Contexto

El conflicto entre los dos hermanos continuó hasta el punto de una amenaza de asesinato. Ahora, la narración se centra en Jacob, quien se vio obligado a abandonar su hogar debido a la amenaza y, al mismo tiempo, se le ordenó ir a un lugar desconocido por su propia seguridad. El viaje de Jacob nos enseña sobre la obediencia, la providencia de Dios en medio de la desesperanza y la relación personal y la confianza con el Señor.

Versículo clave

(28:16)

¿Sabía usted que...?

  1. Harán (27:43) también es conocida como la “ciudad de Nacor” (Gn 24:10). La ciudad se encontraba en el río Belik, un afluente del Éufrates, a unas 70 millas por encima de donde se une a ese río en Padan-aram (Alta Mesopotamia). [ref]
  2. Padan-aram (28:2) es la llanura de Aram (Gn 25:20, 28:2, 5-7, 31:18) y comúnmente se la considera como la región de Mesopotamia que se extiende alrededor de Harán. [ref]
  3. Dios omnipotente (28:3): En hebreo, la pronunciación de esta expresión es “El-Shaddai”. Esta referencia específica del Dios todopoderoso se registra en Gn 17:1, 35:11, 43:14, 48:3; Ex 6:3 y Ez 10:5. En algunas otras partes de las Escrituras, el término “El-Shaddai” se abrevia como “Shaddai” o “El Todopoderoso”.
  4. Salió de Beerseba y fue a Harán (28:10): La distancia entre los dos lugares es aproximadamente 435 millas. [ref]
  5. Bet-el (28:19) en hebreo, se puede traducir literalmente como “la casa de Dios”.
  6. Luz (28:19) en hebreo, se puede traducir literalmente como “almendro, madera de almendro” [ref]  o “desviarse, partir”. [ref]

Esquema

Análisis del segmento

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  • 27:41-46

    1a.

     ¿Por qué Esaú aborreció a Jacob? ¿Qué dijo Esaú en su corazón?

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    Esaú aborreció a Jacob por la bendición con que su padre lo había bendecido. Y Esaú propuso matar a su hermano Jacob, después de que terminaran los días de luto por su padre (Gn 27:41).

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  • 1b.

    ¿Qué advertencia nos da este pasaje con respecto al odio?

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    El odio de Esaú comenzó cuando Jacob tomó su bendición, lo que llevó a Esaú a pensar y planear matar a su hermano Jacob (Gn 27:41). Esta narración es similar a la narración de Caín, quien mató a su hermano Abel debido a su ira y sus celos al ver que el Señor aceptó la ofrenda de Abel (Gn 4:4-8). El ejemplo de Esaú nos advierte que cuando estamos influenciados por el odio, somos propensos a hacer cosas malas. El apóstol Pablo nos enfatiza que el odio está catalogado como una de las obras de la carne (Gl 5:19-20). Cuando vivimos de acuerdo con los deseos de la carne, somos llevados a hacer cosas que no deseamos, tales como: contiendas, celos, iras, divisiones, etc., las cosas que Esaú y Caín hicieron con sus hermanos.

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  • 2a.

    ¿Cuál fue la orden de Rebeca a Jacob?

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    Cuando Rebeca se enteró de la intención de Esaú de matar a Jacob, Rebeca le ordenó a Jacob que se levantara y huyera a casa de su hermano Labán, en Harán, y que se quedara allí con él por algunos días, hasta que el enojo de Esaú se mitigara (Gn 27:42-45).

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  • 2b.

    ¿Cómo afectó la orden de Rebeca a sus dos hijos? A Jacob;

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    Rebeca le ordenó a Jacob que huyera de su hermano. Jacob era un hombre tranquilo que habitaba en tiendas (Gn 25:27). La orden de Rebeca obligó a Jacob a abandonar su hogar por temor a que Esaú lo matara. En otras palabras, la orden de Rebeca hizo que Jacob viviera con miedo después de que fue separado de su hermano. Este temor continuó incluso años después de que Jacob tuvo su propia familia y cuando decidió regresar a casa (Gn 32:3-11).

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  • 2c.

    A Esaú;

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    La decisión de Rebeca de despedir a Jacob no resolvió el enojo de Esaú. Rebeca esperaba que la ira de Esaú pudiera mitigarse después de un período de tiempo para así poder enviar a alguien a traerlo a Jacob a casa. Pero ella nunca lo hizo, lo que significa que la ira de Esaú nunca se aplacó. La decisión de Rebeca de despedir a Jacob hizo que Esaú viviera con furia. Incluso después de veinte años, cuando Esaú escuchó la noticia acerca de donde estaba Jacob, fue a su encuentro con cuatrocientos hombres, listos para hacer la guerra y matar a Jacob (Gn 32:3-5).

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  • 2d.

    Comparta su experiencia en la mediación o solución de conflictos familiares.

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  • 3a.

    En Gn 27:45, ¿qué hizo que Rebeca fuera privada de sus dos hijos en un solo día? Jacob;

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    El libro de Génesis explica que Rebeca amaba a Jacob (Gn 25:28). Por un lado, enviar a Jacob lejos de ella fue una decisión desgarradora, especialmente porque sabía que Jacob la dejaría por un tiempo impredecible. Por otro lado, la tristeza de Rebeca se debió al conocimiento de que Esaú estaba a punto de matar a Jacob.

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  • 3b.

    Esaú;

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    La tristeza de Rebeca con Esaú fue causada por la intención de Esaú de matar a su hermano, el hijo menor de Rebeca (Gn 27:42). Ambos, Esaú como Jacob, eran los hijos gemelos de Rebeca que el Señor le había dado en su esterilidad (Gn 25:21-24), pero en el camino de su vida, el mayor intentó eliminar al menor. Esta era la ironía que Rebeca, su madre, no podía aceptar.

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  • 4.

    Además de despedir a Jacob, ¿qué más le propuso Rebeca a Isaac?

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    Además de enviar a Jacob lejos de casa y lejos de Esaú, Rebeca también le propuso a Isaac buscar una mujer para Jacob. Ella explicó que no le gustaría que Jacob se casara con una de las mujeres locales (Gn 27:46).

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  • 5.

    ¿Qué pensó Rebeca acerca de las mujeres Esaú? ¿Por qué cree que le causó tanto dolor a Rebeca las mujeres hititas? Véase Lv 20:33.

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    Ante las mujeres de Esaú, Rebeca tuvo fastidio de su vida y sintió que no había más bien en ella (Gn 27:46). Según las Escrituras, el dolor de Rebeca hacia las hijas de Het podía ser causado por sus estilos de vida corruptos. El libro de Levítico menciona cómo el Señor detestaba las costumbres de los cananeos, como la perversión sexual que se cometía entre ellos (Lv 20:10-23). Por lo tanto, Rebeca le dijo a su marido, Isaac, que las costumbres y el estilo de vida de las hijas de Het, las que se quedaron con Rebeca, no habían causado nada bueno en su vida.

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  • 28:1-5

    6.

    ¿Cuáles fueron las órdenes de Isaac a Jacob?

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    Después de que Isaac llamó a Jacob, le ordenó que no tomara por mujer de las hijas de Canaán. Además, Isaac mandó a Jacob que fuera a Padan-aram, a casa de Betuel, suegro de Isaac, y que tomara por mujer de las hijas de Labán, hermano de Rebeca (Gn 28:1-2).

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  • 7a.

    ¿Cuáles fueron las bendiciones dadas a Jacob?

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    Antes de enviar a Jacob a Padan-aram, Isaac bendijo a Jacob diciendo: “Que el Dios omnipotente te bendiga, te haga fructificar y te multiplique hasta llegar a ser multitud de pueblos; que te dé la bendición de Abraham, y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que habitas, la que Dios dio a Abraham” (Gn 28:3-4).

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  • 7b.

    Compare el cambio de actitud de Isaac cuando bendijo a Jacob en Gn 27:27-29 con el de Gn 28:3-4. ¿Qué lección podemos aprender del cambio de actitud de Isaac?

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    En Gn 27:27-29, Isaac bendijo a su hijo por costumbre familiar de dar bendiciones al primogénito antes del día de su muerte (Gn 27:1-4). Cuando Isaac se dio cuenta de que Jacob lo había engañado para obtener las bendiciones del primogénito, Isaac se estremeció grandemente porque no era su intención bendecir a Jacob (Gn 27:33, 35). Pero en Gn 28:3-4, Isaac reconoció las bendiciones para Jacob. Aquí, Isaac incluso bendijo a Jacob las bendiciones que Dios le dio a Abraham. El reconocimiento de Isaac de las bendiciones de Jacob mostró que Isaac finalmente aceptó la profecía del Señor a Rebeca acerca de la supremacía del hijo menor sobre el mayor (Gn 25:23).

    El cambio de actitud de Isaac sirve como una lección importante para nosotros. Reconocer las bendiciones de Jacob, que se suponía que eran para Esaú, implicaba que Isaac debía dejar de lado su voluntad personal de favorecer a su primogénito, Esaú. La obediencia para aceptar la decisión de Dios no solo requiere la humildad para aceptar las malas acciones de uno, sino también la voluntad de seguir plenamente la voluntad de Dios aunque se contradiga con la propia.

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  • 28:6-9

    8.

    ¿En qué se diferenció la decisión de Esaú de elegir una mujer de la de Jacob?

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    Mientras que Esaú desagradó a su padre y a su madre en la elección de mujeres (Gn 28:8-9, 27:46), Jacob obedeció la instrucción de su padre y de su madre de tomar una mujer de entre las hijas del hermano de su madre en Padan-aram (Gn 28:6).

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  • 9a.

    ¿Qué hizo Esaú después de enterarse de la reacción de su padre hacia sus mujeres cananeas?

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    Cuando Esaú vio que las hijas de Canaán no agradaban a su padre Isaac (Gn 28:8), tomó para sí a Mahalat, hija de Ismael, hijo de Abraham, además de sus otras mujeres (Gn 28:9).

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  • 9b.

    ¿Por qué Esaú hizo tal acto?

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    Esaú tomó a la hija de Ismael, además de sus otras mujeres, para recuperar el favor de su padre, Isaac. Esaú vio que ahora Isaac le favorecía a Jacob, dándole las bendiciones de Abraham antes de que Jacob fuera enviado a Padan-aram (Gn 28:6-7). La bendición que se suponía que era para Esaú, ahora cayó sobre el mismo hermano que lo había engañado. Al tomar a Mahalat, la hija de Ismael, Esaú trató de demostrarle a Isaac, su padre, que ahora él también formaba parte de los descendientes de Abraham. Por lo tanto, debería tener derecho a las bendiciones de Abraham.

    Además, tanto Isaac como Rebeca tenían aversión a las mujeres de Esaú, que eran hijas de Canaán (Gn 28:8). Tomar a Mahalat, la hija de Ismael, para sí por mujer, que implicaba tener una mujer de su propia familia, fue un intento de Esaú de ganar el favor de su padre y de su madre.

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  • 9c.

    ¿Qué sintieron Isaac y Rebeca sobre la última decisión de Esaú?

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    Esaú tomó a Mahalat, la hija de Ismael, además de sus otras mujeres. Previamente, en Gn 21:10-12, Ismael y Agar, su madre, fueron expulsados por Abraham y no pudieron ser herederos con Isaac. Incluso cuando Abraham aún vivía, envió a los hijos de sus concubinas hacia las tierras del oriente, separándolos de su hijo Isaac (Gn 25:6). Ahora, Esaú hizo volver al descendiente de los expulsados a la morada del heredero prometido. A los ojos de Isaac y Rebeca, Esaú no solo se rebeló contra la decisión que Dios y Abraham habían tomado, sino también menospreció y despreció la advertencia y la razón de la expulsión.

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  • 28:10-15

    10.

    ¿Cuál fue el sueño de Jacob?

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    Jacob llegó a cierto lugar y se acostó en aquel lugar para dormir (Gn 28:11). Luego, Jacob tuvo un sueño: Vio una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo. Mientras los ángeles de Dios subían y descendían por ella, el Señor Dios estaba en lo alto de ella (Gn 28:12-13).

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  • 11a.

    ¿Cómo se presentó Dios a sí mismo a Jacob?

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    En el sueño de Jacob, el Señor se presentó a sí mismo diciendo: “Yo soy el Señor, el Dios de Abraham, tu padre, y el Dios de Isaac” (Gn 28:13).

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  • 11b.

    ¿Cuál fue el significado de la presentación del Señor a Jacob?

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    El Señor Dios se presentó a sí mismo a Jacob como el Señor Dios de Abraham, su padre, y el Dios de Isaac (Gn 28:13). El Señor se presentó de manera similar a Isaac en Gn 26:24. Ambos nombres estaban estrechamente relacionados con Jacob. Isaac era su padre y Abraham era su abuelo. El propósito de tal presentación era hacerle saber a Jacob que el Señor tenía una relación personal tanto con su padre como con su abuelo. De igual forma, mediante la presentación, el Señor quiere establecer una relación personal y un pacto con Jacob, tal como lo ha hecho con Abraham e Isaac.

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  • 12.

    ¿Cuáles fueron las promesas del Señor a Jacob?

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    Después de que el Señor se presentó a sí mismo a Jacob en su sueño, le prometió a Jacob que la tierra en la que se acostaba, Dios se la daría a él y a su descendencia. Además, el Señor le aseguró a Jacob que su descendencia sería como el polvo de la tierra y que se extendería al occidente y al oriente, al norte y al sur. Y todas las familias de la tierra serían benditas en él y en su simiente. Por otra parte, Dios le prometió a Jacob que estaría con él y lo guardaría dondequiera que fuera, y lo volvería a traer a esta tierra (Gn 28:13-15).

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  • 13a.

    ¿Cuál fue el significado del sueño en relación con las promesas de Dios a Jacob? Véase también Gn 17:7-8; Jn 1:51. La escalera;

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    Según Gn 28:12, la escalera estaba apoyada en tierra y su extremo tocaba en el cielo. Y el Señor estaba en lo alto de ella (Gn 28:13). La escalera se colocó en el lugar donde se había acostado Jacob, que se daría a él y a su descendencia. La escalera, que tenía su extremo tocando en el cielo y con el Señor estando en lo alto de ella, significa el establecimiento del pacto eterno entre Dios y Jacob y su descendencia. En otras palabras, a través del pacto, se estableció la conexión entre la tierra y el cielo. Jacob y su descendencia serían el pueblo de Dios y el Señor sería su Dios, tal como el Señor le había prometido a Abraham en Gn 17:7-8. Además, el evangelio de Juan menciona que la escalera representa al Señor Jesús que fue el cumplimiento del pacto entre Dios y su pueblo (Jn 1:51).

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  • 13b.

    Los ángeles de Dios que subían y descendían por ella;

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    Gn 28:12 narra cómo los ángeles, en el sueño de Jacob, subían y descendían por la escalera. En el evangelio de Juan, el autor describe cómo el Señor Jesús hizo referencia al sueño de Jacob y explicó que los ángeles subían y bajaban sobre el Hijo del Hombre (Jn 1:51). El ascenso y descenso de los ángeles significa que los ángeles están en su ministerio por mandato del Señor. En la promesa a Jacob, el Señor le aseguró que estaría con él y lo guardaría dondequiera que fuera (Gn 28:15). Las Escrituras también mencionan varias veces cómo el ángel del Señor es enviado por Dios para proteger, guardar (Ex 23:20) y acampar con el pueblo de Dios (Sal 34:7).

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  • 28:16-22

    14a.

    ¿Por qué Jacob no se dio cuenta de la presencia del Señor?

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    Cuando Jacob despertó de su sueño, se dio cuenta de que el Señor estaba en ese lugar pero él no lo sabía (Gn 28:16). El desconocimiento de Jacob de la presencia del Señor procedía de las condiciones en las que había caído. Aparte de ser enviado a buscar una esposa en Padan-aram, Jacob se vio obligado a abandonar su hogar y sus padres. Salió de su casa en soledad, con miedo de ser matado y con la culpa de haber engañado a su hermano. Además, Jacob salió de casa con las preocupaciones por el sustento de su propia vida, incluyendo la incertidumbre de la seguridad en su camino, de la comida que comería o de la ropa que usaría (Gn 28:20). Todo esto pasó a ser un obstáculo para que Jacob conociera la presencia y la guía del Señor en su vida.

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  • 14b.

    En nuestra vida, ¿bajo qué condiciones podríamos ignorar la presencia y la guía del Señor?

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    Las preocupaciones de la vida hicieron que Jacob desconociera la presencia del Señor. Del mismo modo, las preocupaciones y los problemas que enfrentamos en nuestra vida nos distraen de la promesa del Señor. El autor del evangelio de Lucas menciona que los afanes o las preocupaciones de la vida son como espinas que ahogan nuestra vida espiritual y nos impiden llevar fruto hasta la madurez (Lc 8:14). Por lo tanto, ahogarnos por las preocupaciones de la vida eventualmente puede sofocar nuestra espiritualidad, haciéndonos ignorar cualquier guía y providencia del Señor.

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  • 15.

    ¿Cómo llamó Jacob al lugar donde tuvo su sueño? ¿Por qué razones?

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    Cuando Jacob despertó de su sueño, tuvo miedo y dijo que el lugar era temible y que no era otra cosa que la casa de Dios, la puerta del cielo (Gn 28:17). Aquí, las palabras de Jacob mostraron que estaba lleno de asombro por el poder de Dios y de agradecimiento por la promesa de guía de Dios. Además, las palabras de Jacob reflejaron el sentido de consuelo del Señor por todas sus preocupaciones, cargas y problemas de la vida que llevó a lo largo de su viaje.

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  • 16a.

    ¿Qué hizo Jacob en ese lugar?

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    Cuando Jacob se dio cuenta de lo impresionante que era ese lugar, se levantó temprano de mañana y tomó la piedra que había puesto de cabecera. Luego, Jacob alzó la piedra por señal y derramó aceite encima de ella. Y a aquel lugar le puso por nombre Betel (Gn 28:18-19).

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  • 16b.

    ¿Por qué así lo hizo Jacob y qué podemos aprender de ello acerca de la fe y la adoración?

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    El hecho de que Jacob alzó la piedra por señal y puso por nombre a ese lugar la casa de Dios fue similar al acto de su padre, Isaac, y de su abuelo, Abraham. Cuando el Señor se le apareció a Isaac y lo fortaleció, Isaac edificó un altar e invocó el nombre del Señor (Gn 26:24-25). De modo similar, después de que el Señor se le apareció y le dio la promesa al abuelo de Jacob, Abraham, él edificó un altar e invocó el nombre del Señor (Gn 12:7-8). Mientras que Isaac lo hizo en su angustia, Abraham hizo el acto en medio de la incertidumbre de su viaje. Aquí, Jacob alzó la piedra y puso por nombre a ese lugar la casa de Dios en su temor y angustia, en medio de la desesperanza e la incertidumbre de su viaje y su futuro.

    En otras partes de la Biblia, también encontramos ejemplos de invocar el nombre del Señor en tiempos de angustia. Según el salmista, uno invoca al Señor cuando está en su angustia (Sal 18:6). El profeta Jeremías, en sus gemidos y clamores de ayuda, también invocó el nombre del Señor (Lam 3:55-56). En 1 Re 8:50-52, cuando los israelitas invocaban el nombre del Señor, presentaron su súplica y su necesidad por la compasión de Dios en sus vidas. Además, del ejemplo de Jabes en el libro de 1 Crónicas, el acto de invocar el nombre del Señor significa pedir la bendición y la guía de Dios (1 Cr 4:10). Por lo tanto, los actos de Jacob de alzar la piedra y poner por nombre a ese lugar la casa de Dios son reflejos de una relación personal con el Señor, al ser consolado y en agradecimiento por la guía del Señor que lo alivió de su angustia y de la desesperanza.

    Las obras de Jacob nos enseñan la importancia de establecer una relación personal con el Señor. La presentación del Señor a Jacob y la respuesta de Jacob hacia Él nos muestran que la adoración a Dios involucra una relación personal entre Dios y nosotros. Dios no solo conoce nuestra angustia e incertidumbre, sino también nos consolará y nos dará esperanza y guía en nuestros problemas. Sin embargo, la adoración a Dios requiere fe y confianza de nuestra parte en su promesa.

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  • 17a.

    ¿Cuáles fueron los votos de Jacob?

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    Después de que Jacob había tomado y alzado la piedra por señal, hizo un voto a Dios que constaba de tres partes. La primera parte consistía en la súplica de Jacob a la providencia de Dios: “Si va Dios conmigo y me guarda en este viaje en que estoy, si me da pan para comer y vestido para vestir” (Gn 28:20). Y la segunda parte consistía en la declaración de compromiso de Jacob con Dios: “Y si vuelo en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios” (Gn 28:21). Por último, la tercera parte consistía en la promesa de Jacob al Señor: “Y esta piedra que he puesto por señal será casa de Dios; y de todo lo que me des, el diezmo apartaré para ti” (Gn 28:22).

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  • 17b.

    Comparta sus “votos” personales o el compromiso que ha hecho con el Señor.

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