Contexto

Cuando Lot dejó a Abram con la tierra menos fértil, el Señor le prometió a Abram que su descendencia sería como el polvo de la tierra y que toda la tierra que viera se la daría a él y a su descendencia. En la siguiente sección, el Señor no solo volvió a confirmar sus promesas a Abram a través de un pacto, sino que también le dijo profecías específicas sobre su descendencia y la tierra. La reacción de Abram en este pasaje nos enseña a tener fe y a creer en las promesas invisibles, lejanas y aún no recibidas.

Versículo clave

(15:6)

¿Sabía usted que...?

  1. Heredero (15:3): En caso de que una familia no tuviera heredero varón, era posible que un sirviente fuera legalmente adoptado como heredero, como se establece particularmente en un texto de Larsa de la antigua Babilonia. Esto probablemente habría sido una opción de último recurso, ya que significaría la reasignación de propiedad a una persona (y su línea) que era (1) originalmente un sirviente o fiador, y (2) no un pariente consanguíneo. [ref]

Esquema

  • La promesa de Dios a Abram
  • La realización del pacto
  • Las profecías de los descendientes de Abram

Análisis del segmento

  • 15:1-6

    1.

    ¿Por qué vino la palabra de Jehová a Abram después de “estas cosas”?

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    En el versículo 1, “estas cosas” se refiere al evento pasado que Abram tuvo que enfrentar. En el capítulo anterior, debido a la captura de Lot, Abram se vio “obligado” a luchar contra los cuatro reyes, incluyendo el rey Quedorlaomer (Gn 14:15). Las acciones de Abram, como un inmigrante, podrían haber provocado odio y venganza de los cananeos nativos de los alrededores. La palabra de Jehová a Abram después de estos hechos sirvió de consuelo al temor de Abram. El Señor le confirmó a Abram que Él era su escudo y su recompensa sería muy grande (Gn 15:1).

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  • 2.

    ¿De qué tenía miedo Abram?

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    Abram tenía miedo de quedarse sin hijos, sin heredero de su propio cuerpo, durante el resto de su vida (Gn 15:2-3). También tenía miedo por la incertidumbre de si heredaría o no la tierra (Gn 15:7-8) que el Señor le había prometido cuando estaba en Siquem (Gn 12:6-7).

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  • 3a.

    ¿Qué significa “tu escudo” para Abram?

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    El escudo se usa para protegerse del ataque que hará daño a uno mismo. Para Abram, “tu escudo” implicaba que el Señor le daría personalmente la garantía de protegerlo del temor que le había sobrevenido, su problema de no tener hijos y su preocupación por la incertidumbre de la tierra de la herencia (Gn 15:1-8).

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  • 3b.

    Según las Escrituras, ¿qué significa la frase “Jehová es tu escudo”? Véase Pr 2:7; Sal 3:3, 18:30 y 2 Sam 22:3. En tiempo de Moisés: Véase Dt 33:29.

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    Para Moisés, la frase “Jehová es tu escudo” significaba la ayuda de Dios frente a los enemigos. En Dt 33:29, Moisés dio sus dichos acerca de Israel que el Señor sería su escudo y su ayuda frente a los enemigos. Siendo el Señor el escudo de su pueblo, los enemigos se humillaron ante ellos y su pueblo también pisotearon los lugares altos de los enemigos. De esta manera, el pueblo de Dios estuvo feliz y a salvo.

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  • 3c.

    En el tiempo de David: Véase 2 Sam 22:3, 31, 36; Sal 3:3, 84:11.

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    Para David, la frase “Jehová es tu escudo” tenía varios significados. Primero, el libro menciona cómo el rey David dirigió al Señor las palabras de un cántico el día que el Señor lo libró de manos de Saúl y de todos sus enemigos. El rey David consideró al Señor como su escudo porque lo había librado de la violencia, y era su roca, su confianza, su fortaleza, su salvación y su refugio (2 Sam 22:3, 31, 36). El Señor como escudo de David también significaba que el Señor era su gloria y el que levantaba su cabeza (Sal 3:3). Además, significaba para David que el Señor Dios no quitaría el bien a los que habían andado en integridad (Sal 84:11).

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  • 3d.

    En tiempos de Salomón: Véase Pr 2:7-9, 30:5-6.

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    Para Salomón, la frase “Jehová es tu escudo” significaba que Dios “guarda las veredas” de “los que caminan rectamente” (Pr 2:7-8). Entonces, quien estuviera protegido por Dios podría discernir “equidad y todo buen camino” (Pr 2:9). Además, para Salomón, “Jehová es tu escudo” significaba que uno podía confiar completamente en la pureza de la palabra de Dios (Pr 30:5) y en ella no había engaño (Pr 30:6).

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  • 3e.

    Comparta una experiencia en la que Dios haya sido su escudo.

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  • 4a.

    ¿Cuál es el significado de la frase “tu recompensa será muy grande” para Abram? Véase también Sal 127:3 y Gn 30:17-18.

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    La frase, “Tu recompensa será muy grande”, que el Señor le dijo a Abram sirve como una confirmación del temor que tenía Abram de quedarse sin hijos. En el Antiguo Testamento, la palabra “recompensa” puede usarse para referirse al fruto del vientre o a los hijos de Dios. Los salmistas dicen que “los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa” (Sal 127:3, NVI). Además, el libro de Génesis registra que Dios oyó a Lea y le dio la recompensa, Isacar, el quinto hijo que Lea concibió y dio a luz a Jacob (Gn 30:17-18). Por lo tanto, el Señor no solo le daría un hijo y un heredero a Abram como recompensa, sino que haría que ésta fuera una nación muy grande (Gn 12:2).

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  • 4b.

    Comparta una experiencia en la que Dios haya sido una gran recompensa para ti.

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  • 5.

    ¿Cómo consoló Dios y le aseguró a Abram que no se quedaría sin hijos?

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    El Señor consoló a Abram al reafirmarle que Eliezer, el damasceno, no sería su heredero, sino uno que saldría de su propio cuerpo sería su heredero (Gn 15:4). Además, el Señor le aseguró llevándolo fuera para que mirara los cielos y contara las estrellas, si las podía contar. Tal como las estrellas que son innumerables, también “así será la descendencia [de Abram]” (Gn 15:5).

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  • 6.

    ¿Cuál fue la reacción de Abram ante la reafirmación del Señor? Véase también Heb 11:11.

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    Ante la reafirmación, Abram creyó al Señor (Gn 15:6). El libro de Hebreos explica que Abram creyó que el Señor, quien le había prometido, era fiel. Aunque Sarai ya había pasado la edad, ambos recibieron fuerza para concebir la simiente prometida (Heb 11:11).

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  • 7a.

    ¿Cómo la fe de Abram le fue contada por justicia? Véase Ro 4:18-21.

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    La fe de Abram le fue contada por justicia cuando no había base para creer y esperar la promesa dada. El apóstol Pablo describió la fe de Abram de la siguiente manera: Primero, Abram creyó y esperó las cosas que no eran como si ya existieran (Ro 4:18-19). Segundo, su fe no se debilitó, tampoco dudó por incredulidad de la promesa de Dios. Aunque tenía casi cien años y la matriz de Sara ya estaba muerta, no consideró estos factores como un obstáculo. De hecho, Abram estaba plenamente convencido de que el Señor era poderoso para hacer todo lo que había prometido (Ro 4:19-21). La fe de Abram, junto con la de Sara, se mostró a través de sus obras, al continuar concibiendo la simiente prometida (Heb 11:11).

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  • 7b.

    Hoy, ¿cómo nuestra fe nos es contada por justicia?

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    Según el apóstol Pablo, nuestra fe nos es contada por justicia cuando “creemos en aquel que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación” (Ro 4:24-25). La justicia imputada se debe a la creencia de que nuestro Señor Jesús fue entregado por nuestros pecados. Aunque personalmente no presenciamos la crucifixión o la resurrección de nuestro Señor Jesús, creemos que resucitó de entre los muertos.

    Además, la justicia imputada se debe a la fe mediante nuestras obras. Puesto que el Señor fue entregado por nuestras transgresiones, debemos vivir para Cristo y no para nosotros mismos (2 Co 5:15). Como lo hizo Abram, tampoco debemos hacer vacilar nuestra fe en sus promesas a causa de la incredulidad. Por ejemplo, la epístola de 2 Pedro explica que había personas que dudaron de la promesa de la venida del Señor. Pero el apóstol Pedro anima a los creyentes a no vacilar en su fe (2 Pe 3:4, 9).

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  • 15:7-11

    8.

    ¿Cuál fue el significado de las palabras del Señor a Abram en el versículo 7?

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    El Señor le dijo a Abram: “Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos para darte a heredar esta tierra” (Gn 15:7). Esto implicaba que Dios lo iba a guiar a lo largo del camino hasta la tierra de Canaán. Aunque Abram era un inmigrante, el Señor le recordó que no necesitaba temer. De hecho, Dios le prometió a Abram que heredaría la tierra que no era suya.

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  • 9.

    ¿Cómo confirmó Dios a Abram su promesa?

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    El Señor confirmó su promesa a Abram diciéndole que trajera una becerra de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un palomino (Gn 15:9). A través de estas ofrendas, el Señor hizo un pacto con Abram y enfatizó que la tierra de la herencia sería dada a los descendientes de Abram (Gn 15:18-21).

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  • 10.

    Enumere de las Escrituras el uso de tales animales en las ofrendas. Véase también Gn 22:13; Ex 29:18; Lv 1:14, 5:7, 15, 8:18; Nm 15:27 y Dt 21:1-4.

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    Según las Escrituras, los animales mencionados en la ofrenda de Abram: la becerra, la cabra, el carnero, la tórtola y el palomino, también se usaban para holocaustos (Gn 22:13; Ex 29:18; Lv 1:14, 8:18), ofrendas para la expiación (Lv 5:7; Nm 15:27), ofrendas por la culpa (Lv 5:15) y expiación por la culpa de la sangre inocente (Dt 21:1-4).

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  • 15:12-21

    11a.

    A la caída del sol, ¿qué le pasó a Abram?

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    A la caída del sol cayó sobre Abram un profundo sopor, y el temor de una gran oscuridad cayó sobre él (Gn 15:12).

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  • 11b.

    ¿Qué significan las cosas que le habían sucedido a Abram? Véase también Is 8:22 y Ex 15:16.

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    En el libro de Isaías, la oscuridad significa tribulación y angustia (Is 8:22). De manera similar, la gran oscuridad que cayó sobre Abram implicaba la tribulación y la angustia que los descendientes de Abram experimentarían en Egipto (Gn 15:13). Más adelante, el libro del Éxodo nos dice que los hijos de Israel gimieron a causa de la servidumbre y clamaron a Dios (Ex 2:23).

    Además, el libro del Éxodo menciona cómo el temor implica el sentimiento de temblor y espanto que se experimenta ante la grandeza del brazo de Dios (Ex 15:16). De manera similar, el temor que cayó sobre Abram indicaba el temblor y espanto del juicio de Dios sobre Egipto (Gn 15:14). El libro del Éxodo narra cómo, en tiempos de Moisés, el Señor extendería su mano y heriría a Egipto con todas sus maravillas (Ex 3:20).

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  • 12a.

    ¿Cuáles fueron las profecías del Señor para Abram durante su sueño profundo? Sobre su descendencia.

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    Los descendientes de Abram habitarían en tierra ajena, serían esclavos allí y serían oprimidos durante cuatrocientos años (Gn 15:13).

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  • 12b.

    Sobre la nación que sus descendientes servirían.

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    La nación, a la cual servirían los descendientes de Abram, sería juzgada por el SEÑOR; y después de esto, sus grandes riquezas serían entregadas a los descendientes de Abram a medida que salieran de ella (Gn 15:14).

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  • 12c.

    Sobre él mismo.

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    Abram se reuniría en paz con sus padres y sería sepultado en buena vejez (Gn 15:15).

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  • 12d.

    Sobre los amorreos.

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    Una vez que hubiera llegado a su colmo la maldad de los amorreos, el Señor haría que la cuarta generación de los descendientes de Abram volviera a poseer la tierra de los amorreos (Gn 15:16).

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  • 13.

    ¿Cuáles fueron los pecados de los amorreos? Véase Lv 18:3, 22-25; Dt 18:9-12 y 2 Re 21:1-11.

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    Antes de que los hijos de Israel entraran en la tierra de Canaán, el Señor le dijo a Moisés que les diera sus estatutos y ordenanzas para que guardaran, y que no hicieran ninguna de las abominaciones que hacían los habitantes de la tierra de Canaán, de los cuales los amorreos eran uno de ellos (Lv 18:3, 24-30; Gn 15:21).

    Las obras y ordenanzas de los habitantes de la tierra de Canaán fueron las siguientes: Primero, el autor del libro de Levítico advirtió a los israelitas que no siguieran “las obras de la tierra de Canaán” ni anduvieran en “sus ordenanzas” (Lv 18:3). La abominación y la perversión que el Señor prohibió a los hijos de Israel seguir fueron el acto de acostarse con un varón como con una mujer y el acto de tener ayuntamiento con cualquier animal (Lv 18:22-23).

    Segundo, el libro de Deuteronomio explica cómo el Señor prohibió a los hijos de Israel aprender a hacer según las abominaciones de aquellas naciones cuando “[los israelitas] entraran a la tierra” (Dt 18:9). Según el libro de Deuteronomio, las abominaciones mencionadas de esas naciones eran sacrificar al hijo o a la hija en el fuego, practicar adivinación, brujería o hechicería, hacer conjuros, servir de médium espiritista y consultar a los muertos (Dt 18:10-11).

    Tercero, el autor de 2 Reyes narró cómo el Señor Dios castigó a su pueblo porque Manasés, el rey de Judá, había cometido las abominaciones y obrado “peor que todo lo que hicieron los amorreos que le precedieron” (2 Re 21:11). Las malas obras que hizo Manasés fueron las siguientes: Reedificar los lugares altos para Baal, hacer una imagen de Asera, adorar y servir a todo el ejército de los cielos, edificar altares para todo el ejército de los cielos en la casa de Jehová, poner una imagen de Asera e induciendo a los hijos de Israel a “obrar peor que las naciones que Jehová había destruido” (2 Re 21:3-9).

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  • 14.

    ¿Cuándo y cómo estableció el Señor su pacto con Abram?

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    Cuando se puso el sol y todo estaba oscuro, apareció un horno humeante y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. Aquel día, el Señor hizo un pacto con Abram (Gn 15:17-18).

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  • 15a.

    ¿Cuál era el contenido del pacto del Señor con Abram?

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    El contenido del pacto del Señor era dar a los descendientes de Abram una tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el Éufrates: la tierra de los ceneos, la tierra de los cenezeos, la tierra de los cadmoneos, la tierra de los heteos, la tierra de los ferezeos, la tierra de los refaítas, la tierra de los amorreos, la tierra de los cananeos, la tierra de los gergeseos y la tierra de los jebuseos (Gn 15:18-21).

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  • 15b.

    ¿Cuándo se cumplió el pacto?

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    El pacto del Señor se cumplió cuando el Señor señaló los límites de la tierra de Canaán a Moisés como herencia de los israelitas en el libro de Números (Nm 34:1-12).

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  • 15c.

    Según el libro de Hebreos, ¿cuál fue la reacción de Abraham al saber que la tierra de la herencia no se le daría durante su vida? Véase Heb 11:13-16.

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    En el libro de Génesis, el Señor le dijo a Abram que en la cuarta generación regresarían a la tierra prometida. Pero Abram se reuniría en paz con sus padres y sería sepultado en buena vejez (Gn 15:15, 16). Por lo tanto, a tal punto Abram sabía que en su vida no recibiría la Tierra Prometida. El libro de Hebreos explica además que aunque Abram no recibió las promesas, las había visto de lejos y estaba seguro de ellas. Si Abram hubiera estado pensando en aquella patria de donde salió, ciertamente habría tenido tiempo de volver. Pero anhelaba una mejor, es decir, una patria celestial (Heb 11:13-16). En otras palabras, Abram tuvo la oportunidad de regresar a su país de origen si así lo deseaba, sin embargo permaneció como un extranjero y creyó en la promesa de Dios, aceptando de buena gana el hecho de no recibir la tierra en su vida.

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  • 15d.

    ¿Cuáles fueron las promesas “lejanas” de Dios en su vida? ¿Cómo aprende usted de Abram al aferrarse a tales promesas?

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