Contexto

Este pasaje continúa las exhortaciones respecto a la vida cristiana, y son un llamado a responder a la gracia de Dios. Nosotros debemos mantener la mirada en Cristo mientras avanzamos en nuestra carrera, dado que Él es el autor y consumador de la fe. Debemos soportar los sufrimientos, debido a que su disciplina es para nuestro bien. En esta lección estudiaremos la gracia de salvación de Dios, como la razón y la motivación para vivir en piedad. Este pasaje también incluye la advertencia final de la carta. Mientras el autor de modo confortador nos recuerda de la gracia de Dios, también nos advierte encarecidamente que no rechacemos esta gracia.

Versículo clave

(12:28)

¿Sabía usted que...?

Esquema

Análisis del segmento

  • 12:14-17

    1.

    Respecto a la paz, ¿qué enseñan las palabras “seguid” y “todos” (14)?

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    La palabra “seguid” sugiere hacer todo el esfuerzo para conseguir la paz (cf. Mt 5:9). La paz no llega sin esfuerzo. Debemos hacer que la paz llegue.

    La palabra “todos” enseña que no podemos ser selectivos en cuanto a con quién queremos tener paz. Debemos buscar la paz con todos, sin importar quienes sean o cuánto daño nos hayan hecho en el pasado.

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  • 2.

    ¿Qué razón da el autor para que busquemos la santidad?

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    Sin santidad nadie verá al Señor (14). Dios es santo. Toda vida que sea contraria a la santidad de Dios no puede esperar ser aceptada por el Señor.

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  • 3a.

    ¿De qué tres cosas debemos cuidarnos con diligencia?

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    1. Dejar de alcanzar la gracia de Dios (15).
    2. Brotar alguna raíz de amargura (15).
    3. Convertirse en fornicario o profano como Esaú (16).
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  • 3b.

    ¿Cómo se relacionan estas precauciones con el mandamiento del versículo 14?

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    Las advertencias en los versículos 15 y 16, respecto a la paz y la santidad, son expansión del versículo 14.

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  • 3c.

    ¿Qué nos enseñan las palabras “mirad bien”?

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    En nuestro andar espiritual, debemos avanzar con prudencia para no ser engañados por el pecado y tropezar. Siempre debemos examinarnos ante la palabra de Dios y pedir al espíritu de Dios que escudriñe nuestros corazones para ver si hay alguna maldad en nosotros.

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  • 4.

    ¿Qué significa dejar de alcanzar la gracia de Dios? (cf. 2 Co 6:1; Gl 5:4; Heb 4:1)

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    Dejar de alcanzar la gracia de Dios significa abandonar la gracia de Dios o no responder ante su gracia con una vida digna del evangelio.

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  • 5.

    ¿A qué clase de contaminación se refiere el versículo 15?  

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    La contaminación aquí se refiere a la contaminación por el pecado de malicia, que se puede esparcir por toda la comunidad (cf. 1 Co 5:6-8; Sant 3:14-16). Así como la raíz de amargura crece y da frutos amargos, la envidia y las contiendas también traen muchos problemas a la comunidad.

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  • 6a.

    Suponga que “fornicario” se refiere a alguien que comete inmoralidad sexual en sentido físico, ¿por qué se pone este pecado a la par de ser profano?

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    Ser profano significa que no muestra respeto a Dios. Cometer fornicación se considera profanidad porque es un desafío al mandamiento de Dios.

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  • 6b.

    Suponga que se trata de fornicación en sentido espiritual, ¿cómo se relaciona con el ejemplo de Esaú?

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    Elegir obedecer los deseos de la carne en vez de los mandatos de Dios constituye adulterio espiritual (Sant 4:4; Jer 3:20; Os 2:5, 3:1, 9:1).

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  • 7.

    Lea Gn 25:29-34, 27:30-38. ¿Cómo era Esaú “profano”?

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    Él despreció su primogenitura (Gn 25:34). Entre los israelitas, la primogenitura era un privilegio especial para el primogénito. Al primogénito se le daba una doble porción de la herencia del padre. El desprecio de Esaú por su primogenitura era un desprecio por el Señor, debido a que la bendición del padre tenía su origen en las bendiciones de Dios (cf. Gn 27:27-28).

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  • 8a.

    ¿Cómo podría un cristiano vender hoy su primogenitura “por un bocado de comida”?

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    Si sacrificamos nuestro compromiso de servir a Dios por los placeres temporales de la carne, estamos cometiendo el mismo error de Esaú. Aunque la elección de Esaú de comer el estofado no era inmoral en sí, su elección de una comida en vez de su primogenitura demostró su desprecio a Dios y a sus promesas. De igual forma, podría ser que no haya nada inmoral en buscar más educación, más riqueza, más comodidades, etc., pero la pregunta que debemos hacernos es “¿cuán importante es Dios en mi vida y si realmente anhelo la herencia celestial?” Si valoramos las bendiciones de Dios, nuestras decisiones lo reflejarán. Siempre pondremos el mandamiento de Dios y la obra del Señor por encima de nuestras ambiciones y metas.

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  • 8b.

    ¿Por qué alguien haría este insensato intercambio?

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    Nuestra herencia celestial y recompensa no son visibles y son cosas del futuro, pero las cosas de este mundo proveen gratificación instantánea. Sin fe, una persona escogerá lo que se ve en lugar de lo que no se ve (cf. 2 Co 4:18; Heb 11:1).

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  • 9.

    ¿Por qué Esaú no pudo revertir lo que había hecho?

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    Esaú sabía de la importancia de la primogenitura, pero eligió perder las bendiciones de Dios. Por esta razón, no tenía excusa, aunque después se lamentó de su decisión. De igual forma, si alguien ha conocido la verdad y probado la gracia de Dios, pero aún tiene un corazón incrédulo, entonces no tendrá oportunidad de arrepentirse (2:1-4, 6:4-6, 10:26-31).

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  • 12:18-24

    10.

    Basado en el trasfondo de los versículos 18-21, lea Éxodo 19:7-25. a. ¿Qué sentimientos diferentes evocan el monte Sinaí y el monte Sión? b. Compare las ubicaciones del monte Sinaí y el monte Sión. c. Compare las voces en el monte Sinaí y el monte Sión. d. Compare “espantado y temblando” (21) y “sangre rociada” (24)

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    a. La descripción del monte Sinaí evoca los sentimientos de terror, mientras que la descripción del monte Sión provee seguridad y confianza.

    b. Uno está en la tierra y el otro en el cielo (18, 22; cf. 25).

    c. La voz de las palabras en el monte Sinaí fue tan aterradora que “los que la oyeron rogaron que no se les siguiera hablando” (19). Pero la voz en el monte Sión es la voz de Jesús, el Mediador, cuya sangre habla mejor que la de Abel (24). En otras palabras, Cristo intercede por nosotros, habiendo expiados nuestros pecados con su sangre (7:25, 9:14).

    d. Asociado con el monte Sinaí está el temor al juicio, pero en el monte Sión nuestros pecados han sido expiados por la sangre de Cristo.

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  • 11a.

    ¿Por qué es significativa la frase “os habéis acercado” (22)?

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    Al pie del monte Sinaí, la gente solo podía estar de lejos y no podían ver a Dios. Pero hemos llegado al monte Sión a la presencia de Dios. El camino a Dios ha sido abierto.

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  • 11b.

    ¿Qué hizo posible que llegáramos al monte Sión?

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    El sacrificio de Jesucristo, el Mediador del nuevo pacto (24). La mención de Jesús es el punto culminante de los versículos 22-24. La sangre de Jesús nos trajo las bendiciones del nuevo pacto, en el que Dios nos prometió que nuestros pecados serían perdonados y que seríamos su pueblo.

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  • 12.

    ¿Dónde está el monte Sión, la ciudad del Dios viviente, la Jerusalén celestial?

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    No es un lugar físico, sino la asamblea espiritual de todos los creyentes en Cristo. Es la iglesia espiritual en el cielo (cf. Gl 4:26; Ap 3:12, 21:2, 10; Ef 2:6; Col 3:3). Los creyentes en Cristo han llegado a esta ciudad celestial.

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  • 12:25-29

    13.

    Basado en la advertencia del párrafo, ¿cuál era el propósito de comparar el monte Sinaí y el monte Sión?

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    El motivo de la comparación es mostrar cuán grande es la salvación que hemos recibido (cf. 2:3) y cuán grande es nuestro Señor Jesucristo (cf. 8:1). No hemos venido a contemplar desde lejos las aterradoras manifestaciones de Dios, sino que hemos llegado a la presencia celestial de Dios a través de la obra salvadora de Jesucristo. Como bien lo señala este párrafo, debemos recibir esta salvación con enorme gratitud y obedecer las palabras de nuestro Señor.

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  • 14a.

    Compare las dos “conmociones” (26-27).

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    En el monte Sinaí, la voz de Dios conmovió la tierra. Pero a la venida del Señor, Él no solo conmoverá la tierra, sino también el cielo. Este será un evento cósmico (cf. 2 Pe 3:10; Heb 1:11-12; Ap 6:12-17; Is 51:6).

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  • 14b.

    ¿Qué cosas son conmovibles? ¿Cuáles son inconmovibles? ¿Cuáles busca usted en la vida?

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    La existencia física y los deseos de este mundo serán conmovidos y removidos (1 Pe 1:24-25)(1 Jn 2:17). Pero el reino de Dios, los cielos nuevos y la tierra nueva, no pueden ser conmovidos (cf. 2 Pe 3:11-13).

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  • 15.

    ¿Qué actitud debemos tener hacia la gracia de Dios (28)? ¿Cómo vivir acorde a la actitud?

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    Debemos estar agradecidos, vivir una vida santa con temor piadoso. Mientras damos gracias a Dios por la salvación, no debemos quedarnos estancados en la fe. Debemos llevar vidas piadosas en la tierra como peregrinos y trabajar en nuestra salvación con temor y temblor (1 Pe 1:13-25; Flp 2:12).

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  • 16.

    “Nuestro Dios es fuego consumidor”. ¿Qué enseña esta declaración acerca de Dios?

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    Dios es justo y su juicio sobre los inconversos es severo. Él no dejará ir al impío sin castigo, sino que consumirá a sus enemigos con su ira.

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  • 17.

    ¿Cuál es la diferencia entre el temor en el monte Sinaí (18-21) y el temor reverente que deberíamos tener en el monte Sión (28-29)?

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    El temor en el monte Sinaí es el terror de acercarse a Dios. Es un temor que está fuera de la gracia y misericordia de Dios. Pero el temor que los cristianos debemos tener es el temor de alguien que está en la gracia de Dios. Es un temor que proviene de un corazón agradecido por la maravillosa gracia de Dios. Como creyentes, no tememos que Dios no nos dé su gracia, debido a que Él ya nos ha dado su gracia en Cristo Jesús, pero tememos que podamos rechazar la gracia de Dios por la incredulidad.

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