peores consecuencias podrían presentar un gran desafío para nuestra fe, porque nunca esperamos sufrimientos ni persecuciones, sino bendiciones y sendas tranquilas bajo la guía de Dios. El libro de Job nos enseña que no solo recibimos de Dios el bien, sino también la adversidad (Job 2:10). En otras palabras, confiar en Dios no significa que solo esperamos bendiciones y caminos tranquilos. Habrá momentos en los que enfrentaremos penalidades y dificultades en nuestro camino, sin embargo, tenemos que atravesarlas con paciencia confiando en la misericordia de Dios para que nos dé la fuerza para prevalecer.

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  • 16c.

    Comparta una experiencia de cómo Dios lo guió en la reparación de su relación con los miembros de su familia.

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