Contexto

Una vez más, los fariseos y los escribas acusaron a Jesús de quebrantar la ley. En esta ocasión en particular lo acusaron de impureza. A diferencia de las veces anteriores, Jesús esta vez los reprendió abierta y duramente.

Versículo clave

(7:8)

¿Sabía usted que...?

1. “Lava[r] muchas veces las manos”/lavado ceremonial (7:3): lavarse las manos con mucha agua, una práctica formal requerida antes de comer. Esto era especialmente importante después de visitar el mercado, donde un judío probablemente tendría contacto con un gentil “impuro” u otros objetos como dinero o utensilios. [ref]

2. Tradición de los ancianos (7:3): enseñanzas orales que comentaban la ley y la interpretaban en detalladas reglas de conducta. A menudo incluían las diversas opiniones de rabinos en rivalidad. Los fariseos consideraban que tenían casi la misma autoridad que los escritos del Antiguo Testamento. [ref]

3. Corbán (7:11): un voto que dedica dinero o bienes al templo. Técnicamente, después de dicho voto, lo que se dedica puede usarse sólo con fines religiosos. [ref] En la práctica, el dinero no necesariamente va al templo, ni se le impide su uso personal. [ref] Una persona podría usar esta práctica para excluir legalmente a otros de sus ganancias, eludiendo así sus responsabilidades. [ref]

Esquema

  • Los fariseos y los escribas confrontan a Jesús
  • Jesús reprende a los fariseos y escribas
  • Explicaciones sobre la limpieza

Análisis del segmento

  • 7:1-5

    1a.

    ¿Por qué se acercaron los fariseos y los escribas a Jesús?

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    Para cuestionar a Jesús (11:27-28); para hallar faltas en Él y tener algo de qué acusarlo (3:2); para confabular contra Él a fin de matarlo (3:6).

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  • 1b.

    ¿Cuándo fue la última vez que alguien había venido de Jerusalén para acusar a Jesús?

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    En 3:22, los escribas vinieron a acusar a Jesús de estar endemoniado. Esta vez, los fariseos vinieron con los escribas.

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  • 2a.

    Lea las acusaciones en 2:18, 24, y en 7:5. ¿Qué palabra es el común denominador de las preguntas? ¿Qué le dice esto sobre el razonamiento detrás de las acusaciones?

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    “¿Por qué?” Los fariseos y los escribas le preguntaron a Jesús por qué había quebrantado la ley de Dios. Dieron por supuesto que Jesús era culpable. Es como preguntarle a una persona inocente: “¿Por qué robó usted?”.

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  • 2b.

    ¿Qué le dicen a usted las acusaciones de los fariseos y los escribas sobre sus valores? ¿En qué se equivocaron?

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    Los fariseos y los escribas le prestaban mucha atención a su limpieza externa. No obstante, la verdadera limpieza no proviene de una apariencia piadosa sino de un corazón que teme de Dios. Es por eso que Jesús luego los reprendió por dejar el mandamiento de Dios y aferrarse a la tradición de los hombres.

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  • 3.

    ¿Por qué los discípulos no se lavaron las manos?

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    Los discípulos no estaban pensando sobre el significado de la verdadera limpieza cuando comieron sin lavarse las manos; después le pidieron a Jesús que les explicara el significado de la parábola (17). Quizás nunca tuvieron la costumbre de observar estrictamente la “tradición de los ancianos” (cf. 2:23). No eran gente erudita como los fariseos, quienes se enorgullecían de guardar la ley al pie de la letra (cf. Mt 23:5-7; Lc 18:11-12).

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  • 7:6-13

    4a.

    Lea lo que Dios ordenó en Deuteronomio 12:32. ¿En qué desobedecieron los fariseos?

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    Añadieron sus propias reglas a los mandamientos de Dios y los convirtieron en una carga para el pueblo.

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  • 4b.

    Jesús dijo a los fariseos: “Y muchas cosas hacéis semejantes a estas” (13). En el Cuadro C que se encuentra a continuación y al lado de cada una de las tradiciones de los fariseos, escriba los mandamientos que ellos invalidaron a causa de esa tradición (cf. Mt 6:1-18, 23:1-35; Lc 18:9-14).

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    Enseñanzas/tradiciones de los hombres Enseñanzas/mandamientos de Dios
    Realizar lavados ceremoniales antes de comer (Mc 7:3-4). La maldad del corazón contamina al hombre (Mc 7:20-23).
    Corbán es inviolable; el dinero que se ofrece no puede ser usado para otro fin, ni siquiera para ayudar a los padres (Mc 7:11). Honra a tu padre y a tu madre (Ex 20:12).

    No maldecir a tu padre o madre (Dt 5:16).

     

    Anunciar con trompetas las obras de caridad que se hacen (Mt 6:2). Dar a los necesitados en secreto (Mt 6:3-4).

     

    Desfigurar los rostros para mostrar que uno está ayunando (Mt 6:16). No demostrar a otros que uno está ayunando (Mt 6:17-18).
    Buscar ser honrados en lugares públicos (Mt 23:5-7).

     

    Todos ustedes son hermanos (Mt 23:8).

    El mayor de ustedes será vuestro siervo (Mt 23:11).

    El que se exalta a sí mismo será humillado (Mt 23:12).

    Oraciones largas en público (Mt 6:5, 23:14). Cuando ores, ve a tu cuarto y cierra la puerta (Mt 6:6).

    No ser hipócritas (Mt 23:14).

    Si alguien jura por el oro del templo, está obligado a cumplir el juramento (Mt 23:16).

    Si alguien jura por las ofrendas sobre el altar, está obligado a cumplir el juramento (Mt 23:18).

    Si juras por algo, juras por Dios mismo (Mt 23: 20-22).

    No tenemos autoridad para jurar por nada

    (Mt 5:33-36).

    No jurarás. Sea vuestro hablar: “Sí, sí” o “No, no” (Mt 5:37; Stg 5:12).

    Ofrecer diezmos (Mt 23:23).

     

    Practicar justicia, misericordia y fe, sin descuidar los diezmos (Mt 23:23).

    La obediencia es mejor que los sacrificios (1 S 15:22).

    Limpiar sus vasos y platos (Mt 23:25, Mc 7:4).

     

    Limpiar la codicia y la autocomplacencia que está en su interior (Mt 23:26).
    Edificar sepulcros para los profetas y adornar los monumentos de los justos (Mt 23:29).

     

    Están condenados al infierno por haber derramado la sangre de los justos (Mt 23:33-35).
    Justificarse a sí mismos delante de Dios (Lc 18:11).

     

    Pide a Dios que tenga misericordia de ti, pecador (Lc 18:13).

    El que se exalta a sí mismo, será humillado (Lc 18:14).

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  • 5a.

    ¿Son malas todas las tradiciones? ¿Cuándo una tradición se convierte en una piedra de tropiezo para nuestra fe?

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    En general, Jesús no condena las tradiciones, salvo aquellas que se imponen por sobre los mandamientos de Dios. Las tradiciones religiosas son beneficiosas si nos ayudan a adorar a Dios y hacer buenas obras. Sin embargo, cuando las tradiciones se convierten en hábitos sin significado, estamos en peligro de convertirnos en hipócritas. Peor aún, los fariseos torcían las reglas religiosas para su beneficio personal y oprimían a los menos afortunados. Jesús los reprendió por la maldad que provenía de sus corazones (cf. Guía de estudio bíblico de Mateo, Lección 22, Pregunta 4).

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  • 5b.

    ¿Alguna vez ha cometido el mismo error que los fariseos? ¿En qué circunstancias dejamos de lado el mandamiento de Dios para aferrarnos a nuestras tradiciones?

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    A veces tenemos opiniones fuertes sobre temas que no tienen nada que ver con nuestra salvación. Si insistimos en nuestros puntos de vista, estamos poniendo de lado el mandamiento de Dios de amarnos los unos a los otros. Muchas controversias surgen en la iglesia por esta razón. Los miembros discuten acerca del formato de las reuniones o sobre las decoraciones del edificio. En la iglesia apostólica hubo una discusión sobre los alimentos. Con respecto a esto, Pablo escribió que aun siendo verdad que todo alimento es considerado limpio, él no comería carne ni bebería vino si al hacerlo provocaría el tropiezo de un hermano (Ro 14:20-21; 1 Co 8:13).

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  • 5c.

    Dé ejemplos de “tradición de los hombres” entre los cristianos de hoy.

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    Observar el día de reposo en domingo; celebrar las Pascuas, la Navidad, el Año Nuevo Chino.

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  • 7:14-23

    6.

    ¿Por qué lo que dijo Jesús en los versículos 14-16 es una parábola (cf. 17)? Compárelo con las parábolas en 4:2-32. (Para la definición de “parábola”, cf. Lección 7, ¿Sabía usted que…? 1).

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    Jesús comparó el daño causado por la comida con el daño causado por la maldad en nuestros corazones. Mientras decía estas parábolas, Jesús repetidamente decía: “Si alguno tiene oídos para oír, oiga” (4:9, 4:23, 7:16). Él nos urge a que le prestemos atención a las enseñanzas espirituales. Como las veces anteriores, Jesús les explicó esta parábola a sus discípulos.

    La parábola de la limpieza es abstracta, no está relatada en la forma de una historia como las parábolas anteriores. Mientras que no todos habían comprendido las parábolas anteriores (4:12), esta vez Jesús llamó a la multitud y les dijo: “Oídme todos y entended” (7:14).

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  • 7.

    ¿Qué nos dice el comentario que Jesús hizo en el versículo 18 acerca del entendimiento de los discípulos?

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    Jesús dijo: “¿También vosotros estáis así, sin entendimiento?” (el subrayado es nuestro), lo que implica que los discípulos no eran mejores que los fariseos. Los discípulos se aferraban tanto a sus tradiciones (diferentes a los de los fariseos) como los fariseos a los suyos.

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  • 8a.

    Debajo de cada columna en el Cuadro D, escriba las características correspondientes que se encuentran en Marcos 7:21-22 y Gálatas 5:19-215:22-23.

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    Maldades que salen de adentro/obras de la carne Fruto del Espíritu
    malos pensamientos

    adulterios

    fornicaciones

    homicidios

    hurtos

    avaricias/codicias

    maldades/malicia

    engaño

    lujuria

    envidia

    blasfemia/calumnia

    orgullo/arrogancia

    insensatez

    inmundicia/impureza

    libertinaje

    idolatría

    hechicería/brujería

    enemistades

    pleitos/discordia

    celos

    iras

    contiendas/rivalidades

    disensiones

    herejías/sectarismos

    borracheras

    orgías

    amor

    gozo

    paz

    paciencia

    benignidad

    bondad

    fe

    mansedumbre

    templanza

     

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  • 8b.

    ¿De qué manera las características que se encuentran en la columna del lado izquierdo contaminan a una persona? Dé un ejemplo de la vida moderna para cada una de ellas.

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  • 8c.

    Elija algunas de las “maldades” de las que es culpable. ¿Cómo lo ayuda el fruto del Espíritu a limpiar cada uno de ellas?

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    Aunque las cosas malas que están en nuestros corazones son más numerosas que el fruto del Espíritu, el poder de Dios es más que suficiente para vencerlas (cf. Lección 8, Preguntas 10a-b).

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  • 9.

    Si los alimentos no nos contaminan (19), entonces ¿por qué la iglesia prohíbe ciertos alimentos (cf. Hch 15:29)?

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    Hechos 15:29 menciona tres alimentos de los que debemos abstenernos. Se prohíben estos alimentos por el significado espiritual que conllevan.

    1. Alimentos sacrificados a ídolos: si comemos estos alimentos, nos haremos partícipes con los demonios (1 Co 10:14-22).
    2. Sangre: este mandamiento fue dado antes de la ley mosaica (Gn 9:4); aún debemos obedecerla. Su enseñanza espiritual es la relación entre la sangre y la vida. La vida está en la sangre. Por lo tanto, Dios ha reservado la sangre para la expiación (Lv 17:11). La sangre que se derramaba para la expiación era una prefiguración de la sangre preciosa de Jesús, la cual fue derramada para la remisión de nuestros pecados.
    3. Carne de animales estrangulados: no se desangran a los animales estrangulados.

    Además, Pablo nos enseña que aunque todo es lícito, no todo conviene. Debemos actuar en base a nuestra consciencia y conocimiento espiritual. Incluso en asuntos tan pequeños como la comida y la bebida, no debemos ser la causa del tropiezo de otros (1 Co 10:23-33).

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