Contexto

En el último capítulo, aprendimos cómo el derramamiento del Espíritu Santo resultó en el establecimiento de la iglesia. También vimos cómo la iglesia primitiva estaba llena de vitalidad y crecía día a día. El pasaje de esta lección registra un milagro que encendería la segunda fase para el crecimiento de la iglesia. Este poderoso milagro proveyó a Pedro la oportunidad para testificar del Señor ante la gente de Jerusalén. Como resultado del milagro y el subsecuente mensaje de Pedro, más de cinco mil personas se unieron a la iglesia.

Versículo clave

(3:6, 3:19)

¿Sabía usted que...?

1. La Hora Novena (3:1) las 3 p.m. Los judíos oraban tres veces al día: 1) temprano en la mañana, en conexión con el sacrificio matutino; 2) en la hora novena, en conexión con el sacrificio de la tarde; y 3) al ocaso del sol o previo al anochecer.
2. La puerta…llamada Hermosa (3:2) la entrada favorita a la corte del Templo. Conducía de la corte de los gentiles a la corte de las mujeres. Josefo la llama puerta de Nicanor y describe que era maravillosamente rica y hermosa (Jos. Ant. 15:11). Los desvalidos eran colocados en las puertas para recibir limosna de las multitudes que entraban a adorar. [ref]
3. El pórtico de Salomón (3:11) “era una estructura magnífica en el lado este del Templo. El recuento que dejó Josefo de esto es lo siguiente: ‘había un pórtico fuera del Templo, que veía al valle profundo, apoyado sobre muros de cuatrocientos codos, hechos de cuatro piedras cuadradas, muy blancas; la longitud de cada piedra era de veinte codos, y la anchura de seis; la obra del rey Salomón, quien primero edificó el conjunto del templo’ (Antiqu. l. 20. c. 8. secc. 7). Éste no era el pórtico construido por Salomón, sino una imitación del mismo. Se construyó en el mismo lugar y llevaba su nombre”. [ref]

Esquema

  • La curación del cojo y la reacción de la gente
  • El mensaje de Pedro
  • Señalando el pecado de la gente
  • Llamada a la acción

Análisis del segmento

  • 3:1-8

    1.

    ¿Qué hicieron Pedro y Juan al hallarse con el cojo? ¿Por qué fue esto algo significativo?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora de la oración (1). Inferimos de esto que ellos oraban juntos regularmente. A través de la oración constante, recibieron de Dios la capacidad de realizar grandes milagros y testificar del Señor. Asimismo, necesitamos la comunión constante con Dios a través de la oración para vencer nuestras debilidades y ser instrumentos del Señor. También aprendemos la importancia de la unidad en la oración y para hacer la obra de Dios (cf. 2 Ti 2:22; Ec 4:9-12).

    Ocultar respuesta

  • 2a.

    ¿Qué esperaba recibir el cojo de Pedro y Juan? ¿En vez de eso, qué fue lo que Pedro le dio?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    El hombre esperaba recibir limosna, pero lo que recibió fue el poder sanador de Jesucristo. 

    Ocultar respuesta

  • 2b.

    ¿Qué nos enseña este contraste sobre cómo ayudar a los demás?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    La mejor forma de ayudar a otros es traerles la gracia y la salvación de Dios. Si Pedro y Juan hubieran dado dinero al hombre, sólo le habrían ayudado temporalmente. Pero al permitirle andar en el nombre de Jesucristo, el hombre ya no necesitaba mendigar, sino que podía sustentar desde ese entonces su propia vida. Lo más importante era que llegó a conocer a Jesucristo y recibió la salvación por el nombre de Jesús. Ese es el mejor don que alguien podría recibir. 
    Hoy, si la iglesia solo ayuda en lo monetario pero carece del poder de Dios, entonces su servicio sería muy limitado. Necesitamos orar por el poder de arriba para que podamos ministrar en verdad a las necesidades de la gente del mundo y guiarlos a la vida eterna.

    Ocultar respuesta

  • 3.

    “Pedro, con Juan, fijando en él los ojos”. ¿Qué indica este gesto?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Pedro no ignoró al hombre, tampoco siguió su camino a la oración. Vio la necesidad del hombre y se detuvo para ayudarlo. Como testigos de Cristo, debemos abrir nuestros ojos y mirar a las personas que nos rodean con ojos de compasión. Este es el primer paso para llevar el evangelio a otros. 

    Ocultar respuesta

  • 4.

    Compare “plata y oro” y “lo que tengo”. Como testigo del Señor, ¿en qué se apoya?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    La plata y el oro tienen cierto valor, pero la gracia de Jesucristo sobrepasa lo que el dinero puede comprar. Al predicar el evangelio, necesitamos tener cuidado de no depender de los recursos financieros como la principal fuerza que conduce el ministerio, olvidando de buscar el poder que viene de arriba. Mientras que el respaldo financiero es importante, contar con la guía y la bendición del Señor es mucho más importante. Sin el poder y la gracia de Cristo, aún el ministerio con las mejores finanzas será incapaz de cumplir la comisión del Señor. 

    Ocultar respuesta

  • 5.

    ¿Alguna vez le ha sanado Dios de alguna forma, ya sea espiritual o física, así como sanó al hombre cojo? Comparta su testimonio personal.

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta
    (La respuesta está vacía)
    Ocultar respuesta

  • 6a.

    ¿Cuál fue la respuesta del cojo luego de ser sanado?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Él entró al Templo con Pedro y Juan. Por primera vez en su vida, este hombre entró al Templo en lugar de quedarse acostado en la puerta (No se permitía entrar al templo a los cojos). No pudo contener su gozo. Andaba, saltaba y alababa a Dios. También tenía asido a Pedro y Juan.

    Ocultar respuesta

  • 6b.

    ¿Qué aprendemos de la respuesta de este hombre?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    El hombre no dudó en expresar su gozo y gratitud. Todos lo vieron caminar, saltar y alabar a Dios. De igual forma, debemos dejar que otros sepan lo que Dios ha hecho con nosotros, alabando a Dios continuamente y compartiendo nuestros testimonios. Dios ha hecho cosas tan grandes en nuestras vidas y nos ha dado el gozo sin igual. Debemos proclamar las buenas nuevas a todos los que nos rodean con denuedo y gozo.

    Ocultar respuesta

  • 3:11-18

    7.

    ¿Qué efecto tuvo el milagro en la multitud?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Ver 10-11.

    Ocultar respuesta

  • 8a.

    ¿A qué le atribuyó la gente el milagro?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Pensaron que era por el poder y la piedad de los apóstoles que el cojo podía andar (12).

    Ocultar respuesta

  • 8b.

    ¿A quién le atribuyó Pedro el milagro?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    El nombre de Jesús y la fe en su nombre (16).

    Ocultar respuesta

  • 8c.

    ¿Qué podemos aprender de Pedro?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Pese a los elogios de la multitud para Pedro y Juan, Pedro no permitió que el milagro fuera una oportunidad para enorgullecerse. Él sabía que era el poder de Dios lo que había curado al hombre. Reenfocó la atención de la gente en el Señor. Predicó a Jesús y no a sí mismo.
    Cuando Dios realiza algo a través nuestro, debemos estar alerta y no gratificarnos en los elogios y la admiración de la gente. El centro de atención debe ser Jesucristo. Debemos usar la oportunidad para llevar a la gente al conocimiento de Jesucristo y urgirles a que den gloria a Dios.

    Ocultar respuesta

  • 9.

    Según Pedro, ¿qué demostró el milagro acerca de Jesús?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    La curación del cojo era una prueba viviente de que Dios había levantado a Jesús de entre los muertos y le había glorificado.

    Ocultar respuesta

  • 10a.

    ¿Cómo las palabras de Pedro pusieron el milagro en relevancia directa con la multitud?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Pedro señaló la culpa de la gente al haber matado a Jesús, a quien Dios ha glorificado y por cuyo nombre el cojo fue sanado. Él no solo quería que la multitud estuviera maravillada, sino que se diera cuenta de su pecado y aceptara a Jesucristo como Señor. 

    Ocultar respuesta

  • 10b.

    ¿Qué nos enseña esto sobre la meta vital en la predicación?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Para llevar a la gente al arrepentimiento y a Cristo, es responsabilidad del predicador primero hacerla consciente de sus pecados y de su necesidad de perdón (cf. Hch 2:23, 36, 37).

    Ocultar respuesta

  • 2:19-26

    11.

    ¿Cuál es la llamada a la acción de Pedro?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Arrepentíos y convertíos.

    Ocultar respuesta

  • 12.

    ¿Cuáles son las promesas que acompañan al arrepentimiento y a la conversión?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    1. Los pecados serán borrados (19).
    2. Tiempos de refrigerio vendrán de la presencia del Señor (19).
    3. Dios enviará a Jesús desde el cielo en el día de restauración de todas las cosas (20-21).

    Ocultar respuesta

  • 13.

    El versículo 19 habla de borrar los pecados a través del arrepentimiento y de la conversión. ¿Excluye esto la necesidad del bautismo para la remisión de los pecados al no mencionarlo?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    El objetivo del discurso de Pedro era hacer que la gente se diera cuenta de sus pecados y de la necesidad del arrepentimiento. A diferencia de Hch 2:38, donde Pedro respondió a la pregunta de la multitud y les instruyó en los pasos de la conversión, aquí Lucas simplemente registra el llamado de Pedro a la conversión, pero omite las instrucciones detalladas. 
    El arrepentimiento lleva a la conversión y la conversión implica el bautismo. No son mutuamente exclusivos. El bautismo en Cristo es una parte integral de la aceptación de Jesucristo. No podemos tratar el bautismo como un requisito separado y negar su necesidad solo porque aquí no se menciona. Si este versículo realmente enseña que el bautismo no es necesario para la remisión de los pecados, entonces estaría en directa contradicción con otros pasajes bíblicos (p. ej. Hch 2:38, 22:16) donde enseñan la necesidad del bautismo para la remisión de los pecados. Por otro lado, al leer este versículo junto con los otros sobre la necesidad del bautismo, queda claro que necesitamos arrepentirnos y ser bautizados para la remisión de los pecados. 
    Es importante leer la Biblia en su totalidad. El silencio en un pasaje no debe usarse como argumento de exclusión. Por ejemplo, el mensaje de Pedro no declara explícitamente la necesidad de creer en Jesucristo y confesar su nombre para la remisión de los pecados. ¿Acaso podemos argumentar que esto no sea necesario? Absolutamente no. Aunque no se declara su necesidad, es implícito en el contexto y los otros pasajes bíblicos también lo enseñan claramente. 

    Ocultar respuesta

  • 14.

    ¿Cómo el arrepentirse y convertirse resulta en “tiempos de refrigerio” ¿Cuáles son los “tiempos de refrigerio”?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Por un lado, los “tiempos de refrigerio” pueden significar regeneración, ser libre del pecado, y la bendición que viene como resultado de la conversión (cf. 2 Co 5:17; Ro 5:9-11). Mediante Jesucristo hemos restaurado nuestra relación con nuestro Padre celestial y somos renovados espiritualmente. Por otro lado, el contexto de este pasaje sugiere que los “tiempos de refrigerio” también es una referencia a la futura restauración de todas las cosas (21; vea la siguiente pregunta).

    Ocultar respuesta

  • 15.

    Explique el significado de los versículos 20 y 21.

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Jesucristo vino una vez al mundo y ascendió al cielo. Él permanecerá en el cielo hasta el tiempo de su retorno. Luego vendrá de nuevo para establecer un cielo nuevo y una tierra nueva, y reinará para siempre (2 Pe 3:12, 13; Ap 11:15; cf. Mt 19:28; Ro 8:18-23). Dios habló sobre este día de restauración de todas las cosas a través de sus santos profetas. Los creyentes se preparan para este evento escatológico divinamente preparado a través del arrepentimiento y de volverse al Señor Jesús. 

    Ocultar respuesta

  • 16.

    ¿Por qué Pedro habla de los profetas del Antiguo Testamento y de Abraham?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    1. El evangelio de Jesucristo está profundamente cimentado en las palabras proféticas de Dios, desde el inicio del mundo así como en el pacto de Dios con Abraham. Así como Jesús sufrió y murió conforme a las profecías de Dios (18), según las palabras proféticas de Dios, un día Él volverá. Por lo cual la gente debe aceptar a Jesús y obedecerle. 
    2. Pedro señaló cuán bendecidos son los oyentes al poder escuchar el evangelio. Como descendientes físicos del pueblo escogido, fueron los primeros en oír el evangelio de Jesucristo.

    Ocultar respuesta

  • 17.

    ¿Qué bendición nos ha enviado Dios por Jesús?

    •  
    •  
    •  
    •  
    Mostrar respuesta

    Dios nos ha bendecido por medio de Jesucristo al apartarnos de nuestras iniquidades (26). El arrepentimiento y la remisión de los pecados están entre las bendiciones de Dios (Sal 32:1, 103:1-4).

    Ocultar respuesta