Contexto

En vista de las misericordias de Dios, Pablo instó a los creyentes a presentar sus cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. A partir del capítulo anterior, la carta a los Romanos empieza a enfocarse en la aplicación de la fe cristiana a la vida diaria. El presente capítulo va más allá de la comunidad de creyentes y se extiende al mundo en general, y enseña cómo nosotros los cristianos debemos someternos a las autoridades gobernantes, amar a nuestros prójimos y andar en la luz.

Versículo clave

(13:1, 8, 12)

¿Sabía usted que...?

Esquema

Análisis del segmento

  • 13:1–7

    1.

    ¿Qué razones da Pablo aquí por las que los cristianos deben someterse a las autoridades gobernantes?

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    1. Por Dios han sido establecidas (v. 1)
    2. Los que resisten, acarrean condenación para sí mismos (v. 2)
    3. Está al servicio de Dios (v. 4)
    4. No solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia (v. 5)
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  • 2.

    Según este segmento, ¿cuál es la función de las autoridades gobernantes?

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    Está al servicio de Dios para hacer justicia y para castigar al que hace lo malo (v. 4).

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  • 3.

    ¿Debemos nosotros los cristianos someternos a las autoridades gobernantes cuyas políticas estamos en desacuerdo? Explique sus razones.

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    Las autoridades gobernantes en los días de Jesús y los apóstoles estaban compuestas principalmente por personas que no eran creyentes y que a menudo cometían actos de crueldad. Pero aun así, Jesús y los apóstoles nunca instigaron una rebelión contra el gobierno. La enseñanza de la Biblia de someterse a las autoridades no depende de si uno está de acuerdo con los puntos de vista políticos o la conducta de los que están en el cargo. Independientemente de lo que las autoridades gobernantes crean o practiquen, Dios las ha establecido para recompensar a los buenos y castigar a los malos (v. 3-4). Solo por esta razón, debemos someternos a ellos, honrarlos por su servicio y ser ciudadanos respetuosos de la ley (cf. 1 Pe 2:13-17).

    En el caso de que las autoridades gobernantes nos ordenen hacer lo que es contrario a nuestra fe, entonces debemos obedecer a Dios en lugar de a los hombres (cf. Hch 4:19-20). Podemos ver numerosos ejemplos de esto en la Biblia entre los santos. Aunque no se involucraron en protestas ni mostraron desprecio por las autoridades gobernantes, permanecieron leales a Dios cuando se vieron sometidos a la presión o persecución de los gobernantes políticos.

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  • 4.

    Dé algunos ejemplos de cómo el principio del versículo 5 se aplica a otras áreas.

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    Nuestra conciencia es el conocimiento del bien y del mal que da testimonio dentro de nosotros. El versículo 5 nos enseña que debemos estar sujetos a las autoridades gobernantes, no solo por temor a la ira de Dios, sino también por el deseo de hacer lo que es recto ante los ojos de Dios. Por ejemplo, cumplimos fielmente con nuestros deberes en el trabajo porque queremos agradar al Señor.

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  • 5.

    ¿De qué manera estamos en deuda con nuestro gobierno?  

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    En diversos grados, nos beneficiamos de los servicios de nuestro gobierno, incluyendo el uso de infraestructuras como carreteras y semáforos o la protección de las fuerzas del orden. Como ciudadanos que disfrutamos de estos beneficios, nos corresponde pagar por ellos mediante tasas e impuestos. Si bien no todos los servidores públicos son personas de buen carácter, es encomiable el hecho de que se dediquen al servicio de la ciudadanía. En este sentido, también les debemos a estos servidores públicos nuestro respeto y honor.

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  • 13:8–10

    6.

    ¿Por qué debemos pensar en amar a los demás como una deuda perenne?

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    La deuda de amarnos unos a otros proviene de la deuda que tenemos con Dios por su gran amor (cf. 1 Jn 4:10-11). Nuestra gratitud por lo que el Señor ha hecho por nosotros nos motiva a amar a los demás. Expresamos nuestra gratitud al Señor amando a las mismas personas que Él ama.

    Otra forma de ver esta deuda cristiana de amor es reconocer que el mandamiento de Dios de amar es un compromiso de por vida. Nunca podemos decir que ya hemos hecho lo suficiente y dejar de amar a los demás. Cuando se trata de amar a los demás como a nosotros mismos, siempre somos deudores.

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  • 7.

    En el mandato, “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, ¿cuál es el significado de “como a ti mismo”?

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    La adición de “como a ti mismo” en el mandamiento “Amarás a tu prójimo”, nos da una forma práctica de medir nuestro amor a los demás. Cuando no estamos seguros de cómo o cuánto amar a otra persona, podemos preguntarnos qué haríamos por nosotros mismos en la misma situación. Esto también se conoce como empatía, ponernos en el lugar de los demás. La “regla de oro” establecida por nuestro Señor Jesús: “Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos”, sigue el mismo principio (Mt 7:12).

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  • 8.

    Explique la razón fundamental del versículo 10.

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    Muchas de las prohibiciones que Dios ha ordenado, como las que se enumeran en el versículo 9, se refieren a no hacer mal al prójimo. Si tenemos amor, naturalmente no tendríamos la intención de hacer daño a los demás. Por lo tanto, tener amor nos permite cumplir con los requisitos de la Ley.

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  • 13:11–14

    9.

    ¿Cuál es el significado de la analogía de “levantarnos del sueño”?

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    La analogía de dormir está asociada con la imagen de la noche y la oscuridad, que representan hechos malvados y vergonzosos (Ef 5:3-14; cf. 1 Tes 5:4-10). Dormir en ese contexto es un símbolo de embotamiento espiritual. La Biblia a menudo nos anima a hacer lo contrario, que es estar despierto y vigilante (Mt 25:13, 26:41; Mc 13:37, 14:38; Lc 12:37)(1 Co 16:13; Col 4:2)(1 Tes 5:6, 10)(1 Pe 5:8; Ap 3:2, 16:15). Por lo tanto, despertar del sueño significa estar espiritualmente alerta, desechando los actos pecaminosos y viviendo diariamente para agradar al Señor. Esta enseñanza coincide con la exhortación de Romanos 12:2, a no conformarnos a este mundo (es decir, no dormir) sino ser transformados por la renovación de nuestra mente (es decir, despertar).

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  • 10.

    ¿Cómo está la salvación más cerca de nosotros ahora que cuando creímos por primera vez?

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    La Biblia habla de la salvación de los creyentes como una realidad presente (p. ej., 2 Ti 1:9; Ef 2:5, 8) y como una esperanza futura (p. ej., 2 Ti 4:18; Ro 5:9). Romanos 13:11 se refiere a este último. Nuestra salvación final vendrá cuando nuestro Salvador venga del cielo y cuando nuestros cuerpos humildes sean transformados en un cuerpo glorioso semejante al suyo (Flp 3:20). Esta es la salvación que se acerca cada día y que esperamos ansiosamente.

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  • 11.

    ¿Por qué se le llama a la conducta cristiana apropiada como “armas de la luz”?

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    Vivir para Cristo implica luchar. Luchamos contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, y contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Ef 2:12). Para prevalecer en esta lucha espiritual y permanecer firmes hasta el final, debemos ponernos las armas de la luz. Pablo exhorta a los creyentes que dado a que somos del día, debemos ser sobrios, habiendo vestido con la coraza de la fe y del amor, y con la esperanza de salvación como casco (1 Tes 5:8). Una relación sólida y arraigada en el Señor, expresada a través de nuestras acciones diarias centradas en Cristo, es como la armadura de luz que nos protege del ataque del maligno y disipa las fuerzas de las tinieblas.

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  • 12.

    Cite ejemplos y explique por qué es importante que los creyentes eviten lo siguiente: a. Glotonerías y borracheras; b. Lujurias y libertinaje; c. Contiendas y envidia:

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    a. Glotonerías y borracheras:

    “Glotonerías” se define como un festín excesivo. Un ejemplo de esto es disfrutar de la compañía de amigos impíos que solo buscan placer y excitación o cuentan chistes obscenos. La “borrachera” puede ser literal (consumo excesivo de alcohol) así como figurativa (inmersión en el placer). Una persona que tiene su mente y su corazón ocupados en cómo complacer su carne, tiene poco interés en llevar a cabo la palabra de Dios, como cuidar a los demás o ser una luz en el mundo.

    b. Lujurias y libertinaje:

    Dios detesta la inmoralidad sexual y juzgará a los inmorales sexuales (Heb 13:4). Nosotros, como cristianos, debemos honrar la institución divina del matrimonio. Tanto las cosas que sugieren inmoralidad sexual y suscitan deseos ilícitos, como los medios que promueven valores impíos o contienen imágenes sexualmente explícitas, son perjudiciales para nuestra salud espiritual y pueden llevarnos a la tentación.

    c. Contiendas y envidia:

    Santiago nos recuerda que los celos, la rivalidad y la ambición egoísta no son espirituales, sino demoníacos, mientras que la sabiduría de lo alto es pura, pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos (Sant 3:13-18). Las peleas y los celos provienen del orgullo y del ego. Cuando queremos superar a los demás en todo, esto nos lleva a la contención. Tales contiendas, en lugar de construir relaciones, las destruyen.

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  • 13.

    ¿Qué significa para usted vestirse del Señor Jesucristo?

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    La analogía de ponerse algo simboliza la adquisición de una nueva identidad. Por lo tanto, revestirse del Señor Jesucristo es ser como Él, teniendo su justicia y santidad de la verdad (Ef 4:24; cf. 1 Jn 3:2-3).

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