Contexto

En este capítulo, Pablo continúa escribiendo acerca de la ofrenda para los santos en Jerusalén. Después de dar un elogio detallado sobre los tres emisarios que llevarán los donativos, Pablo explica ahora la necesidad de hacer los preparativos con anticipación. Finalmente, enseña a los Corintios las múltiples bendiciones que traen al dador alegre.

Versículo clave

(9:8)

¿Sabía usted que...?

  1. Macedonia (9:2) era una provincia romana de la Península Balcánica. Los primeros esfuerzos misionales de Pablo en Macedonia comenzaron después de que tuvo la visión de un macedonio que pedía ayuda en un sueño (Hch 16:9-10). Allí, él y sus compañeros de trabajo ganaron conversos en las ciudades de Filipos, Tesalónica y posiblemente Berea. Pero dondequiera que predicaban, se encontraban con oposiciones feroces que los obligaban a irse (cf. Hch 16:16-17:15). A pesar de las adversidades, las iglesias de Macedonia se destacaron por su fe firme y su generosidad (cf. 1 Tes 1:6-8; Flp 1:3-7, 4:14-18)(2 Co 8:1–5, 11:9).
  2. Acaya (9:2): Una provincia romana en la región del centro y sur de Grecia. Corinto era su capital.
  3. En el versículo 9, Pablo cita el Sal 112:9.
  4. Don (9:15): La palabra griega también se traduce como “gracia”, como en el versículo 14.

Esquema

  • Preparativos con anticipación
  • La abundante gracia de Dios
  • Acciones de gracias resultantes del ministerio

Análisis general

  • 1.

    Observe cómo se conectan los tres segmentos al repetir la palabra o la idea del último versículo del segmento anterior en el primer versículo del segmento siguiente.

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    1. En el versículo 5 (último versículo del primer segmento), Pablo menciona “generosidad prometida”. La palabra griega es la misma que la palabra traducida “generosamente” en el versículo 6 (primer versículo del segundo segmento).
    2. El versículo 11 (último versículo del segundo segmento) termina con la mención de acción de gracias a Dios. El versículo 12 (primer versículo del tercer segmento) lleva adelante el pensamiento y habla de muchas acciones de gracias a Dios.
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Análisis del segmento

  • 9:1–5

    1.

    ¿Cuál es la preocupación de Pablo en este segmento?

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    Pablo se ha gloriado ante los creyentes macedonios del celo de los Corintios en ministrar a los santos en Jerusalén. No desea que cuando los macedonios vayan con él a Corinto, encuentren que los Corintios no hayan completado la colecta como prometieron. Así que Pablo está enviando a algunos hermanos delante de él a Corinto para que ayudaran a hacer los arreglos necesarios.

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  • 2.

    ¿Cómo podemos aplicar la consideración que muestra Pablo aquí en nuestra guía a los creyentes?

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    Cuando guiamos a otros creyentes en su fe o ministerio, es útil recordar que el olvido y la procrastinación son debilidades muy comunes en los humanos. Incluso cuando las personas tienen el corazón para hacer lo correcto o el celo para servir, es posible que no siempre actúen conforme a sus deseos. En lugar de ser duros con ellos por no responder acorde a su intención o promesa, debemos recordarles con paciencia y amabilidad y alentarlos en el camino.

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  • 3.

    ¿Por qué la actitud de dar es tan importante como el dar mismo (v. 5)?

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    Si el dar se convierte en una exigencia en vez de una muestra de generosidad, entonces ya no sería algo hermoso. Los que recolectan la ofrenda, así como los destinatarios del donativo, pueden incluso sentirse culpables cuando ven que el donante da con disgusto. Lo más importante es que Dios, que mira el corazón, no estaría complacido cuando el dar se hace de mala gana. En lo que respecta a Dios, la cantidad de la ofrenda no es tan importante como la generosidad y la devoción con que se hace la ofrenda (cf. Mc 12:41-44).

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  • 9:6–11

    4.

    Recuerde su propia experiencia acerca de la verdad de que “el que siembra generosamente, generosamente también segará”.

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  • 5.

    ¿Por qué ser un dador alegre es tan valioso para Dios?

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    Lo que Dios desea ver es más que el acto de dar o la cantidad que se da. Dios también mira las intenciones de una persona y la motivación detrás de sus acciones. Cuando una persona da de mala gana, significa que no tiene el deseo de amar o ayudar a los demás. Por el contrario, quien da alegremente lo hace por amor y compasión por los demás. Es el corazón de amor y compasión lo que Dios considera valioso.

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  • 6.

    ¿Qué quiere decir Pablo con la multiplicación y el aumento en el versículo 10?

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    Dios, el dador de todas las cosas, multiplicará la semilla para sembrar para aquellos que siembran generosamente. En otras palabras, si somos generosos en ayudar a los demás, Dios nos ayudará a ser aún más generosos, dándonos más recursos para ayudar a otros y haciéndonos aún más amorosos y compasivos.

    Además, Dios también aumentará los frutos de justicia para aquellos que dan generosamente. La justicia es la cualidad de ser justo a los ojos de Dios (cf. Hch 10:35). El dar por amor produce resultados que son agradables a los ojos de Dios. No solo el acto de dar y el corazón de generosidad son agradables a Dios, los beneficiarios de nuestra ofrenda también darían acción de gracias y gloria a Dios. Se les alentaría a amar y a ayudar a los demás de la misma manera.

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  • 7.

    ¿Por qué el dar requiere confianza en Dios?

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    Si confiamos en que Dios proveerá para nosotros, entonces no daremos con disgusto. Veríamos nuestro dar como una bendición en lugar de una pérdida. Por ejemplo, la Biblia promete: “A Jehová presta el que da al pobre; el bien que ha hecho se lo devolverá” (Pr 19:17). Nuestra fe en esta promesa nos hace confiar en que Dios no permitirá que suframos pérdidas, sino que nos recompensará cuando ayudemos a los necesitados.

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  • 8.

    Además de ser generosos en dar dinero, ¿en qué otras cosas podemos ser generosos?

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    1. Podemos ser generosos con nuestro tiempo, prestando nuestros oídos a los que tienen problemas, ayudando a los desfavorecidos o cuidando a los abandonados.
    2. Podemos ser generosos en nuestra relación con los demás, ser complacientes con aquellos que pueden ser diferentes a nosotros, soportar las debilidades de los demás o darles una segunda oportunidad cuando han fallado.
    3. Podemos ser generosos con nuestras palabras, alabando, consolando y animando a otros para apoyo y edificación.
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  • 9:12–15

    9.

    ¿Cómo nuestro dar abunda en muchas acciones de gracias a Dios?

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    Aquellos que se benefician de nuestro dar tienden a dar gracias a Dios por nuestros actos de amor. Su acción de gracias se traduciría también en acciones concretas de amor. Cuando tienen la oportunidad, también es más probable que extiendan el mismo tipo de amor a los demás.

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  • 10.

    ¿Cómo se relaciona el dar con nuestra confesión del evangelio de Cristo (v. 13)?

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    Pablo escribe en el versículo 13 que los santos que se benefician de la ofrenda glorificarán a Dios por la obediencia de los creyentes de Corinto que proviene de su confesión del evangelio de Cristo. Nuestra fe en Cristo lleva a la obediencia a las enseñanzas de Cristo. El amor y la generosidad son centrales en el mensaje del evangelio y las enseñanzas de Cristo (cf. 1 Jn 3:16). Cuando damos a los demás por amor, estamos abrazando el evangelio de Cristo y viviendo su mensaje.

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  • 11.

    ¿Cuál es el don inefable de Dios por el que Pablo da gracias (v. 15)?

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    Pablo considera que el acto de dar de los Corintios es una efusión de la sobreabundante gracia de Dios en ellos (9:14; cf. 2 Co 8:1). La palabra griega traducida como “gracia” en el versículo 14 se traduce como “don” en el versículo 15. Según el contexto inmediato, el “don inefable” por el que Pablo da gracias a Dios se refiere a la generosidad de los creyentes inspirada por el amor de Dios. En sentido aún más amplio, el don inefable de Dios se demostró más vívidamente al darnos su único Hijo (cf. Ro 8:32). No solo eso, Dios continúa derramando su gracia sobre nosotros a través de su perdón, su misericordia y su continua obra de amor en nuestras vidas.

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