Contexto

Felipe el evangelista había bajado a la ciudad de Samaria y había ganado muchas almas para Cristo. Ahora, Dios tenía otra misión para él. Habiendo sido instruido por el Espíritu Santo, dejó Samaria para ir por el camino del desierto a predicar a un etíope eunuco quien vendría a creer en el Señor Jesús y después sería bautizado. Luego, el Espíritu tomaría a Felipe a predicar en las ciudades de la costa desde Azoto a Cesarea. Lucas eligió el mensaje de Felipe para darnos ejemplo del trabajo evangelístico a cargo de los cristianos en Judea y Samaria.

Versículo clave

(8:35)

¿Sabía usted que...?

1. Gaza (8:26) era la ciudad al extremo sur de Palestina, en el territorio de los antiguos filisteos. [ref]
2. Etiopía/Candace (8:27): “El antiguo reino de Etiopía yacía entre Asuán y Jartum y corresponde a la moderna Nubia (no Abisinia). Estuvo bajo dominio de una reina madre que tenía el título dinástico de Candace y reinaba a favor de su hijo el rey, dado que para ellos el rey era hijo del sol, demasiado sagrado para involucrarse en asuntos del estado”. [ref]
3. Azoto (8:40) era la antigua ciudad filistea de Asdod, cerca de la costa del mar, entre Gaza y Jope. [ref]
4. Cesarea (8:40) fue una ciudad portuaria construida por el rey Herodes que luego se convirtió en la capital de Palestina. Aquí también fue el lugar donde Felipe finalmente se estableció (Hch 21:8) y donde Pedro predicó a Cornelio, el centurión gentil (Hch 10).

Esquema

  • Felipe enviado al encuentro con el eunuco
  • Felipe se aproxima al eunuco
  • La invitación del eunuco en busca de instrucción
  • La fe y el bautismo del eunuco
  • Felipe continúa predicando en todas las ciudades

Análisis general

  • 1.

    ¿Cómo la predicación de Felipe al etíope eunuco marcó otro rompimiento en el avance del evangelio?

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    El etíope eunuco fue quizás el primer africano convertido a la fe cristiana. No solo había llegado el evangelio a Judea y Samaria, sino que ahora también alcanzaba a un extranjero.

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  • 2.

    ¿De qué manera esta misión especial dada por Dios a Felipe fue muy diferente del ministerio en Samaria?

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    1. Ciudad versus camino del desierto.
    2. Una multitud versus un hombre.
    3. Samaritanos versus un etíope.
    4. Conversión a través de abundantes milagros versus conversión a través de solo el anuncio del evangelio.

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  • 3.

    Lea los siguientes versículos y anote lo que puede aprender del etíope eunuco: a. Versículo 27 b. Versículo 28 c. Versículos 31 y 34 d. Versículos 36-37 e. Versículo 39        

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    a. Él era devoto y piadoso en su adoración a Dios. Viajó a gran distancia a Jerusalén e iba de regreso. Aunque tenía un puesto de gran autoridad en su país, no estaba satisfecho con su condición, poder y riqueza. Tenía sed del verdadero Dios y estaba dispuesto a llegar a Jerusalén para adorar. En tiempos de prosperidad podríamos sentir que no necesitamos a Dios, como resultado podríamos no esforzarnos en adorar o servir a Dios en nuestras vidas diarias. Si el eunuco, viviendo tan lejos de Jerusalén, con todo el poder y riqueza que muchos solo podían desear, viajó tan lejos para adorar a Dios, ¿cuánto más deberíamos tomar la oportunidad para acercarnos a Dios? No dejemos que nuestras vidas de comodidad o nuestras atareadas agendas sean la excusa para descuidar la devoción personal o familiar y dejar de atender los servicios de la iglesia.
    b. El eunuco anhelaba la palabra de Dios. Con una copia de las Escrituras del Antiguo Testamento, que no era fácil de obtener en esos días, él no perdió tiempo sino que leyó las Escrituras aun yendo en carro. Muchos tenemos varias copias de la Biblia en casa. ¿Con qué frecuencia las tomamos y estudiamos? ¿Usamos nuestras atareadas agendas como excusa para no estudiar la Biblia? Que el anhelo del eunuco por la palabra de Dios sea nuestra motivación. 
    c. El eunuco no leía la Escritura solo para cumplir un requisito religioso. Estudiaba y pensaba respecto a la palabra de Dios, y quería respuesta a sus preguntas. Además, aun teniendo gran autoridad, el eunuco era humilde para admitir su ignorancia. Él invitó a Felipe a que se sentara con él en su carro, y pidió a Felipe que lo guiara para entender las palabras de Dios (8:30-31).
    Cuando estudia la Biblia, ¿medita en el significado del pasaje y tiene un corazón que busca respuestas? ¿Es lo suficientemente humilde para hacer preguntas y buscar consejos?
    d. Luego de que Felipe respondiera su pregunta y le anunciara el evangelio, el eunuco estuvo dispuesto a aceptar al Señor Jesucristo y de inmediato pidió ser bautizado. Luego de entender la palabra de Dios, no debemos dudar en ponerlas por obra (Sal 119:60). Hay que poner en práctica de inmediato lo que hemos visto y oído. Eso es lo que significa una verdadera fe. 
    e. Luego del bautismo, el eunuco se regocijó debido a que había conocido a Jesucristo y había recibido la salvación. ¿Está regocijándose mientras va en camino al cielo? ¿O ha perdido de vista la gloriosa esperanza en Cristo Jesús y anda siempre abatido y deprimido?

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  • 4.

    ¿Qué lecciones aprendió de Felipe el evangelista?

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    1. Obediencia: El ángel del Señor le dijo a Felipe que se levantara y fuera al desierto. El versículo 27 dice: “Entonces él se levantó y se fue.” Felipe no dudó ni cuestionó la instrucción del Señor, aun cuando no le fue dicho por qué dejar la ciudad e ir al desierto. Cuando Felipe vio al eunuco, el Espíritu le dijo que se acercara al carro. Felipe corrió al carro. Él siguió cada instrucción dada por el Espíritu. Para ser efectivos en evangelismo, debemos estar cerca del Señor y someternos a la guía del Espíritu Santo. También debemos tener un corazón que obedece las órdenes del Señor. Entonces seremos instrumentos útiles del Señor. 
    2. Bien Instruido en las Escrituras: Felipe era capaz de predicar acerca de Jesús directamente del pasaje donde el eunuco tenía preguntas. Al predicar el evangelio, debemos prepararnos con el conocimiento de la palabra de Dios. Solo así podremos enfrentar toda situación que aparezca en nuestro camino y satisfacer la necesidad de la gente a la que predicamos. 
    3. Seguir avanzando: Así como el Señor dijo a Felipe que dejara Samaria y fuera al desierto, el Espíritu se llevó a Felipe luego del bautismo del eunuco. Dios tenía una tarea preparada para Felipe, y éste se sometió para realizar la misión, una tras otra, según le guiaba el Espíritu. Siempre estaba avanzando y no se relajaba en su esfuerzo de predicar el evangelio. Él no se detenía para disfrutar los frutos de su labor. Como cristianos y siervos de Dios, debemos aprender a “olvidar lo que queda atrás y esforzarnos por alcanzar lo que está delante” (Flp 3:13). Si nos quedamos trabados en los logros del pasado, no seremos capaces de progresar en nuestro crecimiento o servicio espiritual. 

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  • 5a.

    Observe este pasaje, ¿cuáles son algunas de las obras del Espíritu Santo en la conversión de uno?

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    El Espíritu Santo guió a Felipe en todo el proceso de la conversión del eunuco. Él llamó a Felipe, lo instruyó ir hasta el carro, y lo arrebató luego del bautismo del eunuco. Él también preparó los elementos necesarios para que el trabajo se desarrollara sin problemas. El eunuco estaba leyendo el pasaje sobre el siervo sufriente en el libro de Isaías (el pasaje ideal para predicar sobre Jesús). El Espíritu Santo también movió el corazón del eunuco para aceptar el mensaje de Felipe. Cuando el eunuco aceptó la predicación de Felipe, llegaron a un lugar donde había agua (36), lo que los llevó a un bautismo inmediato. 
    En la historia de la conversión del eunuco, vemos que el Espíritu Santo está involucrado activamente en la conversión de una persona. Él elige a la persona, envía y conduce al predicador, prepara la oportunidad, y mueve el corazón del que lo busque. 

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  • 5b.

    Recuerde la experiencia de haber sido guiado por el Espíritu Santo en su predicación.

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Análisis del segmento

  • 8:26-28

    1.

    ¿Qué posición ocupaba en su país el etíope eunuco?

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    Era un hombre de gran autoridad y estaba a cargo del tesoro de la reina de Etiopía (27).
    1. A los ojos de Dios cada alma es preciosa (1 Ti 2:3-4; Lc 15:7-10).
    2. Dios ve nuestros corazones y no está lejos de nosotros. Todo el que lo busque con sinceridad lo hallará. (Jer 29:13; Mt 7:7; Hch 17:27).

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  • 2.

    Dios envió a Felipe al desierto a predicar a una persona. ¿Qué nos enseña esto respecto a Dios?

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  • 8:29-35

    3.

    ¿Cómo predicaría de Jesús a partir de la profecía de Is 53:7-8?

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  • 8:36-39

    4.

    Podemos inferir de esta historia elementos de un bautismo correcto y bíblico. ¿Cuáles son?

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    1. Creer en Jesucristo (37).
    2. Bautismo en fuente natural de agua [río, lago, mar] (36).
    3. Inmersión total en el agua. “Ambos bajaron al agua” (38) y “subieron del agua” (39).
    4. Quien realiza el bautismo debe tener el Espíritu Santo de Dios (29; cf. 6:3, 5)

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  • 5a.

    Piense en cómo reaccionó el etíope luego de su conversión y bautismo (39). ¿Por qué tuvo él tal reacción?

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    El eunuco siguió su camino gozoso. Recibir la salvación de Jesucristo nos da el mayor gozo debido a que hemos sido reconciliados con Dios, liberados del pecado y de la condenación eterna, y tenemos la esperanza de la gloria de Dios (Ro 5:1-2).

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  • 5b.

    ¿Cómo podemos tener tal actitud en nuestro caminar de fe?

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    Necesitamos recordar constantemente la gracia salvadora de Dios y poner nuestra mirada en la gloria eterna venidera. Así los problemas actuales en la vida no quitarán el gozo que tenemos en Cristo (Ro 8:18). Además, tenemos el Espíritu Santo que nos alienta, consuela y fortalece. Él puede proveernos de gozo (Ro 14:17; Gl 5:22). Si oramos y nos mantenemos en Él, podremos experimentar el gozo en Cristo. 

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  • 6.

    Piense en los pasos de Felipe en su predicación al etíope eunuco: responder al llamado (26), acercarse (29), reconocer la situación (30), iniciar una conversación (30), usar la oportunidad (31-34), predicar (35), seguir adelante (37), cosechar (38), continuar (39-40). Piense en una situación de la vida moderna aplicando estos pasos. ¿Cómo puede mejorar su predicación?

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