Contexto

Después de que el Señor dejó a Abraham, la narración cambió al sobrino de Abraham, Lot, que vivía en Sodoma. Mientras los ángeles del Señor anunciaron el juicio sobre la ciudad, ellos a su vez libraron a Lot y a su familia de la destrucción. El relato también nos enseña sobre el castigo de los malvados, la misericordia de Dios y los desafíos de la fe bajo la influencia de los valores mundanos.

Versículo clave

(19:13)

¿Sabía usted que...?

1. Sentado a la puerta (19:1): Entre los hebreos, la puerta de la ciudad era el lugar habitual para la resolución de disputas, las transacciones comerciales o las interacciones sociales. Probablemente se trataba de un arco con recovecos profundos donde se colocaban sillas para jueces o magistrados de la ciudad y asientos o bancas para que los ciudadanos hicieran sus negocios. ^[ref]
2. Zoar (19:22): El nombre original de la ciudad era Bela (Gn 14:2) y ahora se ha identificado con Zi’ara, en el extremo norte del lago en Ghor-el-Mezraa. ^[ref]
3. Toda la tierra de la llanura (19:28): Se cree comúnmente que las ciudades de la llanura estaban situadas en el extremo sur del Mar Muerto. ^[ref]
4. Los moabitas (19:37) ocuparon originalmente el territorio entre el Jaboc y el Arnón, pero luego fueron expulsados ​​por los amorreos al sur del Arnón. ^[ref]  Después de la conquista de los cananeos, los moabitas mantuvieron relaciones hostiles con los israelitas y con frecuencia los hostigaban en la guerra (Jue 3:12-30). Los moabitas también adoraban a Quemos, “ídolo abominable de Moab” (1 Re 11:7).
5. Los amonitas (19:38) eran el pueblo que ocupaba el territorio de Ar, el límite de Moab, también conocida como la tierra de los gigantes (Dt 2:18-20). Según el libro de 2 Samuel, los amonitas habitaron en Rabá hasta que todo Israel los derrotó (2 Sam 11:1). Los amonitas también eran adoradores de Moloc, “ídolo abominable de los hijos de Amón” (1 Re 11:7).

Esquema

• Los ángeles llegaron a Sodoma
  (19:1-14)
• Los ángeles salvaron a la familia de Lot
  (19:15-29)
• Las dos hijas de Lot
  (19:30-38)

Palabras/frases claves

azufre y fuego, beber vino, clamor, conservaremos descendencia, destruir, destruiré, Dios se acordó de Abraham, durmamos con él, el más joven hasta el más viejo, escapa, estatua de sal, juez, la misericordia de Jehová, los hombres que los hirieron con ceguera, no hagáis tal maldad, no mires atrás, pensaron que bromeaba, saca de este lugar todo lo que tienes en la ciudad, se demoraba

Análisis general

Análisis del segmento

• 19:1-14

  1a.

  ¿En qué se parece la reacción de Lot a la de su tío Abraham al recibir a los dos extraños?         Mostrar respuesta En Gn 18:2-5, Abraham se inclinó y dio la bienvenida a los tres varones con comida y leche para refrescarlos. De manera similar, Lot se inclinó hacia el suelo y dio la bienvenida a los dos extraños que llegaron a Sodoma. Incluso les ofreció pasar la noche en su casa (Gn 19:1-2). Ocultar respuesta

• 1b.

  ¿Por qué insistió Lot en que los huéspedes pasaran la noche en su casa?         Mostrar respuesta Lot conocía la maldad de los hombres de Sodoma (Gn 19:7). Cuando los huéspedes ya estaban dentro de la casa de Lot, todo el pueblo, todos los hombres de Sodoma rodearon la casa de Lot, exigiéndole que sacara a los huéspedes para que los conocieran carnalmente (Gn 19:4, 5). Según Gn 19:9, los hombres de Sodoma planearon tratar mal a los huéspedes. Imagínese si los huéspedes pasaran la noche en la calle, ¡cuánta maldad e iniquidad les habrían impuesto los hombres de Sodoma! Ocultar respuesta

• 2a.

  Cómo fue vista la ciudad de Sodoma a través de los ojos de: Lot;         Mostrar respuesta Él vio a Sodoma como un lugar inseguro para que un huésped pasara la noche en la plaza abierta de la ciudad (Gn 19:2-8). Lot también consideró a la gente de Sodoma como hombres de maldad (Gn 19:7). Ocultar respuesta

• 2b.	El Señor y los ángeles;         Mostrar respuesta El Señor escuchó que el clamor contra la ciudad de Sodoma y Gomorra se había hecho grande. Por tanto, el Señor había enviado a los ángeles para destruirla (Gn 19:13). Ocultar respuesta

• 2c.

  El autor de 2 Pe 2:6-11;         Mostrar respuesta El autor de 2 Pe 2:6-11 describe a los hombres de Sodoma y Gomorra como personas condenadas a destrucción y que dieron ejemplo a personas que vivirían impíamente (2 Pe 2:6). Él los describió como malvados que llevaban vidas sucias y como personas de hechos inicuos (2 Pe 2:7-8). Ocultar respuesta

• 3a.	Cómo veía la gente de Sodoma a: Lot;         Mostrar respuesta La gente de Sodoma consideraba a Lot un residente extraño. No les gustó que Lot “siguiera actuando como juez” y lo amenazaron con un trato mucho peor del que habían planeado para los dos ángeles (Gn 19:9). Ocultar respuesta

• 3b.	Los ángeles;         Mostrar respuesta La gente de Sodoma vio a los ángeles como objetos para satisfacer su lujuria carnal (Gn 19:5). Ocultar respuesta

• 4.

  ¿Quienes rodearon la casa de Lot? ¿Qué nos dice este comportamiento acerca de la naturaleza de los hombres de Sodoma?         Mostrar respuesta Las Escrituras nos dicen que todo el pueblo de la ciudad de Sodoma, tanto viejos como jóvenes, pequeños como grandes, rodearon la casa de Lot (Gn 19:4, 11). De la descripción, nos dice que todas las personas de la ciudad de Sodoma eran unánimes para obrar la maldad. Ocultar respuesta

• 5.

  ¿Por qué las Escrituras consideraron a Lot como un hombre justo a pesar de su decisión en Gn 19:8? Véase 2 Pe 2:7-8.         Mostrar respuesta El autor de 2 Pedro describe a Lot como un hombre justo (2 Pe 2:7). La consideración de la justicia de Lot se basa en la comparación con la conducta pervertida de los hombres de Sodoma, con quienes Lot habitaba entre ellos. Aunque Lot vivió entre los malvados de Sodoma, no siguió su maldad. El autor de 2 Pedro nos dice que Lot estaba abrumado por la conducta pervertida de los malvados y afligía cada día su alma justa viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos (2 Pe 2:7, 8). La aflicción de Lot está respaldada por el rechazo de los hombres de Sodoma que estaban siendo juzgados por su maldad hacia los huéspedes de Lot (Gn 19:9). Aunque no estaba justificado, la decisión de Lot de dar a sus dos hijas a los hombres de Sodoma fue el resultado de la opresión de los hombres inicuos de Sodoma. Ocultar respuesta

• 19:15-29

  6a.

  ¿A quiénes extendieron los ángeles la advertencia de la destrucción de Sodoma?         Mostrar respuesta Además de advertir a Lot, los ángeles también extendieron la advertencia de destrucción a toda persona relacionada con Lot: sus yernos, sus hijos, sus hijas y todo lo que tenía en la ciudad (Gn 19:12-14). Ocultar respuesta

• 6b.

  ¿Quiénes oyeron pero ignoraron la advertencia extendida por los ángeles?         Mostrar respuesta Cuando Lot escuchó la advertencia de los ángeles, salió y habló a sus yernos. Pero sus yernos pensaron que Lot bromeaba (Gn 19:14). Oyeron pero ignoraron la advertencia de un destino inminente. Ocultar respuesta

• 6c.	¿Quiénes se salvaron de la destrucción de Sodoma?         Mostrar respuesta Los ángeles asieron de la mano, a Lot, a su mujer y a sus dos hijas, y los sacaron y los pusieron fuera de la ciudad (Gn 19:16). Los ángeles liberaron a cuatro personas de la destrucción de Sodoma. Ocultar respuesta

• 7a.

  ¿Por qué Lot aún se demoró para escapar de Sodoma a pesar de que los ángeles le habían dicho que se diera prisa?               Mostrar respuesta La vacilación de Lot para salir de la ciudad de Sodoma pudo deberse a varias razones: La respuesta de los yernos; La noche en que Lot recibió la advertencia directamente de los ángeles, salió apresuradamente y les contó a sus yernos sobre la muerte inminente. Pero ellos pensaron que Lot estaba bromeando (Gn 19:13, 14). Avergonzado por la respuesta de broma de los yernos, Lot se negó a convertirse en el hazmerreír. Lot quería mantener su orgullo frente a los yernos. Por lo tanto, Lot dudó en salir de la ciudad de Sodoma. Ocultar respuesta

• 7b.

  El futuro de sus dos hijas;         Mostrar respuesta Gn 19:14 dice que los yernos de Lot se habían casado con sus dos hijas. Escapar de Sodoma sin sus yernos significaba que Lot pondría en peligro el matrimonio de sus dos hijas. Dejar de repente a sus esposos legítimamente casados no solo haría que las dos hijas tuvieran que enfrentar un estigma social, sino que también haría que el padre de las hijas, Lot, quien inició el escape, tuviera que hacer frente a la presión social. Ocultar respuesta

• 7c.

  La casa de Lot;         Mostrar respuesta Cuando Lot se separó de Abram, puso sus tiendas hasta Sodoma (Gn 13:12). Pero ahora en Sodoma, Lot estaba viviendo en una casa (Gn 19:2). Pasar de un estilo de vida nómada a un estilo de vida asentado y volver a un estilo de vida nómada era algo que Lot no esperaba en su vida. Ocultar respuesta

• 7d.

  La posición de Lot en la puerta de Sodoma;         Mostrar respuesta Aunque Lot era extranjero y forastero, ahora podía sentarse a la puerta de Sodoma actuando como juez de los ciudadanos de Sodoma (Gn 19:1, 9). Salir de la ciudad de Sodoma significaba que Lot tendría que dejar su estatus, su reconocimiento y su posición adquirida en esa ciudad. Ocultar respuesta

• 7e.

  El tesoro del corazón de Lot;         Mostrar respuesta Lot dudaba en escapar de Sodoma porque su corazón estaba en Sodoma. Para Lot, Sodoma fue la culminación de su logro a lo largo de su vida. En Gn 19:17, el Señor advirtió a Lot: “No… te detengas en ningún lugar de esta llanura”. Pero en Gn 13:10-11, el autor narró cómo Lot vio “toda la llanura del Jordán” y “escogió para sí toda la llanura del Jordán”. Aunque Lot “habitó en las ciudades de la llanura”, finalmente se mudó a Sodoma (Gn 13:12). Cuando el Señor le ordenó que escapara a los montes, Lot se negó rotundamente (Gn 19:19) y le rogó al Señor que lo enviara a una pequeña ciudad en la llanura (Gn 19:20). Incluso en una cuestión de vida o muerte (Gn 19:17), Lot todavía negoció con el Señor y ancló su corazón en la ciudad de la llanura. Ocultar respuesta

• 8a.

  Compare la reacción de los yernos de Lot ante el juicio de Sodoma con la reacción de los ninivitas ante su juicio. Véase también Jonás 3.         Mostrar respuesta El libro de Génesis nos cuenta que cuando llegó la hora de acostarse antes de que amaneciera, Lot salió y habló a sus yernos, y les dijo que se levantaran porque el Señor destruiría la ciudad (Gn 19:4, 14). Tal advertencia, dada por Lot con urgencia en medio de la noche, mostró que la condenación inminente era seria y estaba cerca. Pero los yernos de Lot pensaron que bromeaba. En otras palabras, los yernos no creyeron o ignoraron deliberadamente la advertencia de Dios sobre el juicio de Sodoma. En el libro de Jonás, el profeta Jonás advirtió a los ninivitas sobre la condenación inminente de que la gran ciudad de Nínive sería derrocada. Al escuchar una advertencia tan severa de un extraño, en lugar de burlarse o ignorar las palabras del profeta, los ninivitas creyeron en Dios. Proclamaron ayuno y se vistieron con ropas ásperas, desde el mayor hasta el más pequeño de ellos. Cuando el rey de Nínive se enteró de la profecía, se cubrió de ropas ásperas y se sentó sobre ceniza. También proclamó que todos los hombres y animales deberían cubrirse con ropas ásperas mientras clamaran fuertemente a Dios y se convirtieran de su mal camino y de la violencia a fin de que no perecieran (Jon 3:4-9). Ocultar respuesta

• 8b.

  ¿Qué podemos aprender de la reacción contrastante entre los yernos de Lot y los ninivitas ante la advertencia de una condenación inminente?         Mostrar respuesta Tanto los sodomitas como los ninivitas recibieron la advertencia de su condenación inminente, pero reaccionaron de manera diferente. Mientras los sodomitas se burlaron del juicio, los ninivitas se arrepintieron completamente de sus malas obras y clamaron por la misericordia de Dios. De manera similar, el Señor, a través de las Escrituras, nos ha advertido hoy sobre su venida y la destrucción física de este mundo (2 Pe 3:10). Por un lado, las Escrituras nos advierten que en los últimos días vendrán burladores que andan según sus propias pasiones y desprecian deliberadamente las palabras del Señor (2 Pe 3:3-5). Por otro lado, nosotros como creyentes debemos andar en santa y piadosa manera de vivir y procurar con diligencia ser hallados por el Señor en paz (2 Pe 3:11, 14). En otras palabras, las dos reacciones entre los burladores y los arrepentidos nos enseñan que si seguimos viviendo en nuestros deseos pecaminosos, aunque ya sabemos de antemano acerca de la destrucción venidera, no somos diferentes de los burladores que ignoran deliberadamente las palabras de Dios y serán juzgados. Por lo tanto, debemos considerar la paciencia del Señor como nuestra salvación y una oportunidad para llegar al arrepentimiento. Ocultar respuesta

• 9a.

  Compare la actitud del patriarca Abraham hacia la destrucción de Sodoma con la actitud del profeta Jonás hacia el juicio de Nínive. Véase también Jonás 3 y 4.         Mostrar respuesta Después de recibir del Señor la advertencia de juicio con respecto a las ciudades pecadoras, tanto el patriarca Abraham como el profeta Jonás fueron a ver el destino de las ciudades. Sin embargo, los dos se fueron con motivos diferentes. Abraham fue temprano por la mañana para ver el destino de Sodoma y Gomorra, con la esperanza de que el Señor hubiera perdonado a la ciudad debido al justo que habitaba en ella (Gn 18:22-25). En cambio, Jonás salió de la ciudad y acampó hacia el oriente de ella, para ver qué sucedería en la ciudad (Jon 4:5). No se compadeció de los ninivitas y esperaba que Dios los destruyera. Así que cuando Dios se arrepintió después de ver el arrepentimiento de los ninivitas, Jonás insistió en su derecho a estar enojado con Dios, hasta la muerte (Jon 3:10, 4:9). Ocultar respuesta

• 9b.

  ¿Qué podemos aprender de las diferentes actitudes del patriarca Abraham y del profeta Jonás hacia las ciudades juzgadas acerca del juicio y el arrepentimiento?         Mostrar respuesta En ambos casos, el Señor iba a ejecutar su juicio sobre la ciudad de Sodoma y la ciudad de Nínive por su maldad. Mientras que el profeta Jonás esperaba la destrucción de los ninivitas a pesar de su sincero arrepentimiento y clamor a Dios, el patriarca Abraham rogó al Señor por la liberación de Sodoma y su justo juicio de no destruir a los justos junto con los impíos. El profeta Jonás esperaba ver la caída de aquellos que fueron juzgados por el Señor, pensando que los ninivitas lo merecían a causa de sus actos pecaminosos. Por el contrario, el patriarca Abraham no esperaba la destrucción de Sodoma, sino que rogó al Señor que perdonara a los impíos a causa de los justos. Estas dos actitudes diferentes del profeta Jonás y el patriarca Abraham nos enseñan acerca de nuestra actitud hacia el juicio y el arrepentimiento. Cuando las calamidades les suceden a otros, no debemos sentir que son más pecadores que los demás. En el evangelio de Lucas, el Señor Jesús nos recuerda una vez que no pensemos que los que sufrieron o murieron son más pecadores que los demás. De lo contrario, si no nos arrepentimos de nuestras malas obras, también sufriremos la misma consecuencia y pereceremos como ellos (Lc 13:1-5). Por lo tanto, el juicio que cae sobre otras personas también caerá sobre nosotros si no nos arrepentimos de acuerdo con el camino de Dios. Ocultar respuesta

• 10.

  ¿Por qué nos advirtió el Señor Jesús que nos acordáramos de la esposa de Lot? Véase también Lc 17:31-33.         Mostrar respuesta Antes de que el Señor destruyera la ciudad de Sodoma, los ángeles ya habían advertido a Lot y a su familia que escaparan y no miraran atrás, no fuera que perecieran. Pero al escapar, la esposa de Lot miró atrás y se volvió estatua de sal (Gn 19:17, 25-26). En el evangelio de Lucas, el Señor Jesús nos advierte que nos acordemos de la mujer de Lot para no llegar a ser como ella (Lc 17:32). En el libro de Génesis, la esposa de Lot fue liberada por los ángeles de la destrucción de Sodoma. Pero al final, fue destruida porque desobedeció deliberadamente la advertencia de los ángeles y miró hacia Sodoma. Ella fue salvada de la destrucción, pero su corazón todavía añoraba a Sodoma y todo lo que había en ella. En el evangelio de Mateo, el Señor Jesús dice: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mt 6:21). Aquí, el Señor Jesús nos advierte que si nos enfocamos solo en acumular tesoros en la tierra y no en los tesoros del cielo, entonces nuestro corazón, nuestro enfoque de vida, será en las cosas terrenales y no en las cosas celestiales. Por lo tanto, el Señor Jesús continúa diciendo : “Todo el que procure salvar su vida, la perderá, y todo el que la pierda, la salvará” (Lc 17:33). Al mirar hacia atrás, hacia la Sodoma destruida, la esposa de Lot buscó salvar su vida en Sodoma: los tesoros, el estatus, el medio ambiente y el estilo de vida. Pero al final, perdió la vida porque se volvió estatua de sal. La advertencia del Señor Jesús en el evangelio de Lucas nos sirve de recordatorio. El Señor Jesús compara el juicio de Sodoma con el día de la venida del Hijo del Hombre (Lc 17:29-30). Al prepararnos para su venida, nosotros, los que somos llamados y liberados de la condenación del pecado, no debemos mirar hacia atrás, a nuestro estilo de vida mundano y a los tesoros en esta tierra, sino que debemos poner nuestro corazón en las cosas celestiales. Si dejamos atrás la vida del mundo, podremos preservar nuestra vida para el reino celestial. Ocultar respuesta

• 11.

  Según el profeta Ezequiel, ¿por qué destruyó el Señor la ciudad de Sodoma? Véase también Ez 16:49.         Mostrar respuesta El autor del libro de Ezequiel describió varias razones por las que el Señor destruyó la ciudad de Sodoma. Primero, el profeta Ezequiel menciona la iniquidad de Sodoma, como el orgullo, la altivez y las abominaciones ante el Señor. Segundo, la ciudad no fortaleció la mano del afligido y del necesitado aunque tenían pan de sobra y abundancia de ocio (Ez 16:49-50). Ocultar respuesta

• 12a.

  A partir de Gn 19:15-30, compare las respuestas sucesivas de Lot con las advertencias sucesivas de los ángeles.         Mostrar respuesta En la primera instancia, los ángeles instaron a Lot a darse prisa y llevar a su esposa y sus dos hijas a salir de Sodoma para evitar el castigo de la ciudad. Pero Lot se demoró, por lo que los ángeles agarraron las manos de Lot y sus familias y los sacaron de la ciudad (Gn 19:15-16). Luego, los ángeles le dijeron a Lot que no se detuviera en ninguna parte de la llanura sino que escapara al monte. Sin embargo, Lot insistió en huir a una pequeña ciudad llamada Zoar, por temor al mal en las montañas (Gn 19:17-19). Finalmente, los ángeles escucharon su súplica de escapar a Zoar y le dijeron que huyera allí. Sin embargo, Lot y sus dos hijas subieron más tarde de Zoar y habitaron en el monte, en una cueva, debido a su temor de quedarse en Zoar (Gn 19:21-22, 30). Ocultar respuesta

• 12b.

  ¿Qué podemos decir de la fe de Lot a través de las respuestas sucesivas a los ángeles?         Mostrar respuesta A través de las respuestas sucesivas de Lot a los ángeles, podemos aprender varias cosas sobre la fe de Lot. Primero, la vacilación de Lot para actuar, después de escuchar la insistencia de los ángeles de salir de Sodoma, refleja su duda ante la advertencia de los ángeles de la destrucción de la ciudad. En segundo lugar, el temor de Lot al mal en las montañas y el miedo de quedarse en Zoar reflejan su incredulidad hacia la providencia del Señor para su vida. Ocultar respuesta

• 19:30-38

  13.

  Compare el consumo de vino de Lot en Gn 19:32 con el de Noé en Gn 9:21. ¿Cómo se vieron afectadas sus vidas por el vino?         Mostrar respuesta En el libro de Gn 9:21, después de que Noé sobrevivió al diluvio, comenzó a labrar la tierra y plantó una viña. Bebió vino y se embriagó. A causa de la embriaguez de Noé, se desnudó en medio de su tienda y su hijo menor vio su desnudez (Gn 9:22). Luego, en el libro de Gn 19:32, después que Lot escapó de la lluvia de azufre y fuego del Señor que destruyó la ciudad de Sodoma y toda la tierra de la llanura, Lot habitó en una cueva con sus hijas. Por la noche, Lot bebió vino y sin saberlo se acostó con sus dos hijas que luego concibieron de él (Gn 19:33, 35-36). Ocultar respuesta

• 14a.

  ¿Qué dicen las Escrituras acerca del incesto? Véase Lv 18:6, 26-29.         Mostrar respuesta Con respecto a la relación sexual entre un padre y su hija, el libro de Lv 18:6 dice: “Ningún hombre se llegue a parienta próxima alguna para descubrir su desnudez”. El Señor advirtió a los israelitas que no se contaminaran con las abominaciones de la tierra de Egipto y de la tierra de Canaán (Lv 18:3). Según el libro de Levítico, cualquier persona que haga tales abominaciones, será eliminada de entre su pueblo (Lv 18:29). Ocultar respuesta

• 14b.

  Según Gn 19:34, ¿cuál fue la razón que usó la hija mayor de Lot para justificar su acto de acostarse con su propio padre?         Mostrar respuesta Para justificar su acto de acostarse con su propio padre, la hija mayor influyó en su hermana menor con la razón de conservar de su padre descendencia. Como no quedaba hombre en la tierra que se uniera a ellas, conforme a la costumbre de toda la tierra, entonces la hija mayor dijo a la menor que debían conservar descendencia a través del único hombre que habitaba con ellas: su propio anciano padre (Gn 19:31-32). Ocultar respuesta

• 14c.

  A partir de las obras de las hijas de Lot, ¿qué puede aprender acerca de la influencia mundana y la vida espiritual? Véase también 1 Jn 2:16 y Ro 12:2.         Mostrar respuesta Las obras de las dos hijas de Lot, las de acostarse con su propio padre para conservar descendencia, reflejaron sus vidas sin fe y sin Dios. Las obras de las dos hijas de Lot nos enseñan varias cosas. Vivir en el mundo significa que nos enfrentamos constantemente a modales y costumbres impíos del mundo. Pero el autor del libro de 1 Juan nos recuerda que el mundo consiste en los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida (1 Jn 2:16). Por eso, el apóstol Pablo en su carta a los Romanos exhorta al lector a no conformarse a este mundo (Ro 12:2). Además, el autor del libro de 1 Juan nos advierte que si amamos al mundo, entonces el amor del Padre no está en nosotros (1 Jn 2:15). En otras palabras, las palabras de Dios no permanecen en nosotros y somos incapaces de comprobar cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (1 Jn 2:14; Ro 12:2). Conformarnos y amar al mundo afectará nuestra vida espiritual, incapacitándonos para discernir lo que está bien y lo que está mal y obstaculizándonos para poner nuestra esperanza y confianza en Dios. Ocultar respuesta