Autor

Simón Pedro (1:1), el mismo autor de 1 de Pedro (cf. 3:1).

Destinatario

La carta no identifica un grupo específico como destinatario. Probablemente fue escrita a los creyentes en general.

Fecha

Pedro escribió la segunda epístola poco antes de morir (1:12-15). Dado que Pedro fue martirizado durante el reinado del emperador Nerón (54-68 d.C.), la fecha de su escritura debió ser entre los años 64 y 68.

Lugar

Desconocido.

Propósito

Principalmente se enfoca en el tema de la perseverancia en la fe hasta la venida del Señor. Advierte sobre los falsos maestros que se auto gratifican en la sensualidad y hablan arrogantemente como burladores que niegan la venida del Señor. Pedro les recuerda a los creyentes a permanecer fieles a la verdadera fe, que los apóstoles habían recibido directamente del Señor, y los alienta a ser diligentes en el crecimiento espiritual. Pedro enfatiza la certeza y la inminencia del retorno del Señor, instándolos a esperar y estar preparados para ese día.

Versículo central

“No os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad”. (1:16).

Visión panorámica

Lea toda la carta y anote sus observaciones en el cuadro C.

Temas

Resuma las enseñanzas en 2 Pedro según los siguientes temas.

Profetas y profecía

1:19

1:20-21

2:1

3:1-2

La venida del Señor

1:16

3:3-4

3:9

3:10

3:11-12

3:13

Juicio

2:3

2:4

2:5

2:6-7

2:9-10

2:12-13

3:7

Conocimiento

1:2-3

1:5-6

1:8

1:12

1:16

1:20

2:12

2:20-21

3:3

3:17

3:18

Relevancia moderna

El mensaje de la segunda carta de Pedro es particularmente relevante para los cristianos de hoy. Mientras que aparentemente la promesa del regreso del Señor se había retrasado, muchos trataron de sacudir a los verdaderos creyentes de su convicción, incluso usando el nombre de la religión. Desde entonces y hasta hoy en día, estos “falsos maestros” hablan arrogantemente contra la fe e influyen en otros con una vida impía. Las nuevas ideologías y tendencias seculares surgen y desafían nuestras creencias. A la vista de los desafíos de los últimos días, no podemos darnos el lujo de vivir en pereza o indiferencia en lo espiritual. Debemos aferrarnos a la sana doctrina y ser diligentes en crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Solo así nos será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno cuando nuestro Señor venga.